Comentario de 2 Reyes 11:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Cuando Atalía, madre de Ocozías, vio que su hijo había muerto, se levantó y exterminó a toda la descendencia real.
Año 884 a.C.
Cuando Atalía vio. 2Cr 22:10; 2Cr 24:7.
madre de Ocozías. 2Re 8:26; 2Re 9:27.
y destruyó. Mat 2:13, Mat 2:16; Mat 21:38, Mat 21:39.
la descendencia real. 2Re 25:25; Jer 41:1.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Joás, siendo salvado por Josaba su tía, de la masacre de Atalía contra la descendencia real, lo esconde por seis años en la casa de Dios, 2Re 11:1-3.
Joiada, da órdenes a los capitanes en el séptimo año, de ungirlo como rey, 2Re 11:4-12.
Atalía es muerta, 2Re 11:13-16.
Joiada restaura la adoración de Dios, 2Re 11:17-21.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Atalía significa: «El Señor es exaltado». Tristemente, ella no vivió como su nombre lo dice.
todos los oídos reales: Jehú ejecutó a todos los de la casa de Ocozías rey de Judá, hijo de Atalía. De este modo Atalía usurpó el trono y pasó a llevar los preceptos del pacto Davídico (2Sa 7:12-16).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
ATALÍA… DESTRUYÓ TODA LA DESCENDENCIA REAL. Atalía, la única gobernante que no era del linaje davídico en la historia de Judá, fue reina durante un reinado de terror de seis años. Esta hija de los malvados Acab y Jezabel se había casado con Joram, el hijo del rey de Judá Josafat. Cuando el rey Ocozías (véase 2Re 9:27), el único hijo de Joram y Atalía, fue asesinado en la purga de Jehú de la casa de Acab durante una visita en el norte, la traidora Atalía subió al trono de Judá e intentó deshacerse de los descendientes de David, entre ellos a todos los nietos de ella. Sin embargo, Josaba, la esposa del sumo sacerdote Joiada, ocultó al hijo pequeño de Ocozías llamado Joás y de esa manera preservó el linaje davídico, del cual nacería el Mesías (vv. 2Re 11:2-3; 2Sa 7:11; 2Sa 7:16; 1Re 8:25; cf. Mat 1:8-9).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
Atalía, reina de Judá (11:1-20).
1 Atalía, madre de Ocozías, viendo que había muerto su hijo, levantóse y exterminó a toda la descendencia real. 2 Pero Josaba, hija del rey Joram y hermana de Ocozías, cogió a Joás, hijo de Ocozías, y le sacó furtivamente de entre los hijos del rey cuando los estaban asesinando, ocultándole de Atalía, a él y a su nodriza, en la cámara dormitorio, y así pudo aquél escapar a la muerte. 3 Seis años estuvo oculto con Josaba en la casa de Yahvé, y entre tanto reinó Atalía en la tierra. 4 El año séptimo, Joyada mandó a llamar a los centuriones de los cereteos y la guardia y los introdujo en la casa de Yahvé. Hizo pacto con ellos, juramentándolos en la casa de Yahvé, y les mostró el hijo del rey, 5 dándoles esta orden: “He aquí lo que habéis de hacer: 6 La tercera parte de vosotros, que monta la guardia en el palacio real, 7 más las otras dos partes de vosotros, que montan la guardia en el templo de Yahvé, 8 con las armas en la mano, formaréis en torno del rey y mataréis a cualquiera que pretenda penetrar en las filas. Estaréis junto al rey dondequiera que vaya.” 9 Cumplieron les capitanes las órdenes que les había dado el sacerdote Joyada. 10 Tomó cada uno sus gentes, las que hacían el servicio el sábado, y se fueron al sacerdote Joyada. Este les entregó las lanzas y los escudos del rey David, que se hallaban en la casa de Yahvé, 11 y cuando los soldados de la guardia, todos con las armas en la mano, desplegaron desde el lado sur al lado norte, entre el altar y el templo, 12 sacó al rey, púsole la diadema y los brazaletes y le ungió. Todos entonces palmotearon y gritaron: “¡Viva el rey!” 13 Cuando oyó Atalía el estrépito del pueblo, se vino a donde estaba la gente reunida en la casa de Yahvé 14 y miró. Y estaba el rey sobre el estrado, según costumbre, y cerca de él los jefes y las trompetas, y todo el pueblo daba muestras de gran júbilo, mientras sonaban las trompetas. Atalía rasgó sus vestiduras y clamó: “¡Traición! ¡Traición!” 15 Entonces el sacerdote Joyada dio orden a los capitanes, que estaban a la cabeza de las tropas: “Sacadla de las filas y matad a quienquiera que la siga.” 16 Pues el sacerdote había dicho: “Que no la maten en la casa de Yahvé.” Pusieron sobre ella las manos, y cuando llegó al palacio real, por la puerta de los caballos, allí la mataron. 17 Joyada intervino en la alianza que con Yahvé hicieron el rey y el pueblo, de ser el pueblo de Yahvé.18 Todo el pueblo penetró en el templo de Baal y lo demolió, destruyendo del todo su altar y sus estatuas; y al sacerdote de Baal, Matan, le dieron muerte delante del altar. 19 Después, dejando una guardia en el templo de Yahvé, tomó a los jefes de los cereteos y a los guardias y a todo el pueblo, y llevaron al rey desde el templo de Yahvé al palacio real, donde entró por la puerta de la guardia·Sentose allí sobre el trono real, 20 y todo el pueblo estaba lleno de alegría, y la ciudad se quedó tranquila. Atalía había sido muerta en el palacio real.
Con la muerte de su hijo Ocozías, Atalía, la reina madre, pudo satisfacer sus ansias de mando. De la familia de Ajab no dudó ella en matar a todos los miembros de la familia real, incluidos sus hijos, para ocupar tranquilamente el trono. Su reino duró los años 841-835. Faltó poco para que aniquilara a toda la descendencia davídica, diezmada ya anteriormente (2Cr 21:17; 2Re 10:12-14). Pero Josaba, que, según 2Cr 22:11, era la mujer del sumo sacerdote Joyada, ocultó a Joás, hijo de Ocozías, en la cámara dormitorio. Esta noticia supone que junto al templo existían habitaciones para los sacerdotes. El año séptimo decidió el sumo sacerdote sacar al niño de su escondite y proclamarlo rey en lugar de Atalía. A este fin preparó una amplia conjura. Según 2Cr 23:2, el sumo pontífice contó con el apoyo de los levitas y del pueblo procedente de provincias; según nuestro texto, la acción fue apoyada principalmente por tropas mercenarias y laicos. Aun en nuestro mismo texto cabe vislumbrar dos relatos combinados. Según v.1-12; 8b-20, la entronización de Joás fue obra del sumo sacerdote, apoyado por la guardia real; en los v. 13-18a se sugiere, en cambio, que un movimiento popular derrocó a Atalía. Los cereteos, o carios, eran tropas mercenarias procedentes de Caria, pueblo del Asia Menor. El día fijado para dar el golpe era un sábado, día en que el cambio de guardia no hacía sospechar ningún complot militar (1Cr 9:25).
Formada la tropa en el atrio, de cara al altar de los holocaustos, el sacerdote Joyada sacó al niño, púsole la diadema y los brazaletes (2Sa 1:10) y le ungió por rey. En el texto hebraico, versiones y lugar paralelo de 2Cr 23:11, en vez de brazaletes (hase adoth), se lee ha eduth = testimonio, ley. Pero este uso de entregar al nuevo rey el rollo de la Ley no es atestiguado por ningún otro texto. Por esto mismo, muchos autores católicos (Landersdorfer, De Vaux, Vaccari, Garofalo) cambian el texto, leyendo brazaletes allí donde el texto masorético dice testimonio, ley.
Terminada la ceremonia, todos los asistentes prorrumpieron en aclamaciones al nuevo monarca. Atalía acudió al lugar del tumulto; al penetrar en el templo pudo ver a Joás colocado sobre un estrado (ammud) para que el pueblo le pudiera contemplar (2Cr 23:3; 2Cr 23:13). El sumo sacerdote dio orden a la guardia de que mataran a la reina fuera del templo para no contaminarlo. De regreso a palacio, al llegar a la puerta de los caballos, al sudeste del templo (Jer 31:40; Neh 3:28), cayó asesinada.
El rey de Israel debía ser un monarca teocrático. En los comienzos del reinado del joven monarca se renovó la alianza entre Yahvé, el rey y el pueblo del Señor (Exo 19:5-6). Para renovar este pacto era totalmente imprescindible destruir el templo de Baal existente en Jerusalén, como hizo Jehú con el de Samaría (10.26-27); hacer desaparecer su altar y estatuas. Matan, el sacerdote de Baal al servicio del santuario, fue asesinado ante el altar de su dios.
En el v.20 se deja también traslucir la idea de que el nuevo rey fue entronizado con el apoyo de las gentes de provincia, mientras que los de la capital mostrábanse partidarios de Atalía. Había ésta imitado el ejemplo de Jezabel, introduciendo en el reino de Judá el culto de Baal; pero no estaba dispuesto el pueblo de Judá a recibir en dosis masivas esta irrupción de los cultos de los baales y astartés 1.
Fuente: Biblia Comentada
Atalía. Nieta de Omri (2Re 8:26) e hija de Acab y Jezabel. Ambicionó reinar después de la muerte de su hijo Ocozías (2Re 9:27) y se consagró a cuidarse de que el culto a Baal fuera oficialmente respaldado en Judá (vea la nota sobre 2Re 8:18). Reinó durante seis años (v. 2Re 11:3), ca. 841-835 a.C. Vea las notas sobre 2Cr 22:10-12; 2Cr 23:1-21. destruyó toda la descendencia real. Las anteriores muertes de los hermanos de Joram (2Cr 21:4) y de los hermanos y parientes de Ocozías (2Re 10:12-14; 2Cr 21:17) dejaron a Atalía solo con sus nietos para destruir a todo el linaje davídico. Aunque el Señor había prometido que la casa de David reinaría sobre Israel y Judá para siempre (2Sa 7:16), la purga llevada a cabo por Atalía llevó a la casa de David al borde de la extinción.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
— toda la familia real: Jehú había eliminado a parte de la familia real (ver 2Re 10:12-14).
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Atalía, reina de Judá. Ya conocimos a Atalía, la hija de Acab que se casó con Joram, rey de Judá (2 Rey. 8:18, 26). La única manera en que se puede explicar su intento de eliminar la dinastía de David es comprendiendo su propia ambición al trono. La oportunidad se presentó cuando Jehú asesinó a su hijo Ocozías y a muchos de sus parientes. Otros parientes debieron haber muerto durante su intento de dar un golpe de Estado. En breve, ella emerge como una mujer cruel y calculadora.
Si sus planes hubiesen salido bien ella habría eliminado la dinastía de David. Segundo Rey 8:19 nos recuerda de la misericordia que Dios tuvo para con la dinastía debido a la promesa que le había hecho a David, y en esta historia vemos esa misericordia en acción. Sin embargo, la salvación de la dinastía no se cuenta por lo que se refiere a la intervención divina; se logró por medio de valor, fidelidad y astucia humanos.
Se describe a Josabet simplemente como la hermana del difunto Ocozías (2). Entonces pudo haber sido la hija de Atalía. Sin embargo, ya que el término heb. también tiene el significado de “media hermana”, puede ser que ella fuera la hija de Joram por otra de sus esposas reales. Otros detalles tampoco están muy claros. No sabemos por qué decidió salvar a Joás (quien no pudo haber tenido más que un año de edad cuando ella lo escondió; vv. 3-4, 21) y no a cualquiera de los príncipes de la corte real que estaban por ser ejecutados. (Ver también el comentario sobre 12:1-3). La ausencia de la madre del niño en la historia es sorprendente.
Comenzando con el v. 4 que es cuando el sacerdote Joyada (9) entra en la escena, los eventos se describen con más lujo de detalles. (Según 2 Crón. 22:11, Josabet era la esposa de Joyada.) Desafortunadamente muchos detalles acerca del despliegue de los soldados en los vv. 4-11 siguen siendo oscuros porque no podemos entender algunos de los términos, especialmente los militares. Lo que sí es muy claro es que Atalía no contaba con el respaldo de las tropas (aunque debe haber tenido un poco de apoyo, al menos al principio, o no podría haber ordenado la muerte de los príncipes). En base a los desconcertantes detalles nos formamos la impresión de que Joyada hacía planes meticulosos y sus arreglos para garantizar la seguridad eran perfectos.
Si Joás fue coronado a los siete años de edad o no (12) depende de la correcta traducción de una palabra heb. que se refiere a algún símbolo de la dedicación del rey. Frecuentemente se le traduce “poner la corona”, pero el significado exacto es incierto. El mismo problema afecta el pacto o testimonio que se le presentó. Puede haber sido alguna clase de placa con una inscripción, quizá resumiendo los requisitos del monarca. Puede que no haya ninguna conexión con los pactos que Joyada hizo en el v. 17. Los gritos del pueblo cuando ungieron a Joás (12, 14) atestiguan la popularidad de la restaurada línea de David en Judá.
La muerte de Atalía se cuenta con gran economía de palabras (13-16). Su reinado no recibe ningún resumen final, porque para el autor no fue un reinado legítimo.
El primer pacto sobre el cual ofició Joyada (17) restableció la relación entre Jehovah y el rey de Judá, y la relación entre Jehovah y el pueblo (que serían el pueblo de Jehovah). El segundo tenía que ver con la aceptación de Joás por parte del pueblo. El reavivamiento del servicio de Jehovah se vio expresado en la destrucción de los atributos del culto de Baal y la ejecución de sus sacerdotes (18). Obviamente Atalía que provenía de Israel (con su devoción a Baal), había introducido las prácticas en Jerusalén, aunque no sabemos si lo hizo antes o después de la muerte de Ocozías. El reavivamiento de la monarquía fue completo cuando Joás descendió del templo hasta el palacio donde se sentaría en el trono de David (19-21). El cap. 12 en heb. comienza en lo que en nuestra versión es el v. 21 del cap. 11. A través del capítulo debemos recordar que éste es el Joás, rey de Judá, que no se debe confundir con el rey de Israel del mismo nombre (2 Rey. 13:10-25).
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
11.1 Esta historia es la continuación de 9.27, donde Ocozías, el hijo de Atalía, fue muerto por Jehú. El intento de Atalía de matar a todos los hijos de Ocozías fue fútil, porque Dios había prometido que el Mesías nacería a través de la descendencia de David (2 Samuel 7).11.2, 3 Josaba fue la esposa de Joiada, el sumo sacerdote, así que el templo era un lugar práctico y natural para esconder al bebé Joás. Atalía, que amaba la idolatría, no tendría ningún interés en el templo.11.4 Parte de esta gente eran de las tropas mercenarias y posiblemente asociadas con los filisteos. Algunos eruditos piensan que ellos se establecieron en el sur de Palestina desde Creta.11.17 El nuevo pacto era en sí una nueva constitución del viejo. Estaba establecido en el libro de Deuteronomio para el correcto gobierno de la nación. Esto significaba que funcionaba como una constitución para el pueblo. Sin embargo, este pacto había sido virtualmente ignorado por más de cien años. Desafortunadamente, con la muerte de Joiada, las reformas se detuvieron.11.21 Si Joás comenzó a reinar a los siete años de edad, entonces, ¿quién fue el que en realidad dirigió la nación? A pesar de que la respuesta no está detallada en la Biblia, es posible que Judá haya sido administrada por la madre del rey, el sumo sacerdote Joiada y otros consejeros durante los primeros siete años del reinado de Joás.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
REFERENCIAS CRUZADAS
a 601 2Re 8:26; 2Re 11:20; 2Cr 21:6; 2Cr 22:10; 2Cr 24:7
b 602 2Re 9:27; 2Cr 22:1
c 603 2Cr 21:4; Rom 1:29
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Atalía. Constantemente ella había arrastrado hacia el mal a Joram y Judá (v. coment. en 8:16). Cuando Atalía se apoderó del trono, quiso asesinar a todos los herederos legítimos, tal como su esposo Joram había hecho en su ascensión al mismo (v. 2 Cr 21:4). Ya que grupos de árabes habían matado a los hermanos mayores de Ocozías (2 Cr 22:1) y Jehú había matado a muchos de los parientes de Ocozías (v. coment. en 10:14), los asesinados por Atalía tenían que haber incluido a sus propios nietos. Atalía reinó del 841– 835 a.C.
Fuente: La Biblia de las Américas
La historia de Ocozías es la continuación de 2Re 9:27. Atalía era hija de Acab y Jezabel y esposa de Joram.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
destruir… Es decir, se dispuso a exterminar a la descendencia real.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Lit., simiente
Fuente: La Biblia de las Américas
Es decir, se dispuso a exterminar a la descendencia real.
Fuente: La Biblia Textual III Edición
[.] Atalía era hija de Ajab y de Jezabel. Cuando murió su hijo Ocozías, rey de Judá, pensó apoderarse del poder matando a todos sus nietos. En el caso presente, el éxito de Atalía habría significado el fin de la descendencia de David, es decir, un fracaso de las promesas de Yavé. Joás escapa de la muerte por circunstancias milagrosas. Seis años después, el jefe de los sacerdotes hace un complot, ayudado por , o sea, por los hombres libres que tenían plenos derechos de ciudadanía (14, 18, 19…). Estos se mantienen fieles a la familia de David. La historia ha mostrado varias veces cómo el pueblo es el que salva la fe cuando fallan las autoridades. Así, en el siglo IV después de Cristo, los errores de Arrio, que negaba que Cristo fuera Dios, pasaron a numerosos obispos apoyados por el emperador romano. En una Iglesia en la cual la autoridad viene de lo alto, pero donde en realidad los obispos eran nombrados por el emperador, la situación parecía desesperada a pesar de la valentía de algunos grandes obispos como San Hilario y San Atanasio. Pero fue la resistencia del pueblo cristiano la que aseguró la victoria de la fe. El jefe de los sacerdotes, que restablece al rey niño, quiere orientarlo bien. Se firma un convenio por el cual el pueblo y el rey se comprometen a ser fieles en adelante a la Alianza de Yavé.
Fuente: Notas de la Biblia Latinoamericana
[17] El primer cuidado del sumo sacerdote Joíada fue renovar la alianza entre Dios y su pueblo escogido; y la del rey y el pueblo.