MURO

v. Pared, Vallado
Exo 14:22 las aguas como m a su derecha y a su
Deu 3:5 eran ciudades fortificadas con m altos
Jos 2:15 su casa estaba en el m de la ciudad
Jos 6:20 el publo gritó .. y el m se derrumbó
1Sa 25:16 m fueron para nosotros de día y de
2Sa 22:30 ejércitos, y con mi Dios asaltaré m
1Ki 21:23 los perros comerán a Jezabel en el m
Ezr 5:3 edificar esta casa y levantar estos m?
Neh 2:13 salí .. y observé los m de Jerusalén
Neh 2:17 edifiquemos el m de Jerusalén, y no
Neh 3:8 reparada a Jerusalén hasta el m ancho
Neh 4:6 edificamos, pues, el m, y toda la muralla
Neh 6:15 fue terminado, pues, el m, el 25 del mes
Neh 12:27 para la dedicación del m de Jerusalén
Psa 122:7 la paz dentro de tus m, y el descanso
Pro 18:11 y como un m alto en su imaginación
Son 8:9 si ella es m, edificaremos sobre él un
Isa 26:1 salvación puso Dios por m y antemuro
Isa 49:16 delante de mí están siempre tus m
Isa 60:18 a tus m llamarás Salvación, y a tus
Isa 62:6 sobre tus m .. he puesto guardas; todo el
Amo 7:7 Señor estaba sobre un m hecho a plomo
Zec 2:5 yo seré para ella, dice .. m de fuego en
Act 9:25 le bajaron por el m, descolgándole en
Heb 11:30 por la fe cayeron los m de Jericó
Rev 21:14 el m de la ciudad tenía doce cimientos


Muro (heb. generalmente jômâh; gr. téijos). Las ciudades y los pueblos antiguos estaban rodeados por sistemas de fortificación* que usualmente consistí­an en muros de piedra, ladrillos o tierra apisonada. Los más antiguos encontrados hasta hoy en Palestina son los de los niveles inferiores de Jericó, construidos con piedras en un perí­odo anterior al invento de la cerámica. Los de la Edad Temprana del Bronce (3er milenio a.C.), como los de Hai. Tell el-Fârah (quizá Tirsa) y Meguido, eran estructuras formidables con un espesor de entre 7,5 y 9 m. Consistí­an en 2 paredes de piedra paralelas y un núcleo de tierra y piedras entre ellas. 370. Parte inferior del muro de la antigua ciudad de Siquem. Durante la Edad Media del Bronce (c 2000-c 1600 a.C.) se desarrollaron nuevas formas de fortificaciones, que se pueden dividir en 3 tipos: 1. Un muro inclinado, que consistí­a en una pared de piedra edificada con varias hileras de grandes bloques de piedras cortadas en forma irregular, que se poní­a como fundamento en una zanja poco profunda (fig 370). Sobre esto se construí­a una pared de ladrillos. La parte inferior se rebocaba con un mortero de arcilla o caliza bien compacto para que fuera difí­cil, si no imposible, escalar el muro. Se han encontrado murallas de este tipo en Siquem y Jericó. 2. Un foso exterior y un muro. El foso de Tell el-Ajjûl tení­a 6 m de profundidad en el lado exterior y una inclinación de 35 grados hacia la ciudad. (Algunos eruditos creen ver en este complejo la mención encontrada en Dan 9:25; otros, que sólo se refiere al foso.*) 3. Muros enormes, inclinados, de tierra apisonada, conocidos como fortificaciones 817 hicsas. Generalmente rodeaban campamentos rectangulares lo suficientemente grandes como para albergar fuerzas de carros de número respetable; éstos fueron introducidos en el Cercano Oriente en esa época. Ejemplos de estas fortificaciones son las murallas de Qatna, en Siria; Ascalón, en Palestina del sur; y Tell el-Yehãdîyeh, en el Egipto inferior. Durante la Edad Tardí­a del Bronce (c 1600-1200 a.C.) los cananeos perfeccionaron más los muros de las ciudades añadiéndoles fuertes torres,* y estructuras monumentales en las puertas,* reforzadas con torres. Los bloques de piedra que se usaron durante este perí­odo eran usualmente mayores que los empleados anteriormente, y en algunos casos (Bet-sán) se levantaron paredes dobles en forma de casamata; es decir, 2 paredes paralelas conectadas con paredes trasversales formando como pequeñas habitaciones. Los israelitas quedaron muy impresionados por los sólidos muros de los cananeos (Num 13:28), pero durante la primera parte de su historia en Palestina no hicieron intentos de edificar ciudades fortificadas para sí­ mismos. Aparentemente, estaban satisfechos de vivir en campamentos como lo habí­an hecho durante su peregrinación por el desierto, y dejaron las ciudades fuertes en manos de los cananeos (Jdg 1:21, 27-33). Sin embargo, gradualmente tomaron algunas de esas ciudades y comenzaron a imitar las técnicas de construcción de los cananeos; pero la evidencia arqueológica muestra que su edificación, al principio, fue muy inferior a la de éstos, como lo demuestra claramente, por ejemplo, el pequeño castillo de Saúl en Gabaa, pobremente construido. No obstante, rápidamente mejoraron sus técnicas, y los muros de Salomón son bastante buenos. Ejemplos de sus fortificaciones han aparecido en Meguido, Hazor y Gezer. También se construyeron sólidas murallas de ciudades durante el reino dividido. Por ejemplo, la de Tell en-Natsbeh tiene un espesor promedio de unos 4 m y fuertes torres a intervalos regulares (figs 357, 417). Los muros israelitas que rodeaban a Laquis también muestran gran fortaleza y buena artesaní­a (figs 306, 308). Véase Mizpa 4. El perí­odo persa, durante el cual el judaí­smo postexí­lico reorganizó su estructura polí­tica, nos ha dejado muy pocos ejemplos de murallas de ciudad. En ese perí­odo Nehemí­as reconstruyó la de Jerusalén, pero la Biblia describe sólo su recorrido (Neh_3), y no dice nada de las técnicas empleadas. Más se sabe de las fortificaciones del perí­odo helení­stico, ejemplos de las cuales se han conservado en Samaria, como la sólida torre circular, en Betsur; y el fuerte castillo de los Tobí­as, en Transjordania. Del perí­odo herodiano temprano, en el que se levantaron muros de gran fortaleza, han sobrevivido algunos, como el Muro de los Lamentos, en Jerusalén (fig 371), una gran parte de la llamada Torre de David (fig 282), y también las murallas en ruinas de Masada, Maqueronte y otros lugares. 371. El Muro de los Lamentos, en Jerusalén, remanente del muro exterior del templo de Herodes. La muralla actual que rodea la Ciudad Antigua de Jerusalén fue construida por Solimán II, el Magní­fico, en el s XVI d.C., quien usó mucho material de construcción de estructuras antiguas, como todo visitante puede apreciar. Aunque esta obra no es antigua, probablemente su apariencia no difiera mucho de la ciudad en tiempos de Cristo (figs 121, 211, 279). Bib.: A. G Barrois, Manuel d’archéologie biblique [Manual de arqueologí­a bí­blica] I (1939):127-212; M. Burrows, What Mean These Stones? [¿Qué significan estas piedras?] (New Haven, 1941), pp 136-156.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

La piedra se utilizaba sólo en unas pocas localidades. Las casas en Palestina se construí­an con ladrillo crudo, aunque algunas veces se utilizaban en capas alternadas la madera, ladrillos de barro y piedras. Todas las ciudades antiguas tení­an enormes muros alrededor, algunas veces con cámaras en su interior. Josefo habla de piedras en el templo de Salomón que tení­an 18 m. de largo.

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

teicos (tei`co”, 5038), muro, especialmente alrededor de una ciudad. Se utiliza: (a) literalmente (Act 9:25; 2Co 1:33; Heb 11:30); (b) figuradamente, del muro de la ciudad celestial (Rev 21:12,14,15,17,18,19).¶

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento