GAD

hijo de Jacob
Gen 30:11 y dijo Lea .. y llamó su nombre G
Gen 49:19 G, ejército lo acometerá; mas él
Deu 33:20 bendito el que hizo ensanchar a G


Gad (heb. Gâd, “buena suerte [fortuna]” o “tropa”; gr. Gád). 1. Hijo de Jacob con Zilpa, la criada de Lea (Gen 30:10, 11). Jacob predijo que los descendientes de Gad serí­an muy presionados por fuerzas hostiles, pero las resistirí­an (49:19). De los 7 hijos de Gad (46:16), por lo menos 5 fueron jefes de familias tribales (Num 26:15-18). 2. Tribu de Gad, los descendientes de Gad 1. Moisés comparó a esta valiente tribu con un león (Deu 33:20, 21). Los gaditas* recibieron como herencia el territorio al este del Jordán tomado de los reyes amorreos de Hesbón y Basán. Se les permitió ocupar ese territorio sólo después de haber ayudado a las otras tribus a conquistar sus territorios al oeste del Jordán (Num 32:20-32). Los lí­mites de su territorio eran un poco elásticos y difí­ciles de definir. Parecen superponerse un tanto con los de Rubén al sur y de Manasés al norte. Hablando en general, el territorio de Gad estuvo entre el rí­o Jaboc y la ciudad de Hesbón, e incluí­a la parte sur de Galaad, y se extendí­a a lo largo del Jordán hasta el Mar de Galilea (Jos 13: 24-28; Deu 3:12, 16, 17). La Piedra Moabita* menciona a los “hombres de Gad” como los vecinos más próximos de los moabitas por el norte (lí­neas 10 y 11). Antes de que David llegara a ser rey de Judá, algunos gaditas valientes se le unieron en Siclag (1Ch 12:8). Ezequiel incluyó a Gad entre las otras tribus en su profecí­a de la restauración de Israel (Eze_48). Gad es una de las 12 tribus selladas en Rev_7 (v 5). 3. Profeta, generalmente llamado “vidente”, que fue consejero de David cuando éste era perseguido por Saúl (1Sa 22:1, 5). Fue enviado por Dios para reprender a David después que éste hizo el censo de Israel y para darle a elegir entre 3 castigos (2Sa 24:11-14; 1Ch 21:9-13). El y el profeta Natán ayudaron a David a organizar los cultos del santuario (2Ch 29:25). Más tarde escribió una biografí­a de David (1Ch 29:29). 4. Valle (heb. hannajal ha-Gâd, “el rí­o de la suerte”) donde, de acuerdo con la RVR, está Aroer y corre el rí­o Arnón (2Sa 24:5). Pero las 2 palabras hebreas tienen artí­culo, por lo que la traducción de la RVR parece incorrecta y la de la DHH serí­a más exacta: “En medio del valle, en dirección a Gad y a Jazer”.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

hebreo feliz, afortunado. Nombre de varón y de una deidad. 1. Hijo de Jacob con Zilpá, la esclava de Lí­a, Gn 30, 9-11; 35, 26; de quien procede una de las doce tribus de Israel, los gaditas. La familia de G. está entre las que fueron con Jacob a Egipto, donde estaba José, y prosperaron allí­, Ex 1, 1-4. En el censo realizado tras la salida de Egipto, en el desierto de Sinaí­, se contaron 45.650 gaditas aptos para la guerra, de veinte años para arriba, Nm 1, 24-25. En el segundo censo, 40.500 gaditas, Nm 26, 18. En el reparto de la tierra, los gaditas y los rubenitas pidieron a Moisés se les dieran las tierras de Yazer y Galaad, Transjordania, lo cual les fue concedido con la condición de que siguieran peleando por la conquista del resto de la tierra deCanaán, Nm 32, 1 ss; Jos 13, 24-28. Cuando las tribus transjordánicas de los gaditas, los rubenitas y la media de Manasés levantaron un altar, a orillas del Jordán, como signo de su pertenencia a Israel. Las demás tribus se reunieron en Siló y consideraron este hecho como una infidelidad, por lo que les enviaron al sacerdote Pinjás con diez prí­ncipes para reprochárselo, pues aducí­an que sólo debí­a haber un sitio para adorar a Yahvéh. Pero las tres tribus acusadas de infidelidad explicaron cuál fue su intención al erigir el altar: †œVamos a construir este altar, pero no para holocaustos y sacrificios, sino para que sea testigo entre nosotros y vosotros y entre nuestros descendientes después de nosotros, de que rendimos culto a Yahvéh†, con lo que restableció la concordia, Jos 22, 9-34. 2. Vidente del rey David, 1 S 22, 5; 2 S 24, 11-19. 3. Divinidad aramea de la felicidad, Is 65, 11, cuyo nombre se da a varios sitios, como Baal G., Jos 11, 17; 12, 7; 13, 5; Migdal G., Jos 15, 37.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

(heb., gadh, fortuna).
1. El séptimo hijo de Jacob, primogénito de Zilpa, sierva de Lea (Gen 30:9-11). Tení­a siete hijos cuando descendió a Egipto (Gen 46:16). Los gaditas tení­an 45.650 varones adultos en el censo del Sinaí­ (Num 1:24-25) pero para el segundo censo su número habí­a bajado a 40.500 (Num 26:18). Su posición sobre la marcha era al sur del tabernáculo, junto a Rubén. Estas dos tribus y la media tribu de Manasés siguieron siendo pastores como sus antepasados y debido a la muy inmensa muchedumbre de ganado (Num 32:1) pidieron que Moisés les diera las ricas tierras de pasto al este del Jordán como posesión. Se les concedió (Jos 18:7). Los guerreros de estas dos tribus y media encabezaron la conquista de la Palestina occidental (Jos 1:12-18; Jos 4:12) y volvieron a sus familias con la bendición de Josué (Jos 22:1-9).

Gen 49:19 parece describir la destreza militar de los gaditas. Eran conocidos por su valor y su fe (Deu 33:20; 2Sa 17:27; 2Sa 19:31-40; 1Ch 5:16—22; 1Ch 12:8). La tierra de Gad estaba cerca del campo de batalla entre Siria e Israel (2Ki 10:33). Gad finalmente fue llevado cautivo por Asiria (2Ki 15:29; 1Ch 5:26) y Amón tomó sus tierras y ciudades (Jer 49:1).
2. El vidente o profeta del rey David (1Sa 22:5; 2Sa 24:11-18; 2Sa 24:1. Crónicas 21:9-17). Gad asistió en la preparación de los servicios musicales del templo (2Ch 29:25) y registró los hechos de David en un libro (1Ch 29:29).

3. Un dios cananeo de la fortuna, visto en nombres compuestos como Baal-gad (Jos 11:17; Jos 12:7; Jos 13:5) y Migdal-gad (Jos 15:37).

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

(Fortuna). Nombre de personas y un lugar del AT.

1. Séptimo hijo de Jacob. Su madre fue †¢Zilpa, sierva de Lea (Gen 30:10-11). Su descendencia constituyó una de las tribus de Israel, formada originalmente por siete familias, los zefonitas, los haguitas, los sunitas, los oznitas, los eritas, los aroditas y los arelitas, que tuvieron por cabeza a hijos de G. (Num 26:15-17). En el segundo censo fueron contados cuarenta mil quinientos (Num 26:18). De Gad, Moisés profetizó: †œComo león reposa, y arrebata brazo y testa† (Deu 33:20). Los hombres de esta tribu son descritos como †œhombres que traí­an escudo y espada … diestros en la guerra† (1Cr 5:18).

Los gaditas, junto con los rubenitas y la media tribu de Manasés, tení­an †œuna muy inmensa muchedumbre de ganado†, por lo cual quisieron quedarse al E del Jordán, lo cual les fue permitido siempre que cruzaran el rí­o armados y ayudaran a sus hermanos en la conquista de la tierra (Nm. 32; Deu 3:12-20). Habitaron, pues, en †¢Galaad, en el centro de la Transjordania. Su frontera O era el rí­o Jordán, entre el lago de Cineret ( †¢mar de Galilea) y el mar Muerto. Hacia el E le quedaban las tribus amonitas, con las cuales tuvo conflictos permanentes. Finalmente éstas prevalecerí­an en el territorio (Jer 49:1).

2. Profeta de tiempos de David. Aconsejó a éste cuando huí­a de Saúl (1Sa 22:5). Cuando David cayó en el pecado de hacer el censo †œvino palabra de Jehová al profeta G.† para que planteara uno de tres castigos divinos para el rey y luego le dijo: †œSube y levanta un altar a Jehová en la era de †¢Arauna Jebuseo†, donde luego se hizo el †¢templo (2Sa 24:11-18; 1Cr 21:9-19). Junto con David y el profeta †¢Natán participó en la organización del culto en la casa de Jehová †œporque aquel mandamiento procedí­a de Jehová por medio de sus profetas† (2Cr 29:25). Se le menciona como una de las fuentes para la elaboración de los libros de las Crónicas (1Cr 29:29).

. Lugar en el cual acamparon †œJoab con los capitanes del ejército† en su recorrido para hacer el censo. En RV60 es llamado †œvalle de G.† (2Sa 24:5). Otras traducciones dicen: el barranco de G. Posiblemente es el valle del rí­o †¢Arnón.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, TR12 BIOG TRIB HOMB HOAT

sit, a6, 386, 230

vet, = “fortuna”. El séptimo hijo de Jacob y primero de Zilpa, la criada de Lea. Es poco lo que se sabe de Gad, excepto que tuvo siete hijos (Gn. 30:11; 46:16; 1 Cr. 5:11). En su bendición a sus hijos, Jacob dijo de Gad: “Ejército lo acometerá; mas él acometerá al fin” (Gn. 49:19). Moisés dijo: “Bendito el que hizo ensanchar a Gad; como león reposa, y arrebata brazo y testa. Escoge lo mejor de la tierra para sí­, porque allí­ le fue reservada la porción del legislador. Y vino en la delantera del pueblo; con Israel ejecutó los mandatos y los justos decretos de Jehová” (Dt. 33:20, 21). Al partir de Egipto, la cantidad de los capaces de llevar armas en la tribu era de 45.650, pero al cruzar el Jordán, este número habí­a disminuido en 5.000. Al hallarse su territorio al este del Jordán, con Rubén y media tribu de Manasés, iban necesariamente a tener que soportar los primeros golpes de los enemigos que atacaran desde el este (1 Cr. 5:18-22). Eran una tribu belicosa, apropiada para mantener una posición tan expuesta. De los que se unieron a David se dice que eran “hombres de guerra muy valientes para pelear, diestros con escudo y pavés; sus rostros eran como rostros de leones, y eran ligeros como las gacelas sobre las montañas” (1 Cr. 12:8-15). Jefté y Barzillai eran de esta tribu. Gad poseí­a un gran distrito desde un punto un poco al norte del mar Muerto hasta la punta meridional del mar de Galilea, con una llanura muy fértil y apropiada para sus ganados y manadas, que incluí­a las tierras altas de Galaad. Las tribus al este del Jordán fueron las primeras en ser llevadas cautivas por el rey de Asiria en el año 740 a.C., tomando los amonitas posesión del territorio de Gad (1 Cr. 5:25, 26; Jer. 49:1). Doce mil de esta tribu serán sellados en un dí­a futuro para bendición (Ap. 7:5). Su territorio en la restauración de Israel se hallará en la extremidad meridional de la tierra (Ez. 48:27).

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

(Buena Fortuna).

1. Hijo de Jacob y Zilpá, la sierva de Lea. Zilpá también dio a luz a Aser, el hermano menor de Gad. Cuando Gad nació (en Padán-aram, aproximadamente en el año 1770 a. E.C.), Lea exclamó: †œÂ¡Con buena fortuna!†. De aquí­ el nombre Gad. (Gé 30:9-13; 35:26.) Gad acompañó a sus hermanos en dos viajes a Egipto para conseguir grano de José. (Gé 42:3; 43:15.) Gad tení­a unos cuarenta y dos años de edad cuando en 1728 a. E.C. él y su familia se trasladaron a Egipto junto con Jacob, su padre. (Gé 46:6, 7, 16.) Diecisiete años más tarde, cuando Jacob estaba a punto de morir, bendijo a sus doce hijos, y dijo de Gad: †œEn cuanto a Gad, una partida merodeadora hará incursión contra él, pero él hará incursión contra la extrema retaguardia†. (Gé 49:1, 2, 19.)

2. La tribu que se formó de los siete hijos de Gad. En el segundo año del éxodo de Egipto, los guerreros de la tribu ascendí­an a 45.650. (Gé 46:16; Nú 1:1-3, 24, 25.) Gad estaba en la división de tres tribus, junto con Rubén y Simeón. Acampaban al S. del tabernáculo. (Nú 2:10-16.) Cuando estaban en marcha, la división de Judá era la primera, seguida por los levitas de las familias de Guersón y Merarí­, que llevaban el tabernáculo, y después de ellos iba la división de la que Gad formaba parte. Eliasaf, hijo de Deuel, era un principal de su ejército. (Nú 10:14-20.) Al final de su deambular por el desierto, el número de combatientes de la tribu de Gad era de 40.500, de modo que habí­a disminuido en 5.150 hombres. (Nú 26:15-18.)

Territorio. Los hombres de la tribu de Gad siguieron siendo ganaderos como sus padres. (Gé 46:32.) Por esta razón, solicitaron como su lote de territorio la región ganadera situada al E. del Jordán. La respuesta de Moisés fue asignar este territorio a Gad, Rubén y a media tribu de Manasés, que también poseí­a mucho ganado. Sin embargo, Moisés estipuló una condición: que estas tribus apoyaran a las otras en sojuzgar el territorio al O. del Jordán. Ellos accedieron de buena gana, y después de construir apriscos de piedra para su ganado y ciudades para sus pequeñuelos, suministraron su cupo de combatientes para cruzar el Jordán con el fin de conquistar la tierra. (Nú 32:1-36; Jos 4:12, 13.) Los amorreos, a quienes los israelitas habí­an derrotado bajo el acaudillamiento de Moisés, habí­an ocupado el territorio de Gad. (Nú 32:33; Dt 2:31-36; 3:8-20.)
El territorio ocupado por Gad comprendí­a las tierras bajas a lo largo de la mayor parte de la orilla oriental del rí­o Jordán; por el S. llegaba casi hasta el mar Muerto, y por el N., hasta cerca del mar de Kinéret. El territorio de Gad también abarcaba las mesetas más altas, que incluí­an el valle torrencial de Jaboq. Por lo tanto, una gran parte de Galaad estaba en la porción asignada a Gad. (Dt 3:12, 13.) Además, Gad limitaba al N. con Manasés y al S. con Rubén. (Jos 13:24-28.)
Después de la conquista de la tierra, Josué le dio a la tribu de Gad parte del despojo y los envió de regreso. Luego, las tribus de Gad, Rubén y Manasés construyeron un altar grande junto al Jordán. El resto de las tribus se alarmaron por ello, y solo se calmaron cuando les explicaron que habí­an construido el altar como testimonio de su participación exclusiva en la adoración a Jehová al igual que las otras tribus que estaban al O. del Jordán. El altar servirí­a para asegurar que no habrí­a división entre las tribus del E. y el O. del Jordán. (Jos 22:1-34.)
Todos estos sucesos estaban en armoní­a con la bendición de Jacob sobre Gad: †œEn cuanto a Gad, una partida merodeadora hará incursión contra él, pero él hará incursión contra la extrema retaguardia†. (Gé 49:19.) La tribu no tení­a miedo de tener un lado de su frontera (el oriental) abierto a las partidas merodeadoras. No escogieron vivir en las tierras altas del E. para evitar luchar por la tierra de Canaán. Las palabras de despedida de Jacob a Gad eran como un mandato de atacar con confianza a aquellos que merodearan en su tierra y violaran sus fronteras. En efecto, los gaditas atacaron a los invasores, y los pusieron en fuga y persiguieron hasta su misma retaguardia.
Moisés también destacó las buenas cualidades de Gad cuando dijo: †œBendito es el que ensancha los confines de Gad. Como león tiene que residir, y tiene que desgarrar el brazo, sí­, la coronilla de la cabeza. Y escogerá la primera parte para sí­, porque allí­ está reservado el lote asignado del dador de estatutos. Y los cabezas del pueblo se reunirán. La justicia de Jehová ciertamente ejecutará él, y sus decisiones judiciales con Israel†. (Dt 33:20, 21.)
Una de las ciudades de refugio que Moisés fijó en el territorio de Gad fue Ramot de Galaad. (Dt 4:41-43.) Otras ciudades levitas en su territorio fueron Mahanaim, Hesbón y Jazer. (Jos 21:38, 39.) Una de las muchas ciudades que los gaditas reconstruyeron cuando conquistaron la zona fue Dibón, donde en 1868 se descubrió la famosa Piedra Moabita. (Nú 32:1-5, 34, 35.)

Gad dio apoyo a David. Cuando David estaba bajo restricciones a causa de Saúl, varios cabezas del ejército de los hijos de Gad cruzaron el rí­o Jordán en perí­odo de inundación para unirse a él en Ziqlag de Judá. Se les describe como †œhombres valientes, poderosos, hombres del ejército para la guerra, que mantení­an listos el escudo grande y la lanza, cuyos rostros eran rostros de leones, y ellos eran como las gacelas sobre las montañas en cuanto a velocidad. […] El menor era igual a cien, y el mayor a mil†. (1Cr 12:1, 8-15.) En la lucha con los hagritas y sus aliados se dice de ellos, así­ como de Rubén y Manasés: †œFue a Dios a quien clamaron por socorro en la guerra, y él se dejó rogar a favor de ellos porque confiaron en él†. Como resultado, cayó en sus manos un gran número de cautivos y una enorme cantidad de ganado. (1Cr 5:18-22.)

Siguió a Jeroboán. Cuando se produjo la división del reino, la tribu de Gad apoyó a la facción septentrional bajo Jeroboán. Años más tarde, en los dí­as de Jehú, cuando †œJehová comenzó a cortar a Israel pedazo por pedazo†, el territorio abierto de Gad en la frontera oriental llegó a ser parte del campo de batalla entre el reino septentrional de Israel y Siria. (2Re 10:32, 33.) Finalmente, Tiglat-piléser III, rey de Asiria, invadió Gad y se llevó cautivos a los habitantes. Esto permitió que los ammonitas tomaran posesión de este territorio. (2Re 15:29; 1Cr 5:26; Jer 49:1.)
En la visión profética de Ezequiel sobre el reparto de la tierra, la porción asignada a Gad está en la parte más meridional. (Eze 48:27, 28.) Gad está en tercer lugar en la lista de las tribus de Israel del capí­tulo 7 de Revelación.

3. Profeta y hombre de visiones. Cuando David estaba morando como fugitivo de Saúl en el †œlugar inaccesible†, en la cueva de Adulam, le aconsejó que volviese a Judá. (1Sa 22:1-5.) Hacia la parte final del reinado de David, cuando este presuntuosamente hizo el censo, Gad le dio tres alternativas de castigo divino. Posteriormente, le recomendó que construyese un altar para Jehová en la era de Arauna (Ornán). (2Sa 24:10-19; 1Cr 21:9-19.) Sobre Gad recaí­a en parte la responsabilidad de organizar a los músicos para el santuario. (2Cr 29:25.) Por lo general, se les atribuye a Natán y a Gad la última parte de Primero de Samuel y todo el libro de Segundo de Samuel. (1Cr 29:29.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

(‘buena fortuna’). 1. Séptimo hijo de Jacob, el primero que tuvo con la sierva de Lea, Zilpa (Gn. 30.10–11). Gad mismo ya tenía siete hijos cuando Jacob y su familia entraron en Egipto (Gn. 46.16); Jacob prometió a los descendientes de Gad una vida atribulada, pero anticipó que se defenderían (Gn. 49.19). Aparecen nuevamente en la bendición de Moisés (Dt. 33.20–21).

2. Tribu israelita descendiente de Gad, y el territorio que ocupaba. En la época de Moisés la tribu tenía siete clanes (Nm. 26.15–18); su jefe y representante fue un tal Eliasaf (Nm. 1.14; 2.14; 7.42; 10.20), y de ella salió un espía para la exploración de Canaán (Nm. 13.15). Cuando Israel llegó a las planicies de Moab, Rubén, Gad, y la mitad de Manasés pidieron permiso para establecerse en la Transjordania, que deseaban como su parte de la tierra prometida, debido a que *Galaad se adaptaba muy bien al considerable ganado que tenían. Moisés aceptó, a condición de que primero ayudaran a los demás israelitas a establecerse en la parte occidental de Palestina (Nm. 32). Los gaditas y los rubenitas apresuradamente repararon las ciudades (incluyendo Atarot) y rediles para proteger a sus familias y su ganado (Nm. 32.34–38, cf, 26–27) mientras se preparaban para ayudar a sus hermanos, promesa que cumplieron fielmente (Jos. 22.1–8). Luego se produjo el incidente del altar del testimonio (Jos. 22.9–34). Como territorio tribal Rubén y Gad recibieron el reino amorreo de Sihón: Rubén tuvo la tierra desde *aroer a orillas del río Arnón hacia el N, en una línea que corría desde la desembocadura del Jordán hacia el E a la región de Hesbón (Jos. 13.15–23). Al N de esta línea Gad tuvo todo el S de Galaad, desde el valle del Jordán hacia el E hasta el curso S-a-N del Jaboc superior (la frontera con Amón), y hacia el N en general hasta el curso E-a-O del Jaboc inferior, pero con dos extensiones más allá: primero, todo el valle del Jordán en su lado oriental (anteriormente de Sihón) entre el mar Muerto y el mar de Galilea (o Cineret); y segundo, a través del ángulo NE del río Jaboc, hasta incluir el distrito de *Mahanaim y una porción fértil que flanqueaba el lado oriental del N de Galaad en dirección N a través de Yébel Kafkafa hasta el estratégico Ramot de Galad en el actual Tell Ramith, 32 km al NE de Jerash (cf. Jos. 13.24–28). Hesbón se asignó como ciudad levítica tomada del territorio de Gad (Jos. 21.38–39); de aquí quizás deba leerse Jos. 13.16–17 como “el territorio [de Rubén] desde Aroer … y toda la llanura por Medeba, [hasta] Hesbón …” (con la sola corrección de la adición. de una letra, una h locativa). Dibón, etc., son entonces ciudades comprendidas entre estos límites, y Hesbón sería el territorio más meridional de Gad.

No cabe duda de que los gaditas compartieron los problemas del Israel transjordano en el período de los jueces (p. ej. Jue. 10–12). En la época de Saúl los montes boscosos galaaditas de Gad ofrecían lugar de refugio (1 S. 13.7), y, entre otros, hubo gaditas que se unieron al fugitivo David y apoyaron su ungimiento como rey (1 Cr. 12.1, 8–15, 37–38). A su vez, los gaditas participaron en el gobierno de David y se mantuvieron sujetos a su autoridad (2 S. 23.36; 24.5; 1 Cr. 26.32). En su piedra moabita, aproximadamente 840/830 a.C., el rey Mesa menciona que hacía mucho tiempo que los gaditas moraban en la tierra de Atarot. Inmediatamente después, en el reinado de Jehú en Israel, Hazael de Damasco derrotó a todo Galaad, incluyendo Gad (2 R. 10.32–33). En el ss. VIII a.C., la región de Gad aparentemente se extendía hacia el NE hasta alcanzar el territorio de Basán (1 Cr. 5.11–17), hasta que Tiglat-pileser III llevó a los transjordanos al exilio (2 R. 15.29; 1 Cr. 5.25–26). Nuevamente invadieron Gad los amonitas (Jer. 49.1–6). A Gad le corresponde la zona más meridional en la visión de Ezequiel de las porciones de las tribus (48.27–28). Para el fondo geográfico, véase D. Baly, Geography of the Bible2, 1974, pp. 210ss, 221ss, 227–232.

3. Profeta o vidente, contemporáneo de Saúl y David; aconsejó a David que abandonara Moab y fuera a Judá (1 S. 22.5). Más tarde, Dios ofreció a David, por medio de Gad, una elección entre tres posibles castigos por haber hecho censar al pueblo, y luego ordenó a David construir un altar en la era de Arauna (2 S. 24.10ss; 1 Cr. 21). Gad ayudó a David y a Natán a organizar la música para su empleo posterior en el templo (2 Cr. 29.25), y escribió una historia del reinado de David (1 Cr. 29.29).

4. Deidad pagana adorada por los cananeos como dios de la fortuna, para quien ellos “ponen mesa” (Is. 65.11). (* Gad, Valle de.)

Bibliografía. M. Noth, El mundo del Antiguo Testumento, 1976, pp. 82–92; J. M. Solá Solé, L. Arnaldich, “Gad”, °EBDM, t(t). III, cols. 652–658; R. de Vaux, Historia antigua de Israel, 1975, t(t). II, pp. 101–113.

K.A.K.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico

(fortuna, suerte).

Un nombre propio que designa en la Biblia, (1) un patriarca; (2), una tribu de Israel; (3) un profeta; (4), una deidad pagana.

Contenido

  • 1 Gad — Patriarca
  • 2 Gad — Tribu
  • 3 Gad — Profeta
  • 4 Gad — Dios Pagano

Gad — Patriarca

Un patriarca, a saber, el séptimo hijo de Jacob, y el primero de Zilpá, sirvienta de Lía. Le nació en Mesopotamia de Siria (Aram), al igual que su hermano carnal, Aser (Génesis 35,26). Cuando nació, Lía exclamó: “¡Feliz de mí!” ( ) y por lo tanto le llamó Gad (Gn. 30,11). La exclamación y el nombre dado denotan entonces una verdadera relación entre el nombre de este hijo de Jacob y el de la deidad pagana que también se llamaba “Gad”; aunque la naturaleza exacta de esta relación se estima variamente hoy día. El patriarca Gad engendró siete hijos (Gn. 46,16). La Biblia no menciona nada más sobre su persona.

Gad — Tribu

Tribu de Israel al este del Jordán, entre el Manasés oriental al norte y Rubén al sur. Las posesiones territoriales de los descendientes de Gad no pueden determinarse con perfecta exactitud. Al oeste, la porción de Gad lindaba con el Jordán, y corría por el Arabá o valle del Jordán, en una angosta franja, desde el extremo norte del Mar Muerto hasta el extremo sur del lago de Genesaret; pero en los otros tres lados, sus fronteras no pueden describirse con la misma certeza. Por ello, la Biblia no le asigna a Gad ningún límite claro en el este. Al norte le da en un lugar (Deuteronomio 3,16) al río Yabboq como el límite extremo de esa tribu, mientras que en otros dos lugares (Josué 13,26.30) trata como límite la localidad de Majanáyim (Heb. Mahanaim) que estaba al norte del Yabboq. De la misma forma, al sur, el texto sagrado presenta en Jos. 13,15 ss, como frontera entre Gad y Rubén, una línea recta trazada hacia al este desde el Jordán y pasando exactamente al norte de Jesbón, un pueblo que se atribuye a Rubén; mientras que en otras partes (Números 32,34 ss.; Jos. 21,37) se le asignan a Rubén varios pueblos de Jesbón, y a Gad al pueblo mismo de Jesbón. A partir de estos aparentemente contradictorios datos bíblicos es natural inferir que la extensión de la tribu de Gad varió en diferentes momentos de la historia hebrea, y considerar como simplemente convencionales los límites definidos adscritos a Gad en los mapas ordinarios de Palestina dividida entre las doce tribus de Israel. Los siguientes son los principales pueblos mencionados en Josué 13,24 ss. y Núm, 32,34-36, como pertenecientes a los descendientes de Gad: Yazer, Ramat, Masfe, Betonim, Majanaím, Bet Jaram, Bet Nimra, Sukkot, Safón, Yogbohá, Atrot Sofán. Durante el viaje a través del desierto, la tribu de Gad llegó a contar con 40,000 hombres y marchó con Rubén y Simeón por el lado sur de Israel. Moisés les permitió establecerse al este del Jordán con la condición de que ayudaran en la conquista de Palestina occidental, y los gaditas cumplieron con dicha condición, tomaron posesión del territorio que pensaron era favorable para actividades pastorales, y formaron durante siglos la tribu israelita más importante al otro lado del Jordán. Eran una raza guerrera cuyo valor es altamente elogiado en la bendición de partida de Moisés (Dt. 33,20-21) y en la profecía de Jacob (Gn. 49,19) y fueron capaces de mantener su posición en las redadas en su contra, principalmente por parte de los amonitas. Al terminar el reinado de Salomón, formaron parte del reino del norte, y compartieron con éxito variado en las guerras subsecuentes contra el norte de Israel. Su nombre aparece en la piedra moabita (línea 10). Fueron llevados al cautiverio al mismo tiempo que las otras tribus más allá del Jordán por Teglathphalasar (734 AC.), y en tiempos del profeta Jeremías sus ciudades fueron habitadas por los amonitas. Su territorio comprendía la tierra de Galaad, cuya fertilidad y belleza son aún elogiadas por los viajeros de oriente.

Gad — Profeta

Un profeta hebreo, contemporáneo del rey David. Vino donde ese príncipe cuando éste se ocultaba en la caverna de Adul-lam (1 Samuel 22,5) y probablemente fue uno de los gaditas que se unieron a David allí (1 Crón. 12,9). Después inició su carrera de consejero bajo la guía de Dios, la que eventualmente le ganó el nombre de “el vidente de David” (2 Sam. 24,11; 1 Crón. 21,9). Gad le anunció al rey el castigo divino por censar a las personas, y le aconsejó construir un altar para Dios sobre la era de Ornán (2 Sam. 24,11 ss.; 1 Crón. 21,9 ss.). Se le menciona como el autor de un libro que narra parte del reinado de David (1 Crón. 29,29) y como el ayudante de ese rey en la organización de los servicios musicales de la Casa del Señor (2 Crón. 29,25).

Gad — Dios Pagano

Una divinidad pagana mencionada explícitamente en Is. 65,11, donde el nombre hebreo “Gad” es correctamente traducido como “Fortuna” en la
Vulgata. Hasta donde se conoce hoy día, Gad es una palabra de origen cananea, que mucho antes de que se escribiera el antedicho pasaje de Isaías, se había convertido de un mero apelativo al nombre propio de una deidad. Ciertamente se encuentra testimonio bíblico del antiguo culto a Gad en Canaán en los nombres de lugares tales como Baal Gad (Josué 11,17; 12,7; 13,5) y Migdal Gad “torre de Gad” (Jos. 15,37). Un rastro del culto a Gad quizás puede encontrarse en la exclamación de Lía “begad” (que quiere decir “Qué suerte”) al nacer su primer hijo al que también llamó “Gad” (Gn. 30,11); esto fue aceptado desde antiguo por San Agustín (Quæstiones in Heptateuchum, en P. L., XXXIV, col. 571), y en fecha mucho más reciente por Calmet, en su Comentario sobre el Génesis.

Fuente: Gigot, Francis. “Gad.” The Catholic Encyclopedia. Vol. 6. New York: Robert Appleton Company, 1909.
http://www.newadvent.org/cathen/06331b.htm

Traducido por Lucía Lessan. L H M.

Fuente: Enciclopedia Católica