El nombre de Dios se honra salvando vidas: el Papa a los embajadores

(RV).- "Incluso a través del dolor y del sufrimiento pasa un camino fecundo de bien que podemos recorrer juntos", dijo el Papa Francisco el jueves 18 de mayo al recibir en audiencia en el Vaticano a los enfermos de Huntington, una enfermedad terminal y neurodegenerativa de la cual, hasta el momento, no se ha conseguido cura y que margina a miles de personas en todo el mundo. 

Mediante un profundo discurso repleto de palabras de aliento y esperanza, el Santo Padre animó a los enfermos acompañados por sus familiares, asociaciones, médicos y personal sanitario, a seguir luchando contra esta enfermedad: "Que la vida de cada uno de ustedes, marcada directamente por la enfermedad de Huntington o comprometida cada día en acompañar el dolor y la dificultad de los enfermos, sea un testimonio vivo de la esperanza que Cristo nos ha dado".

En este contexto, en Radio Vaticana preguntamos a nuestros oyentes en las Redes Sociales, ¿qué riqueza espiritual encuentran en medio del dolor padecido por una enfermedad? Escuchemos las respuestas que nos llegan a través de WhatsApp.



"La enfermedad nos acerca a Dios. A pesar del sufrimiento en el dolor se derraman muchas gracias divinas", explica uno de nuestros oyentes.

"La Eucaristía me permitió nutrir mi espíritu en los momentos difíciles de mi enfermedad y también durante la enfermedad que padecieron mis padres y mi hermano", comparte otra de nuestras seguidoras en las Redes Sociales a través de un mensaje de voz.

"He aprendido a lo largo de mi vida, que la enfermedad no es sólo física sino también espiritual. Yo he estado enferma del alma por haberme alejado de Dios durante tanto tiempo y ahora que he regresado a su lado no quiero alejarme jamás", expresa otra oyente.

"En la enfermedad, el hombre se da cuenta de su fragilidad y es precisamente ahí, donde encuentra lo más importante de la vida: Dios", explica un oyente contando su experiencia como médico en el cuidado de pacientes.

El encuentro histórico del Papa con los enfermos de Huntington, bajo el eslogan «Nunca más oculta», pretende hacer visible esta dura realidad que padecen tantas personas y que se agrava ante las dificultades económicas por las que atraviesan muchas familias; de manera que las sociedades conozcan de cerca el sufrimiento ajeno y dejen de permanecer indiferentes.

"No se trata simplemente de un eslogan sino de un compromiso que todos debemos asumir", señaló Francisco. "La fuerza y ​​la convicción con que pronunciamos estas palabras derivan precisamente de la misma enseñanza de Jesús. Durante su ministerio, Él se encontró con muchos enfermos, se hizo cargo de su sufrimiento, derribó los muros del estigma y de la marginación que a muchos de ellos les impedía sentirse respetados y queridos".

Agradecemos todos los testimonios que recibimos diariamente en nuestro número de WhatsApp (0039) 347 225 0785. Los iremos publicando en nuestros Programas de Interactividad. Unidos al Papa y a nuestra audiencia rezamos por todos los enfermos del mundo para que Dios los fortalezca y encuentren consuelo en medio del dolor de la enfermedad. 

(SL-RV)

Fuente: es.radiovaticana.va

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