LENGUA

v. Boca, Garganta, Labio
Gen 11:1 tenía .. toda la tierra una sola l y unas
Neh 13:24 la mitad de sus hijos hablaban la l de
Job 5:21 del azote de la l serás encubierto
Psa 10:7 debajo de su l hay vejación y maldad
Psa 34:13 guarda tu l del mal, y tus labios de
Psa 35:28 y mi l hablará de tu justicia y de tu
Psa 39:1 dije: Atenderé .. para no pecar con mi l
Psa 55:9 oh Señor, confunde la l de ellos; porque
Psa 73:9 ponen su boca .. y su l pasea la tierra
Psa 120:3 ¿qué te dará, o qué te .. oh l engañosa?
Psa 140:3 aguzaron su l como la serpiente .. áspid
Pro 10:20 plata escogida es la l del justo; mas el
Pro 10:31 la boca .. mas la l perversa será cortada
Pro 12:18 mas la l de los sabios es medicina
Pro 15:4 la l apacible es árbol de vida; mas la
Pro 18:21 muerte y la vida están en poder de la l
Pro 25:15 y la l blanda quebranta los huesos
Pro 31:26 y la ley de clemencia está en su l
Isa 19:18 cinco ciudades .. hablen la l de Canaán
Isa 28:11 l de tartamudos, y en extraña l hablará
Isa 33:19 de l difícil de entender, de l tartamuda
Isa 35:6 el cojo saltará .. cantará la l del mudo
Isa 45:23 que a mí se doblará .. y jurará toda l
Isa 50:4 Jehová el Señor me dio l de sabios, para
Isa 54:17 condenarás toda l que se levante contra
Jer 9:8 saeta afilada es la l de ellos; engaño habla
Jer 18:18 venid e hirámoslo de l, y no atendamos
Eze 3:5 no eres enviado a pueblo .. de l difícil
Mar 7:35 se desató la ligadura de su l, y hablaba
Mar 16:17 a los que creen .. hablarán nuevas l
Luk 1:64 al momento fue .. suelta su l, y habló
Act 2:4 y comenzaron a hablar en otras l, según
Act 2:6 cada uno les oía hablar en su propia l
1Co 12:10 géneros de l .. interpretación de l
1Co 13:1 si yo hablase l humanas y angélicas, y no
1Co 13:8 y cesarán las l, y la ciencia acabará
1Co 14:2 el que habla en l no habla a los hombres
1Co 14:13 que habla en l extraña, pida en oración
1Co 14:18 doy gracias a Dios que hablo en l más
1Co 14:21 en otras l y con .. hablaré a este pueblo
1Co 14:22 las l son por señal, no a los creyentes
Jam 1:26 y no refrena su l, sino que engaña su
Jam 3:5 la l es un miembro pequeño, pero se jacta
Jam 3:8 ningún hombre puede domar la l, que es
1Pe 3:10 refrene su l de mal, y sus labios no
Rev 7:9 todas las naciones y tribus y pueblos y l
Rev 16:10 derramó su .. y mordían de dolor sus l


Lengua (heb. generalmente lâshôn, “lengua”; aram. lishshân; gr. generalmente glossa). Organo muscular en la boca que en el hombre sirve para hablar; un idioma hablado. Usando la lengua como metonimia para el hablar, la Biblia tiene mucho que decir de su poder para el bien o para el mal (Job 5:21; Psa 10:7; 35:28; 51:14; 57:4; Ro, 3:13; Jam 3:2-13; etc.). El don de lenguas, uno de las gracias milagrosas del Espí­ritu Santo prometidas a la iglesia primitiva (Mar 16:17), fue otorgada en Pentecostés en la forma de lenguas de fuego (Act 2:1-4). Este don permitió a los apóstoles dar el evangelio a la gente de idioma extranjero (2:6-12; cÆ’ 10:46). Cuando le fue otorgado a los creyentes corintios, funcionaba para la edificación personal. Pero se lo usó para exhibición pública, y a Pablo le fue necesario aconsejar y reprobar a los miembros de iglesia de Corinto por el mal uso de ese don (1Co_12;14). Para “lengua” con el sentido de idioma, véanse Aramea, Lengua; Griega, Lengua; Hebrea, Lengua; Latina, Lengua.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

La l. puede ser al mismo tiempo un castigo por el pecado de orgullo de los hombres (confusión de lenguas Gn 11, 1-9) y señal de la pluralidad de la raza humana (cfr. Gn 10, 5). En el relato bí­blico llama la atención el hecho de que si bien es cierto que Dios habla, no posee una determinada l., sino que en sus relaciones con los hombres siempre se expresa en la l. que le es propia. Esto distingue la comprensión bí­blica de Dios de las tradiciones de otros pueblos basadas en los oráculos. Tampoco existe diferenciación alguna en la Biblia entre l. sagrada y profana. Hasta el judaí­smo postbí­blico no se dan tales consideraciones al declarar el hebreo como l. de Dios (Biblia) y el arameo como l. coloquial.

Este hecho pone de manifiesto que las Sagradas Escrituras no pretenden representar un dictado literal divino, sino un relato de las experiencias históricas emanadas de Dios.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

(heb., lashon; gr., glossa).
1. Un órgano del cuerpo, usado a veces para beber (lamiendo), como hicieron los hombres de Gedeón (Jdg 7:5; ver también Psa 68:23; Zec 14:12; Mar 7:33; Rev 16:10).
2. Organo del habla (Job 27:4; Psa 35:28; Pro 15:2; Mar 7:35).
3. Un idioma o dialecto (Gen 10:5, Gen 10:20; Deu 28:49; Dan 1:4; Act 1:19; Act 2:8; Act 10:46).
4. Un pueblo o raza con un idioma común (Isa 66:18; Dan 3:4; Rev 5:9; Rev 10:11).
5. Son interesantes los usos figurados de la palabra. La lengua puede ser afilada, es decir, hacerla pronunciar palabras cáusticas (Psa 64:3; Psa 140:3). Es una espada afilada (Psa 57:4). Es blanda cuando usa un lenguage que calma (Pro 25:15).

Vociferar es una furia de lenguas (Psa 31:20; Hos 7:16). La lengua es la pluma de un escritor veloz (Psa 45:1), un antagonista sagaz (Psa 52:2). La lengua del justo es un tesoro (Pro 10:20; Pro 12:18) y una señal de sabidurí­a (Isa 50:4). Es como un arco (Jer 9:3), una flecha (Jer 9:8), y un látigo (Jer 18:18). El milagro de Pentecostés incluyó lenguas de fuego (Act 2:3).

La lengua es pequeña pero puede hacer grandes cosas (Jam 3:5, Jam 3:8).

En Act 1:19; Act 2:8; Act 21:40; Act 22:2 la palabra original es dialektos, dialecto, significando idioma.

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Ver “Hablar” y “Labios”.

– Confusión de lenguas en la Torre de Babel, Ge.ll:l-9.

– Lenguas extranas. Ver “Don de Lenguas”.

– Lenguas de Fuego, en Pentecostés, Hec 2:3.

Diccionario Bí­blico Cristiano
Dr. J. Dominguez

http://biblia.com/diccionario/

Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano

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Sistema de expresión oral que consta de términos, estructuras y normas impuestas por el uso o por las leyes gramaticales. La lengua se hace con el tiempo. Las hay muertas o históricas, que se hablaron y en las cuales se realizaron escritos que hoy nos recuerdan su empleo; y las hay vivas y actualmente en uso con mayor o menor difusión.

Como las lenguas son numerosas en el mundo (unas seis mil se hablan en el planeta) y las hablan muchos seres humanos, que son inteligentes y libres, las lenguas vivas cambian poco a poco y se diversifican según los niveles culturales y los lugares.

Los modos peculiares de hablar una lengua se denominan dialectos. Ella permite la comunicación entre los seres humanos. El lenguaje es la capacidad humana de comunicarse mediante signos orales o escritos, incluso mí­micos, a los que se da un significado. La lengua es el resultado de esa capacidad.

El uso correcto de la lengua es necesario para la recta transmisión del pensamiento. En cada terreno cientí­fico o social (comercial, artí­stico, polí­tico, cientí­fico, jurí­dico, y también religioso) el buen uso de la lengua facilita la comunicación.

En el ámbito religioso es importante desarrollar una buena capacidad expresiva a través del cultivo de la lengua. Necesitan el lenguaje religioso multitud de término concretos y abstracto especí­ficos, así­ como formulaciones de juicios y de argumentos claros y coherentes, es preciso que el educador de la fe cuide la lengua y el lenguaje: el lenguaje como medio de comunicación; y la lengua, como recurso de correcta transmisión de los mensajes sagrados que en ellas deben expresarse y transmitirse.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa

í“rgano muscular que desempeña un papel básico en el sentido del gusto, así­ como en el habla. Lo que comúnmente llamamos gusto es el resultado de las reacciones de las papilas gustativas junto con el aroma detectado por el sentido del olfato. Por otra parte, la lengua es un órgano necesario para el habla, pues sus rápidos y precisos movimientos permiten la articulación de las palabras. (Véase BOCA [El paladar].)
En la Biblia, el término †œlengua† suele tener el sentido de idioma (Gé 10:5; Dt 28:49; Isa 28:11; Hch 2:4; 19:6; 1Co 12:10; véase LENGUAJE), y a veces se refiere a un pueblo que habla cierto idioma. (Isa 66:18; Rev 5:9; 7:9; 13:7.)
Santiago, el medio hermano de Jesús, describe de manera ví­vida el poder de la lengua y la necesidad de que el cristiano tenga mucho cuidado en darle el debido uso. Señala que el no refrenar la lengua puede hacer que la adoración del cristiano sea inútil. (Snt 1:26.) Compara la lengua con un fuego que puede destruir un bosque. Sobre una lengua desenfrenada pueden influir muchas fuerzas destructivas, lo que ocasionarí­a tanta injusticia que contaminarí­a toda la vida de la persona. Puede ser venenosa para uno mismo y para otros. No se la puede domar por esfuerzo propio, y no hay humano imperfecto alguno que pueda considerarse completamente exento de †˜tropezar en palabra†™. (Snt 3:2-8.) Pero para el cristiano no es imposible domar este órgano indisciplinado de la carne humana imperfecta, puesto que por la bondad inmerecida de Jehová por medio de Cristo se puede †œrefrenar† la lengua y hasta rehacer la personalidad. (Snt 3:10-18; 1Pe 3:10; Col 3:9, 10; compárese con Sl 34:13; 39:1.)
En armoní­a con la descripción que hace Santiago de la lengua, el escritor de Proverbios dice que la calma de la lengua puede ser un †œárbol de vida†, o, por el contrario, un †œtorcimiento en ella† puede significar †œun quebrantamiento del espí­ritu†; también dice que †˜la muerte y la vida están en su poder†™. (Pr 15:4; 18:21.) †œUna lengua apacible misma puede quebrar un hueso†, en el sentido de que una persona que sea dura como un hueso puede ser ablandada por medio de una respuesta apacible, y así­ quebrar su dureza y oposición. (Pr 25:15.) De hecho, la lengua puede curar de manera espiritual si habla las palabras de Dios. (Pr 12:18.) †œDe Jehová procede la respuesta de la lengua†, puesto que solo El puede proveer palabras espiritualmente correctas que resulten en curación. (Pr 16:1.) Las Escrituras predijeron la curación espiritual que producirí­a el ministerio de Jesús a medida que hablara las palabras de Dios, †˜vendando a los quebrantados de corazón†™. (Isa 61:1.)
Jehová subraya cómo considera la maldad de la lengua falsa al incluirla entre las siete cosas que odia y colocarla junto con †œmanos que derraman sangre inocente†. (Pr 6:16-19.) David dice que los inicuos que tratan de destruir a los siervos de Dios tienen una †˜lengua aguzada precisamente como una espada†™, pero señala que †œsu lengua está en contra de ellos mismos†, ya que Dios se encargará de que se hieran a sí­ mismos. (Sl 64:3, 7, 8.) Jehová promete a su pueblo: †œSea cual sea la lengua que se levante contra ti en el juicio, la condenarás†. (Isa 54:17.) Estas palabras son muy consoladoras para los siervos de Dios, quienes se adhieren a Su ley a pesar de que los que son considerados sabios en el mundo hablen grandes cosas y digan: †œCon nuestra lengua prevaleceremos†. (Sl 12:3-5.) Aunque ellos †˜sigan sacando la lengua†™ y golpeando con la lengua (Isa 57:4; Jer 18:18), su fracaso es seguro. (Pr 10:31.)
Jehová prometió hacer que la lengua que anteriormente tartamudeaba fuese †œrápida en hablar cosas claras†, y que las lenguas mudas †˜clamasen con alegrí­a†™. (Isa 32:4; 35:6.) Cuando Jesús estuvo en la Tierra, curó literalmente a mudos, es decir, personas que tení­an algún impedimento en el habla. (Mr 7:33-37.) Llegará el tiempo en que toda lengua hablará con rectitud, puesto que Jehová declara que toda lengua le jurará a El. El apóstol Pablo revela que esto se hará por medio de Jesucristo, pues dice: †œReconozca abiertamente toda lengua que Jesucristo es Señor, para la gloria de Dios el Padre†. (Flp 2:11; Isa 45:23; Ro 14:11.)
Jehová dice simbólicamente de sí­ mismo que tiene una lengua que usará en su cólera †œcomo un fuego devorador†. (Isa 30:27.) Cuando en el Pentecostés Jesucristo derramó espí­ritu santo sobre unos 120 discí­pulos que se habí­an reunido en una habitación en Jerusalén, ese espí­ritu se hizo manifiesto de modo audible cuando hablaron en diferentes lenguas, y también visiblemente por medio de una lengua como de fuego que se posó sobre cada uno de ellos. (Hch 2:3, 4.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

lashoí†n (º/vl; , 3956), “lengua; lenguaje; habla”. Se conjetura que este vocablo podrí­a tener su raí­z en el término “lamer”. El nombre se halla en ugarí­tico, acádico (lishanu), fenicio y arábigo. Aparece 115 veces en el Antiguo Testamento hebreo, sobre todo en los libros poéticos y, en menor grado, en los proféticos. Su primera mención es en Gen 10:5 “De estos, las costas de las naciones se dividieron en sus tierras, cada uno conforme a su lengua, según sus familias, en sus naciones” (lba). El significado básico de lashoí†n es “lengua”, con referencia al órgano humano (Lam 4:4) y de animales (Exo 11:7; Job 41:1). El significado derivado de “lengua” como órgano de comunicación oral es más frecuente. Uno puede ser “tardo” (rva) o “torpe” (rvr, nrv) de lengua (Exo 4:10); o hablar con soltura: “El corazón de los imprudentes entenderá para comprender, y la lengua de los tartamudos hablará con fluidez y claridad” (Isa 32:4 rva). Véase la descripción de la “lengua” en Psa 45:1 (rva): “Mi corazón rebosa de palabras buenas; dedico al rey mi canto. Mi lengua es como pluma de un veloz escriba”. Por razón de las asociaciones positivas y negativas de lashoí†n, este a menudo denota el nombre “habla”. En la literatura sapiencial en particular, la manera de hablar se tiene como la expresión externa del carácter del que habla. No se puede confiar en la “lengua” del necio (Psa 5:9), porque es engañosa (Psa 109:2; 120.2–3; Pro 6:17), jactanciosa (Psa 140:11), mentirosa y lisonjera (Pro 26:28), difamadora (Psa 15:3), subversiva y perversa (Pro 10:31). Por otro lado, la “lengua” del justo comunica vida (Pro 15:4). Aunque la “lengua” se describe “como espada afilada” (Psa 57:4), es portadora de vida para los justos y de muerte para los injustos: “La muerte y la vida están en el poder de la lengua, y los que gustan usarla comerán de su fruto” (Pro 18:21; cf. 21.23; 25.15). Para los autores bí­blicos, cuando Dios da la capacidad de hablar, hay inspiración divina: “El Espí­ritu de Jehová ha hablado por mí­, y su palabra ha estado en mi lengua” (2Sa 23:2; cf. Pro 16:1). “Lengua”, con el significado de “habla”, tiene como sinónimos a peh, “boca” (Psa 66:17), y menos frecuentemente a sapah, “labio” (Job 27:4). Otra extensión del significado básico es “lenguaje”. En hebreo, tanto sapah como lashoí†n denotan una “lengua” extranjera: “Porque en lengua de tartamudos, y en extraña lengua hablará a este pueblo” (Isa 28:11). Las siguientes palabras describen muy bien la situación de quienes se sienten extraños a una “lengua”: “No verás más al pueblo feroz, pueblo de habla incomprensible, que nadie entiende, de lengua tartamuda, que nadie comprende” (Isa 33:19 lba). Lashoí†n también se refiere a objetos que tienen la forma de una lengua. Resaltan las “lenguas de fuego” que también poseen la caracterí­stica de “comer” o “devorar”: “Por tanto, como la lengua del fuego consume el rastrojo, y la llama devora la paja” (Isa 5:24). Esta asociación de Isaí­as entre la venida de Dios en juicio con humo y fuego dio lugar a una aguda descripción literaria de la ira de Dios: “He aquí­ que el nombre de Jehová viene de lejos. Arde su furor y levanta densa humareda. Sus labios están llenos de ira, y su lengua es como fuego consumidor” (Isa 30:27). Obsérvese aquí­ que los términos “labios” y “lengua” expresan el significado de “lenguas de fuego”, al mismo tiempo que el lenguaje sugiere tanto la “lengua” (órgano del cuerpo) como “lengua de fuego”. También se denominaban lashoí†n a un lingote de oro (Jos 7:21) y una bahí­a en forma de lengua (Isa 11:15). En la Septuaginta, el vocablo se traduce glossa (“lengua; lenguaje”).

Fuente: Diccionario Vine Antiguo Testamento

A. NOMBRES 1. glossa (glw`ssa, 1100) se usa de: (1) las “lenguas †¦ como de fuego” (Act 2:3), que aparecieron en Pentecostés; (2) la lengua, como órgano del habla (p.ej., Mc 7.33; Rom 3:13; 14.11; 1Co 14:9; Phi 2:11; Jam 1:26; 3.5,6,8; 1Pe 3:10; 1 Joh 3:18; Rev 16:10); (3) (a) un lenguaje, lengua; junto con fule, tribu, laos, pueblo, ethnos, nación, siete veces en Apocalipsis (5.9; 7.9; 10.11; 11.9; 13.7; 14.6; 17.15); (b) el don sobrenatural de hablar en otro lenguaje sin haberlo aprendido. En Act 2:4-13 se registran las circunstancias desde el punto de vista de los oyentes. Para aquellos en cuyo lenguaje se hizo el discurso constituí­a un fenómeno sobrenatural; para otros, el tartamudeo de los ebrios. Aquello que fue proclamado no estaba dirigido a la audiencia, sino que consistí­a en una proclamación de “las maravillas” de Dios; Cf. 2.46. En 1 Corintios, caps. 12 y 14, se menciona el uso del don de lenguas como ejercido en las reuniones de las iglesias locales. En 12.10 se habla del don en términos generales, y lo une con el de “interpretación de lenguas”. El cap. 14 da instrucciones con respecto a la utilización del don, siendo el principal objetivo la edificación de la iglesia; a no ser que la lengua fuera interpretada el orador no estarí­a hablando a los hombres, “sino a Dios” (v. 2); se edificarí­a solo a sí­ mismo (v. 4), a no ser que interpretara (v. 5), en cuyo caso su interpretación tendrí­a el mismo valor que el don superior de profecí­a, por cuanto serí­a para edificación de la iglesia (vv. 4-6); tení­a que orar para tener interpretación (v. 13); en caso de no haber intérprete, tendrí­a que guardar silencio (v. 28), porque todas las cosas debí­an ser hechas “para edificación” (v. 26). “Si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os aprovechará?”, dice el apóstol, expresando el gran objeto en todo ministerio oral, “¿si no os hablare con revelación, o con ciencia, o con profecí­a, o con doctrina?” (v. 6). Las lenguas eran para señal, no para los creyentes, sino para los incrédulos (v. 22), y especialmente para los incrédulos judí­os (véase v. 21); cf. el pasaje en Hechos. No hay evidencia alguna de la continuidad de este don después de la época apostólica. De esta manera, esto da confirmación del cumplimiento de 1Co 13:8, que este don cesarí­a en las iglesias, de la misma manera en que cesarí­an las “profecí­as” y “conocimiento” en el sentido de un conocimiento recibido por un poder sobrenatural inmediato (cf. 14.6). Al haber sido dadas las Sagradas Escrituras en su totalidad, se ha dado a las iglesias todo lo necesario para la conducción, instrucción y edificación, tanto individual como colectivamente. 2. dialektos (diavlekto”, 1258), primariamente conversación, discurso (relacionado con dialegomai, discursear o discutir), vino a denotar el lenguaje o dialecto de un paí­s o distrito. Se traduce “lengua” en todos los pasajes en que aparece (Act 1:19; 2.6,8; 21.40; 22.2; 26.14).¶ Véase también LENGUAJE. B. Adjetivo jeteroglossos (eJterovglwsso”, 2084) se traduce “otras lenguas” en 1Co 14:21 [jeteros, otro de una clase diferente (véase OTRO), y glossa, véase A, Nº 1].¶

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento

Por la lengua se comunica el hombre con sus semejantes y expresa a Dios los sentimientos de su *corazón. Estar privado de su uso puede ser un *castigo divino (Le 1,20; Sal 137,6); restituir su uso a los mudos es una obra mesiánica (Is 35,6; Mc 7,33-37), que les permite cantar las alabanzas de Dios (Lc 1,64).

1. Buen y mal uso de la lengua.”Muerte y vida están en poder de la lengua” (Prov 18,21). Este viejo tema de la literatura universal tiene su eco en los labios (Prov, Sal, Eclo), hasta Santiago : “Por ella bendecimos al Señor y Padre, y por ella maldecimos a los hombres hechos a imagen de Dios” (Sant 3,2-12). De la lengua perversa provienen *mentira, fraude, doblez, maledicencia, calumnia (Sal 10,7; Eclo 51,2-6). Es una serpiente (Sal 140,4), una navaja afilada (Sal 52,4), una espada acerada (Sal 57,5), una flecha homicida (Jer 9,7; 18,18). Pero a la verificación desilusionada: “¿Quién no pecó nunca con la lengua?” (Eclo 19,16) responde el voto: “;Dichoso el que no haya pecado nunca con la lengua!” (25,8). Así­ se espera que en el dí­a de Yahveh, entre el *resto de los elegidos, no haya “más lengua engañosa” (Sof 3,13).

Esta esperanza no es una palabra vana, pues desde ahora se puede describir la lengua del justo. Es plata pura (Prov 10,20); celebra la justicia y proclama la *alabanza de Dios (Sal 35,28; 45,2), *confiesa su poder universal (Is 45,24). Finalmente, como los *labios, la lengua revela el corazón del hombre; las *obras deben responder a sus *palabras: “No amemos de palabra ni con la lengua, sino con obras y de verdad” (Un 3,18; cf. Sant 1,26).

2. Diversidad de las lenguas. Los pueblos del universo son de “todas lenguas”. Con esta expresión concreta designa la Biblia la diversidad de las culturas. Esta no expresa solament, la riqueza intelectual del género humano, sino que además es un principio de incomprensión entre los hombres, un aspecto del misterio del *pecado, cuyo significado religioso es sugerido por la torre de *Babel (Gén 11): la *soberbia sacrí­lega de los hombres que construí­an su ciudad sin Dios tuvo como fruto esta confusión de los lenguajes. Con el acontecimiento de *pentecostés (Act 2,1-13) quedó superada la división de los hombres: El Espí­ritu Santo se reparte en lenguas de fuego sobre los apóstoles de modo que se oiga el Evangelio en las lenguas de todas las naciones. Así­ los hombres serán reconciliados por el lenguaje único del Espí­ritu, que es caridad. El *carisma de “hablar en lenguas)) es entre los apóstoles una forma de *oración que alaba a Dios en el entusiasmo (Act 2,4; 10,46) y a la vez una forma de *profecí­a que anuncia a los hombres las maravillas de Dios (Act 2,6.11; 19,6). Para regular en la Iglesia el uso de este carisma alaba Pablo su primera forma, pero declara preferir la segunda porque es útil a todos (ICor 14,5). Las manifestaciones de pentecostés muestran que la Iglesia escatológica desde su nacimiento, dirigiéndose a los hombres de todas lenguas y reuniéndolos en una alabanza única de las maravillas de Dios (cf. ls 66,18: Ap 5,9; 7,9…). Así­ “toda lengua confesará que Jesús es Señor, para gloria de Dios Padre” (Flp 2,11).

-> Corazón – Confesar – Alabanza – Mentira – Pentecostés – Pueblo.

LEON-DUFOUR, Xavier, Vocabulario de Teologí­a Bí­blica, Herder, Barcelona, 2001

Fuente: Vocabulario de las Epístolas Paulinas

Heb. lāšôn, gr. glōssa, tanto de la lengua del hombre como, por extensión, del lenguaje humano. El heb. se emplea también para la lengua de los animales y los reptiles (Job. 20.16), con la idea incorrecta, todavía común, de que el veneno del reptil se encuentra en la lengua. También se usa esta palabra para objetos, o fenómenos, con forma de lengua, por ej. un lingote de oro (Jos. 7.21), o una bahía de mar (Jos. 15.2).

Evidentemente en los tiempos bíblicos se creía que la mudez se debía a alguna parálisis o atadura de la lengua, o a que la misma estuviera adherida al paladar (Sal. 137.6; Mr. 7.35; Lc. 1.64) (véase * Cuerpo para una mención de la creencia entre los hebreos de que los órganos funcionaban en forma semiindependiente).

La lengua se usa, en forma paralela o intercambiable, para *labio y *boca, como instrumentos del habla o conceptos relacionados, y se la describe como buena o mala (Sal. 120.2; Pr. 6.17; 10.20), y sabia (Is. 50.4); la lengua canta (Sal. 51.14) y habla (Sal. 71.24). Así como se puede decir que la boca contiene algo, así la maldad puede estar oculta bajo la lengua (Job 20.12).

La metáfora de una lengua aguda se usaba en los tiempos del AT. Se dice que la lengua puede estar afilada como una espada (Sal. 64.3; cf. Sal. 140.3; He. 4.12; Ap. 1.16), y también se usa el símil del arco y la flecha (Jer. 9.3, 8). La tremenda influencia de las palabras para el bien o el mal se expresa atribuyéndole poder a la lengua (Pr. 18.21; Stg. 3.5–6).

Se afirma que el hambre y la sed hacen que la lengua se pegue al paladar (Lm. 4.4), y que con la enfermedad se pudre (Zac. 14.12).

En Sal. 55.9 se usa la lengua figuradamente para hacer referencia a la confusión de las lenguas como en Babel (Gn. 11.1ss, donde la palabra para lengua es “labio”, śāfâ; cf. Is. 19.18). La alienación entre hombre y hombre debido a la brecha creada por las diferencias en las lenguas, que corta, como es la realidad, a través de todos los sentimientos, los intereses comunes y la posibilidad de cooperación, se atribuye en el pasaje de Génesis al orgullo pecaminoso del hombre, que produjo esta clase de castigo por parte de Dios.

La palabra “lengua” se usa así para describir las diversas naciones, o tribus, que en general tienen idiomas distintivos (Is. 66.18; Ap. 5.9).

(* Lenguas, Don de )

Bibliografía. H. Haarbeck, “Palabra”, °DTNT, t(t). III, pp. 249–251; “Lengua”, °db, cols. 1085–1086.

B.O.B.

Tabla de las lenguas usadas en los textos originales de los libros apócrifos.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico