Biblia

Comentario de 2 Reyes 18:13 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de 2 Reyes 18:13 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

En el año 14 del rey Ezequías subió Senaquerib, rey de Asiria, contra todas las ciudades fortificadas de Judá, y las tomó.

Año 713 a.C.

A los catorce años. 2Cr 32:1-23; Isa 36:1-22.

subió Senaquerib. Isa 7:17-25; Isa 8:7, Isa 8:8; Isa 10:5; Ose 12:1, Ose 12:2.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

El año decimocuarto del gobierno independiente del rey Ezequías corresponde a 701 a.C. En los anales de Senaquerib se cuentan los detalles de la situación de revueltas que lo llevaron a invadir la región occidental de su imperio. En ellos se menciona especialmente la participación de Ezequías.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

LAS CIUDADES… DE JUDÁ, Y LAS TOMÓ. En 701 a.C. el rey asirio Senaquerib respondió a la rebelión de Judá tomando muchas de sus ciudades importantes. Sus registros personales indican que tomó cuarenta y seis ciudades amuralladas. Ezequías, no viendo esperanza alguna en presentar resistencia, disculpándose se sometió a Senaquerib y agotó el tesoro de Judá a fin de pagar el gravamen de Asiria (vv. 2Re 18:14-16).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

2Re 20:19 Esta narración, con unas pocas omisiones y adiciones, se encuentra en Isa 36:1-22; Isa 37:1-38; Isa 38:1-22; Isa 39:1-8. Vea las notas en Isaías para más detalles.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

A los catorce años. 701 a.C. Ezequías había comenzado a reinar en solitario en 715 a.C. (vea las notas sobre 2Re 18:1-2). Esta fecha para el asedio de Jerusalén queda confirmada en fuentes asirias. Senaquerib. Sucedió a Sargón II como rey de Asiria en 705 a.C. y reinó hasta 681 a.C. Ezequías se había rebelado contra él (v. 2Re 18:7), probablemente dejando de pagar los tributos cuando invadió Filistea. las ciudades fortificadas. vea la nota sobre Isa 36:1.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

— conquistó todas las ciudades fortificadas de Judá: La campaña de Senaquerib, como respuesta a la rebelión de Ezequías (2Re 18:7), tuvo lugar el año 701 a. C. Los anales asirios hablan de la conquista de cuarenta ciudades fortificadas de Judá, lo que parece una exageración.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Isa 36:1.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Asiria contra Judá. La reacción de Ezequías al ataque de Senaquerib fue recapitular inmediatamente y pagar el duro tributo que le impuso (14-16). Sin embargo, en el v. 17 encontramos a Jerusalén siendo sitiada nuevamente. Algunos eruditos suponen que lo que se relata son dos campañas asirias distintas: vv. 13-16 registran los eventos del 701 a. de J.C., mientras que del v. 17 en adelante se refiere a otra campaña en el futuro (quizá con fecha c. 688 a. de J.C.) de la cual no existe evidencia en documentos asirios. Otra alternativa es asumir que después de que Senaquerib recibió el tributo de Ezequías siguió presionando para que Jerusalén se rindiese incondicionalmente. Sería comparable con lo que hizo Ben-hadad al demandar más y más de Acab durante el primer sitio de Samaria (1 Rey. 20:1-11). Y de la misma manera que Acab se puso firme y decidió resistir, Ezequías rehusó entregar la ciudad.

Tres funcionarios militares de alto rango fueron enviados a Jerusalén (17) desde Laquis, a la cual estaban sitiando (2 Crón. 32:9; el sitio se sabe también por una serie de relieves asirios impresionantes descubiertos en las ruinas del palacio de Senaquerib en Nínive, y el efecto devastador lo atestiguan los descubrimientos arqueológicos en la misma Laquis). Tres funcionarios del mismo rango de la corte de Ezequías salieron a la muralla de la ciudad para escuchar el mensaje de Senaquerib (18) que el lugarteniente del rey asirio leyó (19; lit. el Rabsaces).

El discurso del comandante utiliza repetidamente la palabra heb. traducida “confiar” (confianza, confías, etc.); también ocurre en el v. 19, aunque algunas traducciones varían. Este es el tema de todo el discurso: ¿En quién confía Jerusalén? El comandante astutamente descarta todo objeto de confianza concebible para demostrar que Jerusalén no tiene defensa. Egipto se elimina fácilmente con la llamativa figura de una caña que al quebrarse hiere la mano del que se apoya sobre ella (21). Isaías también critica la confianza en Egipto (Isa. 30:1-5; 31:1-3), pero la alternativa que propone es buscar a Jehovah (Isa. 31:1). El militar asirio continúa eliminando a Jehovah como posible ayuda, pero lo hace sin sugerir que el Señor no exista o que sea débil, sino en forma más astuta al sugerir que Jehovah no responderá porque Ezequías ha quitado los lugares altos donde se le adoraba (22). La lógica exacta de los vv. 23, 24 es difícil de seguir, pero la idea principal es muy clara: ¡El ejército de Judá está tan reducido que ni siquiera podrían armar una caballería eficaz si el mismo Senaquerib les proveyese los caballos! Finalmente, vuelve al tema de las reformas de Ezequías; éstas han ofendido a Jehovah, y Senaquerib declara que Asiria ha venido a destruir a Judá por orden del Señor (25).

La lógica del comandante es convincente y demoledora: Egipto es muy débil para poder ayudar, las fuerzas militares de Judá son inútiles y Jehovah se ha apartado de su pueblo; no hay nadie de quien Ezequías podría esperar socorro. No nos sorprende que los dignatarios de Judá hayan pedido al militar asirio que hablara en arameo (el idioma de la diplomacia internacional) en lugar de heb. (26); temen que el discurso socave la moral de la ciudad. El comandante se niega porque sus palabras son para todos. En el v. 27 les recuerda vívidamente cuán horrible es morir de hambre cuando una ciudad es sitiada. Luego se dirige directamente al pueblo (28-35), fomentando la deserción al prometer la buena vida a los que se rindiesen voluntariamente (31, 32). También vuelve al aspecto religioso (33-35), pero en este caso con una lógica distinta: Los dioses de otras ciudades no pudieron salvar a sus pueblos del poderío de Asiria, entonces, ¿cómo será posible que Jehovah pueda salvar a Jerusalén? Sin embargo, el contexto del resto del libro de Rey. socava su lógica porque contiene amplia evidencia de que Jehovah no es como los otros dioses.

Los tres dignatarios de Judá regresaron a Ezequías con sus vestiduras rasgadas como señal de dolor y angustia (ver 2 Rey. 6:30).

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

REFERENCIAS CRUZADAS

l 1111 2Cr 32:1; Isa 36:1

m 1112 Isa 10:5

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

el año catorce. Este ataque a Judá y demás pueblos del oeste formó parte de la tercera campaña de Senaquerib (705– 681 a.C.) y ocurrió en el 701 a.C. Por tanto, el año catorce del rey Ezequías debe ser contado desde el principio de su reinado independiente en el 715 a.C. Parece ser que por esa fecha Judá tomó parte en una rebelión general contra los asirios que incluía también a los arameos, fenicios, filisteos y egipcios. Ezequías fue castigado por Senaquerib por haberse aliado con Egipto y con los filisteos de Ecrón, cuyo rey, Padi, era prisionero del rey asirio.

Fuente: La Biblia de las Américas

→ §232.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

contra… TM añade todas. Se sigue LXX → §194.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

[=] *Is 36:1

[.] En el año 701 (antes de Cristo), Senaquerib sitia a Jerusalén, y Ezequías debe pagar un fuerte rescate para alejarlo. En ese momento se ubica la enfermedad de Ezequías, relatada en el capítulo 20. A partir de 18,17 y hasta el fin del capítulo 19 hallamos el relato de la liberación milagrosa de Jerusalén. En realidad hay dos relatos que corresponden posiblemente a dos liberaciones sucesivas con ocasión de dos invasiones asirias. En el 701, desde Laquis, el rey de Asur, envía a sus generales para exigirle a Ezequías que se rinda. Pero tiene que volver a su país y no puede cumplir sus amenazas. Este relato está en 18,17-19, y se concluye en 19,36-37. En el 690, nueva intervención contada en 19,9-35. Esa vez . El es una manera de designar cualquier acontecimiento providencial, a lo mejor una peste (Sal 76). En el momento en que la Ciudad Santa iba a caer y en que, por lo tanto, las promesas de Dios parecían fallar, algunos ratones tal vez llevan el virus mortífero Jerusalén es liberada como lo había anunciado Isaías. Estos dos capítulos están reproducidos casi en los mismos términos en el libro de Isaías cc. 36 y 37. Por eso, destacamos aquí solamente el relato de la primera liberación y, en Isaías 37, se destaca el de la segunda liberación. Hagan las paces conmigo y pónganse a mi servicio (31). El rey de Asiria propone la paz con esta condición que los habitantes de Jerusalén sean desterrados. Esto significa para los judíos perder su vida nacional y religiosa, al ser dispersados en otros pueblos. También significa que se quita el poder a los descendientes de David y, según las ideas de este tiempo, Yavé ha sido vencido por los dioses del conquistador. Tal desastre sobrevendrá efectivamente un siglo y medio después, mas por ahora no está todavía maduro y es por eso que Dios va a intervenir. Jerusalén queda inviolada, contra todas las esperanzas humanas. Es la imagen del dirigente al que han querido derribar a causa de su honradez y que se mantiene. Es el estudiante que permanece firme, a pesar de que sus compañeros se burlan de su fe. Son los jóvenes que viven puros en un ambiente sin moralidad. Es la Iglesia reducida a un escaso número de fieles y aparentemente vencida por las fuerzas políticas, pero siempre vencedora.

Fuente: Notas de la Biblia Latinoamericana