El cardenal Ezzati: con el Papa hemos hablado de todos los temas, ninguno vedado

(ZENIT – Roma, 20 Feb. 2017).- “Una gracia, una novedad, un descubrimiento del ejercicio del ministerio petrino de una manera realmente sinodal, donde el Papa nos escuchó, nos habló, pudimos intercambiar durante casi tres horas hablando de todos los temas, ninguno vedado. Esto ha sido una cosa maravillosa”.

Así el cardenal arzobispo de Santiago de Chile, Ricardo Ezzati, describió a ZENIT el encuentro que tuvieron este lunes con el papa Francisco en el Vaticano, con motivo de la visita ad limina que están realizando en Roma los obispos del país andino.

Sobre la familia y los matrimonios heridos, “el Papa hablando de la ‘Amoris Laetitia‘ indicó –dijo el purpurado italo-chileno– sobre todo lo que significa la acogida, la compresión, el discernimiento, la luz del espíritu y después la integración en la medida que sea posible”.

Interrogado sobre las décadas del pasado en Chile la situación actual, el cardenal salesiano señaló que “las heridas del pasado hay que superarlas, en primer lugar el recuerdo y la memoria de lo que ha pasado no hay que olvidarlo, hay que tenerlo siempre presente” dijo. Precisó entretanto que “un país no se reconcilia simplemente teniendo presente los hechos del pasado y pidiendo solamente justicia”.

Añadió que “se requiere siempre un paso gratuito y ese paso es el don de la reconciliación. Que me hace reconocer la verdad, el horror de las cosas que fueron mal hechas pero que abre el corazón a la esperanza y lo abre efectivamente”.

Sobre el caso de la etnia mapuche en el sur de Chile y de los incendios de templos en señal de protesta, el cardenal nacido en Italia explicó que la única salida es el diálogo: “El caso mapuche se soluciona creyendo que el pueblo mapuche tiene su dignidad y sus derechos, y por ello con una actitud de mucha escucha hacia ellos, de reparación de los daños hechos, y con la buena voluntad de mapuches y chilenos reconciliada y unida”.

“Recuerdo siempre una cosa –concluyó el presidente de la Conferencia episcopal– que cuando terminé como arzobispo de Concepción y me tocó inaugurar un centro de educación superior que los mapuches nos habían pedido, en Cañete, la capital del pueblo mapuche, uno de sus dirigentes me dijo y lo recuerdo siempre: ‘Miren esta bandera chilena, nos sentimos parte de esta bandera, pero quiero observar que esta bandera no tiene un solo color’”. Para indicar así “que la unidad del pueblo no lo hace el ser de un mismo color o etnia, sino crear esta unidad a partir de la riqueza de la diversidad”.

Fuente: es.zenit.org

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