DINA

Gen 30:21; 34:1-31


Dina (heb. Dînâh, quizá “juzgada [Justicia]” o “absuelta”; cun. Din~, nombre de una esclava israelita en Gozán, Mesopotamia). Hija de Jacob y Lea (Gn 30:21). Fue violada por Siquem, el hijo del rey Hamor de la ciudad de Siquem, cuando la familia de Jacob viví­a en la zona después de su regreso de Harán. Por este acto vergonzoso, Simeón y Leví­, hermanos de padre y madre de Dina, mataron a todos los hombres de Siquem y rescataron a su hermana, que habí­a sido llevada a la casa de Siquem para ser su esposa (cp 34), Jacob no aprobó el crimen de sus hijos (v 30) y lo denunció en su lecho de muerte (49:5-7). Nada se sabe de la vida posterior de Dina.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

única hija que el patriarca Jacob tuvo con su mujer Lí­a, Gn 30, 21; 46, 15. Esta fue violada por Siquem, hijo de Jamor el jivita.

Posteriormente tras lo reclamos por este delito, las familias de D. y de Siquem hicieron un pacto, según el cual, una vez circuncidados todos los del lado de Jamor y Siquem, le entregarí­an a éste a D. como esposa. Pero los hermanos de D., Simeón y Leví­, vengaron la afrenta hecha a su hermana y mataron a Jamor, a Siquem y todos los varones de su ciudad, la cual fue sometida al saqueo, al pillaje y al fuego, Gn 34.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

Una hija de Jacob y Lea (Gen 30:21), la única mencionada en las Escrituras. Mientras estaba visitando la ciudad cerca de la cual estaba acampado Israel (cap. 34), el prí­ncipe Siquem la violó, por cuyo crimen Leví­ y Simeón, sus hermanos, destruyeron la ciudad.

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Única hija nacida a Jacob. Su madre fue †¢Lea. Cuando estaba su familia cerca de †¢Siquem, D. salió †œa ver a las hijas del paí­s†, †œy la vio Siquem hijo de Hamor heveo† que †œla tomó, y se acostó con ella, y la deshonró†. Aunque Siquem quiso luego casarse con ella, sus hermanos hicieron una gran venganza por este asunto. Pusieron como condición para el matrimonio que todos los varones de Siquem se circuncidaran, pero los mataron luego junto con sus lí­deres (Gen 34:1-31).

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, BIOG MUJE MUAT

vet, Hija de Jacob y Lea; deshonrada por Siquem (Gn. 34:25-31), fue vengada por Simeón y Leví­ (Gn. 49:5) y por todos los hermanos (Gn. 34:7-24).

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

“Salió Dina, la hija de Lea, la cual ésta habí­a dado a luz a Jacob, a ver a las hijas del paí­s” (Génesis 34:1).

Léase: Génesis 34:1-31. Dina era una chica sobre la cual hay en la Biblia un largo relato. Esta historia se narra en el capí­tulo 34 del Génesis. Obsérvese la avalancha de catástrofes que siguieron como una cadena de una primera equivocación cometida por la chica. De un modo especial destaca la traición de sus hermanos, que mancillaron el Pacto del Señor al atacar a los habitantes de Siquem, cuando estaban sufriendo el dolor de la circuncisión. La circuncisión era el signo del Pacto. A causa de Dina fue destruida toda la ciudad, y Simeón y Leví­ violaron la justicia porque se llevaron las mujeres y los niños de aquella ciudad como despojos. El resultado fue tal que Jacob consideró que “los moradores de la tierra lo tendrí­an por abominable”, y tuvo que huir de Betel. Además, ella fue culpable de que Simeón y Leví­ recibieran una maldición en vez de una bendición al morir Jacob.

¿De qué equivocación procede esta serie de catástrofes? De algo que llamarí­amos una travesura. Habí­a sido educada en una casa que hoy llamarí­amos cristiana. Pero sentí­a curiosidad por ver cómo era el mundo, y quiso establecer contacto con la sociedad.

Las tiendas de su padre se hallaban cerca de Siquem. Jacob no habí­a establecido contacto con la pequeña ciudad. Sin embargo Dina quiso ir a la ciudad y contemplar las chicas de la misma, y aun quizá asociarse con ellas. Un dí­a cuando sus hermanos estaban con el ganado dejó la tienda de su padre y se fue a “ver a las hijas del paí­s”.

Dina sabí­a muy bien que se exponí­a a serios peligros. Habrí­a oí­do la historia de que (dos veces) su bisabuela y una su abuela habí­an sido prácticamente raptadas por prí­ncipes locales. Y se fue sola, ¡a esta edad! ¡No habí­a que preocuparse! Ya encontrarí­a manera de que todo saliera bien.

Pero no fue así­. Apenas hubo entrado Dina en la ciudad, y habí­a entablado conversación con algunos transeúntes, que el prí­ncipe, hijo del rey Hamor, que se llamaba también Siquem, como la ciudad, la invitó a su palacio. La historia no nos cuenta si Dina consintió o se resistió a los halagos de Siquem; sólo sabemos que éste “se acostó con ella, y la deshonró”.

Entonces, se nos dice, el alma de Siquem se apego a ella y se enamoró de la joven y le pidió a su padre que se la diera por mujer.

El deseo de Dina por las cosas mundanas la habí­a llevado a Siquem y allí­ habí­a perdido su virginidad; sabemos que se quedó en el palacio, y posiblemente habrí­a persistido en servir al mundo. Pero, no fue éste el curso que siguieron las cosas.

Sabemos que una vez pasados a cuchillo los siquemitas, Simeón y Leví­, saquearon la ciudad, tomaron sus riquezas y se llevaron cautivos a los niños y a las mujeres. Al parecer esto no turbó en lo más mí­nimo su conciencia. Ante la reconvención de su padre por su proceder contestaron: “¿Habí­a este hombre de tratar a nuestra hermana como una ramera?” Al pasar juicio sobre el hecho no olvidemos que esta hermana era la que habí­a dado lugar a todo lo ocurrido.

Dina no ha sido sola. También hoy hay hijas que se cansan de residir en las tiendas del Señor. Quieren ver un poco del mundo. Quieren asociarse con los demás, y hablar de modo inteligente de lo que han visto. Esto no es pedir mucho. Sólo un leve contacto con el mundo.

Aunque no es de esperar que el resultado de este deseo sean también violaciones y asesinatos, ponen en peligro la religión del hogar, y esto puede implicar la muerte moral del alma. Para el mundo nada de esto tiene sentido, naturalmente. Pero para la Iglesia de Dios ésta es una degradación seria.

Preguntas Sugeridas Para Estudio Y Discusión:
1. ¿Cuáles son los resultados del pecado de Dina?
2. ¿Qué nos enseña esta meditación con respecto a mezclarse con el mundo?
3. ¿Se puede decir que las acciones de Simeón y de Leví­ son justificadas?

Fuente: Mujeres de la Biblia

(Juzgada [es decir: absuelta; vindicada]).
Hija de Jacob y Lea. Debí­a tener unos seis años cuando Jacob volvió a Canaán y se estableció en Sucot. Habí­a nacido en Harán cuando su padre residí­a en aquel lugar. (Gé 30:21, 22, 25; 31:41.)
Durante el tiempo que Jacob y su familia estuvieron acampados fuera de la ciudad de Siquem, Dina adquirió la costumbre imprudente de visitar a las muchachas cananeas del lugar, y en una de sus visitas, la violó Siquem, el hijo de Hamor, un principal de los heveos. Siquem se enamoró de ella, y Dina permaneció en su casa hasta que sus hermanos Simeón y Leví­ la vengaron. (Gé 34:1-31.) Algunos sostienen que Dina debí­a ser tan solo una niña cuando la violaron. Sin embargo, hay que tener presente que antes de que Jacob fuese a Siquem, construyó una casa y cabañas en Sucot, lo que da a entender que residió en aquel lugar por algún tiempo. (Gé 33:17.) En Siquem compró un terreno y al parecer se estableció allí­ por un tiempo. Todo ello, y el mismo hecho de que Siquem se enamorara de Dina, la †œjoven†, demuestra que no era meramente una niña cuando se relacionó con Siquem. (Gé 33:18, 19; 34:12.)
Unos años más tarde, Dina, junto con el resto de la casa de Jacob, entró en Egipto por invitación de José. (Gé 46:7, 15.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

(heb. dı̂nâ, ‘juicio’ o ‘juzgada’). Hija de Jacob y de Lea (Gn. 30.21; 46.15). Cuando Jacob se encontraba acampando cerca de Siquem, Dina fue a visitar a las mujeres de la localidad (Gn. 34) ; pero Siquem, hijo de Hamor, príncipe heveo de Siquem, se sintió atraído por ella y, aparentemente, la violó, después de lo cual la pidió en matrimonio a Jacob. Pero los hijos de Jacob estaban indignados y exigieron que los siquemitas se circuncidasen antes de que pudiera aceptarse el matrimonio. Luego Simeón y Leví (evidentemente en compañía de sus seguidores) tomaron desprevenidos a los heveos y los mataron a traición. Jacob desaprobó (Gn. 34.30) y denunció (Gn. 49.5–7) este hecho. C. H. Gordon, HUCA, 26, 1955, pp. 80, considera que la narración de tristes incidentes de este tipo en los que participaban mujeres es señal de épocas primitivas (presalomónicas).

K.A.K.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico