LIEBRE

Liebre (heb. ‘arnebeth). Animal mencionado en la Biblia en las listas de animales inmundos (Lev 11:6-1 Deu 14:7). Palestina tiene varias clases de liebres. Las más comunes son la siria y la egipcia. La liebre no es un rumiante, aunque mueve sus mandí­bulas como si lo fuera. Al igual que en el caso del conejo* (Lev 11:5), la declaración bí­blica de que rumia sin duda se debe referir al movimiento de sus maxilares. Bib.: ALP 104.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

o conejo, latí­n lepus. Mamí­fero roedor de los lepóridos, de orejas largas y patas traseras más largas que las anteriores. La Biblia la considera rumiante por el movimiento continuo del hocico, y animal impuro porque no tiene la pezuña hendida, Lv 11, 5-6; Dt 14, 7.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

Animal cuadrúpedo, mamí­fero, roedor, parecido al †¢conejo. No era apta para comerse (Lev 11:6; Deu 14:7). Nombre cientí­fico: Lepus sp.. †¢Animales de la Biblia.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, CUAD LEYE FAUN

vet, (heb.: “arnebeth”, ár.: “ernebah”; la LXX traduce este término como liebre). Prohibida como impura por la legislación leví­tica, “porque rumia, pero no tiene pezuña” (Lv. 11:6; Dt. 14:7). En muchas obras de referencia se ha mantenido que esta afirmación no es cierta, por cuanto no tiene estómago de rumiantes. Se ha aducido por ello, con frecuencia, que “el autor sagrado se adapta aquí­ a las concepciones populares de su tiempo”. Sin embargo, posteriores investigaciones han mostrado que, aun cuando ciertamente la liebre no tiene un estómago de cuatro compartimentos, sí­ que, no obstante, rumia su alimento. Hay un proceso de regurgitación de aquella parte de los alimentos que el estómago no puede digerir en una fase; así­, la liebre realmente vuelve a masticar comida previamente tragada. (Schulze, “The Ruminating Hare”, Bible-Science Newsletter, VIII, Ene. 1970, p. 6). En Palestina, la liebre común (“Lepus siriacus”) tiene alrededor de 5 cm. menos de longitud que la liebre europea (“L. europeus”) y tiene las orejas algo más cortas; infesta los lugares arbolados y cultivados. La liebre común de la Judea meridional y del valle del Jordán (L. “jueae” de Gray) tiene orejas muy largas y el pelaje leonado claro.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

(heb. ´ar·né·veth).
Mamí­fero roedor de la familia de los lepóridos, muy parecido al conejo, aunque difiere de él en que es de mayor tamaño, no acostumbra a parir en una madriguera subterránea y sus crí­as al nacer ya son capaces de andar, están completamente cubiertas de pelo y tienen los ojos abiertos. La liebre se distingue por presentar una hendidura en el labio, tener largas orejas, cola erguida y largas extremidades posteriores, que le son muy útiles para escapar rápidamente de sus enemigos. Se dice que las liebres más veloces pueden alcanzar hasta 70 Km/h. Existen numerosas variedades de liebres. Su longitud media es de unos 0,6 m., y normalmente tienen una tonalidad gris o marrón.
En la ley que se dio por medio de Moisés, se prohibí­a comer liebres, y se las llama rumiantes. (Le 11:4, 6; Dt 14:7.) Es sabido que las liebres y los conejos no tienen un estómago dividido en varios compartimientos y no regurgitan su alimento para masticarlo de nuevo, como hacen los rumiantes. La palabra hebrea que se utiliza para rumiar significa literalmente †œvomitar†. No obstante, lo que los israelitas del dí­a de Moisés entendí­an por †˜rumiante†™ no se basaba en la clasificación que en la actualidad han hecho los cientí­ficos. De modo que no puede juzgarse la exactitud de la declaración bí­blica en función del concepto restringido y relativamente reciente de lo que es un animal rumiante, como han hecho muchos crí­ticos.
En el pasado, los comentaristas que tení­an fe en la inspiración del registro bí­blico no veí­an ningún error en esta declaración de la Ley. The Imperial Bible-Dictionary observó: †œEs obvio que cuando la liebre está en reposo, mastica una y otra vez el alimento que ha tomado hace algún tiempo, acción que siempre se ha considerado popularmente como rumiar. Incluso nuestro poeta Cowper, observador cuidadoso de los fenómenos naturales que ha registrado sus observaciones sobre las tres liebres que habí­a domesticado, afirma que †˜rumiaban todo el dí­a hasta el anochecer†™† (edición de P. Fairbairn, Londres, 1874, vol. 1, pág. 700).
Sin embargo, las observaciones cientí­ficas más recientes de liebres y conejos indican que no se trata solo de un rumiar simulado. La obra Fauna (Salvat, 1986, vol. 4, pág. 292) dice sobre la alimentación de los lepóridos: †œLa particularidad más extraña en cuanto a la alimentación del conejo es que el alimento pasa dos veces por el tubo digestivo. Esta costumbre, general entre los lepóridos y algunos roedores, consiste en la producción de dos tipos de excrementos. […] Estos animales excretan en los perí­odos de reposo unos excrementos especiales, esféricos, de dos a doce milí­metros de diámetro, blandos, húmedos y recubiertos de mucus. […] El animal los toma con los labios a la salida del ano y los traga sin masticar. Por las mañanas estas bolas constituyen, aproximadamente, la mitad del contenido estomacal de los conejos. No está totalmente aclarada la significación fisiológica de tan insólita manera de digerir, aunque parece claro que se trata de aprovechar mejor los alimentos mediante un doble proceso que se asemeja remotamente a la rumia. Quizá la coprofagia esté acusada por la necesidad de retomar de las heces la vitamina B1 producida por las bacterias del ciego†. (Véase RUMIAR.)

Fuente: Diccionario de la Biblia