RIO

v. Arroyo, Torrente
Gen 2:10 salía de Edén un r para regar el huerto
Exo 7:18 hederá el r, y los egipcios tendrán asco
Jos 24:2 padres habitaron al otro lado del r
Job 28:11 detuvo los r en su nacimiento, e hizo
Job 40:23 he aquí, sale de madre el r, pero él no
Psa 46:4 del r sus corrientes alegran la ciudad de
Psa 65:9 el r de Dios, lleno de aguas, preparas
Psa 66:6 por el r pasaron a pie; allí en él nos
Psa 93:3 los r alzaron su sonido; alzaron los r
Psa 107:33 él convierte los r en desierto, y los
Psa 119:136 r de agua descendieron de mis ojos
Isa 19:5 del mar faltarán, y el r se agotará y secará
Isa 41:18 en las alturas abriré r, y fuentes en
Isa 43:2 cuando pases .. por los r, no te anegarán
Isa 44:3 yo derramaré .. r sobre la tierra árida
Isa 48:18 fuera entonces tu paz como un r, y tu
Isa 66:12 yo extiendo sobre ella paz como un r
Dan 7:10 un r de fuego .. salía de delante de él
Dan 10:4 estaba yo a la orilla del gran r Hidekel
Mat 7:25 y vinieron r, y soplaron vientos .. casa
Luk 6:48 el r dio con ímpetu contra aquella casa
Act 16:13 fuera de la puerta, junto al r
Rev 12:15 la serpiente arrojó .. agua como un r
Rev 16:4 tercer ángel derramó su copa sobre los r
Rev 22:1 después me mostró un r limpio de agua


corriente de agua que fluye por un lecho, desde un lugar elevado a otro más bajo.

Para la habitabilidad son importantí­simos los rí­os. Un rí­o seco era una gran desgracia, Is 19, 5. Por esta razón, los r. se nombran a menudo en relación con lo sagrado. Dios tiende la paz sobre Jerusalén como un rí­o, Is 66, 12; la sabidurí­a del Libro de la Alianza es comparada con los caudalosos rí­os Pisón y Tigris, Si 24, 25; Ez 47, 1-12; Ap 22, 1. Del r. de Edén partí­an los rí­os Pisón, Guijón, Tigris y Eufrates, Gn 2, 10-14; en la Biblia se mencionan también, entre otros, el r. Jordán, el Nilo, el Abana y el Parpar.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

De la docena o más palabras traducidas rí­o en la Biblia, solamente se necesitan mencionar a tres.
1. Nahar (gr., potamos) se usa para los rí­os más grandes conocidos por los israelitas: el Tigris y el Eufrates (Gen 2:14), el Abana y el Farfar (2Ki 5:12), el Jordán (Mar 1:5) y los rí­os de Etiopí­a (Zep 3:10). El Rí­o o el gran Rí­o usualmente se refiere al Eufrates (Gen 15:18; Gen 31:21).
2. Nahal por lo general significa un torrente invernal, cuyo cauce está seco en el verano, pero puede referirse a una corriente perenne como el Jaboc (Deu 2:37).
3. Ye†™or, una corriente, usualmente se refiere al Nilo y sus desembocaduras (Gen 41:1; 2Ki 19:24). Alguna vez denota al Tigris (Dan 12:5-7).

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

La Biblia menciona varios rí­os: – Rí­o Jordán, ver “Jordán”.

– Nilo: El principal de Egipto y de toda ífrica, de 6.500 Klms.; las crecidas anuales depositan sedimentos que hacen del norte de Egipto una de las regiones mas fértiles del mundo.

– El nino Moisés encontrado en el Nilo en una canasta, Ex.2.

– Primera Plaga de Egipto: El agua del Nilo en sangre, Exo 7:20 : – Los papiros crecen en sus riveras, ver “Papiros”.

Tigris, Eufrates, Rí­os del Edén: Ge.2.

10,14, Jer 13:1 : El Eúfrates es el más largo, 2.800 Kms., en Mesopotamia, actual Irán, desemboca en el golfo Pérsico; llamado “el rí­o” o “rí­o grande”, Isa 8:7, Deu 1:7. Lí­mite de los territorios de David y Salomón, 2 52Cr 8:3-8, 1Re 4:21, 1Cr 18:3, 2Cr 9:26.

Rí­os en forma figurada: Significando abundancia de bienes o gracia del Espí­ritu, o de males, Ez.47, Jua 7:37-38, Ap.22, Isa 32:2, Isa 43:2, Job 20:17.

Diccionario Bí­blico Cristiano
Dr. J. Dominguez

http://biblia.com/diccionario/

Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano

El término hebreo nahar serví­a para designar a una corriente de agua, un r. Se usa unas 120 veces en el AT, comenzando por los rí­os que regaban el huerto del Edén en Gen 2:10-14). El r. Nilo es llamado yeor la mayorí­a de las veces, que es una palabra egipcia que lo señala. Un cauce seco que se llena de aguas en la temporada lluviosa es lo que hoy se llama un †œwadi†. Al éufrates se le denomina simplemente †œel r.† (Esd 4:10; Esd 7:25), o nahar perat (el r. hermoso), de donde vino su nombre griego (éufrates= hermoso Parat). Son llamados r. corrientes como el Abana, el Farfar y otras (2Re 5:12). ífrica es tierra de grandes rí­os (†œ… la tierra que hace sombra con las alas, que está tras los r. de Etiopí­a† [Isa 18:1]). Es interesante notar que en el AT nunca se alude al †œr. Jordán†, sino simplemente †œel Jordán†.

Una corriente de agua que corre mansa es sí­mbolo de paz (†œ… paz como un rí­o† [Isa 66:12]). Pero cuando las aguas bajan turbulentas pueden causar mucha destrucción (†œ… como í­mpetu de recias aguas que inundan, con fuerza derriba a tierra† [Isa 28:2]).
el NT se utiliza la palabra griega potamos. Así­, se habla del †œpotamos Jordán† (Mat 3:6; Mar 1:5). El Señor Jesús dijo: †œEl que cree en mí­, como dice la Escritura, de su interior correrán r. de agua viva† (Jua 7:38). En la visión de Juan aparece †œun rí­o limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salí­a del trono de Dios y del Cordero† (Apo 22:1). †¢éufrates. †¢Nilo.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, RIOS TIPO

fot, dib00229, fot00026, fot00027, fot00028, fot00176, fot00231, fot00268, fot00235

ver, ABANA, EUFRATES, FARFAR, JORDíN, NILO, TORRENTE

vet, De los diversos términos heb. que se corresponden con rí­o, hay tres que requieren una especial atención: (A) “Nãhãr”, curso de agua; gr. “potamos”: designa los rí­os conocidos por los hebreos en la antigüedad, como: el Tigris, el Eufrates (Gn. 2:14; Ap. 9:14), el Abana, el Farfar (2 R. 5:12), el Jordán (Mr. 1:5), y los afluentes del Nilo Superior (Sof. 3:10). Las expresiones “el rí­o” o “el gran rí­o” son por lo general sinónimos del Eufrates (Gn. 15:18; 31:21). (Véanse ABANA, EUFRATES, FARFAR, JORDíN, NILO.) (B) “Nahal” designa, en ocasiones, un curso de agua que corre todo el año, como el Jaboc (Dt. 2:37), pero por lo general significa un torrente invernal, un wadi, cuyo lecho está seco durante el verano. (Véase TORRENTE.) (C) “Y’or”, rí­o, que se emplea casi exclusivamente del Nilo y de los brazos de su delta. El término heb. tiene casi la misma resonancia que el nombre egipcio de este curso de agua (Gn. 41:1; 2 R. 19:24; Ez. 29:3). Este término sólo designa al Tigris en Dn. 12:5-7; cfr. 10:4. En sentido figurado, Dios dará a Su pueblo que beba “del torrente de sus delicias” (Sal. 36:8). Al creyente en medio de las pruebas El le promete que: “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los rí­os, no te anegarán” (Is. 43:2). Puede ser sí­mbolo de ira en juicio, como el “rí­o de fuego” (Dn. 7:10), o de bendición y vida (Ez. 47; Ap 22:1, 2). “Del rí­o sus corrientes alegran la ciudad de Dios, el santuario de las moradas del Altí­simo” (Sal. 46:4). Y este rí­o jamás se secará.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

El término hebreo na·hár hace referencia a un rí­o, es decir, una corriente permanente de agua que fluye por un cauce natural, a diferencia del uadi, o valle torrencial (heb. ná·jal), que suele estar seco y solo ocasionalmente lleva una corriente impetuosa de aguas. Algunos de los rí­os principales que se mencionan en la Biblia son el Hidequel (Tigris), el Eufrates, el Jordán, el Abaná y el Farpar. (Gé 2:14; 2Re 5:10, 12.) Aunque el Nilo no se menciona por ese nombre en los idiomas originales, se hace referencia a él con el término ye´ór (a veces ye´óhr), término que al parecer también significa una corriente o canal (Isa 33:21), o un pozo o galerí­a lleno de agua. (Job 28:10.) El contexto pone de manifiesto cuándo las palabras ye´ór o ye´óhr designan al Nilo, y por esa razón el nombre Nilo aparece en las traducciones de la Biblia. (Gé 41:17, 18.)
Es posible que el †œrí­o de Egipto† (Gé 15:18) sea lo mismo que el †œvalle torrencial de Egipto†. (Nú 34:5; véase SIHOR.)
A menudo al Eufrates se le llama simplemente †œel Rí­o†. (Jos 24:2, 3; Esd 8:36; Isa 7:20; 27:12; Miq 7:12.) Como es el rí­o más largo y más importante del SO. asiático, para los hebreos era el †œgran rí­o†. (Gé 15:18.) Por lo tanto, el que se le llamase †œel Rí­o† no resultaba ambiguo.
Con la ayuda de Jehová, el rey David pudo extender los lí­mites de la Tierra Prometida hasta el Eufrates. (1Cr 18:3-8.) Concerniente a su hijo Salomón, se declaró: †œY tendrá súbditos de mar a mar y desde el Rí­o [Eufrates] hasta los cabos de la tierra†. (Sl 72:8.) En la profecí­a de Zacarí­as se repiten esas palabras y señalan a la gobernación del Mesí­as por toda la Tierra. (Zac 9:9, 10; compárese con Da 2:44; Mt 21:4, 5.)
El primer rí­o que se menciona en la Biblia al parecer nací­a en Edén y regaba el jardí­n que Jehová dio como hogar a Adán y Eva. Se dividí­a en cuatro cabeceras, que, a su vez, se convertí­an en rí­os: el Pisón, el Guihón, el Hidequel y el Eufrates. Las regiones (Havilá, Cus y Asiria) a las que se hace referencia con relación a esos cuatro rí­os existieron en el perí­odo postdiluviano. (Gé 2:10-14.) Por consiguiente, parece que Moisés, el escritor del relato, empleó expresiones comunes en su dí­a para indicar la situación del jardí­n de Edén. Por esta razón no puede determinarse con certeza si lo que se dice acerca de los cursos del Pisón, el Guihón y el Hidequel aplica al perí­odo postdiluviano o al antediluviano. Si la descripción tiene que ver con la era antediluviana, el Diluvio mismo bien pudo haber contribuido a cambiar los cursos de esos rí­os; y si se refiere al perí­odo postdiluviano, puede que otros fenómenos naturales, como terremotos, hayan alterado sus cursos desde entonces, lo que ha dificultado la identificación de algunos de ellos.

Uso figurado. Los rí­os serví­an de barrera contra el avance de las fuerzas enemigas y desempeñaban un papel vital en la defensa de ciertas ciudades, como, por ejemplo, Babilonia. Jerusalén, sin embargo, no tení­a ningún rí­o como medio natural de defensa. No obstante, Jehová Dios era como la fuente de un poderoso rí­o de protección para esa ciudad. Fracasarí­an los enemigos que fuesen contra Jerusalén como si se tratasen de una flota de galeras hostil. (Isa 33:21, 22; véase GALERA.)
El desbordamiento desastroso de un rí­o se emplea para representar la invasión de fuerzas enemigas. (Isa 8:7.)
El agua es necesaria para la vida, y se dice que Jehová es la fuente de agua viva. (Jer 2:13.) Pero los israelitas apóstatas dirigieron su atención a Egipto y Asiria, por lo que Jehová dijo por medio de su profeta Jeremí­as: †œ¿Qué debe importarte el camino de Egipto para que bebas las aguas de Sihor? Y ¿qué debe importarte el camino de Asiria para que bebas las aguas del Rí­o? […] Sabe, pues, y ve que el que dejes a Jehová tu Dios es cosa mala y amarga†. (Jer 2:18, 19.) De igual manera, en Revelación 8:10 y 16:4 se alude por lo visto a aguas de fuentes humanas consideradas vitales para la existencia.
En lo que respecta al †œrí­o de agua de vida† (Rev 22:1), véase VIDA (El rí­o de agua de vida).

Fuente: Diccionario de la Biblia

A. Nombres najal (lj’n” , 5158), “wadi; torrente; rí­o; pozo”. La misma raí­z se encuentra en acádico, hebreo posbí­blico y sirí­aco. En arábigo, los mismos radicales quieren decir “palmera”. Najal aparece 139 veces en todos los perí­odos del hebreo bí­blico. El nombre se refiere al cauce de un rí­o seco por el que corren aguas durante la estación de lluvias: “Isaac se fue de allí­, asentó sus tiendas junto al arroyo de Gerar y habitó allí­” (Gen 26:17 rva: primer caso bí­blico). El término puede entonces indicar el “wadi” cuando se transforma en un torrente de agua. Por cierto, parece indicar también las propias aguas: “Los tomó, pues, e hizo pasar el arroyo [“rí­o” rva] a ellos y a todo lo que tení­a” (Gen 32:23). A veces najal se refiere a un “rí­o” o a un arroyo permanente: “De todos los animales acuáticos podréis comer estos: todos los que tienen aletas y escamas, tanto de las aguas del mar como de los rí­os” (Lev 11:9 rva). En fin, najal quiere decir “pozo” de mina (solo una vez en las Escituras): “Abren minas lejos de lo habitado [“galerí­as inaccesibles” nbe], en lugares olvidados, donde el pie no pasa” (Job 28:4). El Pentateuco, coherentemente, distingue entre corrientes de agua fuera de Egipto (los llama najal, 13 veces, y nahar, 13 veces) y las corrientes dentro de Egipto (las llama yeFuente: Diccionario Vine Antiguo Testamento

A. NOMBRE potamos (potamov”, 4215), denota: (a) una corriente de aguas (Luk 6:48,49); (b) una inundación (Mat 7:25,27); (c) un rí­o, natural (Mat 3:6; VM: “el rí­o Jordán”; Mc 1.5; Act 16:13; 2Co 11:26; Rev 8:10; 9.14; 16.4,12); simbólico (Rev 12:15a; 16; 22.1,2, cf. Gen 2:10; Eze_47); en sentido figurado (Joh 7:38), los efectos de la operación del Espí­ritu Santo en y a través del creyente.¶ B. Adjetivo potamoforetos (potamofovrhto”, 4216), significa arrastrado por una corriente o rí­o (A, y fero, llevar) (Rev 12:15 “arrastrada por el rí­o”, RVR; RV: “que fuese arrebatada del rí­o”).¶

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento

En heb. existe un buen número de palabras que a menudo se traducen “río”, aunque no siempre se trata de una traducción correcta del término original.

La voz heb. naḥal es común, y significa uadi o valle torrentoso; en verano es una cañada o lecho de río seco, pero se convierte en caudaloso torrente en la estación de las lluvias. El Jaboc era un uadi de esa naturaleza (Dt. 2.37), como lo fueron todos los arroyos mencionados en los relatos sobre Elías. Como esos lechos de río podían súbitamente convertirse en fuertes torrentes, a menudo simbolizaron el orgullo de las naciones (Is. 66.12), la fuerza del invasor (Jer. 47.2), y el poder del enemigo (Sal. 124.4). Lo que Ezequiel vio salir del templo en su visión (Ez. 47.5–12) era un naḥal.

El segundo término, nāhār, es la palabra regular para “no” en hebreo. Se la emplea para determinados ríos: p. ej. los ríos de Edén (Gn. 2.10, 13–14); el Éufrates (Dt. 1.7), y los ríos de Etiopía (Is. 18.1), Damasco (2 R. 5.12), etc. En Ex. 7.19; Sal. 137.1 es prácticamente seguro que debería traducirse “canales”. Las aguas que manaron de la roca que golpeó Moisés formaron un nāhār (Sal. 105.41).

El término que se emplea con más frecuencia para el Nilo es ye˒ôr. Este término también existe en copto, y es probable que haya sido tomado del egp. (BDB): véase, p. ej., Gn. 41.1; Ex. 1.22. Jeremías lo usa (46.7s) como símil de una invasión egipcia.

Otras voces heb. para “río” son peleḡ, canales de irrigación (Sal. 1.3; 65.9); ˒āfı̂q, canal o lecho de río (Sal. 42.1; Is. 8.7); y yûḇāl o ˒ûḇāl, arroyo o curso de agua (Is. 30.25; Dn. 8.2–3, 6). En el NT la palabra para “río” es potamos. Se la aplica al Éufrates (Ap. 16.12) y al Jordán (Mr. 1.5); al río que sale del trono de Dios (Ap. 22.1s); y al Espíritu Santo bajo la figura de aguas vivas (Jn. 7.38s).

J.G.S.S.T.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico