La oración – Predicas Cristianas

INTRODUCCIÓN:

Muchas veces en el correr de nuestra vida cristiana, nos preguntamos si lo que estamos haciendo es realmente lo correcto o si en todo caso es lo mejor. Y esta interrogante se aplica a la temática de hoy, es decir, la oración. A los que hemos crecido en la iglesia, asistiendo a nuestras reuniones de oración con un formato establecido; y es más hasta con ciertos tipos de oraciones también ya establecidas; se nos hace muy difícil cambiar.

Pero eso no solo pasa con los que hemos crecido en la iglesia, también acontece en aquellos que inician su vida cristiana y toman los cánones de los lideres de turno de su iglesia y llegan a creer durante toda su vida que así es que deben hacerse las cosas y por eso les resulta difícil adaptarse a otra congregación cuando les toca hacer ese reacomodo.

La forma actual que tenemos en nuestras iglesias fundamentalistas y conservadoras es a la verdad una herencia. Vale la pena recordar que nosotros básicamente recibimos el evangelio de misioneros americanos; los cuales se caracterizan por ser en su vida espiritual bastante reservados. Por lo mismo en el caso de nuestra misión centroamericana recibimos un formato bastante conservador. Y es que al mismo tiempo nuestros predecesores trataban de mantener a nuestras congregaciones lejos del emocionalismo desordenado que caracteriza a otras denominaciones y que a la postre han traído incluso mal testimonio a la iglesia protestante en general.

Sin embargo en el afán de ser lo más ordenado posible, caímos en una especie de letanía espiritual, en donde nuestra oración, tanto individual como en grupo muchas veces no pasa de ser un rito sin mayor trascendencia.

Es por eso que hoy queremos, por un lado exponer de una manera bíblica lo que es según Dios la oración en sus hijos, y luego que podamos responder las preguntas e interrogantes que sin lugar a dudas puedan surgir.

I. Concepciones evangélicas comunes sobre la oración:

a. La oración es hablar con Dios. b. La oración es un mandato. c. La oración es la repetición de muchas palabras hacia Dios. d. La oración es pedirle a Dios.

Lo descrito en el acápite, es lo que hemos aprendido durante muchos años. Sin embargo estas definiciones son demasiado pobres a la luz de la Palabra de Dios. Dios dotó de la oración a los hombres con un fin mucho más alto y concreto que lo descrito. Es por eso que aunque estas concepciones tienen algo de verdad, al mismo tiempo se alejan de ella ya que no presentan a la oración en la justa dimensión que le corresponde.

II. Definiciones Bíblicas de lo qué es la Oración.

Si las definiciones anteriores no son lo suficientemente amplias en lo que significa la oración, entonces ¿cómo definirla? Por ser la oración tan importante y a la vez compleja no consta de un solo elemento. Es por eso que al conocer los elementos distintivos de ésta podremos conocerla de una mejor manera. Algunos elementos entonces de la oración serán los siguientes:

a. La Adoración y Reconocimiento de la Soberanía Divina; b. La Humillación; c. La Petición; d. La Confesión de Pecado; e. El Sometimiento a la Voluntad de Dios.

Estos elementos expuestos son extraídos del Padre Nuestro de San Mateo 6:9 al 13. Aunque pueden cambiar de título básicamente estos son las partes en que se puede dividir. Así vemos la Adoración en los versículos 9 y 10, así como la Humillación en los mismos versículos ya que el creyente debe saber y reconocer ante quien se está dirigiendo. El creyente está en la tierra, mientras que Dios está en el Cielo. En los versículos 10 y 11, se establecen dos tipos de Peticiones. Una de carácter espiritual “venga tu reino”; si el creyente ama a Dios no puede dejar de anhelar la venida del Reino de Dios; aun por encima de sus necesidades materiales (Apocalipsis 22:17).

Pero Dios sabe y está atento también a nuestras necesidades materiales; ese es el sentido cuando el Señor Jesús les indica a sus discípulos que pidan “Danos hoy el pan nuestro de cada día”. Dios sabe que tenemos un cuerpo físico que tiene limitantes comunes. Esto nos debe enseñar que aunque la iglesia es espiritual, no es malo sino al contrario, de acuerdo a la voluntad de Dios que pidamos por todas aquellas cosas que necesitamos en esta vida material (Santiago 4:3). La Confesión de Pecado, la encontramos en el versículo 12. Es necesario que cuando nos acerquemos a Dios lo hagamos sin tropiezos en nuestra conciencia, que tiene que ver básicamente con asuntos relacionados primero con Dios (1 Juan 1:9), pero en segundo lugar también con los seres humanos (Mateo 5:23). Por último encontramos en esta oración el Sometimiento a la Voluntad de Dios. Ciertamente aquí podemos ver también una Petición, pero el sentido es que nos dispongamos en las manos de Dios para que Él nos libre. No es que Dios de su Voluntad nos meta en la tentación para que pequemos, sino que podamos los creyentes vivir en Su Voluntad con el fin de que no pequemos (Santiago 1:13). Termina el Padre Nuestro con otra expresión de Adoración (versículo 13), reconociendo la Soberanía de Dios sobre todos los hombres.

Como bien podemos ver estos elementos son una constante en cada oración. Si analizáramos algunas oraciones de creyentes destacados nos podríamos dar cuenta que siempre estuvieron presentes; sin embargo este breve bosquejo basta para que de ahora en adelante podamos orar de una forma más clara y concisa, con el fin de agradar mejor a Dios y que nuestras oraciones sean realmente eficaces (Santiago 5:16).

III. Características de la Oración.

Aparte de los elementos, tenemos los rasgos o características propias de la oración. Los fariseos y religiosos de la época de nuestro Señor Jesucristo, caracterizaban sus oraciones por ser públicas y manifiestamente hipócritas, para recibir alabanzas del pueblo (Mateo 6:5). Voy a enumerar entonces algunas características que deben manifestarse en nuestro espíritu de oración:

a) Íntima. Mateo 6:6; Salmo 42:1-2; b) Constante. 1 Tesalonicenses 5:17; Daniel 6:10; c) Una Lucha. Daniel 9:3, 20-21; 10:2-3, 20-21; d) Obediencia. 1 Tesalonicenses 5:17; Mateo 6:9; e) Obtiene Recompensa. Mateo 7:7-8; Juan 14:13-14; f) Se hace en el Nombre de Jesús. San Juan 16:24; Hebreos 4:14; Filipenses 2:9-11; Colosenses 3:17; g) Se dirige a Dios Padre. Mateo 6:9.

IV. Categorías de la Oración.

Hay además ciertos tipos de oraciones en la Biblia. No todas las oraciones tienen igual sentido o petición. De acuerdo a 1 Timoteo 2:1; se pueden clasificar así:

a) Rogativas; b) Oraciones; c) Peticiones; d) Acciones de Gracia. También en el resto de las Escrituras vemos algunos tipos más de oraciones, tales como: e) Confesión de Pecado. Daniel 9:4-5; f) Confesión para Salvación. Romanos 10:9-10; g) De Alabanza y Gratitud. Salmo 103:1-2.

CONCLUSIONES:

Es mi oración y deseo que aprendamos a orar. El Apóstol Pablo bien lo indicó “oraré en el Espíritu, pero también con el entendimiento”. Dios quiere tener una comunicación fluida, amplia con sus hijos, por eso es tan constante la oración en toda la Palabra. Tan es así que no podemos encontrar prácticamente un solo libro de la Biblia que no contenga algún tipo de oración.

Quiero compartir algunas ideas extraídas de la Biblia Plenitud “Orar es estar de acuerdo con la voluntad de Dios. La fe inmadura trata de manipular a Dios. Busca caminos cortos y fórmulas que garanticen una respuesta a cualquier petición. Considera la oración como un arma para obligar a Dios a cumplir con Sus promesas. Pero la oración verdadera no es un esfuerzo humano por persuadir a Dios o por forzar Su voluntad. La oración verdadera se funda en buscar y ponernos de acuerdo con la voluntad de Dios. Nosotros pedimos de conformidad con Su voluntad; luego descansamos en fe, confiados en que Dios nos oye y que lo que le pedimos ya es nuestro”.

Espero en Dios que tomemos en cuenta lo aprendido hoy, que tomemos en cuenta en especial los elementos constitutivos de una verdadera oración para que obtengamos la bendición de Dios y dejemos de repetir “vana palabrería” y que antes bien nuestra oración sea “eficaz”. Amén.

Indiscutiblemente hay una barrera entre Dios y el hombre que solo el poder del evangelio la derriba ya que es a través de Cristo como ser justo que podemos ser justificados pero no inocentes ya que si somos culpables de ofender la santidad de Dios y era necesario que su hijo nos rescatara.

¿Es culpa de Dios que el hombre sea malo? No lo creo pues por fe se que Dios es bueno pero aun no se como el hombre influenciado por el diablo (quien también es criatura de Dios) logra inducir al hombre a pecar pues el pecado ofende a Dios.

Es difícil hacer lo bueno y creo que por tal motivo necesitamos la ayuda de Dios a través de su Espíritu ya que solos no podemos. Pero aunque la palabra señala que el hombre no es justo, si vemos casos en los que el hombre por sentido común o por se semejanza a Dios muchas veces rechaza lo malo por lo que su corazón o su razón le dicta.

Eso no suficiente ya que todos necesitamos el acto redentor de Cristo en nuestra vida para ser aceptos delante de dios. Habiendo entendido lo que es justicia, es fácil notar que cuando Pablo habla de justificación se refiere a la aceptación que tenemos ahora delante de Dios.

Si la justicia del hombre es considerada escasa para lograr ser declarados aceptos, entonces es la justicia de Dios la que obra esto en nosotros. Pablo deja claro que el hombre no merece ser declarado libre delante de Dios (Rom 3:24). Es notable que ninguna obra del hombre puede alcanzar la aceptación de Dios y es por eso que Pablo nos dice que es una cuestión de fe (Rom 3:17).

La obra de Jesús en la cruz es la justicia de Dios para el hombre, es la que nos hace ser aceptados delante de Dios. La justificación es un cambio de estado, si antes estábamos muertos y lejos de Dios, entonces ahora estamos con vida y somos aceptados por Dios.

Conclusión:

La justicia desde el punto de vista humano es importante para tener una buena relación con Dios pues como vemos el caso de Cornelio aunque era un hombre piadoso necesitaba la presencia redentora de Cristo para ser justificado por su pecado.

Pero esto no significa que hasta el más vil pecador no pueda alcanzar el perdón ya que esto es lo maravilloso del amor de Dios quien nos ve a través del acto redentor de Cristo Dios hecho hombre para rescatar su más preciada creación.