ESMIRNA

Rev 1:11; 2:8-17


Esmirna (gr. Smúrna; explicada tradicionalmente como “mirra” [gr. múron], los eruditos dudan que éste sea su significado original; la tendencia actual es asociar su nombre con el de la diosa Samorna de Anatolia). Una de las ciudades más importantes del Asia Menor occidental. Fundada por los griegos eolios, más tarde llegó a ser una ciudad jónica incorporada a la confederación jónica. Esmirna era una de las 7 ciudades con pretensiones de ser la cuna de Homero. Después de su destrucción por los lidios en el s VI a.C., fue un lugar de poca importancia por algún tiempo, hasta que Alejandro reconoció su ubicación ideal y ordenó su reconstrucción; fue reedificada por Lisí­maco de acuerdo con los planes de Alejandro (301- 281 a.C.). Después de esto creció rápidamente, y llegó a ser una de las ciudades costeras más ricas del Asia Menor. En el 133 a.C. Esmirna formó parte de la provincia romana de Asia, y en el perí­odo imperial fue uno de los centros más fuertes del culto al emperador en el Asia Menor. En la ciudad existí­a una iglesia cristiana (fines del s I d.C.), como lo demuestra el libro del Apocalipsis al mencionar una carta a dicha iglesia (Rev 2:8-11). Por esa época, su espiritualidad debió haber sido excelente, porque la carta no contiene ninguna reprensión; mientras que, a excepción de la iglesia de Filadelfia, todas las otras recibieron censuras. La iglesia de Esmirna podrí­a tener origen en los esfuerzos de Pablo, que pasó 3 años en la vecina Efeso (Act 20:31). Policarpo, obispo de Esmirna, fue quemado en la estaca cerca del estadio de la ciudad (169 d.C.). La ciudad fue destruida varias veces por terremotos y guerras, pero por causa de su ubicación favorable en una bahí­a protegida, siempre se recuperaba. Hoy, con el nombre de Izmir, es la 3ª ciudad de Turquí­a (figs 8, 204, 205; acerca de la significación de Esmirna como una de las 7 iglesias del Apocalipsis, véase CBA 7:96-98, 762-765). Mapa XX, B-4. 204. Vista panorámica de la Esmirna moderna y su bahí­a desde la ciudadela.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

Un puerto en la costa occidental del Asia Menor. Esmirna le pidió a Tiberio el permitir a la comunidad construir un templo a su deidad. El permiso fue concedido, y Esmirna construyó el segundo templo asiático al emperador.

La ciudad habí­a adorado a Roma como a un poder espiritual desde el 195 a. de J.C., de aquí­ el orgullo histórico de Esmirna en su culto al César. Esmirna era famosa por la ciencia, medicina y la majestad de sus edificaciones.

Apolonio de Tí­ana se refirió a su †œcorona de pórticos†, un cí­rculo de bellí­simas edificaciones públicas que rodeaban la cima del monte Pagus como una diadema; de aquí­ la referencia de Juan (Rev 2:10). Policarpo, el obispo de Esmirna, quien fue martirizado en 155 d. de J.C., habí­a sido un discí­pulo de Juan.

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Hay dos Esmirnas. La primera ciudad, que se encuentra en el extremo nororiental del golfo de Esmirna, fue destruida por los lidios en el siglo VI a. de J.C. Los habitantes huyeron a las villas cercanas y la ciudad quedó en ruinas hasta el siglo IV, cuando en los dí­as de Alejandro el Grande, Esmirna fue reconstruida —pero esta vez en el extremo sureste del golfo. Esta ciudad, a la cual Juan dirigió un mensaje en el Apocalipsis, está ubicada ca. 68 kms. al norte de Efeso por el camino romano sobre un excelente puerto doble. El puerto exterior era una porción del golfo que serví­a como ancladero; el puerto interior, ahora obstruido por bazares, tení­a una entrada estrecha que podí­a cerrarse con una cadena.
La ciudad misma rodeaba el extremo de la bahí­a al pie de los 160 mts. del monte Pagus, su espléndida acrópolis. Sus calles estaban excelentemente pavimentadas y estructuradas en ángulos rectos. La ciudad tení­a varias plazas y pórticos, una biblioteca pública, numerosos templos y otros edificios. Su acueducto aseguraba una amplia provisión de agua. Este centro comercial tení­a una población que pudo haber alcanzado cerca de los 200.000 para el tiempo en que Juan envió su mensaje a la iglesia.
La recuperación de la Esmirna del Nuevo Testamento por medio de la investigación arqueológica es virtualmente imposible. La ciudad moderna cubre la antigua; y para empeorar la situación, la ciudad fue virtualmente destruida por un terremoto en el 178 d. de J.C. El emperador Marco Aurelio reconstruyó grandes áreas de la metrópoli.
A pesar de la dificultad en la excavación de Esmirna, la Asociación Histórica Turca ha llevado a cabo numerosas temporadas de excavación allí­ entre la primera y la segunda guerra mundiales y también desde la Segunda Guerra Mundial en adelante. Sus esfuerzos se han concentrado principalmente en el área del ágora, donde queda mucho por hacerse todaví­a. Los hallazgos aquí­datan del tiempo de la reconstrucción de Marco Aurelio y por lo tanto no tienen ninguna relación con los tiempos del Nuevo Testamento. Unos cuantos restos de paredes de la acrópolis datan del primer siglo, así­ como las ruinas del acueducto y del teatro.

