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Es la actuación humana, sobre todo sistemática y habitual, bajo la influencia de criterios rectores conformes a la moral. Es sobre todo la acción habitual entendida y valorada a la luz de la recta conciencia por uno mismo y por los demás.
En Psicología, sobre todo en el “conductismo o behaviorismo”, se suele reservar la palabra “comportamiento” para las dimensiones sociales y morales de la actividad humana. Y se prefiere el término de “conducta” para los aspectos más psicológicos y fisiológicos del obrar.
En catequesis y en educación religiosa interesan más los aspectos profundos de ese comportamiento, o conducta, como son intenciones, preferencias, relaciones, concordancia con la conciencia o con los ideales de vida cristianos. Y se debe enseñar a valorar la actuación humana a la luz de la conciencia, es decir de la recta razón. Es preciso enseñar a obrar armonizando la libertad creciente que se va adquiriendo con los postulados de la conciencia rectamente formada.
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa