SEPARACION

Exo 9:4 hará s entre los ganados de Israel y los
Exo 26:33 aquel velo os hará s entre el lugar santo


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Término jurí­dico que, además de su significado literal de distanciamiento, alude a una situación social y legal de limitación en las relaciones.

Se dice separación de un oficio o ministerio cuando se impone como pena a una falta o se acepta como autorización ante una dificultad de cumplimiento.

Se habla de régimen de separación de bienes, cuando se contrae el matrimonio con pactos o acuerdos de independencia en las posesiones individuales que se aportan a la comunidad de vida o que se puedan adquirir posteriormente.

Se dice “separación de mesa y lecho” cuando se autoriza por la autoridad religiosa competente a romper la comunidad de vida y a interrumpir el “débito”, mediante proceso con sentencia o por mutuo acuerdo, ante la imposibilidad de continuar la convivencia. Esta separación no es “divorcio” o anulación matrimonial, que la Iglesia no puede conceder en el matrimonio rato y consumado, sino suspensión de una de las obligaciones consecuentes al ví­nculo, que es la cohabitación y la convivencia, si es que hay razones sólidas para llegar a esa situación.

La Iglesia tiene normas al respecto, al entender que el matrimonio entre cristianos no es sólo un hecho social o un contrato civil, sino una realidad religiosa en la cual tiene algo que decir la autoridad religiosa. (C.D.C. cc. 1151-1156)

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa

La Escritura, a pesar de su afirmación fundamental de la unidad de la raza humana, deja espacio para una distinción legítima y necesaria entre el pueblo de Dios y los que no lo son. Ellas también deploran la división entre los santos que está basada en falsas ideas por presumir de superioridad o mayor santidad.

Los antecedentes pueden clasificarse de este modo: (1) Israel, por elección de Dios, fue separado del resto (Lv. 20:24; 1 R. 8:53). La ley de lo limpio y lo inmundo era un constante recordatorio de esto (Lv. 20:25). En la restauración, los extranjeros fueron excluidos de la congregación y se disolvieron los matrimonios mixtos a fin de salvaguardar el carácter distintivo de Israel (Esd. 10:11: Neh. 13:3). (2) Los levitas fueron separados del resto de Israel para el servicio del tabernáculo (Nm. 8:14; 16:9). (3) Un individuo en Israel podía tomar un voto nazareo, con lo cual se separaba para el Señor, y se separaba del producto de la vid, de cortarse el cabello y del contacto con los cuerpos muertos (Nm. 6:1–8). (4) Los pecados del pueblo de Dios tienen el efecto de interrumpir la comunión entre ellos y Jehová (Is. 59:2). (5) Se advierte a los creyentes en contra de los matrimonios mixtos y de otras relaciones íntimas que pueden anular su devoción hacia Cristo (2 Co. 6:16–17). (6) Ciertos creyentes son apartados por la voluntad de Dios para un servicio y testimonio particular (Hch. 13:2; Ro. 1:1; Gá. 1:15). (7) En la iglesia apostólica, algunos falsos maestros produjeron división insinuando que ellos y el grupo que estaba bajo su influencia representaban un tipo elevado de cristianos y no el tipo ordinario (Jud. 19). (8) El mundo se separa de los seguidores de Cristo, ya que les molesta la vida santa y el ejemplo de los creyentes (Lc. 6:22). (9) Hay una separación que se efectuará en el juicio final, cuando los justos sean apartados de los impíos (Mt. 25:32). (10) No hay persona y poder que pueda separar a los santos del amor de Dios que es Cristo Jesús Señor nuestro (Ro. 8:35, 39).

Everett F. Harrison

Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006). Diccionario de Teología (570). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.

Fuente: Diccionario de Teología