Croacia opta por el matrimonio como unión entre hombre y mujer

Por: Profesionales por la Ética

El matrimonio, la familia y los derechos de los niños consiguieron ayer domingo una importante victoria popular en el referéndum celebrado en Croacia.

Según datos de la prensa croata de esta mañana analizados por el equipo de Profesionales por la Ética, con el 99,84% de los votos escrutados, el 65,79% de los votantes ha apoyado la inclusión en la Constitución de la definición del matrimonio como “unión de vida de una mujer y un hombre” y, consiguientemente, la exclusión de la posibilidad legal de equiparación del matrimonio con las uniones entre personas del mismo sexo. Un 33,59% se manifestó en contra de dicha definición constitucional.

El índice de participación, de acuerdo con datos de la Comisión Electoral Estatal, ha sido del 37,84%, lo que equivale a que 942.665 electores votaron a favor del sí y 481.314 por el no.
 
Por condados (división administrativa de Croacia), Gospic alcanzó el 82% de los votos a favor de la protección constitucional del matrimonio entre hombre y mujer; la capital, Zagreb, sumó un 56% a favor del sí. Sólo Istria y Kvaner Kotar votaron mayoritariamente en contra.
 
Las 750.000 firmas de la plataforma “En el nombre de la familia”
 
El referéndum tiene, de acuerdo con la legislación de la ex-república yugoslava, carácter vinculante y no exige un quorum mínimo de participación.

Se trata, por otro lado, de la primera consulta popular celebrada desde la independencia de Croacia y ha sido posible gracias al admirable trabajo del movimiento U ime obitelji (“En el Nombre de la Familia”), el cual consiguió reunir en tan sólo 2 semanas 750.000 firmas de apoyo a la consulta popular. De esta manera duplicaron el número de firmas mínimas necesarias, fijado en la legislación en el 10% de los electores.
 
El gobierno socialdemócrata de Croacia desprecia la voluntad popular
 
El referéndum ha tenido un carácter muy polémico por la asombrosa postura del Gobierno croata, que en absoluto ha disimulado su hostilidad a la consulta.

Una agresiva campaña ha querido presentar el referéndum como un acto de discriminación hacia los homosexuales. El primer ministro, el socialdemócrata Zoran Milanovic, se permitió decir ayer mismo que el referéndum “es una cosa muy triste, pero no hemos tenido instrumentos para evitarlo”.

Tras votar, afirmó, en lo que representa un abierto desafío a la voluntad popular, que “desde el punto de vista legislativo y concreto, la victoria del rechazo al matrimonio homosexual no modificará nada en el país”.

“Dentro de una o dos semanas, el Gobierno presentará en el Parlamento un proyecto sobre uniones civiles homosexuales para garantizar los derechos”, sostuvo Mianovic. “Este referéndum no es otra cosa que una manifestación de homofobia”, advirtió.
 
Además de esta actitud insultante e injusta, ha sido también llamativo el intento del gobierno socialdemócrata para desprestigiar a los promotores del referéndum, presentando éste como un gasto económico innecesario.

Lejos de ponderar el ejercicio de democracia directa y de compromiso del pueblo que la iniciativa y la consulta representan, las autoridades croatas han hecho hasta el último momento todo lo posible para evitar que la votación se llevase a cabo.
 
La caída de un mito
 
Esta mañana toda la prensa internacional dedica atención a los resultados del referéndum de la República de Croacia, sin que falten los intentos antidemocráticos de mostrarlos como una inaceptable discriminación.

En este sentido, la presión del lobby homosexualista ha sido muy importante al ser consciente de que esta expresión de la voluntad popular desmonta uno de los principales artificios en los que hasta ahora pretendía basarse la imposición de la equiparación legal al matrimonio de las uniones de personas del mismo sexo: que se trata de una realidad social con mayoritario respaldo.
 
La oposición de los promotores del mal llamado “matrimonio homosexual” a la celebración de consultas populares sobre esta cuestión ha sido sistemática, como se puso de manifiesto en Francia, donde una vigorosa movilización social, que recabó amplios apoyos populares, ha intentado evitar la aprobación de la llamada Ley Taubiria. La solicitud a Hollande de un referéndum estuvo siempre entre las reivindicaciones de La Manif pour Tous, la plataforma que aglutina en Francia la defensa del matrimonio, la familia y los derechos de los niños.

Artículo publicado originalmente por Profesionales por la Ética