Fuente: Diccionario Bíblico Arqueológico

(mirra).

Una de las siete Iglesias de Asia menor a la que Cristo le dirigió una carta en Ap.

l l, 2:8-11.

Diccionario Bí­blico Cristiano
Dr. J. Dominguez

http://biblia.com/diccionario/

Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano

(Mirra). Ciudad del Asia Menor (Turquí­a) donde habí­a una iglesia a la cual se alude en una de las cartas de Juan en el Apocalipsis (Apo 2:8-11). E. era una ciudad fundada por los griegos en el tercer milenio a. C., tan antigua como la misma Troya. Se dice incluso que fue la cuna de Homero. Quedaba en la costa de la Anatolia, en el mar Egeo, al N de †¢éfeso. Fue totalmente destruida en el año 600 a. C., y permaneció así­ por unos trescientos años, lo cual algunos relacionan con la expresión †œel que estuvo muerto y vivió† (Apo 2:8), aunque otros sugieren que la referencia es a la diosa Cibeles, patrona de la ciudad, cuyo culto celebraba la muerte en el invierno y el retornar de la vida en la primavera.

Reconstruida por †¢Alejandro Magno o alguno de sus generales, se convirtió en una ciudad muy rica, compitiendo con †¢éfeso y †¢Pérgamo por el tí­tulo de †œPrimera Ciudad de Asia†. Habí­a una comunidad de judí­os bastante grande en E., los que al parecer hací­an mucha oposición a los cristianos (Apo 2:9). Juan anima a la iglesia en vista de los sufrimientos que le estaban deparados. No se tienen muchos datos sobre la vida de E. en los dí­as de la carta de Juan. La ciudad moderna está prácticamente encima de la antigua, pero los trabajos arqueológicos que se realizan podrán ofrecer más datos sobre ella. El más famoso obispo de E. fue Policarpo, que murió mártir allí­ en el año 156 d. C.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, CIUD IGLE

sit, a9, 348, 203

vet, = “mirra”. Esta ciudad, de gran antigüedad, se elevaba sobre la costa occidental de Asia Menor. Perteneció a la Confederación Jónica. Hacia el año 580 a.C. fue destruida por Aliates, rey de Lidia, y permaneció en ruinas unos 200 años. Alejandro Magno planeó su reconstrucción, que sus sucesores inmediatos llevaron a cabo sobre otro emplazamiento. La nueva Esmirna vino a ser una gran ciudad comercial, manteniendo su prepotencia en la época romana. La ciudad vino a ser una parte de la provincia de Asia, que los romanos anexionaron en el año 133 a.C., y organizaron entre el 129 y 126. La iglesia de Esmirna es la segunda de las siete iglesias de Asia Menor, a las que se dirige el apóstol Juan en el Apocalipsis. No le reprocha nada, sino que la exhorta a permanecer firme en la persecución (Ap. 1:11; 2:8-11). Policarpo, obispo de Esmirna, sufrió allí­ el martirio, probablemente el año 169 d.C. En el año 178 d.C. un terremoto destruyó la ciudad, que fue rápidamente reconstruida. Situada sobre un magní­fico puerto natural, y sobre una importante ví­a de comunicación, Esmirna era una ciudad ideal para el comercio.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

(Mirra).
Ciudad antigua de la costa occidental de Asia Menor, llamada en la actualidad Izmir. (GRABADO, vol. 2, pág. 946.) Sus primeros pobladores fueron los griegos. Alrededor del año 580 a. E.C. Aliates, rey de Lidia, destruyó Esmirna. Más de dos siglos después, Alejandro Magno planeó reedificarla como ciudad griega, proyecto que hicieron realidad sus sucesores, pero en otro emplazamiento. Más adelante Esmirna llegó a ser una importante ciudad comercial. Con el tiempo pasó a formar parte de la provincia romana de Asia, y adquirió relevancia gracias a sus hermosos edificios públicos. Tení­a un templo en honor a Tiberio César, lo que muestra que el culto al emperador ocupaba un lugar de importancia en la ciudad.
Esmirna es la segunda de las siete congregaciones cristianas de Asia Menor a las que el glorificado Jesucristo mandó que el apóstol Juan escribiese mensajes. (Rev 1:11.) Se dijo que la congregación era pobre materialmente, pero rica en sentido espiritual. Habí­a pasado por pruebas, como la tribulación y la persecución, y habí­a tenido que soportar la blasfemia de algunos que se hací­an llamar judí­os, pero que en realidad eran †œuna sinagoga de Satanás†. Sin embargo, a pesar de su pobreza y tribulación, a los cristianos de la congregación de Esmirna se les dio ánimo para que no temieran las cosas que todaví­a tendrí­an que sufrir, sino que fuesen †œ[fieles] hasta la misma muerte† a fin de que recibiesen †œla corona de la vida†. (Rev 2:8-11.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

(véase el mapa que acompaña al art. sobre *Colosas). Ciudad en la provincia romana de Asia, sobre la costa del mar Egeo, en lo que es en la actualidad la Turquía asiática. En las cercanías hubo, desde tiempos remotos, una colonia griega, pero fue capturada y destruida por los libios hacia fines del ss. VII a.C., y virtualmente dejó de existir hasta que fue fundada nuevamente por Lisímaco, a principios del ss. III a.C. Creció hasta llegar a ser una de las ciudades más prósperas de Asia Menor. Funcionó como puerto natural para la antigua ruta comercial que atravesaba el valle del Hermo, siendo su región interior inmediata muy fértil. Esmirna fue una fiel aliada de Roma desde mucho antes de que el poder de dicho imperio llegara a tener supremacia en el Mediterráneo oriental. Bajo el imperio llegó a ser famosa por su hermosura, y por la magnificencia de sus edificios públicos. Actualmente se la conoce como Izmir, la segunda ciudad de la Turquía asiática en tamaño. Es probable que el evangelio haya llegado a Esmirna en fecha muy temprana, presumiblemente desde Éfeso (Hch. 19.10). El “ángel de la iglesia en Esmirna” es el que recibió (Ap. 2.8–11) la segunda de las cartas a las “siete iglesias … en Asia”. Como sucedió en otras ciudades comerciales, la iglesia debió enfrentar la oposición de los judíos (Ap. 2.9; cf. 3.9). La descripción de Cristo como aquel que estuvo muerto y vivió de nuevo (v. 8) puede ser una alusión al resurgimiento de la ciudad a una renovada prosperidad después de un largo período de olvido. La “corona” (v. 10) estaba asociada con muchas cosas en Esmirna. Podría sugerir la corona del vencedor en los juegos, o una forma corriente de elogio en que se utilizaba la imagen de la hermosura y la gloria de la ciudad y sus edificios. Cf. también Stg. 1.12. El llamado a la fidelidad (v. 10) es un llamado a la iglesia para que cumpla de la manera más plena la histórica reputación de la ciudad. Esto quedó ejemplificado en el valor con que el anciano obispo Policarpo se negó a retractarse; allí fue martirizado ca. 155 d.C. o más tarde. (Véase W. M. Ramsay, The Letters to the Seven Churches of Asia, 1904, cap(s). 19–20; C. J. Cadoux, Ancient Smyrna, 1938; C. J. Hemer, Buried History 11, 1975, pp. 56–67.)

Bibliografía. C. F. Pfeiffer, “Esmirna”, °DBA, pp. 263–264; R. Sánchez, “Esmirna”, °EBDM, t(t). III, cols. 154–155.

E.M.B.G., C.J.H.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico