COSTILLA

Gen 2:21 mientras .. dormía, tomó una de sus c


Cada uno de los huesos largos y arqueados que parten de la columna vertebral. El cuerpo humano tiene doce pares de estos huesos, ordenados de tal forma que rodean la cavidad pectoral y sirven de protección para el corazón y los pulmones. Las costillas forman parte del grupo de huesos en cuya médula se produce la sangre.
Dios no creó a la mujer de manera ajena y separada del hombre, formándola también del polvo del suelo, como habí­a hecho en la creación de Adán. En esta ocasión Dios tomó una costilla de Adán, y de ella formó a Eva, la que habrí­a de ser su complemento perfecto. (Gé 2:21, 22.) Adán, no obstante, siguió siendo un hombre perfecto, unido a su esposa como †˜hueso de sus huesos y carne de su carne†™. (Gé 2:23; Dt 32:4.) Además, este suceso no alteró la estructura genética de Adán, de modo que afectase al número de costillas de su prole, pues tanto el hombre como la mujer tienen veinticuatro costillas.
Es de interés indicar aquí­ que una costilla puede crecer de nuevo, reemplazarse a sí­ misma, siempre y cuando no se haya destruido el periostio (la membrana fibrosa adherida al hueso). El registro bí­blico no precisa si Jehová Dios dejó el periostio de Adán o no; como Creador del hombre, e independientemente de esta caracterí­stica singular de las costillas, Dios pudo optar por cualquier solución.
La palabra †œcostilla† se halla de nuevo en la Biblia en la visión que Dios le dio a Daniel durante el reinado de Belsasar de Babilonia. En ella apareció primero una bestia que representaba la lí­nea dinástica de gobernantes babilonios, seguida de otra parecida a un oso que representaba al siguiente †˜rey†™, o lí­nea de gobernantes mundiales, a saber, los medopersas. Esta bestia parecida a un oso tení­a en la boca tres costillas, que pueden indicar que el †˜rey†™ simbolizado por el oso extendió sus conquistas en tres direcciones, como hizo Medo-Persia. Ahora bien, puesto que el número tres se usa en las Escrituras como sí­mbolo de intensidad o énfasis, las tres costillas pueden también poner de relieve la avidez de conquistas territoriales de este oso simbólico. (Da 7:5, 17; véase BESTIAS SIMBí“LICAS.)

Fuente: Diccionario de la Biblia