MAR MUERTO

llamado en el A. T. mar de la Sal, Gn 14, 3; 34, 3; mar de la Arabá, Dt 4, 49; mar oriental, Jl 2, 20; Za 14, 8; los romanos lo denominaban mar de asfalto, y al barro que sale de su fondo, betún de Judea; por lo árabes lo llaman Bahr Lut, mar de Lot, por la relación con éste, hermano de Abraham, pues las ciudades de Sodoma y Gomorra tradicionalmente se ha creí­do que quedaban en sus orillas, Gn 13, 10-11; 19, 1-29. Lago salado, de unos 80 kilómetros de longitud y de hasta 18 de anchura, en la cuenca del Jordán en la más baja depresión de la tierra, de suerte que es la extensión de agua más baja de la misma, unos 395 metros bajo el nivel del mar. Ocupa la parte norte del valle de Rift. Al oriente está la meseta del Moab, a unos 1.340 metros sobre el nivel del mar; al occidente, la meseta de Judea con la mitad de la altura de la anterior; sus alrededores son áridos. Desde la orilla oriental una pení­nsula se adentra en el m. M. Hacia el sur de ésta, el m. M. tiene escasa profundidad, menos de 6 metros, pero en el norte se halla su máxima profundidad, unos 396 metros. Sus aguas son seis veces más saladas que la de los océanos, y por la densidad de sólidos en sus aguas, el cuerpo humano flota con facilidad en su superficie; no existe vida en él, excepto algunos microbios, a esto debe sus nombres de Salado y Muerto. Hay varios rí­os pequeños que desembocan en él, como el Jordán, que entra en el lago desde el norte; el m. M. no tiene salida, pero la cantidad alta de aguas dulces que recibe se evaporan rápidamente debido a las altas temperaturas de la región.

La comunidad de los esenios se asentó en la orilla noroccidental del n. M. en la región de Qirbet Qumram, donde sus miembros escribieron los manuscritos que hoy se conocen como manuscritos del mar Muerto, descubiertos a partir del año 1947. La fortaleza de Masada, situada en lo alto de una montaña, que fue el último reducto de los judí­os zelotes en su lucha antirromana en los años 70-72, fue construida en la orilla occidental.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

Llamado mar Salado (Gen 14:3), mar de Arabá (Deu 3:17) o mar oriental (Joe 2:20; Zec 14:8) en las Escrituras. Tiene la superficie más baja de la tierra, 403 m. por debajo del nivel del mar. Ocupa una falla geológica que se extiende desde Siria, por el mar Rojo, hasta Africa y mide 78 km. por 16 km. (789 km2). En ambas costas se levantan riscos de 469-781 m. Al norte de la bahí­a de Lisán (Jos 15:2) el agua llega a una profundidad de 406 m., aunque hacia el sur promedia menos de 3 m. El mar avanza lentamente a medida que el lodoso Jordán extiende su delta norteña. La concentración de sal alcanza el 25%, cuatro veces la del agua oceánica. El bromuro de magnesio impide la vida orgánica; el clima es árido y el calor extremo.

El mar Muerto representaba el lí­mite oriental de Israel (Num 34:12; Eze 47:18). En En-Guedi, donde termina el descenso principal desde Judá, una vertiente sirvió de refugio para David (1Sa 24:1). El valle de la Sal, al sur del mar, fue testigo de las victorias de David y Amasí­as sobre Edom (2Ki 14:7; 1Ch 18:12) y de las contramarchas en la época de Josafat (2Ki 3:8-9; 2Ch 20:1-2). En la costa oriental sobre el Arnón, las vertientes de Callirhoe le sirvieron a Herodes el Grande durante su última enfermedad; y su hijo Herodes Antipas apresó a Juan el Bautista en Macaerus (Marcos 1:14:Mar 6:17). Kirbet Qumrán, el sitio de la comunidad de tiempos del NT con sus famosos rollos, yace en la orilla oriental, sobre En-guedi; y frente a Lisán está Masada, la mayor fortaleza natural de Palestina, el lugar donde se refugió Herodes de los partos en el 42 a. de J.C. y donde los zelotes hicieron la última defensa de Jerusalén en el 70 d. de J.C.

(Guerra judí­a 7.10.1). En tiempos modernos el mar Muerto ha producido potasa, pero Ezequiel predice una cura para sus aguas que dará vida abundante en la era del reino de Dios (Eze 47:8-10).

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Lago donde se vierten las aguas que por el Jordán vienen del lago de Genesaret o mar de Galilea. Es de unos 80 km de largo y 18 km de ancho, pero estas medidas varí­an según la afluencia de agua y la evaporación. Su superficie queda a unos 400 m por debajo del nivel del mar, por lo cual se le considera el punto más bajo de la tierra habitada. Sin desagües naturales, sus aguas disminuyen por evaporación y tienen una salinidad altí­sima, que es mayor en la parte más cercana al fondo. Por su densidad las personas pueden flotar en sus aguas con gran facilidad. Es rico en sulfatos y bicarbonatos. Era considerado como uno de los lí­mites de Israel. También se le conoce como mar del Arabá, mar Oriental y mar Salado. Se piensa que las ciudades de Sodoma y Gomorra estaban situadas en lo que hoy es la parte sur del lago, estimada por los cientí­ficos como formada por un cataclismo en fecha geológica reciente. Los antiguos también le llamaban mar de Sodoma. El nombre de mar Muerto no aparece en la Biblia. Quien lo usa por primera vez fue un escritor y viajero griego llamado Pausanias (143-176 d.C.).

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, MARA

ver, ADRIíTICO, BRONCE, MEDITERRíNEO, SODOMA, GOMORRA

sit, a3, 448, 238

vet, Nombre dado a la masa de agua que la Biblia llama mar Salado (Gn. 14:3; Nm. 34:12; Dt. 3:17; Jos. 3:16) y mar del Arabá (Dt. 3:17; Jos. 3:16) y mar oriental (Ez. 47:18; JI. 2:20; Zac. 14:8). Josefo lo llama mar de asfalto (Asfaltitis, Ant. 1:9, 1). Ya a partir de la segunda mitad del siglo II d.C., los griegos lo llamaban mar Muerto (Pausanias). Se halla situado en la profunda depresión que cruza Palestina de norte a sur. El Jordán aporta la mayor parte de sus aguas, con una media de 6 millones de metros cúbicos por dí­a. La mayor profundidad del mar Muerto es de 393 m., y su nivel se halla a 398 m. por debajo del Mediterráneo. La zona meridional, donde deben hallarse sepultadas bajo las aguas “las ciudades de la llanura” (véanse SODOMA, GOMORRA), tiene sólo de 2 a 6 m. de profundidad. Tiene una forma alargada, que se puede asimilar a la de un gran rectángulo, presentando en su costa suroriental una pení­nsula llamada Lisán (Lengua) La longitud media del mar Muerto de norte a sur, es de 80 Km., pero esta longitud varí­a a lo largo del año por cuanto una parte de la cuenca meridional está en ocasiones seca y en ocasiones inundada. La anchura, ligeramente al norte de En-gadí­, tiene algo más de 16 Km , la superficie mide alrededor de 1.000 Km. El mar Muerto se halla rodeado de acantilados, excepto en la zona de la entrada del Jordán. En algunos lugares hay, entre los acantilados y el agua, unas estrechas playas. En otros lugares, la costa está constituida por los mismos acantilados, que se elevan formando sucesivas terrazas, que continúan a lo largo de la zona inferior del valle del Jordán. Al oeste del mar, cerca de En-gadí­, los acantilados dominan la costa a 594 m. de altura; un poco más al norte, en Ras esh Shufk, sobrepasan los 770 m. Las vertientes de la costa occidental contienen bitumen en estado sólido y, en ciertas zonas, también lí­quido. En la costa oriental se elevan los escarpados montes de Moab, desde 762 a 1.000 m. por encima del nivel del mar Muerto. El mar Muerto es una de las masas de agua más famosas de toda la superficie del Globo. No hay ningún otro mar cuya superficie esté en una zona tan profunda de la tierra. La concentración de sal en las aguas marinas oscila alrededor del 2 y 3 %, en tanto que las del mar Muerto tienen del 24 al 26 %. Como consecuencia, los cuerpos humanos se hunden poco; al salir del agua, la piel de los bañistas queda cubierta de sal de manera que, si tiene un arañazo, le provoca un verdadero dolor. Esta concentración de sal proviene de las aguas de la lluvia que, caí­das sobre los montes de Judea, llegan al mar después de haber pasado por los montes de sal de la costa suroccidental; se debe también a la naturaleza del fondo, muy rico en cloruro de sodio, de magnesio y de calcio. El Jordán y sus afluentes, junto con otros torrentes que desembocan en el mismo mar, llevan minerales; al no haber salida, la sal se queda y se va acumulando año tras año, en tanto que el agua va desapareciendo debido a la intensa evaporación, acelerada por el ardiente aire del desierto. El moderno Estado de Israel ha comenzado la explotación industrial de sus riquezas minerales, y se ha calculado que su acumulación podrí­a ser suficiente para suplir durante mucho tiempo el consumo mundial de todos los materiales mencionados. No se conoce en aguas del mar Muerto ningún tipo de vida orgánica. Sin embargo, se ha informado de la presencia de algunos peces al sur de la pení­nsula “Lisán”. Según el profeta Ezequiel, el sanamiento de estas aguas, y su repoblación piscí­cola, constituirán el sí­mbolo de la regeneración lograda por el establecimiento glorioso del Reino de Dios (Ez. 47:6-12).

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

Véase MAR SALADO.

Fuente: Diccionario de la Biblia

AT: “Mar Salado” (Gn. 14.3), “mar oriental” (Ez. 47.18), “mar del Arabá” (Dt. 4.49); época clásica: Asfaltites, más tarde “mar Muerto; árabe: “mar de Lot”.

El gran valle hendido llega hasta su punto más profundo en la cuenca del mar Muerto. La superficie del agua tiene un nivel promedio de 427 m por debajo del nivel del mar, y el punto más profundo del lecho unos 433 m más bajo todavía. Tiene un largo de alrededor de 77 km, y se extiende desde las escarpadas rocas de Moab hasta las sierras de Judá, distantes unos 10 a 14 km. Del lado occidental hay una ribera angosta, lindada por muchos terraplenes, lo que queda de playas anteriores. Con excepción de algunas vertientes (p. ej. Ain Feshkha y En-gadi, cf. Cnt. 1.14), la costa judaica es árida y pelada. Desde el E alimentan al mar cuatro arroyos principales: el Mojín (Arnón), el Zerqa Main, el Kerak, y el Zered. Es tan alto el grado de evaporación (en verano la temperatura alcanza a 43ºC) que la afluencia de estas aguas y el río Jordán sirve únicamente para mantener constante el nivel del mar. La precipitación pluvial anual es de unos 5 cm. Se encuentra vegetación exuberante allí donde los ríos entran al mar, o donde existen vertientes de agua dulce. Los oasis alrededor del delta que forman el Kerak y el Zered demuestran cuán fértil podría ser esta cuenca (cf. Gn. 13.10), como la vio Ezequiel en su visión de un río de agua pura que fluye desde Jerusalén para endulzar el mar Salado (Ez. 47.8–12).

Hasta mediados del ss. XIX era posible vadear el mar desde Lisán (“lengua”), península que se extiende desde las proximidades del Kerak hasta unos 3 km antes de llegar a la costa opuesta. Allí quedan rastros de un camino construido por los romanos, el que, en el límite de Judea, era defendido por una fortaleza casi inexpugnable (Masada) levantada por los Macabeos y por Herodes. Hacia el S de Lisán el mar tiene muy poca profundidad, y gradualmente se pierde en un pantano salado (Sof. 2.9) llamado Sebkha.

Los depósitos de productos químicos concentrados (sal, potasa, magnesio, y cloruro de calcio y de bromuro, 25% del agua) que hacen flotable al mar Muerto y tienen efectos fatales para los peces, bien pueden haberse inflamado durante un terremoto y haber ocasionado la lluvia de fuego y azufre que destruyó las ciudades de Sodoma y Gomorra. La mujer de Lot, al detenerse para contemplar la escena, fue alcanzada por la lluvia de sal, mientras que su familia, apurando el paso, pudo escapar (Gn. 19.15–28). Existen indicios arqueológicos de una interrupción de varios siglos en la ocupación sedentaria de la zona desde muy temprano en el 2º milenio a.C. Una colina de sal, (Jebel Usdum, mte. Sodoma) en el rincón SO, ha adquirido, por efecto de la erosión, formas extrañas, que incluyen columnas que los árabes de la zona denominan “la mujer de Lot” (cf. Sabiduría 10.7). Se obtenía sal de la ribera (Ez. 47.11), y los nabateos comerciaban con el betún que flotaba en la superficie (véase P. C. Hammond, BA 22, 1959, pp. 40–48). En toda la época del AT el mar actuó como barrera entre Judá y Moab y Edom (cf. 2 Cr. 20.1–30), aunque puede haber sido utilizado por pequeñas embarcaciones mercantes, como sucedía en la época romana. (* Llanura, Ciudades de la; * Patriarcal, Era; * Arqueología; * Jordán; * Arabá; * Mar Muerto, Rollos del )

Bibliografía. G. A. Smith, °GHTS, 1960; G. E. Wright, F. V. Filson, W. F. Albright, °AHWB, 1971; A. González Lamadrid, La fuerza de la tierra, 1981; M. Noth, El mundo del Antiguo Testamento, 1976.

G. A. Smith, Historical Geography of the Holy Land, 1931, pp. 499–516; D. Baly, The Geography of the Bible, 1974.

A.R.M.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico