Diócesis de San Sebastián expresa dolor y vergüenza ante caso de abusos

MADRID, 10 Ene. 17 (ACI).-
La diócesis de San Sebastián (España) ha manifestado su “dolor y vergüenza” después de que se probaran como verdaderos los delitos de tocamientos deshonestos a menores por parte del P. Juan Cruz Mendizábal, sacerdote de la diócesis, que ha sido apartado del ministerio.

En un comunicado emitido por la diócesis de San Sebastián este martes 10 de enero, se precisa que se han probado las acusaciones contra el sacerdote P. Juan Cruz Mendizábal que realizó “tocamientos deshonestos a dos menores en el año 2001 y 2005”.

La diócesis tuvo conocimiento de las acusaciones contra el P. Mendizábal en marzo de 2016 y desde entonces, “en estrecha colaboración con la Congregación Romana para la Doctrina de la Fe y siguiendo ritualmente el protocolo canónico establecido para tratar estos casos, creó todas las condiciones jurídicas materiales y procesales para que, con imparcialidad y equidad, se pudiera comprobar la veracidad de los hechos denunciados, se tutelaran debidamente los derechos de las víctimas y del sacerdote acusado”.

La diócesis también informó que las víctimas decidieron permanecer durante todo el proceso en el anonimato.

“Se informó a los dos denunciantes de su legítimo derecho de entablar las oportunas acciones civiles” sin embargo ambos denunciantes decidieron no hacerlo por haber prescrito los delitos.

Según precisan en el comunicado de la diócesis, tras probarse la veracidad de las acusaciones “el proceso administrativo penal a cargo del P. Mendizábal Irízar concluyó con la declaración de culpabilidad del reo y la imposición a este de diversas penas expiatorias” y “de otras medidas administrativas y disciplinares”.

“La diócesis de San Sebastián, en la persona de su Pastor, manifiesta una vez más su compromiso con la tutela del bien público general y de la Iglesia en particular”, que se concreta “en la vigilancia y protección de los derechos de todos los fieles, pero de un modo especial, en la salvaguarda jurídica y pastoral de los menores de edad y de los adultos vulnerables”.

“Esta comunidad diocesana, desde el dolor y la vergüenza por unos hechos que han lesionado la santidad del sacerdocio y han herido profundamente la comunión, pide a todos perdón, expresa su compromiso para que en la medida de lo posible estos actos no se repitan”, aseguran en el comunicado.

La diócesis expresa también “su solidaridad con todos aquellos que están sufriendo por los hechos que han motivado el mencionado proceso penal, principalmente con las víctimas”, pero también incluyen al P. Juan Cruz Mendizábal, “quien después de haber manifestado su profundo arrepentimiento por los hechos cometidos y habiendo acogido con espíritu sacerdotal la mencionada decisión, sigue en estos momentos un proceso terapéutico psicológico y espiritual, colaborando en la reparación de lo ocurrido”.

“Por todos estos motivos, esta Iglesia particular, en comunión con el Sucesor de Pedro, el Papa Francisco y unida fraternalmente con su Obispo José Ignacio, eleva desde la fragilidad una oración confiada al Señor, implorando con confianza los dones de la justicia, el perdón misericordioso y la paz”.

Por su parte, los afectados indicaron en un comunicado remitido a la agencia Efe que al presentar las denuncias se sintieron “correctamente acogidos y atendidos por el Obispo y por la Iglesia”.

Ante la posibilidad de que existan otros casos de abusos, los afectados han asegurado que la denuncia presentada pretende “animar a las posibles víctimas que pudieran permanecer ocultas a que salgan a la luz”.

El P. Mendizábal fue vicario de la diócesis hasta abril de 2016, un mes después de que se tuviera conocimiento de sus “actos deshonestos”.

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— ACI Prensa (@aciprensa) 2 de enero de 2017

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