TORRE

v. Castillo, Fortaleza
Gen 11:4 edifiquémonos una ciudad y una t
Jdg 8:9 cuando yo vuelva en paz, derribaré esta t
Jdg 9:46 todos los que estaban en la t de Siquem
Psa 61:3 porque tú has sido mi refugio, y t fuerte
Pro 18:10 t fuerte es el nombre de Jehová; a él
Isa 5:2 había edificado en medio de ella una t
Isa 32:14 las t y fortalezas se volverán cuevas
Mic 4:8 tú, oh t del rebaño, fortaleza de la hija de
Mat 21:33; Mar 12:1 edificó una t, y la arrendó
Luk 13:4 sobre los cuales cayó la t en Siloé, y los
Luk 14:28 ¿quién de .. queriendo edificar una t


Torre (heb. generalmente migdâl; gr. púrgos). 1172 Edificio generalmente mucho más alto que ancho. En la antigüedad no se construí­an torres con propósitos ornamentales, como ocurre con los templos y edificios modernos, ni por el placer de contemplar el paisaje desde un lugar privilegiado; la mayorí­a eran puestos de vigilancia, y tení­an propósitos defensivos, ya sea que se tratara de ciudades fortificadas (2Ch 14:7), o para proteger las viñas de las incursiones de los intrusos (Isa 5:2; Mat 21:33: fig 515), o a los pastores y las rutas de las caravanas de los merodeadores del desierto (2Ch 26:10). Todaví­a se pueden ver las ruinas de muchas torres nabateas en los lí­mites del desierto de Transjordania. Por lo común formaban parte de las fortificaciones de toda ciudad antigua, y flanqueaban sus puertas (v 9). Se las construí­a, además, a intervalos regulares en la estructura de los muros (Neh 3:1; fig 357). Serví­an de miradores para los vigí­as (2Ki 9:17), como sitios privilegiados para lanzar proyectiles a los enemigos atacantes (2Ch 26:15), y como lugares de refugio para los habitantes de la ciudad cuando parte del muro defensivo que la circundaba habí­a sido destruido por los enemigos (Jdg 9:51, 52). Los sobrerrelieves trabajados en piedra de la época de Senaquerib describen el asedio y la caí­da de Laquis, y nos muestran a los defensores en las torres de su ciudad lanzando piedras y antorchas encendidas contra los atacantes asirios y disparándoles flechas (fig 308). En este Diccionario se mencionan las siguientes torres (véase bajo cada nombre las explicaciones correspondientes; agréguese “Torre de/del/de las/de los”): Babel, David, Hamea, Hananeel, Jezreel, Lîbano, Peniel, Siloé y Siquem. A continuación de esta entrada: Hornos. 515. Torre de vigilancia cerca de Taibeh, en la colina del poblado de Efraí­n.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

Estructura elevada usada con propósitos de protección o ataque; para defender el muro de una ciudad, particularmente junto a una puerta o una esquina de la pared (2Ch 14:7; 2Ch 26:9); para proteger rebaños y ganados, y salvaguardar los caminos (2Ki 17:9; 2Ch 26:10; 2Ch 27:4); para observar y atacar una ciudad (Isa 23:10); para proteger una viña (Mat 21:33).

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Dios es torre de su pueblo, Sal 61:3 : La torre se usaba tanto para la defensa como para el ataque.

– De Babel, Ge.11.

– De Panuel, Jer 8:17.

– De David, Can 4:4.

– De Siloé, Luc 13:4.

– Las de Jerusalén, Sal 48:12.

Diccionario Bí­blico Cristiano
Dr. J. Dominguez

http://biblia.com/diccionario/

Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano

Edificación alta, hecha con materiales fuertes, regularmente de piedra. Las t. se hací­an con el propósito de que sirvieran de plataforma para los atalayas (2Re 9:17), a fin de poder detectar al enemigo cuando todaví­a estaba lejos. Las murallas eran construidas con t. a ciertos espacios unas de otras (2Cr 14:7; 2Cr 26:9; Neh 3:1, Neh 3:11, Neh 3:25, etcétera). Desde ellas, además, se tení­a la ventaja de poder lanzar proyectiles contra los atacantes con mayor comodidad. La sólida construcción de las t. serví­a de refugio para la población de los alrededores, que iba allí­ en caso de ataque, por lo cual el poseer una t. era motivo de orgullo para una comunidad. Gedeón destruyó una t. que habí­a en †¢Peniel (Jue 8:9, Jue 8:17). En Siquem habí­a otra, en la cual se refugiaron los de esa ciudad en su conflicto con †¢Abimelec, pero éste le prendió fuego (Jue 9:46-49). Pero en el caso de †¢Tebes, ciudad que tení­a una t. en medio, Abimelec encontró la muerte porque †œuna mujer dejó caer un pedazo de una rueda de molino sobre su cabeza† (Jue 9:51-54). En los puestos fronterizos avanzados o en lugares clave, se construí­an t. para poner una guarnición con fines defensivos (2Cr 26:10). Cuando se poní­a sitio a una ciudad los atacantes construí­an t. para poder competir con los muros y t. de los atacados (Eze 21:22).

También en las propiedades agrí­colas, especialmente viñedos, se construí­a una t. para vigilancia, que serví­a también como almacén y refugio de los trabajadores en tiempos de cosecha. Así­, el Señor Jesús habló en una parábola de un hombre que †œplantó una viña … [y] edificó una t.† (Mat 21:33). Además, el que quiera †œedificar una t…. se sienta primero y calcula los gastos† (Luc 14:28). Para el creyente Dios es un †œrefugio y t. fuerte delante del enemigo† (Sal 61:3). †¢Siloé.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

(a) El guardián de las viñas tení­a sólo una cabaña (Is. 1:8), pero el propietario consideraba con frecuencia que era necesario edificar una torre para defender su posesión contra los merodeadores (Is. 5:2; Mt. 21:33; Mr. 12:1). Habí­a torres que llegaban a ser verdaderas fortalezas, para la protección de los pastores en los confines de los desiertos (2 R. 17:9; 2 Cr. 26:10). Las fortificaciones de las ciudades las incluí­an (2 Cr. 14:6; Neh. 3:1), flanqueando las puertas de la ciudad (2 Cr. 26:9). En ellas se situaban centinelas, máquinas de guerra (2 R. 9:17; 2 Cr. 26:15) y, al acercarse el enemigo, los pobladores se refugiaban en las torres (Jue. 9:51, 52; Sal. 61:3, 4), desde donde podí­an lanzar proyectiles con facilidad. (b) TORRE ANTONIA. (Véase ANTONIA.) (c) TORRE DE BABEL. (Véase BABEL.)

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

Edificio fuerte, más alto que ancho, y normalmente más elevado que sus alrededores. La historia de la edificación de torres se remonta a poco después del Diluvio, cuando los hombres de las llanuras de Sinar dijeron: †œÂ¡Vamos! Edifiquémonos una ciudad y también una torre con su cúspide en los cielos†. (Gé 11:2-4.) Se cree que el estilo arquitectónico de esta torre era como el de los zigurats religiosos de lí­neas piramidales que se han descubierto en esa parte de la Tierra. (Véanse ARQUEOLOGíA [Babilonia]; BABEL.)
En los viñedos se levantaban torres sencillas para los vigí­as que guardaban las viñas de las incursiones de ladrones y animales. (Isa 5:1, 2; Mt 21:33; Mr 12:1.)
En los muros de las ciudades también se edificaban torres de defensa militar, si bien las más grandes solí­an estar en las esquinas y flanqueando las puertas. (2Cr 26:9; 32:5; Eze 26:4, 9; Sof 1:16; 3:6.) En ocasiones se usaron las torres como cadena defensiva de puestos avanzados a lo largo de una frontera, o como lugares de refugio en zonas aisladas para los pastores y otras personas. (2Cr 26:10; 27:4; véanse ATALAYA; FORTIFICACIONES.)
Una torre construida en el interior de una ciudad solí­a servir de ciudadela. Las torres de Siquem, Tebez y Penuel eran construcciones de esa clase. (Jue 8:9, 17; 9:46-54.) Se han hallado también ruinas de otras torres de ciudades en Jericó, Bet-san, Lakí­s, Meguidó, Mizpá y Samaria.
El término hebreo migh·dál, que significa †œtorre† (Eze 29:10; 30:6), forma parte del nombre de ciertos lugares, como Migdal-gad (que significa †œTorre de Buena Fortuna†) y Migdal-el (que significa †œTorre de Dios†). (Jos 15:37; 19:38.)
En ocasiones, los ejércitos asaltantes levantaban †œtorres de asedio† cuando atacaban a las ciudades fortificadas. Serví­an de posiciones elevadas desde las que disparaban los arqueros o lanzadores. Algunas de estas torres de asalto estaban provistas de arietes y protegí­an a los que los manejaban. (Isa 23:13.)

Las torres de Jerusalén. La Torre de los Hornos de Cocer estaba situada en el extremo NO. de la ciudad, cerca o al lado de la Puerta de la Esquina. (Ne 3:11; 12:38.) No se sabe con seguridad por qué se le dio ese nombre, pero es muy posible que se deba a que los panaderos estaban por aquellos alrededores. Puede que haya sido una de las torres que Uzí­as edificó durante su reinado en Jerusalén, de 829 a 778 a. E.C. (2Cr 26:9.) A lo largo de la muralla N. de la ciudad habí­a otras dos torres importantes: la Torre de Hananel, reconstruida y santificada en los dí­as de Nehemí­as (Ne 3:1; 12:39; Jer 31:38; Zac 14:10), y, hacia el E., cerca de ella y de la Puerta de las Ovejas, la Torre de Meah. Tampoco se sabe por qué se llamaba Meah, que significa †œCentenar†. (Ne 3:1; 12:39.)
En el muro E., al S. del recinto del templo, estaba †œla torre que sale†, y todaví­a más al S., en las proximidades del palacio de David, habí­a una torre relacionada con la Casa del Rey, cerca del Patio de la Guardia. (Ne 3:25-27.) Algunos creen que en El Cantar de los Cantares se hace referencia a esta torre con la expresión: †œLa torre de David, edificada en series de piedras, en la cual están colgados mil escudos, todos los escudos circulares de los hombres poderosos†. (Can 4:4.) Esta torre no deberí­a confundirse con la llamada Torre de David, que es más moderna e incorpora la Torre de Fasael, parcialmente destruida por Tito en el año 70 E.C. Dicha torre fue una de las tres que Herodes el Grande edificó para proteger su nuevo palacio, erigido cerca del lugar de la antigua Puerta de la Esquina, en el extremo occidental de la ciudad.
La Torre de Siloam probablemente estaba en las inmediaciones del estanque de Siloam, ubicado en el sector SE. de Jerusalén. Jesús comentó que esta torre se derrumbó y causó la muerte de dieciocho hombres, un acontecimiento que debí­a estar fresco en la memoria de su auditorio. (Lu 13:4; véase ANTONIA, FORTALEZA.)

Uso figurado. Aquellos que miran con fe y obediencia a Jehová tienen gran seguridad, tal como cantó David: †œHas resultado ser un refugio para mí­, una torre fuerte frente al enemigo†. (Sl 61:3.) Los que reconocen lo que su nombre encierra, confí­an en ese nombre, y lo representan fielmente, no tienen nada que temer, puesto que la Biblia dice: †œEl nombre de Jehová es una torre fuerte. A ella corre el justo, y se le da protección†. (Pr 18:10; compárese con 1Sa 17:45-47.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

migdal (lD;gí’mi , 4026), “torre; fortí­n; atalaya; púlpito”. Hay cognados de este vocablo en ugarí­tico, arameo, sirí­aco y acádico. El término se encuentra unas 50 veces en hebreo bí­blico. Migdal significa “torre”, comenzando con la primera vez que aparece en la Biblia (Gen 11:4): “Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo”. El vocablo a menudo se refiere a un “fortí­n”: “Y de allí­ subió a Peniel, y les dijo las mismas palabras. Y los de Peniel le respondieron como habí­an respondido los de Sucot. Y él habló también a los de Peniel, diciendo: Cuando yo vuelva en paz, derribaré esta torre” (Jdg 8:8-9). A veces migdal se refiere a una “atalaya”, una torre bien fortificada como las que protegí­an los pórticos y las murallas de las ciudades: “Uzí­as también edificó torres en Jerusalén, junto a la puerta de la Esquina, junto a la puerta del Valle y junto al ángulo, y las fortificó” (2Ch 26:9 rva). En Neh 8:4 el vocablo indica un “púlpito” o una plataforma de madera: “El escriba Esdras estaba sobre un púlpito de madera que habí­an hecho para ello”.

Fuente: Diccionario Vine Antiguo Testamento

purgos (puvrgo”, 4444), se emplea de una torre de vigilancia en una viña (Mat 21:33; Mc 12.1); probablemente también en Luk 14:28 (cf. Isa 5:2); en Luk 13:4, de la torre de Siloé, la moderna Silwan, que está construida en un empinado acantilado rocoso.¶

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento