HORNO

v. Fuego
Deu 4:20 os tomó, y os ha sacado del h de hierro
Psa 21:9 pondrás como h de fuego en el tiempo
Isa 48:10 a plata; te he escogido en h de aflicción
Eze 22:18 son hierro y plomo en medio del h
Dan 3:6 echado dentro de un h de fuego ardiendo
Hos 7:6 aplicaron su corazón, semejante a un h
Mal 4:1 he aquí, viene el día ardiente como un h
Mat 6:30; Luk 12:28 y mañana se echa en el h
Mat 13:42 los echarán en el h de fuego; allí será


latí­n furnus. Espacio cerrado de fábrica redonda y abovedada donde se produce calor y sirve para cocer o tostar algunas cosas. En los tiempos bí­blicos se construí­a de arcilla, el fuego se hací­a con paja, leña o estiércol, para hacer el pan y preparar alimentos, Lv 2, 4; 7, 9; 26, 26; Os 7, 4. Igualmente se construí­an hornos para cocer las piezas de alfarerí­a, Si 27, 5; para la fundición de metales, Pr 17, 3; 27, 21; Si 31, 26; 43, 4; Ez 22, 18.

En el libro de Daniel se cuenta que estando éste con sus compañeros, Ananí­as o Sadrak, Misael o Mesak y Azarí­as o Abed Negó, en Babilonia al servicio del rey Nabucodonosor, el soberano se hizo una estatua de oro, ante la cual debí­an postrarse y adorarla todos los súbditos del reino, so pena de ser arrojados en un h. ardiente. Los judí­os, fieles a Dios y a la Ley, no acataron la orden y fueron denunciados ante Nabucodonosor por los caldeos. Los tres compañeros de Daniel fueron arrojados en el h., †œPero el ángel del Señor bajó al horno junto a Azarí­as y sus compañeros, empujó fuera del horno la llama del fuego y les sopló en medio del horno, como un frescor de brisa y de rocí­o, de suerte que el fuego no los tocó siquiera ni les causó dolor ni molestia†, Dn 3, 1-50. Los tres jóvenes, entonces, entonaron un cántico de glorificación a Dios, dentro del h., Dn 3, 51-90. Nabucodonosor mandó salir del horno a los tres jóvenes y bendijo a Yahvéh, pues ellos prefirieron arriesgar sus vidas a adorar a otro dios que no fuera el suyo. El soberano hizo prosperar a Sadrak, Mesak y Abed Negó en la provincia de Babilonia.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

1.

No se mencionan los hornos para calefacción central en la Biblia ni se usan mucho hoy en dí­a en las tierras bí­blicas. El horno de fuego (Daniel 3) probablemente haya sido un horno de fundición que se usó sólo incidentalmente para el castigo humano. Se usaban los hornos para la fundición —Pro 17:3 (oro), Eze 22:22 (plata), Eze 22:18 (bronce, estaño, hierro y plomo)— y para cocinar el pan (Neh 3:11).

a veces se utiliza la palabra horno figuradamente, p. ej., en referencia a Egipto (Deu 4:20) y al castigo de los malvados en el fin del mundo (Mat 13:42, Mat 13:50).

2.

Cámara que se calienta para asar los alimentos que se colocan dentro de ella. Habí­a tres clases principales de hornos. En Egipto, casi en todas las casas existí­a una estructura de arcilla construida sobre el piso. En su interior, o sobre ella, se cocinaba. En Palestina y Siria se hací­a un pozo en la tierra, con forma de tonel, que se revestí­a de arcilla y se calentaba quemando ramas de espinos o estiércol seco mezclado con paja. La masa, que se golpeaba hasta que quedara muy fina, se estiraba en el interior y casi inmediatamente se retiraba, completamente cocida. En algunos lugares se colocaba una plancha redondeada de hierro sobre el horno hundido; pero en las ciudades, el horno era una cámara de piedra, de la que se retiraba el fuego cuando el horno estaba bien caliente y se colocaban allí­ los panes crudos (Hos 7:4-7). Ver también PAN, OFICIOS : Panadero.

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

La obra de fábrica o el utensilio que sirve para crear un ambiente de alta temperatura donde se pueda cocer una masa. Varias palabras hebreas se traducen como h. en las Escrituras. Los h. domésticos para cocer pan tomaban muchas formas. Una de ellas era un agujero en el piso recubierto con algún material de alfarerí­a. éste se calentaba, poniéndose luego la masa encima hasta cocerse. También se usaban grandes vasijas de alfarerí­a que podí­an llegar a unos 91 cm de altura, con una abertura en la parte superior y una base ancha en la cual habí­a un agujero para introducir el combustible y extraer las cenizas. La masa se poní­a encima del agujero superior, sobre un recipiente. El combustible que se usaba era paja (Mat 6:30), a veces mezclada con estiércol o leña (1Re 17:10-13). El rescoldo eran brasas que se conservaban entre las cenizas y, a veces, se preferí­a cocer la masa sobre él. Algunas de las ofrendas a Jehová eran †œcocidas en h.† (Lev 2:4).

Los h. para cocer ladrillos no eran abundantes en tierra de Israel, pues más bien se trata de una técnica desarrollada en Mesopotamia. Los israelitas hací­an sus ladrillos secándolos al sol. Por eso algunos eruditos piensan que donde se dice que David puso a los amonitas a realizar trabajos forzados en †œlos h. de ladrillos†, es preferible traducir †œmoldes de ladrillos† (2Sa 12:31). Existen pruebas documentales de que los caldeos acostumbraban ejecutar a reos lanzándolos en un †œh. de fuego ardiendo† como aquel al cual fueron arrojados †¢Sadrac, Mesac y Abed-nego (Dan 3:6-30). Quizás usaban para ello un h. de los construidos para cocer ladrillos.
én se mencionan en la Biblia como h. a los crisoles para fundir metales (†œTe he purificado, y no como a plata; te he escogido en h. de aflicción† [Isa 48:10]). Las situaciones de aflicción en que se encontraba el pueblo de Dios en Egipto se comparan con un h. de este tipo (Deu 4:20). El término se utiliza, asimismo, en alusiones al †¢infierno (†œ… y los echarán en el h. de fuego† [Mat 13:42, Mat 13:50]).

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, UTEN

ver, HIERRO, PAN

vet, Se usaba para separar el hierro del mineral (Dt. 4:20; 1 R. 8:51; véase HIERRO). En crisoles se afinaban el oro, la plata, el cobre, el estaño y el plomo (Pr. 17:3; Ez. 22:20). También se usaba el horno para cocer el pan (cfr. Neh. 3:11; Is. 31:9; véase PAN). Según Dn. 3:6 ss., uno de los hornos anteriormente citados pudo haber servido en Babilonia para el suplicio del fuego. El término asirio “atoûnou” (aram. “a’ttoun”) aparece en las tabletas de Tell el-Amarna, designando un horno para fundir metales. En Persia se ha descubierto un cilindro de terracota con la mención de un blasfemo “arrojado dentro de un horno y totalmente quemado”. En Babilonia, se ha encontrado un horno con esta inscripción: “He aquí­ el lugar donde morí­an por el fuego los hombres que blasfemaban contra los dioses de Caldea.”. El mismo rey Assurbanipal castigó a su hermano rebelado contra él, “arrojándolo a un horno ardiente”.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

Cámara en donde se someten los alimentos a la acción de un calor intenso para asarlos o cocerlos. Los hebreos y otros pueblos utilizaron varios tipos de hornos. (GRABADO, vol. 2, pág. 952.)
En el Oriente Medio se han utilizado hasta tiempos modernos hornos de tamaño considerable, que consistí­an en un agujero redondo en el suelo, algunos de hasta casi dos metros de profundidad y un metro de diámetro. En un horno de este tamaño era posible asar una oveja entera suspendiéndola sobre las piedras calientes o brasas.
En tiempos bí­blicos se utilizaba el horno en forma de cuenco, que probablemente era similar al empleado por los campesinos palestinos en la actualidad. Se coloca un gran cuenco de barro boca abajo encima de pequeñas piedras sobre las que está el pan, y este se cuece. El cuenco se calienta quemando combustible amontonado sobre él y a su alrededor.
Probablemente todo hogar hebreo tení­a un horno en forma de tinaja, un tipo de horno portátil que todaví­a se utiliza en Palestina: era una gran tinaja de barro, de casi un metro de alto, con una abertura en la parte superior y que se ensanchaba en la parte inferior. Para calentarlo se quemaba dentro combustible (madera o hierba), y luego se quitaban las cenizas por un agujero provisto para ese propósito. La parte superior estaba cerrada, y cuando la tinaja alcanzaba la temperatura suficiente, se extendí­a la masa por el interior o el exterior. El pan que se cocí­a de esta manera era muy delgado.
Los arqueólogos han desenterrado muchí­simos hoyos que serví­an de hornos. Estos hornos, que debí­an ser una derivación posterior de aquellos que tení­an forma de tinaja, tení­an una parte enterrada en el suelo. Estaban construidos de barro y totalmente enlucidos. Se estrechaban en la parte superior, y el combustible se quemaba dentro. Hay monumentos y pinturas que muestran que los egipcios colocaban la masa en la parte exterior de estos hornos. En esta clase de horno, que también serví­a para asar carne, los hebreos tal vez hayan empleado ramitas o hierba seca como combustible. (Compárese con Mt 6:30.)
Los hornos para cocer que usan los campesinos palestinos hoy dí­a difieren poco de los que se han hallado en ruinas antiguas, o de los representados en los relieves y las pinturas asirias y egipcias. En la antigua Caldea los hornos estaban en los patios de las casas, y hoy se pueden hallar en pequeñas tahonas en patios de casas privadas, aunque también pueden estar agrupados en alguna parte de la aldea. Todaví­a se utilizan grandes hornos públicos.
Los hornos domésticos eran comunes en Egipto entre los israelitas y los egipcios. Por ello se dice que durante la segunda plaga las ranas incluso entraron en sus hornos y artesas. (Ex 8:3.)
†œLa Torre de los Hornos de Cocer† de Jerusalén se reparó bajo la dirección de Nehemí­as durante la restauración de los muros de la ciudad. (Ne 3:11; 12:38.) El origen del nombre es incierto, pero se ha comentado que la torre se llamó así­ debido a que en sus cercaní­as habí­a hornos comerciales.

Uso ilustrativo. En Leví­tico 26:26 se hace referencia al horno en una expresión que denota escasez: †œCuando yo [Jehová] les haya quebrado las varas alrededor de las cuales se suspenden panes anulares, entonces diez mujeres realmente cocerán el pan de ustedes en un solo horno y les devolverán su pan por peso; y ustedes tendrán que comer, pero no quedarán satisfechos†. En condiciones normales cada mujer necesitarí­a un horno para cocer el pan del dí­a. Sin embargo, Leví­tico 26:26 predijo un tiempo en el que habrí­a tan poco alimento, que un solo horno bastarí­a para cocer el pan de diez mujeres. Y Oseas 7:4-7 compara a los israelitas adúlteros con un horno de panadero, tal vez debido a los deseos inicuos que ardí­an dentro de ellos.

Fuente: Diccionario de la Biblia

1. kaminos (kavmino”, 2575), horno (de donde viene el término latino caminus; cf. el castellano chimenea), usado para fundir, o para cocer cerámica. Se usa en Mat 13:42,50; Rev 1:15; 9.2.¶ 2. klibanos (klivbano”, 2823) se menciona en Mat 6:30 y Luk 12:28: La forma del horno de uso común en el Oriente indica el tipo que se usaba tal como se menciona en las Escrituras. Se hace un agujero en la tierra de alrededor de un metro de profundidad y de algo menos de diámetro. Las paredes se recubren con cemento. Se enciende fuego en su interior, usando hierba como combustible, o ramas secas, que calientan rápidamente el horno y lo ennegrecen con humo y hollí­n (véase Lam 5:10). Cuando ya está suficientemente caliente, se restriega su superficie, y se moldea la masa en hogazas anchas y delgadas, que se ponen de una en una sobre la pared del horno de manera que se ajusten a su cí­rculo interior cóncavo. La cocción toma solo unos segundos. Estos hornos suelen estar fuera de la casa, y a menudo varias familias comparten uno en común (Lev 26:26). Es indudablemente a un horno de este tipo que se refiere Exo 8:3 (véase Hastings†™ Bible Dictionary).¶

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento

Palabra que sirve para traducir cinco términos heb. y uno gr.

1. ˒attûn. Palabra arm. que se usa en Dn. 3 para el horno en el cual fueron echados por Nabucodonosor Sadrac, Mesac, y Abednego. Probablemente fuese un préstamo del ac. utūnu, ‘horno’, de los usados para quemar ladrillos o fundir metales.

2. kiḇšān. Palabra que aparece cuatro veces en la Biblia, como símil para describir el humo de Sodoma y Gomorra (Gn. 19.28) y el del mte. Sinaí (Ex. 9.8, 10). En el heb. posbíblico se entendía que significaba el horno que se usaba para alfarería o para quemar cal.

3. kûr. Olla o crisol para fundir metales. Siempre aparece en la Biblia como metáfora o símil del castigo o la templadura del hombre por Dios. Egipto era un horno de hierro (Dt. 4.20; Jer. 11.4; 1 R, 8.51); Dios ha de poner a Israel en el horno para fundirla con su furia (Ez. 22.18, 20, 22); e Israel pasa por el crisol de la aflicción (Is. 48.10).

4. ˓alı̂l. Se usa únicamente en Sal. 12.6 en un símil de las palabras de Dios que son como plata probada en el horno. El uso supere un crisol.

5. tannûr. “Horno portátil” o simplemente “horno” (* Pan). La última es probablemente la traducción más aceptable en Neh. 3.11; 12.38; Is. 31.9; y quizá Gn. 15.17.

6. kaminos. “Horno”, palabra que se usa en la LXX para traducir ˒attûn, kiḇšān y kûr, en Mt. 13.42, 50 y Ap. 9.2 como figura de los fuegos del infierno (cf. tamb. Ap. 1.15).

En Palestina se han excavado hornos para la refinación del cobre en Bet-semes, Hai, y Ezión-geber. Este último lugar se encuentra en el extremo S del uadi Arabá, que forma un embudo por el que pasan poderosos vientos. En Tell Jemmeh (Gerar [?]) se han encontrado hornos para la refinación de hierro, muy bien conservados y construidos por debajo del nivel del suelo (* Artes y oficios).

Bibliografía. M. Noth, El mundo del Antiguo Testamento, 1976, pp. 17–35; G. E. Wright, Arqueología bíblica, 1975, pp. 283–284; C. Wau, “Horno”, °EBDM, t(t). IV, cols. 29–31.

A. G. Barrois, Manuel d’Archéologie biblique, 1, 1939, pp. 372–373; R. J. Forbes, Studies in Ancient Technology, 6, 1958, pp. 66ss.

T.C.M.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico