COLOSAS

Colosas (gr. Kolossái). Ciudad del Asia Menor, en el sudoeste de Frigia, sobre el rí­o Lycus, no lejos de donde éste se une al Meandro. Está a unos 17,5 km de Laodicea, a más de 160 km de Efeso y a unos 21 km de Hierápolis. Originalmente formaba parte de una de las grandes rutas de comercio que conducí­an desde Efeso -ví­a Magnesia, Colosas y Tarso- hasta Siria. Herodoto y Jenofonte la mencionan como una ciudad grande y rica. Debí­a su prosperidad principalmente a su lana teñida de violáceo llamada colossinus. Cuando cambió la ruta comercial, declinó rápidamente. Se pueden ver unas pocas ruinas de Colosas cerca de la aldea de Honaz. La población del tiempo del NT la componí­an principalmente frigios (la mayorí­a), griegos y judí­os. Su iglesia cristiana probablemente fue fundada por Epafras (Col 1:7); más tarde, un cierto Arquipo fue su lí­der (4:17; FLam_2). En los dí­as de Pablo, aparentemente se celebraban las reuniones en la casa de Filemón (FLam_2), el amo de Onésimo, un esclavo fugitivo convertido por Pablo en Roma y más tarde enviado de vuelta a su amo (vs 10-12). Pablo escribió una carta a esta iglesia. Mapa XX, B-4. Véase Colosenses, Epí­stola a los. Bib.: Herodoto vii.30: J-AC i.2.6. 131. Sitio de la Colosas antigua. Colosenses, Epí­stola a los. Una de las 4 “cartas de la prisión” (las otras son Efesios, Filipenses y Filemón), llamadas así­ porque en cada una de ellas se habla de “cadenas” o el autor se llama a sí­ mismo “preso” (Eph 6:20; Phi 1:13, 14; Col 4:3, 10, 18; FLam_1, 9). I. Autor y Ambientación. La escribió Pablo, cerca del fin de su fe, encarcelamiento en Roma (como se acepta generalmente), por el 62 d.C. Que por lo menos 3 de esas epí­stolas fueron escritas aproximadamente al mismo tiempo lo muestra el hecho de que se mencione a las mismas personas que estaban con Pablo cuando las escribió (Eph 6:21; Col 4:7-9; 1 FLam_10-19). Durante el 3er viaje misionero Pablo trabajo 3 años en Efeso (Act 19:1-41). Aunque no se sabe si alguna vez visitó Colosas, la influencia de su ministerio durante ese tiempo se extendió mucho más allá de la vecina ciudad inmediata de Efeso. Demetrio protestó 240 porque “este Pablo… en casi toda [la provincia romana de] Asia, ha apartado a muchas gentes” (v 26). Por lo menos un residente en Colosas, Filemón, habí­a encontrado a Cristo por medio del ministerio de Pablo (FLam_19); y posiblemente también Epafras, quien estaba a cargo de la iglesia del lugar (Col 1:7). Ellos habrí­an oí­do el evangelio en Efeso y lo llevaron consigo a Colosas, ya que Pablo no habrí­a trabajado allí­ (2:1,5). Cuando escribió a los creyentes de Colosas, Epafras habí­a llegado hací­a poco con un informe del amor y del celo de los creyentes (1:7,8), y ese informe lo estimuló a escribir la epí­stola. Tí­quico, un compañero del apóstol, junto con Onésimo, el esclavo de Filemón, fueron enviados con la carta (4:7-9). Cualquiera haya sido el caso, Pablo se consideraba el padre espiritual y fundador de la iglesia de Colosas, y por ello, responsable de su bienestar. II. Tema. De acuerdo con la carta, un error doble amenazaba a la iglesia. Su naturaleza exacta no se expresa claramente, pero podemos inferirla de lo que Pablo escribe como advertencia contra él. Aparentemente, por un lado se estaba haciendo un esfuerzo por persuadir a los cristianos gentiles de Colosas para que adoptaran ritos y ceremonias del judaí­smo (Col 2:11-16) y ciertas tendencias ascéticas (vs 18-23). Por otro lado, es evidente que existí­a cierta filosofí­a especulativa que se parecí­a a la herejí­a gnóstica posterior (vs 4,8,18,20). Algunos señalan que el error provení­a de los esenios o de la secta de Qumrán, quienes, como se sabe, sostení­an y practicaban algunas de esas enseñanzas. Lo que se dice de los “ángeles” se parece mucho a los seres intermediarios o “emanaciones” del gnosticismo (1:16; 2:18). Las palabras griegas para “misterio” (1:26,27), “plenitud” (v 19) y “conocimiento” (2:3) aparecen como palabras técnicas en la antigua literatura religiosa judí­a y pagana. Pero aquí­ Pablo los usa en un sentido cristiano. III. Bosquejo. La epí­stola se divide en 6 secciones principales: 1. Introducción: saludos, felicitaciones y declaración de propósitos (Col 1:1-13). 2. Sección doctrinal: exalta ante los cristianos la preeminencia de Cristo (1:14-2:7). 3. Advertencia contra el error (2:8-23). 4. Exhortaciones a imitar la vida ejemplar de Cristo (3:1-17). 5. Deberes de las relaciones sociales (3:18-4:6). 6. Conclusión: saludos (4:7-18). IV. Contenido. El apóstol enfrenta los errores de la iglesia de Colosas planteando la preeminencia de Cristo, como infinito Dios creador y sustentador de todas las cosas (1:15-17; 2:8, 9), como el autor de la salvación y el perfeccionador del carácter cristiano (1:20-27; 2:7; 3:1-3) y como cabeza de la iglesia (2:17,18). La creencia en Cristo, por lo tanto, excluye el ritualismo y la filosofí­a especulativa. Todos los misterios que el hombre necesita saber han sido revelados en Cristo, a quien el apóstol presenta como el cristiano ideal (3:12-24; véase CBA 7:189-191).

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

antigua ciudad de Frigia, suroeste del Asia Menor, entre los rí­os Lico y Meandro. C. estaba federada con las ciudades de Laodicea y Hierápolis, y era la menos importante de las tres, Estrabón se refiere a C.

como †œuna pequeña población†. La ciudad fue destruida por un terremoto entre los años 60 y 61, según cuenta Tácito en los Anales. Epafras evangelizó y fundó una iglesia en C., Col 1, 7; 4, 12; el diácono Arquipo viví­a en C., Col 4, 17; Flm 2.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

Una antigua ciudad de Frigia, situada a unos 18 km. de Laodicea y 21 km. de Hierápolis. Colosas se encontraba en la ruta más importante de comercio desde Efeso hasta el Eufrates y era un lugar de gran importancia desde tiempos antiguos. La iglesia en Colosas fue establecida en el tiempo del tercer viaje misionero de Pablo, durante sus tres años en Efeso, no por Pablo mismo (Col 2:1) sino por Epafras (Col 1:7, Col 1:12-13). Arquipo también ejerció un ministerio fructí­fero allí­ (Col 4:17; Phm 1:2). Filemón era un miembro activo de esta iglesia al igual que Onésimo (Col 4:9). Durante la primera prisión romana de Pablo, Epafras le llevó un informe de los puntos de vista religiosos y las prácticas en Colosas que motivaron su carta, en la cual reprocha a la iglesia por sus errores.

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Ciudad de Asia Menor, hoy Turquí­a, situada a orillas del rí­o Lico, cerca de donde éste hace confluencia con el Meandro. La región en que estaba se llamaba †¢Frigia. Según Herodoto, habí­a sido un centro comercial importante de la antigüedad, pero en tiempos de Pablo no lo era. Formaba una especie de confederación con †¢Hierápolis y †¢Laodicea, siendo esta última más importante. Varios de los colaboradores de Pablo figuran relacionados de una manera u otra con esa ciudad. Especialmente †¢Epafras, †¢Filemón, †¢Onésimo y †¢Arquipo. Una carta del apóstol, la epí­stola a los †¢Colosenses, fue dirigida a la comunidad cristiana que habí­a en C. Un terremoto destruyó C. alrededor del año 65 d.C.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, CIUD

sit, a9, 402, 222

vet, Ciudad sobre el rí­o Lico en Frigia, Asia Menor (Col. 1:2). Parece que Pablo no habí­a todaví­a visitado la ciudad cuando escribió su carta a la iglesia allí­ (cp. Col. 1:7; 2:1); pero puede que lo hiciera después en sus viajes, o desde Efeso. Esperaba poder visitarlos pronto (Flm. 22), porque allí­ viví­an Filemón y Onésimo (Col. 4:9). Colosas habí­a sido una ciudad importante, y vio su decadencia con el surgimiento de Hierápolis y Laodicea.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

Colosas era una ciudad en Frigia situada en el rí­o Lycus cerca de donde entra el famoso rí­o Meandes. Estaba cerca de 161 kms. al oeste de Efeso en la gran carretera que iba de Efeso al valle de Eufrates. Su historia se asocia principalmente con otras dos ciudades: Hierápolis, cerca de 21 kms. de allí­, y Laodicea como a unos 16 kms. de distancia. En una fecha temprana era de demasiada importancia siendo mencionada por Heródoto y Jenofonte. Fue un buen lugar para el ejército de Jerjes donde podí­a parar y hallar provisiones en 481 a. de J.C. y Ciro el menor en
401 a. de J.C., pero en el tiempo de Pablo era de muy poca importancia. Muchos judí­os viví­an allí­ y el lugar era famoso por un artí­culo peculiar de lana, probablemente de color púrpura.
Durante los siglos 7 y 8 el lugar fue invadido por los sarracenos. En el siglo 12 la iglesia fue destruida por los turcos y la ciudad desapareció. Las ruinas de la iglesia, los cimientos de piedra de un teatro grande y una necrópolis con piedras de una forma curiosa, todaví­a existen. Durante la Edad Media el lugar se llamaba Chonae y ahora Chonas.
En religión la iglesia primitiva se hizo muy relajada. Por un lado ellos daban gusto a sus apetitos corporales y carnales sin restricción, sin admitir responsabilidad por sus acciones. Por el otro lado se castigaban por varias prácticas ascéticas en la esperanza de salvar el cuerpo, el cual pensaban ellos que era impí­o. Su adoración era en particular una adoración de ángeles, con Miguel como la deidad principal, y que protegí­a la ciudad. Esta condición religiosa hizo que Pablo escribiese la carta a los Colosenses (Colosenses 2:18).
La iglesia fue fundada aquí­ por Epafras, trabajando bajo la dirección de Pablo (“por nosotros” o “a favor de nosotros”), Colosenses 1:6, 7; 4:12, 13.
Parece que Pablo nunca visitó este lugar (Colosenses 1:7; 2:1).
El se mantení­a informado acerca de la condición de la iglesia (Colosenses 1:3, 4, 9; 2:1).
El aprobó su trabajo y disciplina (Colosenses 1:5-7, 23; 2:5-7; 4:12, 13).

Fuente: Diccionario Geográfico de la Biblia

(posiblemente: Colosal).
Ciudad situada en el SO. de Asia Menor. En los dí­as del apóstol Pablo, Colosas estaba en la provincia romana de Asia, aunque formaba parte de la antigua región de Frigia. En la actualidad el lugar está deshabitado. Se hallaba cerca del extremo superior del valle del rí­o Lico, a casi 18 Km. al ESE. de Laodicea (en las proximidades de la actual Denizli). El valle del rí­o Lico se estrecha en la región de Colosas, cercado por grandes peñascos, pero se ensancha a medida que se dirige hacia el NO., a la confluencia con el rí­o Meandro (Menderes). Por este valle pasaba el camino principal que procedí­a de Efeso y la costa del Egeo e iba hacia el E. hasta llegar al Eufrates. Desde esta ciudad salí­a otro camino hacia el NO. en dirección a Sardis y a Pérgamo. Sin embargo, durante el perí­odo romano se produjo un cambio en el sistema de comunicaciones, de modo que Laodicea y la cercana Hierápolis (Col 4:13) llegaron a sobrepasar en importancia a Colosas. No obstante, esta ciudad continuó siendo conocida como un centro textil famoso por una excelente lana de singular tonalidad, llamada en latí­n colossinus. Colosas se hallaba próxima a una zona desértica de estepas donde se apacentaban rebaños de ovejas, y tan solo a unos 5 Km. al S. se eleva Honaz Dagi (el monte Cadmos), de unos 2.750 m. de altitud, cuyas nieves alimentaban las corrientes que fluí­an hacia Colosas.
Habí­a frigios en Jerusalén el dí­a del Pentecostés de 33 E.C., y es posible que algunos de ellos fuesen de Colosas. (Hch 2:10.) Aunque esta ciudad se encontraba en la ruta principal E.-O., la mayorí­a de los eruditos creen que Pablo siguió otra ruta más septentrional en su tercera gira misional, cuando llegó por tierra a Efeso. (Hch 18:22, 23; 19:1.) Su carta a los Colosenses indica que no habí­a visitado Colosas y que la congregación de aquella ciudad era el fruto de la obra de Epafras, quien, según Pablo, los representaba a él y a sus colaboradores al ministrar con fidelidad a los creyentes de Colosas. (Col 1:7, 8; 2:1; 4:12.) De cualquier modo, Pablo conocí­a a algunos cristianos colosenses. En sus cartas nombra a Onésimo, Arquipo, Filemón y Apfia. (Col 4:9, 17; Flm 1, 2, 10-12.)
Además de la población frigia original, habí­a en Colosas grupos griegos y judí­os. (Compárese con Col 3:11.) Los frigios primitivos eran muy proclives al fanatismo espiritista, los griegos se inclinaban a la especulación y a los argumentos filosóficos y los judí­os abogaban por la ley de Moisés y sus requisitos dietéticos y sabáticos. Pablo trató todas estas tendencias en su carta a la congregación de Colosas. (Col 2:4, 8, 16, 18, 20-23.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

Ciudad en la provincia romana de Asia, en el O de lo que es ahora la Turquía asiática. Estaba situada a unos 15 km de *Laodicea en el valle del Lico, sobre la carretera principal hacia el E. Originalmente era el punto donde se unían las grandes rutas de Sardis y Éfeso, en un lugar fácilmente defendible y con un abundante suministro de agua. Fue una ciudad importante en los períodos lidio y persa, pero posteriormente declinó cuando el camino a Pérgamo que pasaba por Sardis fue desplazado más al O debido a la nueva fundación de la próspera ciudad de Laodicea. Actualmente el lugar está desahabitado; se encuentra 16 km al E de la ciudad de Denizli, cerca de Honaz.

El evangelio probablemente llegó a esta zona en la época en que Pablo residía en Éfeso (Hch. 19.10), tal vez por intermedio de Epafras, que era oriundo de Colosas (Col. 1.7; 4.12–13). Aparentemente Pablo no había visitado Colosas cuando escribió su carta (Col. 2.1), aunque su deseo de hacerlo (Flm. 22) puede haberse cumplido más tarde. Filemón (Flm. 1) y su esclavo Onésimo (Col. 4.9; Flm. 10) eran miembros de la primitiva iglesia de Colosas. La mezcla de elementos judíos, griegos, y frigios en la población de la ciudad probablemente se reflejaba también dentro de la iglesia, y por ello constituiría tierra fértil para el tipo de herejía especulativa que la epístola de Pablo tenía por objeto contrarrestar.

Esta zona fue devastada por un terremoto, que Tácito (Anales 14. 27), fecha en el año 60 d.C. No se insinúa nada de esto en la carta, por lo que debemos suponer que fue escrita antes de que llegaran a Roma las noticias del desastre.

E.M.B.G., C.J.H.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico