MANO

v. Diestra, Poder, Potestad
Exo 4:2 dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu m?
17:11


Mano (heb. generalmente yâd; gr. jéir). Término que se emplea con una diversidad de significados. En Deu 32:36 y Jos 8:26, yâd se usa como “poder”, “fuerza”, y así­ se lo traduce. Yâd también puede significar “al lado” (1Sa 4:18), “lugar”, “posición” u “orden” (Num 2:17; Deu 23:12), “orilla” de un rí­o (Deu 2:37), “monumento” (1Sa 15:12), “autoridad” (Gen 41:35), etc. Se dice que la mano de Jehová “se agravó” para castigar (1Sa 5:6), es “fuerte” para librar (Exo 13:3, 14, 16), “no se ha acortado” (Num 11:23), se “extendió” para herir a los pecadores (ls. 5:25). Términos relacionados son el heb. kaf, “palma de la mano”; heb. 5erô’a, “brazo”; heb. jofnayim, “mano cerrada”; y heb. shô’al, “mano llena”. Para la mano como medida lineal, véase Palmo. La expresión “consagrarás a Aarón y a sus hijos” (Exo 29:9) es literalmente “llenarás la mano de Aarón y la mano de sus hijos”. Lavarse las manos era una declaración de inocencia (Deu 21:6-8; Mat 27:24). Echar agua sobre las de alguien significaba servirlo (2Ki 3:11, BJ). Las manos se levantaban en oración (Psa 28:2), se batí­an en aplausos de gozo (Psa 47:l), se contaminaban con sangre (ls. 59:3) y se poní­an sobre un hombre para ordenarlo para el servicio del Señor (1 Tit 4:14). Cristo fue entregado en “manos de hombres pecadores” (Luk 24:7), pero él entregó su vida en las de su Padre (23:46). Los relieves egipcios que describen batallas muestran que era costumbre de los soldados cortar una mano de cada soldado enemigo que habí­an matado para demostrar su valor y recibir las recompensas prometidas por actos de valentí­a (véase la fig 334, que muestra el registro de las manos de los enemigos muertos en una batalla). Parece haber una referencia a esa costumbre en una pregunta que el pueblo de Sucot hizo a Gedeón: “¿Están ya Zeba y Zalmuna [los 2 reyes madianitas a quienes Gedeón perseguí­a] en tu mano?” (Jdg 8:6). 334. Manos de enemigos muertos en batalla son contados delante de Ramsés III; la escena pertenece a la pared del templo en Med§net Habu.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

parte del cuerpo que se extiende desde la muñeca hasta el extremo de los dedos. Es muy común el uso figurado y simbólico de la palabra. Tener a alguien en las manos, para indicar poder sobre la persona, Gn 16, 6; Jc 6, 1; y lo contrario, librarse de las manos, Gn 37, 21; Ex 2, 19; 2 S 18, 19; 2 R 16, 7. Para indicar integridad, honradez, se habla de tener o proceder con manos limpias, Gn 20, 5; Sal 18 (17), 21 y 25; 24 (23), 4; Jb 22, 30; y lo contrario, tenerlas llenas de infamia, de maldad, Sal 26 (25), 10; Jb 11, 14. Se extendí­an, se alzaban las manosen actitud de oración y súplica a Yahvéh, Ex 9, 29 y 33; 17, 11; 2 R 8, 22 y 38; Tb 3, 11. Lavarse las manos era un rito de purificación, Ex 30, 21; Lv 15, 11; Dt 21, 6; Sal 26 (25), 6; señal de inocencia, Sal 73 (72), 13. Llevarse las manos a la cabeza era señal de luto, de dolor, 2 S 13, 19. Un castigo ignominioso era cortarles las manos a los asesinos ejecutados, 2 S 4, 12. En el lenguaje antropomórfico de la Biblia, se habla de las manos de Dios, de las obras de sus manos, de su mano fuerte y poderosa, y generalmente alude a la manera como Dios liberó a Israel del yugo de Egipto, Ex 13, 3/14/16; 15, 17; 16, 3; Dt 4, 34; 1 R 8, 42; Sal 8,7; 9, 17; 19 (18), 2; 28 (27), 5; 92 (91), 5; 95 (94), 5; 102 (101), 26; 119 (118), 73; Jb 10, 8.

En el N. T. se dice, figuradamente: †œSi tu mano derecha te es ocasión de pecado, córtatela y arrójala de ti; mas te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no todo tu cuerpo vaya a la gehena†, Mt 5, 30; sobre la hipocresí­a, dice Jesús que cuando se dé limosna, la m. izquierda no debe saber lo que hace la derecha; pues quedará en secreto y el Padre, que ve el fondo del corazón, recompensará la buena acción, Mt 6, 3.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

Una de las palabras más frecuentemente usadas en las Escrituras.

Ocurre más de 1.600 veces. Además de su uso lit., figuradamente significa poder (p. ej., Gen 9:2). Poner la mano sobre el muslo de otra persona implicaba hacer un voto solemne (Gen 24:2, Gen 24:9; Gen 47:29), evidentemente se relacionaba con la obligación de cumplir un pacto. Poner la mano sobre la cabeza significaba impartir una bendición (Gen 48:14) u ordenar a alguien (1Ti 4:14; 2Ti 1:6).

La mano también es sí­mbolo de un agente personal (p. ej., 1Sa 5:11; 1Sa 26:23; Joh 10:29; Act 4:30). Consagrar significa lit. llenar la mano (Exo 29:9; ver nota en la BA).

Ser colocado a la mano derecha de la realeza es un alto honor y, por supuesto, estar a la diestra (o mano derecha) de Dios es incomparablemente mucho más alto (Psa 110:1; Mat 25:31-46). En un juicio el acusador se colocaba al lado derecho del acusado (Zec 3:1); pero nuestro Abogado también se coloca al lado derecho de nosotros para defendernos (Psa 16:8; Psa 109:31).

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

El término hebreo yad se traduce como m., refiriéndose a la parte extrema del brazo del hombre, con los dedos. El hombre puede hacer cosas buenas o malas con sus m. Así­, †¢Lamec llamó Noé a su hijo, diciendo: †œeste nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras m.† (Gen 5:29) y Dios dijo a †¢Caí­n: †œMaldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu m. la sangre de tu hermano† (Gen 4:11). Se utiliza frecuentemente la palabra m. con sentido metafórico. En algunos casos, con la expresión †œen tu mano†, se quiere decir que algo ha sido puesto bajo la responsabilidad de alguien, sujeto a su voluntad. Dios dijo a Noé y a sus hijos que los animales, †œtodo lo que se mueva sobre la tierra†, lo entregaba en sus m. (Gen 9:1-2). Cuando Abraham dice a Sara, hablando de Agar: †œHe aquí­ tu sierva está en tu m.†, lo que quiere decir es que Sara tení­a toda autoridad para hacer cuanto quisiera con su esclava (Gen 16:6). Por tanto, estar †œbajo la mano† de alguien es estar bajo su autoridad. El creyente se encomienda en las m. de Dios (Sal 31:5) y sabe que él decide su vida (†œEn tu m. están mis tiempos† [Sal 31:15]). Ser †œentregado en las m.† de alguien es sufrir una derrota (†œ… yo he entregado en tu m. a Jericó y a su rey† [Jos 6:2]). Y ser †œlibrado de las manos† es obtener una victoria o evitar una desgracia (†œ… he descendido para librarlos de la m. de los egipcios† [Exo 3:8]).

La m. simboliza muchas veces fuerza o poder (†œ… y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi m. me han traí­do esta riqueza† [Deu 8:17]; †œFuerte es tu m., exaltada tu diestra† [Sal 89:13]) y las m. caí­das hablan de debilidad (Heb 12:12). Los cielos y la tierra son obra de las m. de Dios (Sal 8:6). Dios sacó a su pueblo de Egipto †œcon m. fuerte† (Exo 13:3). También se usa el término para señalar †œposesión†. Dios dijo a Salomón que quitarí­a el reino †œde la m.† de su hijo (1Re 11:12, 1Re 11:31-35). La expresión †œla obra de tus m.† se usa para aludir al trabajo (†œJehová tu Dios te ha bendecido en toda obra de tus m.† [Deu 2:7]). †œFortalecer la m.† de alguien es ayudarle (1Sa 23:16).

†œExtender la m.† sobre alguien puede hablar de matarle. Tras ver que Abraham estaba dispuesto a matar a su hijo Isaac, Dios le dijo: †œNo extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada† (Gen 22:12). Pero en los milagros y plagas que Dios hizo en Egipto, utilizó como instrumentos a Moisés y Aarón, de quienes se usa la expresión: †œExtendió su m.† antes de la realización del prodigio (Exo 4:4; Exo 7:19; Exo 8:17; etcétera). En los sacrificios de animales, el ofertante tení­a que poner sus m. sobre el sacrificio, indicando así­ que se identificaba con él (†œY pondrá su m. sobre la cabeza del holocausto, y será aceptado para expiación suya† [Lev 1:4]). El †œimponer las manos† era un acto mediante el cual se simbolizaba el otorgamiento de una bendición (Gen 48:14). Así­, el Señor Jesús, para bendecir a unos niños, poní­a sus m. sobre ellos y oraba (Mat 19:13-15) y para dar la bendición de la sanidad, poní­a sus m. sobre los enfermos (Mar 1:41). También para un nombramiento se imponí­an las m. Dios ordenó a Moisés que pusiera su m. sobre Josué para nombrarlo su sucesor (Num 27:18-23) y así­ †œfue lleno del espí­ritu de sabidurí­a, porque Moisés habí­a puesto sus m. sobre él† (Deu 34:9). Los apóstoles †œimpusieron las manos† y oraron al nombrar a los siete diáconos (Hch 6:6).

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, LEYE

ver, IMPOSICIí“N DE MANOS, BRAZO

vet, Son varios los términos heb. y gr. usados para la mano: (heb.: “yãdh”, “mano); “kaph”, “la mano hueca”, “palma”; “yãmîn”, “la mano derecha”; “s’mõ’l”, “la mano izquierda”; (gr.: “cheir”, “mano”); “dexia”, “la mano derecha”; “aristera”, “la mano izquierda” [sólo en Lc. 23:33; 2 Co. 6:7] o, de manera eufemí­stica [debido a la creencia de que de la izquierda salí­an malos augurios, cfr. lat. “sinister”; cast. siniestra]: “eunõmos” [lit.: “teniendo un buen nombre”]). Siendo la mano la misma ejecutora de gran parte de las intenciones del hombre, es mucho lo que se dice en las Escrituras acerca de ella. Se puede señalar lo siguiente: La mano incluí­a la muñeca. Hay pasajes en los que se incluyen los brazaletes como adornos de la mano (Gn. 22:22, 30, 47; Ez. 23:42; también las Escrituras hablan de cadenas en las manos (Jue. 15:14, heb. “yãdh”, lit.: “mano”, y no “brazo” como se traduce en la versión Reina-Valera). También se usa de los “dedos”, como en Gn. 41:42, etc., donde se ponen los anillos. En la Ley de Talión se demandaba “… mano por mano, …” (Ex. 21:24; Dt. 19:21). Son muchas las expresiones figuradas en las que entra la mano: “Abrir la mano al pobre” significa ser generoso (Dt. 15:11); “enviar con las manos vací­as” significa despedir a alguien sin darle nada (Dt. 15:30); “alargar la mano” (Gn. 3:22) significa la acción de alcanzar algo; “alzar la mano” (Is. 10:32) o “sacudir la mano” (Sof. 2:15) significa desafiar. La tristeza y el dolor se expresaban “poniendo la mano sobre la cabeza” (2 S. 13:19); así­ aparece en imágenes egipcias en las que hay escenas de duelo. Las manos “se baten” en expresión tanto de ira como de gozo (Nm. 24:10); también de esta manera se expresa el propio desprecio sobre el vencido (Jb. 27:23; Lm. 2:15; Nah. 3:19). El acto de “tomar la vida en su mano” es arriesgarla (1 S. 19:5; 28:21). Para “imposición de manos” véase IMPOSICIí“N DE MANOS. “Alzar la mano a los cielos” era un gesto que acompañaba al acto de jurar (Dt. 32:40); “alzar la mano al pueblo” formaba parte del acto de bendecir a la multitud (Lv. 9:22). El Señor también bendijo a los suyos alzando las manos, en la Ascensión (Lc. 24:50). En la oración se alzan las manos (1 Ti. 2:8). “Poner la mano sobre la boca” es señal de silencio (Jb. 21:5; 40:4; Mi. 7:16). En Pr. 19:24 se da una ví­vida imagen de la pereza, en la que el perezoso ni aun levanta su mano del plato para alimentarse (cfr. Pr. 26:15). La mano es también sí­mbolo de poder: “la mano de Jehová vino sobre Eliseo” (2 R. 3:15). Es importante también como designando posición. Estar a la mano derecha significa honor (Lc. 20:42; 22:69; He. 1:3, 13; 8:1; 10:12; 12:2; 1 P. 3:22). En el juicio de las naciones, los salvos estarán a la derecha (el lado honroso) del Juez, en tanto que los perdidos estarán a su izquierda (Mt. 25:33 y ss). En estos pasajes, los términos usados no se traducen en castellano como “mano…”, sino como “derecha” o “izquierda”. Sin embargo, la posición se refiere a las dos manos (gr. “dexia” y euõnumos). (Véase BRAZO.) Bibliografí­a: Vine: “Diccionario Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento”, vol. II, pág. 273, último subartí­culo de la página. Guerra: “Diccionario Morfológico del Griego del NT”, pág. 208, art. correspondiente euõnumos.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

La mano y el brazo, en el pensamiento semí­tico, constituyen una unidad total. Los evangelios hablan de la mano en sentido propio, como extremidad del cuerpo humano (Mt 8,15; 9,25; 12,10; 15,2.20; 18,8; 26,23; 27,24; Mc 1,31; 3,1-5; 5,41; 7,2-5; 8,23; 9,27; Lc 6, 1-10; 8,54; 22,21; Jn 11,44). Emplean también el vocablo en sentido figurado: en expresiones perifrásticas (Mt 17,22); la derecha es sí­mbolo de la autoridad: Jesucristo se sienta a la derecha del Padre (Mt 26,64; Mc 16,19) y los justos a la derecha de Jesucristo (Mt 25,33); la izquierda es sí­mbolo de debilidad y de desgracia: los condenados estarán a la izquierda de Jesucristo (Mt 25,33); en general, la mano es sí­mbolo de poder, de fuerza: la mano de Dios y de Jesucristo simbolizan la autoridad divina (Lc 1,66; 3,17); por eso hay que tener confianza en ella (Mt 4,6; Lc 4,11; 23,46; Jn 10,29). Dios Padre ha puesto todas las cosas en las manos de su Hijo Jesucristo (Mt 3,12; Lc 3,17; Jn 3,55; 13,3), las cuales, como las del Padre, se tornan todopoderosas (Mc 6,2; Jn 10,28-29; 17,12); poderoso era también San Juan Bautista, porque la mano de Dios estaba con él (Lc 1,66).

E. M. N.

FERNANDEZ RAMOS, Felipe (Dir.), Diccionario de Jesús de Nazaret, Editorial Monte Carmelo, Burbos, 2001

Fuente: Diccionario de Jesús de Nazaret

Extremidad del brazo. Tal como se usa en las Escrituras, el término †œmano† a veces comprende la muñeca, como en Génesis 24:22, 30, 47 y Ezequiel 16:11, donde se dice que los brazaletes se llevan en las †œmanos†, y en Jueces 15:14, donde se habla de los grilletes que habí­a en las †œmanos† de Sansón. En vista de que la mano aplica la fuerza del brazo y lo dirige, en muchos de los casos en que †œmano† se usa en sentido figurado, se puede relacionar con la idea de fuerza aplicada. (Ex 7:4; 13:3; Dt 2:15; Lu 1:66.) Debido a la gran versatilidad de la mano, con la que se efectúan la mayorí­a de los trabajos, muchos textos de la Biblia la mencionan en sentido figurado para referirse a gran diversidad de acciones.
El término hebreo común para †œmano† es yadh; la palabra kaf se traduce a veces †œmano†, pero su significado literal es †œpalma†. (Job 22:30, nota.) El término griego usual para †œmano† es kjeir.

Ademanes y su significado. Se hací­an ademanes con las manos para expresar diversas cosas. Se alzaban en oración, por lo general con las palmas vueltas hacia el cielo en señal de súplica (2Cr 6:12; Ne 8:6); se alzaban en juramentos (Gé 14:22); se acercaban a la boca como una forma de saludo (Job 31:27); se aplaudí­a en señal de gozo (2Re 11:12) o se palmoteaba para expresar cólera o mofa (Nú 24:10; Job 27:23; Na 3:19); se agitaban como amenaza (Isa 10:32); se colocaban sobre la cabeza o sobre los lomos en señal de tristeza o aflicción (2Sa 13:19; Jer 30:5, 6), y se lavaban en agua para significar limpieza ceremonial, inocencia o descargo de responsabilidad. (Mt 15:1, 2; 27:24; contrástese con Sl 26:5, 6; 51:1, 2; véase POSTURAS Y ADEMANES.)

Usos figurados y simbólicos. La mano se usaba a veces para representar a la entera persona, como cuando David pidió alimento a Nabal: †œSimplemente da, por favor, lo que halle tu mano a tus siervos†. (1Sa 25:8.) También se referí­a a la disposición o actividad general de una persona (Gé 16:12), o denotaba la responsabilidad de rendir cuenta de sus acciones. (Gé 9:5; Eze 3:18, 20.)
El que Moisés llenase las manos de los sacerdotes con sacrificios como parte de la ceremonia de su instalación simbolizaba que les equipaba, que †˜llenaba sus manos†™ con autoridad y poder para que desempeñaran las labores del sacerdocio. (Le 8:25-27; véase LLENAR LA MANO DE PODER.)
Jehová le aseguró a Jacob que su hijo José †œ[pondrí­a] su mano sobre [sus] ojos†, es decir, le cerrarí­a los ojos una vez que hubiese muerto. (Gé 46:4.) Normalmente este privilegio pertenecí­a al primogénito. Por lo tanto, con estas palabras no solo se le aseguró al envejecido patriarca Jacob que su querido hijo José permanecerí­a cerca de él durante los restantes años de su vida, sino que además al parecer se predijo que el derecho de primogénito, que Rubén habí­a perdido, serí­a de José.
Entre las acciones que Dios realiza de manera simbólica con su †œmano† (es decir, su fuerza aplicada) están: crear (Sl 8:6; 102:25), destruir a sus enemigos (Isa 25:10, 11), liberar a su pueblo (Ex 7:4, 5), favorecer y proteger a los que lo buscan (Esd 8:22), proveer (Sl 104:28; 145:16) y ofrecer ayuda (Isa 11:11). Elihú declaró que los poderosos se van †œno por mano alguna†, y la piedra del sueño profético de Nabucodonosor fue cortada de una montaña †œno por manos†; en ambos casos se indica que la acción no se ha realizado debido al esfuerzo humano, sino debido al poder de Jehová. (Job 34:1, 20; Da 2:34, 44, 45.)
La expresión estar †˜en [o bajo] la mano de alguien†™ significa estar bajo el poder o el dominio de esa persona (Gé 9:2; 41:35; Job 2:6; 1Pe 5:6; compárese con Gé 37:21); también puede significar: †œa disposición tuya† o †˜al cuidado de alguien†™. (Gé 16:6, compárese con Val; 42:37, compárese con NBE; Lu 23:46; Jn 10:28, 29.) †œCon mano alzada† indica que se es vigoroso o victorioso (Ex 14:8); †˜fortalecer las manos†™ significa dar poder o suministrar y equipar (Esd 1:6); †˜debilitar las manos†™, desmoralizar (Jer 38:4); †˜poner la propia vida de uno en su mano o en la palma de su mano†™, arriesgar la vida (1Sa 19:5; Job 13:14); se acostumbraba a †˜estrechar las manos†™ cuando se hací­a una promesa (Esd 10:19) o se salí­a fiador por alguien (Pr 6:1-3; 17:18; 22:26); †˜poner la mano en†™ significa comenzar una empresa (Dt 15:10, DK); †˜poner las manos de uno en los bienes de otro†™, robar o usar tales cosas de manera impropia (Ex 22:7, 8, 10, 11); †˜manos limpias†™ significan inocencia (2Sa 22:21; compárese con Sl 24:3, 4); †˜manos llenas de sangre†™, asesinato (Isa 1:15; 59:3, 7); †˜ponerse la mano sobre la boca†™, permanecer callado (Jue 18:19); †˜dejar caer las manos†™, estar desanimado (2Cr 15:7; véanse también Isa 35:3; Heb 12:12, 13), y †˜abrir la mano†™, ser generoso (Dt 15:11).
†œUn poco más de cruzar las manos para estar acostado† empobrece al perezoso. (Pr 6:9-11.) Se dice que está demasiado fatigado para sacar la mano del tazón del banquete y llevarla a la boca. (Pr 26:15.) El negligente †œque trabaja con mano floja será persona de escasos recursos†, en tanto que la mano diligente se enriquecerá. (Pr 10:4.)
Otras expresiones idiomáticas hebreas relacionadas con la mano son: †˜poner tu mano con†™, que significa cooperar con, estar de parte de (Ex 23:1; 1Sa 22:17); †˜por mano de†™ denota bajo la guí­a de (Ex 38:21) o por medio de (Ex 4:13; Le 8:36; 10:11); †˜su mano no alcanza†™ o †˜su mano no lo puede hallar†™, no tiene suficientes medios (económicos) (Le 14:21); †˜lo que su mano alcanzare†™, lo que sus recursos le permitan (Nú 6:21); †˜manos de una espada†™, poder de una espada (Job 5:20); †˜mano de la lengua†™, poder de la lengua (Pr 18:21); †˜vida de tu mano†™, reavivar el poder (Isa 57:10), y †˜cerrar la mano†™ a un hermano, es decir, ser tacaño y no estar dispuesto a ayudarle. (Dt 15:7, DK.)
Jehová dijo a los israelitas que deberí­an atar Sus palabras †˜como señal sobre su mano†™ (Dt 6:6-8; 11:18) y también les dijo que habí­a grabado a Sión sobre las palmas de Sus manos (Isa 49:14-16), lo que indicaba un recuerdo y atención constantes. Con un significado similar, Jehová les dice a los eunucos que guardan Su pacto que les dará en Su casa un †œmonumento† (o, lugar; literalmente, una †œmano†). (Isa 56:4, 5.) En la Biblia se dice que los adoradores de Dios simbólicamente escribirí­an sobre sus manos las palabras †œPerteneciente a Jehovᆝ, lo que indicarí­a que eran Sus esclavos. (Isa 44:5.) De la misma manera, puesto que una persona por lo general trabaja para otros con sus manos, tener la †œmarca† de la †œbestia salvaje† en la mano derecha simbolizarí­a que atiende, se entrega y apoya activamente a la †œbestia salvaje† y a su †œimagen†. (Rev 13:16, 17; 14:9, 10; 20:4.)

Imposición de las manos. Además de simplemente tocar con la mano, se imponí­an las manos sobre una persona u objeto con diversos propósitos. Sin embargo, el significado primario de ese acto era designar o indicar que una persona o cosa tení­a reconocimiento o aceptación en un sentido especial. Durante la ceremonia de instalación del sacerdocio, Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del toro y de los dos carneros que tení­an que ser sacrificados, lo que indicaba que reconocí­an que el sacrificio de estos animales se hací­a por ellos y con motivo de su designación como sacerdotes de Jehová Dios. (Ex 29:10, 15, 19; Le 8:14, 18, 22.) Cuando Moisés nombró sucesor suyo a Josué por mandato divino, puso su mano sobre él, y este se llenó de †œespí­ritu de sabidurí­a† para dirigir acertadamente a Israel. (Dt 34:9.) También se imponí­an las manos sobre las personas para bendecirlas. (Gé 48:14; Mr 10:16.) Jesucristo tocó o impuso sus manos sobre algunas de las personas que curó. (Mt 8:3; Mr 6:5; Lu 13:13.) En algunas ocasiones se otorgaba el don del espí­ritu santo mediante la imposición de las manos de los apóstoles. (Hch 8:14-20; 19:6.)

Nombramientos para diferentes servicios. En la congregación cristiana, los hombres debidamente autorizados nombraron a cristianos maduros para que ocuparan puestos de responsabilidad mediante la imposición de las manos. (Hch 6:6; 1Ti 4:14.) Debido a la influencia que esos cristianos nombrados tendrí­an y al ejemplo que se esperaba de ellos, el apóstol Pablo amonestó a Timoteo: †œNunca impongas las manos apresuradamente a ningún hombre; ni seas partí­cipe de los pecados ajenos†. Estas palabras significaban que no debí­a nombrar a un hombre sin haber examinado detenidamente sus aptitudes, a fin de que no recayese sobre Timoteo parte de la culpa porque este hombre no cumpliese con sus obligaciones. (1Ti 5:22.)

La mano derecha. En sentido simbólico, la mano derecha se consideraba de gran importancia. José se disgustó cuando Jacob cruzó sus manos a fin de poner su mano derecha sobre Efraí­n, el hijo menor de José. Pero Jacob hizo esto a propósito para dar a Efraí­n la bendición más importante. (Gé 48:13-20.) Estar a la diestra de un gobernante era ocupar la posición más importante, junto al gobernante mismo (Sl 110:1; Hch 7:55, 56; Ro 8:34; 1Pe 3:22), o tener una posición de favor. (Mt 25:33.) En la visión de Revelación se dice que Jesucristo tiene en su mano derecha las siete estrellas de las siete congregaciones, es decir, que todos los cuerpos de ancianos tienen su favor y están totalmente bajo su control, poder y dirección. (Rev 1:16, 20; 2:1.)
El que Dios tomase a alguien de la mano derecha significarí­a que lo fortalecerí­a. (Sl 73:23.) Por lo general, la mano derecha de un guerrero era la que blandí­a la espada, y no estaba protegida por el escudo, que se llevaba en la izquierda. Por lo tanto, a veces un amigo permanecí­a o luchaba a su derecha para apoyarlo y protegerlo. Esta circunstancia se usa metafóricamente con respecto a la ayuda y la protección que Dios da a aquellos que le sirven. (Sl 16:8; 109:30, 31; 110:5; 121:5.)
El escritor de Eclesiastés dice: †œEl corazón del sabio está a su diestra, pero el corazón del estúpido a su siniestra†. En otras palabras: el sabio está impulsado hacia un camino bueno, favorable, pero el estúpido se inclina a un derrotero malo. (Ec 10:2.)

Direcciones. Las expresiones hebreas para †œmano derecha† (heb. ya·mí­n) y †œmano izquierda† (heb. semó´l) también se traducen †œsur† y †œnorte†, respectivamente (Gé 14:15; Sl 89:12), puesto que las direcciones se determinaban desde el punto de vista de una persona que miraba hacia el E. En tal caso, el S. estarí­a a su derecha. (1Sa 23:19, 24.)

Otros usos. †œMano† (heb. yadh) también se usaba para †œlado† (Ex 2:5; Ec 4:1) o †œal lado de† (Ne 3:4, 5, 7), así­ como para †œcosta† (Nú 24:24) y para las †œespigas† de los armazones del tabernáculo. (Ex 26:17; compárese con Mod, nota.) La palabra hebrea kaf, que a menudo se ha vertido †œmano† y †œpalma†, se emplea para referirse a la †œplanta† del pie (Gé 8:9), a las copas (†œcucharas†, Mod) del tabernáculo y del templo (Ex 25:29; Nú 7:84, 86; 2Re 25:14) y al †œhueco† (de la coyuntura del muslo o de una honda). (Gé 32:25, 32; 1Sa 25:29.) Tanto yadh, †œmano†, como kaf, †œmano† y †œpalma†, tienen además otras traducciones en español.
†œA manos llenas† representa abundancia (Gé 41:47), y un †œpuñado† puede significar, según el contexto, un poco (1Re 17:12) o una porción moderada. (Ec 4:6; véanse BRAZO; LAVARSE LAS MANOS; PULGAR.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

yad (dy: , 3027), “mano; lado; borde; al lado de; mano (medida), porción; soporte; monumento; virilidad (órgano sexual); poder; dominio”. Este vocablo tiene cognados en la mayorí­a de las demás lenguas semí­ticas. En hebreo bí­blico se constatan 1.618 casos del término durante todos los perí­odos. El significado básico del término es “ma- no”: “Y dijo Jehová Dios: He aquí­ el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal: ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida” (Gen 3:22 primera mención del vocablo). La palabra a veces se usa junto a un objeto que puede asirse con una “mano”: “Si lo hiere con una piedra en la mano [literalmente “piedra de mano”]” (Num 35:17 rva). En un uso similar, el término quiere decir “humano”: “Con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y en su corazón se engrandecerá, y sin aviso destruirá a muchos; y se levantará contra el Prí­ncipe de los prí­ncipes, pero será quebrantado, aunque no por mano humana” (Dan 8:25 rvr; literalmente “sin mano será quebrantado” rv; cf. Job 34:20). En Isa 49:2, “mano” se refiere a Dios que le dice a Moisés que pondrá su “mano” sobre la entrada de la cueva para protegerle. Esta es una figura retórica, un antropomorfismo, mediante el cual Dios promete su protección. La “mano” de Dios es otra manera de decir su “poder” (cf. Jer 16:21). La frase “entre tus manos” puede significar “sobre tu pecho”: “Y le preguntarán: ¿Qué heridas son estas en tus manos [lit. “entre tus manos” bj]? Y El responderá: Con ellas fui herido en casa de mis amigos” (Zec 13:6 rvr; “en tu cuerpo” bla, cf. LBP). Yad se usa retóricamente en otras frases que merecen mencionarse. “Levantar la mano” puede tener relación con “juramentar” (Gen 14:22). “Sacudir” (literalmente, “dar la mano”) es otro gesto relacionado con “juramentos” (cf. Pro 11:21). “Poner la mano sobre alguien” (Gen 37:27; Exo 7:4) quiere decir hacerle daño. “Tomarse de las manos con alguien” significa “hacer causa común” con él: “No te concertarás [lit. “juntarás las manos”] con el impí­o para ser testigo falso” (Exo 23:1). Si la mano de una persona no “alcanza” un objeto, quiere decir que “no puede pagar” por ello (Lev 5:7). Cuando un compatriota “no puede extender su mano hacia ti”, es porque “no puede mantenerse” (Lev 25:35; cf. nbe). “Taparse la boca con la mano” es un gesto de silencio (Pro 30:32). “Poner la mano debajo de alguien” es señal de sumisión (1Ch 29:24). “Poner algo en la mano de otro” es confiar en él (Gen 42:37). Un segundo grupo importante de pasajes usa yad para indicar la ubicación y los usos de la mano. Primero, el término puede significar el “lado” en que está la mano: “Y Absalón se levantaba temprano y se situaba junto al camino de la puerta” (2Sa 15:2 lba). En 2Ch 21:16 el vocablo quiere decir “borde, orilla”: “Jehová despertó contra Joram el espí­ritu de los filisteos y de los árabes que estaban al lado [lit. “a la mano”] de los etí­opes” (rva). En Exo 2:5 (rva) hay un uso similar que tiene que ver con el rí­o Nilo: “Entonces la hija del faraón descendió al Nilo para bañarse. Y mientras sus doncellas se paseaban por la ribera [“a la mano”] del Nilo”. También con un sentido de ubicación, yad puede indicar “longitud y anchura”. En Gen 34:21(rva) leemos que la tierra era (literalmente) “amplia de manos”: “Estos hombres son pací­ficos para con nosotros. Que habiten ellos en la tierra y que negocien en ella, pues he aquí­ la tierra es amplia para ellos también”. Segundo, el vocablo puede significar “parte” o “fracción” ya que esto es todo lo que la mano puede recibir: “El tomó porciones de delante de sí­ para ellos, e hizo que la porción de Benjamí­n fuese cinco veces mayor que la de los demás” (Gen 43:34 rva). Tercero, yad adquiere el significado de sostener, como por ejemplo el “soporte” de un mueble (1Ki 7:35 rva); o “soporte para los brazos” (1Ki 10:19 rva). Cuarto, puesto que una mano se puede levantar para “señalar”, yad puede significar un “monumento” o “estela”: “Saúl se fue a Carmel, y he aquí­ que se erigió un monumento” (1Sa 15:12 rva). Quinto, yad a veces representa el “órgano sexual masculino”: “Has subido y ensanchado tu cama; de ellos has logrado pacto a tu favor, has amado su cama, has contemplado su virilidad” (Isa 57:8 lba; cf. v. 10; 6.2; 7.20: “hallaste mucha vitalidad” rva o “hallaste nuevo vigor en tu mano” rvr, nrv). En varios pasajes, yad se usa con el sentido de “poder” o “dominio”: “También derrotó David a Hadad-ezer, rey de Soba, en Hamat, cuando este iba a establecer su dominio hasta el rí­o Eufrates” (1Ch 18:3 rva). “Ser entregado en la mano” de alguien quiere decir “entregarlo a su poder”: “Dios lo ha entregado en mi mano, pues él se ha encerrado a sí­ mismo al entrar en una ciudad con puertas y cerrojos” (1Sa 23:7 rva; cf. Pro 18:21). “Llenar la mano” de alguien puede servir como una frase técnica que significa “instalarle” en un puesto: “Con ellos vestirás a tu hermano Aarón, y con él a sus hijos. Los ungirás, los investirás y los consagrarás para que me sirvan como sacerdotes” (Exo 28:41 rva). Yad se encuentra a menudo ligado a la preposición be y a otras preposiciones como una extensión; el significado no cambia, solo es más extensa la forma: “¿Por qué persigue así­ mi señor a su siervo? ¿Qué he hecho? ¿Qué maldad hay en mi mano?” (1Sa 26:18 rva).

Fuente: Diccionario Vine Antiguo Testamento

queir (ceivr, 5495), mano (cf. el término castellano quirógrafo, etc.). Se usa, además de su significado ordinario: (a) en las frases idiomáticas, por mano de, a la mano de, significando mediante la agencia de (Act 5:12 “por las manos”; 7.35: “por mano”, RV: “con la mano”; 17.25: “por manos”, RV: “con manos”; Gl 3.19: “en mano”, RV: “en la mano”; cf. Lev 26:46; Rev 19:2 “la mano”); (b) metafóricamente, del poder de Dios (p.ej., Luk 1:66; 23.46; Joh 10:28,29; Act 11:21; 13.11; Heb 1:10; 2.7; 10.31); (c) por metonimia, por poder (p.ej., Mat 17:22; Luk 24:7; Joh 10:39; Act 12:11); en Act 15:23 se traduce “por conducto” (RV; VM: “por mano”). Véanse CONDUCTO, DIESTRA.

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento

Las palabras hebreas yāḏ y kap̄ y el griego cheir representan la palabra castellana «mano». Algunos de los muchos ejemplos de usos de mano se ilustran con los siguientes casos: suplicación (2 Cr. 6:12s.; Sal. 28:2), juramento (Gn. 14:22; 24:2, 9; 47:29; Esd. 10:19), pereza (Pr. 10:4; 19:24), servidumbre (Jue. 2:14; Jer. 27:6s.), seguridad (Pr. 6:1ss.; 22:26), marcar (Ap. 13:16), silencio (Jue. 18:19; Job 40:4), pecado (Mi. 7:3; Ap. 9:20), santificación (Job. 17:9; Sal. 24:4; 1 Ti. 2:8; Stg. 4:8).

La «imposición de las manos» se asocia con bendición (Gn. 48:14ss.; Mt. 19:13ss.), sucesión (Nm. 27:18–23), sustitución (Ex. 29:10; Lv. 16:21), castigo (Est. 3:6; 8:7; Hch. 5:18), sanidad (Mr. 6:5; 8:23; Hch. 9:12; 28:8), bautismo (Hch. 9:17s.; 19:5s.), el Espíritu Santo (Dt. 34:9s.; Hch. 9:17), la ordenación (Hch. 6:6; 1 Ti. 4:14; 2 Ti. 1:6), una comisión especial (Hch. 13:3).

La mano de Dios se asocia con el poder (2 Cr. 20:6; Hch. 7:50; Heb. 1:10), prodigios (Ex. 3:20), providencia (Sal. 31:15), provisión (Esd. 7:6; Sal. 145:16), protección (Sal. 139:10; Is. 51:16; Jn. 10:28s.), predicción (Is. 11:11), castigo (Sal. 75:8; Is. 40:2; 50:11; Heb. 10:31), ruego (Is. 65:2; Ro. 10:21).

Véase también Ordenar, Imposición de manos.

Wick Broomall

Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006). Diccionario de Teología (377). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.

Fuente: Diccionario de Teología

En comparación con la palabra gr. jeir (que se traduce únicamente “mano”, con algunas palabras compuestas tales como jeiropoieētos, ‘hecho con manos’), las dos palabras heb. principales traducidas “mano” en °vrv2 tienen significados muy amplios. yāḏ tiene muchas traducciones diferentes en °vrv2, y kaf varias, todas las cuales se relacionan con el significado primario “hueco” o “palma”, de una raíz que significa “curvo” o “torcido”. kaf es, también, el nombre de una de las letras del alfabeto heb., probablemente descriptivo de su forma, que se asemeja algo a una C en sentido contrario.

Al igual que otras partes del cuerpo en el pensamiento heb., la mano se describe como si tuviese, aparentemente, funciones prácticamente autónomas (1 S. 24.11). Pero el equilibrio de las frases “mi poder” y “la fuerza de mi mano” en Dt. 8.17, y otros ejemplos de paralelismo, indica que no se trata para nada de autonomía absoluta, siendo una referencia, en primer lugar, a la acción del individuo en su totalidad, aunque, al mismo tiempo, se centra la atención específicamente en la parte que cumple la función de que se trata (cf. Mt. 5.30).

Como el *brazo, la mano (especialmente la mano derecha) se usa como símbolo de fuerza y poder. En el caso de “mano”, sin embargo, el sentido figurado ha avanzado un paso más que en el de “brazo”. Véase, p. ej., Jos. 8.20, donde yāḏ se traduce “fuerza” (°bj). Hay varias frases muy comunes en las que la mano se usa como símbolo de poder, p. ej., “líbrame de la mano de mis enemigos” (Sal. 31.15; Mr. 14.41). A la inversa, el dejar caer las manos simboliza debilidad o falta de determinación, y fortalecerlas es remediar lo anterior (Is. 35.3; Jue. 9.24). Se menciona concretamente a los zurdos (Jue. 3.15).

El levantar la mano es símbolo de violencia (1 R. 11.26), como también de súplica (Ex. 9.33; 17.11; Sal. 28.2), siendo el *gesto indicación de la actitud o la acción. La palabra kaf, que habla de la palma abierta, se usa más frecuentemente en este último sentido.

Darse las manos (Job 17.3; °vrv2 “dar fianza”) equivalía a ratificar un acuerdo, como también lo era el colocar la mano debajo del *muslo (Gn. 24.9) de otra persona, o levantar la mano, como se hace al tomar decisiones en la actualidad (Gn. 14.22 [ °vp “he jurado”, lit. “he alzado mi mano”, como en °vrv2, etc.]; Ex. 17.16).

El toque de las manos de una persona se suponía que comunicaba autoridad, poder o bendición; la mano derecha se consideraba más significativa que la izquierda en este sentido, pero con frecuencia se usaban ambas manos (Gn. 48.13–14; Dt. 34.9). Nótese especialmente la colocación de las manos del que ofrece el sacrificio sobre la cabeza del animal sacrificado, en que la comunicación de autoridad probablemente significaba identidad con el sacrificio (Lv. 1.4); y en el NT la comunicación del Espíritu Santo o la realización de milagros mediante la imposición de manos (Mr. 6.5; Hch. 8.17–19; 19.11). Esto no es más que otra ilustración de que en el pensamiento hebreo, y hasta cierto punto en el neotestamentario también, había una íntima relación entre lo que buena parte del pensamiento gr. y el moderno designarían separadamente como “cuerpo” y “espíritu”.

La “Columna de Absalón” (2 S. 18.18) es literalmente la “mano de Absalón”.

Bibliografía. A. S. van der Wonde, “Mano”, °DTMAT, t(t). I, cols. 921–931; C. Blendinger, F. Laubach, H. G. Schutz, “Mano”, °DTNT, t(t). III, pp. 40–44; H. W. Wolff, Antropología del Antiguo Testamento, 1975, pp. 99–106.

A. R. Johnson, The Vitality of the Individual in the Thought of Ancient Israel, 1949; C. Ryder Smith, The Bible Doctrine of Man, 1951.

B.O.B.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico