PESEBRE

Job 39:9 el búfalo servirte a ti, o quedar en tu p?
Luk 2:7 lo acostó en un p, porque no había lugar


Pesebre (gr. fátn’). Artesa o cajón que contiene el forraje para los animales. Los pesebres se mencionan en la literatura antigua no bí­blica, y se han encontrado algunos de piedra en las antiguas caballerizas del tiempo de Salomón o de Acab, en Meguido (figs 95, 410). Un pesebre en el establo de Belén, en el que José y Marí­a se alojaron, fue la primera cama para el niño Jesús (Luk 2:7, 12, 16). La misma palabra se usa en la BJ en Luk 13:15 (en la RVR se la omite). En el AT hebreo se emplean los vocablos ‘êbûs y ‘urwâh, que pueden significar tanto el pesebre propiamente dicho como todo el establo o la caballeriza. Véase Ganaderí­a. 410. Un pesebre de uno de los establos israelitas en Meguido. Peste. Véase Pestilencia.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

latí­n proesepe. Cajón hecho de mamposterí­a para dar de comer al ganado.

Marí­a acostó al Niño Jesús en un p. apenas nació, en Belén, porque no encontraron albergue ella y José, cuando llegaron de Nazaret a empadronarse, y a Marí­a se le cumplieron los dí­as del parto, Lc 2, 7 y 12.

Una tradición habla de dos animales un buey y un asno, con cuyo vaho se abrigó el niño en el p., basada en la versión griega de las Escrituras en Ha 3, 2: †œEn medio de dos animales te manifestarás; cuando estén próximos los años serás reconocido; cuando haya llegado el tiempo aparecerás†; así­ como el versí­culo del profeta Isaí­as: †œConoce el buey a su dueño, y el asno el pesebre de su amo. Pero Israel no conoce, mi pueblo no discierne†, Is 1, 3.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

(gr., phatne, un establo). La LXX utiliza la palabra gr. phatne como traducción de la hebreo dada en 2Ch 32:28 como establos y en Job 39:9 como pesebre (en Pro 14:4 aparece como granero; pero en Isa 1:3 es pesebre de nuevo). Lucas también usa phatne para el lugar donde Jesús nació. Lo que es más probable es que los establos estaban ubicados alrededor del patio de una posada con el balcón y las habitaciones para los huéspedes en el piso arriba.

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Caja de madera, de mamposterí­a o de piedra en la cual se poní­a el alimento para el ganado. Por extensión, se llamaba a veces también al lugar donde se poní­a el p. Lucas enfatiza el hecho de que el Señor Jesús, al nacer, fue puesto en un p. (Luc 2:7, Luc 2:12, Luc 2:16). Muchas veces el ganado se guardaba de noche en una cueva cercana a la casa y el p. era hecho con incrustaciones o excavaciones en la pared.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, UTEN

vet, (gr. “Phatnê”, Lc. 2:7, 12; 13:15; Is. 1:3). Ya aparecen los pesebres en la Ilí­ada (10:568; 24:280; Herodoto 9:70). En Palestina, el establo se encuentra ordinariamente en la casa del propietario; una parte del interior está provista de pesebres en forma de cajas, hechas de piedras unidas con cemento. Este término tiene interés por su relación con el nacimiento del Señor Jesús (Lc. 2:7-16). Se han expresado dudas acerca de si significa estrictamente el comedero, o si se refiere más ampliamente al local en que se guardaba el ganado. Con esto concuerda la Vulgata, “praesepe”, así­ como la versión Peshito-Sirí­aca. El término “phatnê” aparece en la LXX en 2 Cr. 32:28; Jb. 6:5; 39:9; Pr. 14:4; Is. 1:3; Jl. 1:17; Hab. 3:17.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

Comedero para el ganado, e incluso el establo mismo, donde se guarda el ganado (Lc 13, 15). El Niño Jesús, al nacer, fue acostado en un pesebre (Lc 2, 7. 12. 16). Podemos suponer que la mitad de este pesebre estaba horadado en la roca y la otra mitad era de fábrica. -> infancia; Belén.

E. M. N.

FERNANDEZ RAMOS, Felipe (Dir.), Diccionario de Jesús de Nazaret, Editorial Monte Carmelo, Burbos, 2001

Fuente: Diccionario de Jesús de Nazaret

Cuando Jesús nació, lo pusieron en un pesebre, en el que lo vieron los pastores que recibieron el anuncio angélico de su nacimiento. (Lu 2:7, 12, 16.) La palabra griega que aquí­ se traduce por †œpesebre† es fát·ne, que significa †œcomedero† (compárese con Lu 13:15), y puede aplicar también a una cuadra o a un establo. El término hebreo ´e·vús suele significar †œpesebre†, y en la Septuaginta griega se tradujo con la palabra fát·ne, igual que otros tres términos hebreos que en español se han vertido †œpesebres† (2Cr 32:28), †œcercados† (Hab 3:17) y †œforraje† (Job 6:5).
Los arqueólogos han hallado en Palestina grandes bloques de piedra caliza ahuecados en forma de pilón de unos 90 cm. de largo, 50 cm. de ancho y 60 cm. de profundidad, y que según se cree serví­an de pesebres. También es posible que, al igual que en tiempos más recientes, los pesebres se labrasen en los mismos muros de roca de las cuevas que se usaban para cobijar a los animales.

Fuente: Diccionario de la Biblia

fatne (favtnh, 5336), comedero (Luk 2:7, 12, 16), denota asimismo un establo (13.15).¶ De la misma manera en la LXX, donde esta palabra no denota meramente el comedero o pesebre sino, por metonimia, el compartimento en el establo que contení­a el pesebre o comedero (Pro 14:4).

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento

Comedero para animales en un establo o caballeriza, traducido así en Job 39.9 e Is. 1.3 en °vrv2 y “granero” en Pr. 14.4. El gr. fatnē tiene un sentido ampliado de “establo” (Lc. 13.15), y se usa en la LXX para traducir diversos vocablos heb.: ˒urwâ, ‘establo’ (2 Cr. 32.28), refeṯ, ‘corral’ (Hab. 3.17), ˒ēḇûs (Job 39.9; Pr. 14.4; Is. 23). En el NT aparece en Lc. 2.7, 12, 16; 13.15.

Los pesebres se conocen en otras tierras además de Palestina. En Palestina el establo o caballeriza estaba vinculado con la casa del dueño y contaba con un pesebre. Los establos de *Meguido, que ahora se fechan en la dinastía de Omri, tenían comederos hechos en bloques de piedra caliza ahuecados. La tradición cristiana sostiene que Jesús nació en una cueva en las proximidades de Belén. En ese caso el pesebre puede haber sido un hueco en las paredes rocosas de la misma.

J.A.T.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico

Basílica Santa María la Mayor San Francisco de Asís, por Claudio Coello Santo Bambino(En griego: phatne; en latí: prasepe, praesepium)

La cuna o el pesebre en el que el Salvador Niño fue recostado después de su nacimiento corresponde propiamente a esa parte del establo o khan (mesón estilo turco) donde se coloca el alimento para las bestias domésticas, quizás fabricado con el mismo material con el que se construye el pesebre mismo. Una muy antigua tradición afirma que en el establo estaban un buey y un asno al momento del nacimiento de Cristo. La tradición hace alusión a Isaías (1, 3): “Conoce el buey a su dueño, y el asno el pesebre de su amo”. Y quizás también esté fundamentada en las palabras del profeta Habacuc (3, 2) que, en la versión de los LXX, se lee de la siguiente manera: “En medio de dos animales serás conocido”, en vez de “en medio de los años”, etc., como correctamente tradujo San Jerónimo del hebreo. Sea como sea, en el presente artículo hablaremos del pesebre en tres apartados: (I) La Basílica y la Gruta de la Natividad en Belén, (II) las reliquias de la cuna preservadas en Santa María la Mayor, en Roma, y (III) la devoción a la cuna.

Belén

Belén está situado sobre dos colinas, a 2361 metros sobre el nivel del mar. La colina occidental es el Belén de la Escritura; sobre la oriental está la Basílica de la Natividad que se levantó sobre la gruta. Podemos imaginar que María y san José, no habiendo “lugar para ellos en la posada”, dejaron el poblado y fueron a dar a una cueva o establo sobre la colina oriental, que servía como refugio para los pastores y sus rebaños contra la inclemencia del clima. No nos referiremos aquí a las controversias acerca de la historicidad de la narración que hace san Lucas del nacimiento del Salvador, o del verdadero lugar de la gruta de la Natividad. Basta decir que no parece haber razón suficiente para abandonar la muy antigua e ininterrumpida tradición que atestigua la autenticidad del sitio en el que hoy se venera el pesebre. San Justino, quien murió mártir en 165, dice que “Habiendo buscado infructuosamente albergue en el poblado, José buscó refugio en una cueva vecina a Belén” (Dial. c. Tryph., 70). Casi medio siglo después, Orígenes escribe: “Si alguien desease satisfacer su curiosidad sin recurrir a la profecía de Miqueas o a la historia de Cristo, según fue escrita por sus discípulos, acerca de que Jesús nació en Belén, sepa que, según el Evangelio, en Belén está la gruta donde Él vio la luz por vez primera” (C. Cels. I, 51). Al principio, santa Helena construyó una capilla en la gruta, y la adornó con mármoles costosos y otros adornos valiosos. La primera basílica erigida sobre la cripta se debe probablemente a la devoción y munificencia de su hijo, Constantino, del que san Eusebio dice que “El Emperador mismo, eclipsando aún la magnificencia del diseño de su madre, adornó el mismo sitio con un estilo auténticamente real” (Vita Const., III, 43). Tanto la gruta propiamente dicha como la basílica han sufrido numerosas modificaciones y restauraciones, reclamadas al paso de los siglos por los destrozos de las guerras e invasiones. En la actualidad, poco queda de los espléndidos mosaicos y pinturas descritos detalladamente por Cuerésimo y otros escritores. El acceso a la cripta de la Natividad desde el templo superior se realiza a través de una doble escalinata que baja del lado norte del coro de la basílica hacia la gruta, en la parte inferior, y que converge en el lugar donde, según la tradición, nació el Salvador. El punto exacto está indicado por una estrella labrada en piedra, alrededor de la cual están escritas estas palabras: HIC DE VIRGINE MARIA JESUS CHRISTUS NATUS EST. A poca distancia hacia el suroeste está el pesebre donde Cristo fue acostado y donde, según atestigua la tradición, Él fue adorado por los magos. En 1873 el pesebre fue vandalizado por los griegos y todo lo que había de valor, incluyendo dos pinturas, de Murillo y Maello respectivamente, fue robado. Hasta el momento, no se han restituido las obras robadas.

Santa María la Mayor

Las reliquias de la cuna preservadas en Santa María la Mayor, en Roma, fueron llevadas ahí desde Tierra Santa durante el pontificado del Papa Teodoro (640-649), quien era nativo de Palestina y quien estaba, por lo mismo, consciente de los peligros de vandalismo y robo a los que las reliquias estaban expuestas a manos de los musulmanes y otros forajidos. Sabemos que la basílica erigida por Liberio sobre el Esquilino recibió primero el nombre de Sancta María ad Praesepe, bajo el Papa Teodoro. Fue durante el pontificado de Adrián I que se edificó el primer altar en la basílica, y con el correr de los años el sitio donde se guardan las reliquias se convirtió en objeto de las visitas de los fieles devotos de todas partes del mundo. En la actualidad, los restos de la cuna que se conservan en Santa María la Mayor consisten de cinco pedazos de madera, de los cuales, como resultado de las investigaciones dirigidas por el Padre Lais, subdirector del Observatorio del Vaticano durante la restauración de 1893, se determinó que fueron tomados de un árbol de sicómoro que tiene algunas variedades en la Tierra Santa. Dos de los pedazos, que, al igual que los otros tres, deben haber sido más grandes de lo que son actualmente, estaban levantados en forma de X, y sobre ellos descansaban los otros tres, apoyados por un sexto trozo, actualmente desaparecido, y que estaba colocado sobre la base del ángulo superior de la X. Podemos deducir que estos trozos de madera eran originalmente simples soportes del pesebre mismo, hecho probablemente de la cantera blanda en la que estaba cavada la cueva. El rico relicario, adornado con bajo relieves y estatuillas, que contiene las reliquias de la cuna en la actualidad, fue donado por la Duquesa de Villa Hermosa en 1839. Pío IV (1559- 1565) restauró el gran altar sobre el que son solemnemente expuestas anualmente las reliquias para la veneración de los fieles en la víspera de Navidad.

Origen de la devoción a la cuna

La devoción a la cuna es indudablemente de origen muy antiguo, pero fue san Francisco de Asís quien la popularizó y le dio la forma tangible en la que es conocida hoy día. Cuando san Francisco visitó Roma en 1223, le informó al Papa Honorio III acerca de sus planes de hacer una representación escénica del lugar de la Natividad. El Papa escuchó contento los detalles del proyecto y lo aprobó. Habiendo salido de Roma, san Francisco llegó a Greccio la víspera de la Navidad, y fue entonces que, con ayuda de su amigo Giovanni Velita, construyó una cuna y agrupó a su alrededor las imágenes de María, José, el asno, el buey y los pastores que adoraron al Salvador recién nacido. Luego actuó como diácono en la Misa de Nochebuena. Cuenta la leyenda que, habiendo cantado las palabras “y lo acostaron en un pesebre”, él se arrodilló para meditar brevemente en el sublime misterio de la Encarnación y en ese instante apareció en sus brazos un bebé, rodeado de brillante resplandor. En la basílica de san Francisco, en Asís, se puede ver una pintura del Giotto que representa a san Francisco celebrando la Navidad en Greccio. A partir de entonces se extendió en todo el mundo cristiano la devoción al pesebre. Cada año, desde la víspera de Navidad hasta la octava de la Epifanía, en las iglesias católicas se coloca una cuna que representa el sitio del nacimiento de Cristo, con objeto de recordar a los fieles el misterio de la Encarnación y de traer a la memoria los eventos históricos relacionados con el nacimiento del Redentor, según constan en la Tradición y en los Evangelios. El viejo templo franciscano de Ara Coeli posee quizás uno de los más grandes y hermosos pesebres del mundo. Es en él donde se expone cada año el famoso Bambino di Ara Coeli, desde la víspera de Navidad hasta la festividad de la Epifanía. El Santo Bambino es una figura, elaborada en madera, que representa al Salvador recién nacido. Se dice que dicha figura viajó desde Tierra Santa, y a lo largo de los siglos ha sido adornada con joyas de inmenso valor. El Ministro General de los Frailes Menores lo lleva en procesión anualmente en la fiesta de la Epifanía y con él bendice solemnemente la ciudad desde lo más alto de la elevada escalinata que conduce a la entrada de Ara Coeli.

MEISTERMANN, A New Guide to the Holy Land, tr. (Londres, 1907), 221-234; CHANDLERY, Pilgrim Walks in Rome (New York y Londres, 1903), 107-108; LESETRE en Dictionnaire de la Bible (Paris, 1899), XII, s. v. Creche; Analecta Juris Pontificii, January, 1895, II, 74, 75; MISLIN, Die Heiligen Orte (Viena, 1860) II, 655 ss.; IANCHINI, De Translatione Sacrarum Cunabularum ac Praesepii Domini.

STEPHEN M. DONOVAN
Transcrito por Herman F. Holbrook
Et incarnatus est de Spiritu Sancto ex Maria Virgine et homo factus est.
Traducido por Javier Algara Cossío

Selección de imágenes: José Gálvez Krüger

Fuente: Enciclopedia Católica