Comentario de Génesis 26:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Hubo hambre en el país, además de la primera que hubo en los días de Abraham. E Isaac se dirigió a Abimelec, rey de los filisteos, en Gerar.
Año 1804 a.C.
Además de la primera hambre. Gén 12:10.
y se fue Isaac. Gén 25:11.
a Abimelec. Gén 20:2; Gén 21:22-32.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Isaac, por razón de un hambre, mora en Gerar, y Jehová lo instruye y lo bendice, Gén 26:1-6.
Es reprendido por Abimelec por haber negado su esposa, Gén 26:7-11.
Se enriquece, y los filisteos tienen envidia de su prosperidad, Gén 26:12-17.
Cava pozos en Esek, Sitna, and Rehobot, Gén 26:18-22.
Dios le aparece en Beerseba, y Abimelec hace un pacto con él, Gén 26:23-33.
Esaú, Gén 26:34-35.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Anteriormente hubo hambre en los tiempos de Abraham, y esto lo obligó a viajar a Egipto (Gén 12:10-20). Luego tuvo la misma desventura en Gerar (cap. Gén 20:1-18). Esta es una historia que curiosamente se repite en forma similar en la vida de sus hijos. Los filisteos llegaron a las costas de Canaán luego de su derrota ante los Egipcios alrededor del 1200 a.C. Estos últimos los llamaban «la gente del mar». Al parecer los filisteos eran griegos que emigraron al Este (1Sa 4:1; 2Sa 5:17).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
26. Estancia de Isaac en Guerar.
E ste relato pintoresco narra hechos que parecen la repetición de los de la historia de Abraham (Rebeca presentada como hermana, alianza con Abimelec, disputas a causa de los pozos de agua).
Rebeca, en Peligro de Ser Raptada (1-11).
1Hubo en aquella tierra un hambre distinta de la primera que hubo en tiempo de Abraham, y fue Isaac a Guerar, a Abimelec, rey de los filisteos; 2pero se le apareció Yahvé y le dijo: “No bajes a Egipto. 3Sigue habitando en esta tierra, donde yo te diga; peregrina por ella, que yo estaré contigo y te bendeciré, pues a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, cumpliendo el juramento que hice a Abraham, tu padre, 4y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y le daré todas estas tierras, y la bendecirán todos los pueblos de la tierra, 5por haberme obedecido Abraham y haber guardado mi mandato, mis preceptos, mis ordenaciones y mis leyes.” 6Habitó, pues, Isaac en Guerar. 7Preguntáronle los hombres del lugar por su mujer, y él decía: “Es mi hermana.” Pues temía decir que era su mujer, no fuera que le mataran los hombres del lugar por Rebeca, que era muy hermosa. 8Como se prolongase su estancia en Guerar, mirando un día Abimelec, rey de los filisteos, por la ventana, vio que estaba Isaac acariciando a Rebeca, su mujer. 9Llamó Abimelec a Isaac, y le dijo: De cierto que es tu mujer. ¿Por qué, pues, dices: “Es mi hermana?” Y le contestó Isaac: “Es que me dije: No vaya yo a morir por causa suya.” 10Respondióle Abimelec: “¿Cómo nos has hecho esto? Hubiera podido alguno tomar a tu mujer, y hubieras arrojado sobre nosotros un delito.” 11 Dio, pues, Abimelec una orden a todo el pueblo, diciendo: “El que toque a este hombre o a su mujer, morirá.”
Otra vez se presenta la escasez en Palestina, y con ella el pensamiento de buscar en Egipto el remedio a la necesidad. Pero esta vez Isaac renuncia al viaje, y se queda al sur de Canaán, en la parte meridional de Gaza y Bersabé, que iba a ser la zona de pastoreo de Isaac, de la que no había de salir. No sería trashumante en gran escala, sino pastor de rebaños en una zona que tiene asegurados ya pastos y derechos adquiridos sobre determinados pozos de agua. Es la zona del Negueb, zona esteparia con algunos oasis. Por allí está el territorio de Abimelec, rey de los filisteos (v.1), denominación geográfica inexacta e históricamente inadmisible, pues los filisteos no se establecieron en la costa palestina hasta el siglo XI a.C. La mención, pues, de “filisteos” es una anticipación literaria del redactor para hacer más inteligible el relato a sus contemporáneos. Dios ordena a Isaac que no abandone esta zona, y le promete su bendición a su posteridad, conforme al juramento hecho a Abraham (v.3). Los v.3b-5 parecen amplificaciones del redactor posterior.
En esta tierra de Guerar se nos ofrecen por tercera vez los peligros de la esposa del patriarca, la cual era extremadamente hermosa (v.7), como se había dicho antes de Sara. Isaac utiliza la misma estratagema de su padre, presentando a Rebeca como su hermana para eludir los posibles peligros por parte de una población sensual que quisiera raptarla1. Esto es muy verosímil en poblaciones rudas, y por eso el hecho pudo repetirse varias veces; pero hay indicios de confusión de fuentes, las cuales sitúan los mismos hechos en distintas circunstancias históricas. Por eso, no pocos autores consideran estas narraciones como duplicados por su fondo común. Pero los detalles son diversos, pues en el caso de Rebeca es el pueblo, y no el faraón o el rey Abimelec, el que quiere raptar a la esposa de Isaac. Además, aquí no interviene ninguna revelación divina para dar a entender al rey que Rebeca es esposa de Isaac, sino que el rey, llevado de su curiosidad, se da cuenta que Rebeca es esposa de Isaac. Hay, pues, diferencias notables de detalle, que son un indicio de que se trata de casos diferentes, aunque similares. La reconvención hecha al patriarca es similar en los tres casos: los engañados protestan por haberlos puesto en ocasión de cometer un grave delito al apropiarse una esposa legítima (v.10). Para aclarar la situación, el rey Abimelec da orden de que tanto Isaac como su esposa sean respetados bajo pena de muerte.
Alianza de Isaac con Abimelec (12-33).
12Sembró Isaac en aquella tierra, y recogió aquel año ciento por uno, pues le bendijo Yahvé. 13Engrandecióse y fue creciendo cada vez más, hasta hacerse muy poderoso. 14Tenía mucha hacienda de ovejas y bueyes y mucha servidumbre, y los filisteos llegaron a envidiarle. 15Todos los pozos abiertos por los siervos de su padre, Abraham, los cegaron los filisteos, llenándolos de tierra. 16Dijo Abimelec a Isaac: “Vete de aquí, porque has llegado a ser mucho más poderoso que nosotros.” 17Fuese Isaac y acampó en el valle de Guerar, y habitó allí. 18 Volvió a abrir los pozos abiertos en tiempo de Abraham, su padre, cegados por los filisteos después de la muerte de Abraham, dándoles los mismos nombres que les había dado su padre. 19Cavaron los siervos de Isaac en el valle, y alumbraron una fuente de aguas vivas; 20 pero los pastores de Guerar riñeron con los de Isaac, diciendo: “Estas aguas son nuestras.” Y llamó al pozo Ezeq, porque había habido riña por él. 21 Excavaron sus siervos otro pozo, por el cual hubo también un altercado, y lo llamó Sitna. 22Yéndose más lejos, excavó otro pozo, por el cual no hubo ya querellas, y le llamó Rejobot, diciendo: “Ahora ya nos ha dado Yahvé holgura y prosperaremos en esta tierra.” 23Subió después a Bersebá, 24y se le apareció Yahvé en la noche, y le dijo: “Yo soy el Dios de Abraham, tu padre; nada temas, que yo estoy contigo: Yo te bendeciré y multiplicaré tu descendencia por Abraham, mi siervo.” 25Alzó allí un altar e invocó el nombre de Yahvé; plantó allí su campamento, y abrieron también allí sus siervos un pozo. 26Vinieron a él, desde Guerar, Abimelec, Ajurot, amigo suyo, y Picol, jefe de su ejército; 27e Isaac les dijo: “¿Para qué habéis venido a mí vosotros, que me odiáis y me habéis arrojado de entre vosotros?” 28Ellos respondieron: “Porque hemos visto claramente que está Yahvé contigo, y nos hemos dicho: Haya en medio de nosotros un juramento entre ti y nosotros. Queremos hacer alianza contigo, 29de no hacernos tú mal, como no te hemos tocado nosotros a ti, haciéndote sólo bien y dejándote partir en paz Tú eres ahora el bendito de Yahvé.” 30Isaac les preparó un banquete, y comieron y bebieron. 31A la mañana siguiente se levantaron, y se juraron unos a otros, y les despidió Isaac, yéndose ellos en paz. 32Aquel mismo día vinieron los siervos de Isaac a informarle acerca del pozo que estaban haciendo, y le dijeron: “Hemos hallado agua”; 33e Isaac llamó al pozo Sebá; por eso se llamó la ciudad Bersebá hasta el día de hoy.
El carácter de Isaac se muestra más amante de la quietud que Abraham, pues no salió del mediodía de Canaán. No es raro aún hoy día que los nómadas cultiven o hagan cultivar una parte de las tierras de sus términos para proveerse de cereales. Es lo que hizo Isaac, y como prueba de que la bendición de Dios le acompañaba siempre, el autor sagrado nos cuenta la gran cosecha (ciento por uno, expresión hiperbólica) que recogió, añadiendo luego la suma de sus riquezas en ganados. Vemos cómo las promesas hechas a Abraham se van cumpliendo, y así, su hijo empieza a ser dueño de parte de la tierra de Canaán. Poco a poco los patriarcas nómadas se van sedentarizando a medida que adquieren campos y pozos propios, y su género de vida se convierte en seminómada, participando en sus costumbres del ambiente de los poblados y de las tribus de la estepa. Esto es importante para comprender muchas costumbres de los patriarcas, las cuales unas veces coinciden con el ambiente sedentario, y otras con el ambiente del beduino2.
La prosperidad de la hacienda de Isaac suscitó la envidia de las tribus y poblaciones cercanas. También por anacronismo se llama a estas poblaciones filisteos (v.14). Como antes hemos dicho, esta anomalía histórica se debe a que el redactor posterior traslada a la época patriarcal la situación histórica de su tiempo, en que los “filisteos” eran los tradicionales enemigos de Israel. Así, los enemigos de los intereses de los patriarcas son llamados también “filisteos”; pero, en realidad, en tiempo de Isaac aún no estaban éstos en Canaán. Para hacer la vida imposible al patriarca, se dedicaron a cegar los pozos3. El propio rey Abimelec le ordena salir del territorio (v.16), y el patriarca se fue a acampar al valle de Guerar, identificado comúnmente con el Wady Gazzé4. Allí sus siervos cavaron pozos, y encontraron pozos de agua viva o corriente (v.19). Esto era un indicio de la protección divina. Muy pronto vinieron las querellas con los pastores de la región de Guerar, los cuales pretendían mantener su propiedad sobre esas aguas (v.20). Por eso Isaac llamó a aquel pozo Ezeq (querella). Hombre pacífico, Isaac se marchó a otro lugar, e hizo cavar otro pozo, sobre el que también se entablaron discusiones; por eso le llamó Sitna (hostilidad), quizá el actual Wady Sutneh er-Rueheibeh. Después excavó otro pozo, sobre el que no hubo disputa, y le llamó Rejobot (amplitud de espacio), diciendo: “Ahora nos ha dado Yahvé holgura…” (v.22). Se le ha identificado con Ruheibé5. Después el patriarca llegó a Bersebá, y allí recibió una comunicación divina en la que se reiteraban las bendiciones hechas a Abraham (v.24). Para recuerdo de esta aparición levantó un altar e invoco el nombre de Yahvé (v.25). Allí su padre había erigido también un altar junto al tamarindo6. De nuevo allí se hace una alianza con Abimelec. Este, al ver que Isaac prosperaba, se dio cuenta que Dios le bendecía, y, por tanto, que era buen negocio hacer pacto con él y tener buenas relaciones de vecindad a pesar de haberle echado de su territorio poco antes. Isaac los recibe fríamente y les echa en cara su hostilidad anterior; pero, ante las palabras de sus interlocutores, que le reconocen como bendito de Yahvé (v.29), es decir, objeto de la protección especial divina, Isaac cancela todo el pasado, ofrece un banquete y accede a formalizar una alianza solemne (v.30). Después hicieron juramento de no perjudicarse mutuamente, y se marcharon. El mismo hecho de comer con ellos recibiéndolos como huéspedes era garantizarles sus derechos7. Ese mismo día sus siervos alumbraron un nuevo pozo, al que en recuerdo de la alianza jurada se le llamó Ber Sebá (pozo del juramento). Tenemos aquí una nueva versión sobre el significado y origen de la localidad de Bersebá, tan ligada a la historia de los patriarcas8.
Las Mujeres Hititas de Esaú (34-35).
34Era Esaú de cuarenta años, y tomó por mujeres a Judit, hija de Beeri, jeteo, y a Basemat, hija de Elón, jeteo, 35que fueron para Isaac y Rebeca una amarga pesadumbre.
El autor sagrado expresa aquí lo mal que resultan estas uniones con gentes del país. Las dos esposas son jeteas, es decir, hititas, que, como hemos visto a propósito de la compra de la caverna de Macpela en Hebrón, representaban una población no semita que se había enraizado en Canaán antes de la llegada de los patriarcas. La observación del autor sagrado está ordenada a mostrar cómo Esaú no era digno de la primogenitura, y, en consecuencia, se atenúa la conducta poco noble de Jacob, como se va a narrar en el capítulo siguiente. En todo este relato de las relaciones entre los dos hermanos, el hagiógrafo ve la mano de la Providencia, que ha elegido a la descendencia de Jacob como heredera de sus promesas de bendición.
1 Véase la narración del yahvista (Gen 12:10-20) sobre el rapto de Sara por el faraón, y la del elohísta (Gén 20) sobre el rapto de la misma por Abimelec. – 2 Cf. Gen 30:14; Gen 37:7. Véase R. de Vaux.: RB (1949) I. – 3 Los v.15 y 18 son considerados por muchos comentaristas como glosa. – 4 Cf. Abel, Géog. I 406. – 5 Cf. Ibid., II 434. – 6 Gen 21:33 – 7 Véase Jaussen, Coutumes des arabes…79-93. – 8 Este relato tiene los visos de ser un duplicado del de Gen 21:31. Se ve que corrían diversas tradiciones similares para explicar el nombre de Bersebá, y el hagiógrafo las recoge como los patriarcas en orden al cumplimiento de sus promesas sobre el futuro glorioso de su descendencia.
Fuente: Biblia Comentada
hambre en la tierra. Una vez más la Tierra Prometida forzó a los beneficiarios del pacto a un traslado para escapar de los efectos de una hambruna. Abimelec. Muy probablemente un título dinástico filisteo, tratándose de un rey diferente de aquel que había conocido a Abraham (v. Gén 26:20). Vea la nota sobre Gén 20:2. los filisteos. Esta tribu de pueblos que originalmente navegaban por el Mar Mediterráneo llegaron a ser fieros enemigos de Israel cuando se asentaron en la costa SO de Palestina. Amistosos con Isaac, fueron los antepasados de unos descendientes enemigos.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
La genealogía de Isaac.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
— los filisteos: Ver nota a Gén 21:32.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Gén 12:10.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Isaac y los filisteos
Isaac fue opacado por su padre y sus hijos. Aparte de este capítulo no hay mucho acerca de él. Aquí tenemos una colección de instantáneas sobre su vida, ilustrando cómo, a pesar de su timidez y fallas morales, Isaac recibió extraordinarias promesas y experimentó extraordinarias bendiciones las que en unos aspectos sobrepasaron a las de Abraham.
Es clara la comparación con la carrera de Abraham en el v. 1 por la referencia a la primera hambruna que hubo en los días de Abraham (véase 12:10). Las promesas hechas a Isaac excedieron aun a aquellas dadas a Abraham en 22:16-18, cuando las promesas llegan a ser garantías. Aquí las promesas se hacen a Isaac y a su descendencia y todas estas tierras, no sólo Canaán, le son dadas.
Como su padre Abraham, Isaac fingió que su mujer era su hermana. Afortunadamente, Rebeca, a diferencia de Sara, nunca fue unida al harén real. Pero la afirmación de Isaac fue tan digna de censura como la de su padre (10, 11). No obstante, como Abraham, Isaac disfrutó de una extraordinaria prosperidad en su cosecha logrando el ciento por uno de lo que sembró (12).
Su prosperidad provocó celos, y los filisteos le impidieron el uso de los pozos cavados por Abraham. (Los derechos legales sobre estos pozos fue lo primero que Abraham adquirió en Canaán; cf. 21:22-34). En verdad, Isaac se dejó desplazar por los filisteos. Gén. no deja en claro si esto ocurrió por alguna actitud de cobardía o simplemente porque era un pacificador.
El Señor, sin embargo, lo reaseguró: … no temas, porque yo estoy contigo, y junto a ello estaba la confirmación de la promesa de descendencia. Como para confirmar estas promesas, una delegación de Gerar llegó solicitando a Isaac que hiciera un pacto de seguridad con ellos, porque hemos visto que Jehovah está contigo. Ahora, por fin, Isaac disfrutaba de paz y de seguro abastecimiento de aguas en la tierra prometida.
Así, a través de esta serie de incidentes vemos cómo las promesas que fueron hechas inicialmente a Abraham fueron aun más abundantemente cumplidas en la vida de Isaac. Una vez más, esto no siempre fue el resultado de sus virtudes, sino que ocurrió a pesar de sus errores. Los tímidos pueden experimentar las bendiciones divinas tanto como los que responden al llamado de Dios con gran confianza. Sin duda, la gracia de Dios es mucho más evidente en los vasos frágiles (1 Cor. 1:27-31; 2 Cor. 4:7).
Notas. 1 Los filisteos de Gén. son diferentes a los que se encuentran en el libro de Jueces, quienes llegaron a Canaán c. 1200 a. de J.C. Los filisteos posteriores vinieron de Asia Menor y del Egeo, y es posible que estos grupos anteriores hayan procedido de la misma región. 7-11 Es posible que este incidente haya ocurrido con anterioridad al nacimiento de Jacob y Esaú en 25:26. 26 Jefe de su ejército es mejor traducido como “jefe de sus pastores”. Este era el responsable de supervisar los derechos de pastoreo con “fuerza policial” para imponer sus decisiones, una especie de jefe policial. 33 Esta es otra explicación que se da del nombre Beerseba (cf. 21:30, 31).
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
26.1 Los filisteos eran una tribu que se convertiría en uno de los enemigos más temibles de Israel. Los filisteos eran originalmente un grupo de inmigrantes provenientes del Mar Egeo que se habían establecido en Palestina. Arribaron por la vía de Creta y Chipre y los gobernantes cananeos los utilizaban como mercenarios. Esta gente, que vivía en la costa sudoeste, eran pocos pero muy feroces en batalla. Aun cuando fueron amigables con Isaac, aquel pequeño grupo fue el precursor de la nación que azotaría a Israel en los tiempos de Josué, de los Jueces y del rey David. Este rey Abimelec no era el mismo que Abraham encontró (capítulo 22). Abimelec pudo haber sido el nombre de una dinastía de reyes filisteos.26.7-11 Isaac tenía miedo de que los hombres de Gerar pudieran matarlo para quedarse con su hermosa esposa Rebeca. Así que mintió diciendo que Rebeca era su hermana. ¿Dónde aprendió ese truco? Evidentemente, Isaac conocía como había actuado su padre, Abraham (véanse 12.10-14 y 20.1-4). Los padres ayudan a forjar el futuro del mundo por la forma en que moldean el estilo de vida y los valores de sus hijos. El primer paso para ayudar a los niños a que vivan una vida correcta es tener unos padres que prediquen con el ejemplo. Sus acciones a menudo las imitan los que están más cerca de usted. ¿Qué clase de ejemplo está dando usted a sus hijos?26.12-16 Dios cumplió su promesa de bendecir a Isaac. Los vecinos filisteos comenzaron a sentir envidia, ya que todo lo que Isaac hacía parecía prosperar. Así que taparon sus pozos y trataron de deshacerse de él. La envidia es una fuerza divisiva que puede despedazar naciones poderosas o a nuestro mejor amigo. Cuando sienta envidia de alguien, trate de agradecerle a Dios la buena fortuna que tienen. Antes de prorrumpir en ira, considere lo que puede perder: ¿un amigo, un trabajo, un cónyuge?26.17, 18 La región de Gerar era un lugar desolado a orillas del desierto. El agua era tan valiosa como el oro. Si alguien cavaba un pozo, era como si estuviera posesionándose de la tierra. Algunos pozos tenían cerraduras para evitar que los ladrones robaran el agua. Tapar el pozo de alguien era declararle la guerra; era uno de los delitos más graves en la región. Isaac tenía todo el derecho de declarar la guerra cuando los filisteos arruinaron sus pozos. Aun así, decidió no pelear. Al final, se ganó el respeto de los filisteos por su paciencia y sus esfuerzos de paz.26.17-22 En tres ocasiones Isaac y sus hombres cavaron nuevos pozos. Cuando surgieron las primeras dos disputas, Isaac se mudó. Finalmente hubo suficiente territorio para todos. En vez de comenzar un gran conflicto, Isaac optó por la paz. ¿Estaría usted dispuesto a renunciar a un puesto importante o a una pertenencia valiosa para mantener la paz? Pida a Dios sabiduría para saber cuándo debe retirarse y cuándo debe levantarse y pelear.ESAUEl sentido común no es muy común. Es más, lo común de muchas decisiones es que no tienen sentido. La vida de Esaú estuvo llena de decisiones de las cuales debió haberse arrepentido amargamente. Parece haber sido una persona a la que le resultaba difícil considerar las consecuencias. Reaccionaba a la necesidad del momento sin percatarse de lo que estaba arriesgando para satisfacer esa necesidad. Cambiar su primogenitura por un guiso de lentejas fue la demostración más clara de esta debilidad. Además eligió esposas en oposición directa a los deseos de sus padres. Aprendió a la mala.¿Qué estaría usted dispuesto a entregar por las cosas que ambiciona? ¿Se ve a veces tentado a dar cualquier cosa por lo que cree necesitar en ese preciso momento? ¿Se ven incluidas su familia, su esposa, su integridad o su alma en este tipo de tratos? ¿Siente usted a veces que los momentos importantes de la vida se le han escapado mientras está aferrado a otra cosa?Si es así, su reacción inicial, como la de Esaú, puede ser de profunda ira. Esto no es malo en sí, siempre y cuando usted dirija la energía de esa ira hacia una solución y no hacia usted mismo ni hacia los demás como causantes del problema. Su necesidad más grande es encontrar otro centro de interés que no sea «lo que necesito ahora». El único centro de interés que vale la pena es Dios. Una relación con El no sólo le dará un propósito definido a su vida, sino que además será una guía diaria para vivir. Encuentre a Dios en las páginas de la Biblia.Puntos fuertes y logros :– Antepasado de los edomitas– Conocido como buen arquero– Capaz de perdonar después de explotar en iraDebilidades y errores :– Cuando se enfrentaba a decisiones importantes, tendía a decidir de acuerdo con sus necesidades inmediatas y no tomando en cuenta los efectos a largo plazo– Airó a sus padres por sus malas elecciones matrimonialesLecciones de su vida :– Dios permite que sucedan ciertos hechos en nuestra vida para lograr sus propósitos generales, pero seguimos siendo responsables de nuestras acciones– Es importante considerar las consecuencias– Es posible airarse profundamente y no pecarDatos generales :– Dónde: Canaán.– Ocupación: Diestro cazador– Familiares: Padres: Isaac y Rebeca. Hermano: Jacob. Esposas: Judit, Mahalat y BasematVersículos clave :»Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados; no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura. Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas» (Heb 12:14-17).La historia de Esaú se relata en Génesis 25-36. También se menciona en Mal 1:2-3; Rom 9:13; Heb 12:16-17. 26.26-31 Cuando sus enemigos quisieron la paz, Isaac respondió rápidamente y convirtió la ocasión en una gran celebración. Tenemos que ser igual de receptivos con quienes quieran hacer las paces con nosotros. Cuando la santidad que hay en nuestras vidas comience a atraer a la gente, aun a los enemigos, debemos aprovechar la oportunidad para alcanzarlos con el amor de Dios.26.34, 35 Esaú se casó con mujeres paganas. Esto molestó a sus padres en gran manera. La mayoría de los padres pueden ser un depósito de buenos consejos. Puede que usted no esté de acuerdo con todo lo que digan sus padres, pero al menos hable con ellos y escúchelos cuidadosamente. Esto evitará los sentimientos de rencor que experimentó Esaú.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
REFERENCIAS CRUZADAS
a 1077 Gén 12:10
b 1078 Gén 26:26
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
hambre… en los días de Abraham. Cp. Gén 12:10.
En Gerar, ver nota en Gén 20:1.
Abimelec es un título dinástico, como el de faraón. Debido a que ocurre 97 años después, el Abimelec mencionado aquí probablemente no era el mismo que aparece en el Cáp. Gén 20:1-18.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
[.] Respecto al párrafo 7,11, ver 20,2. En los párrafos 12-33 nos topamos con dos realidades típicas de la vida de los patriarcas son errantes que viven bajo las tiendas de campaña; van en busca de agua y cavan pozos (ver 21,21-34). Viven bajo tiendas de campaña, es decir, en lo provisorio. La Biblia aprecia la labor del hombre para construir en este mundo algo que dure elogia la fundación de un hogar, la plantación de una viña, la edificación de una casa (Deut 20,5-7). Pues todo esto se relaciona con la misión creadora del hombre. Pero también recuerda como un ideal que no debe perderse, la vida errante de los antepasados. El creyente no se apega a nada de este mundo, ya sea familia, patria o modo de vida. Levanta su tienda en cualquier lugar donde pueda ampliar su experiencia, pero no se fija en ninguno. Viviendo como forastero en este mundo, le será más fácil encontrar a Dios, que también pasa como forastero entre nosotros (en Jn 1,14, la traducción precisa sería el Verbo levantó su tienda entre nosotros ). Ver Ex 33,7; 40,34; 2Sam 7,7; Ecclo 24,8; 2Cor 5,1-4; 1Pe 2,11. Los patriarcas cavan pozos . En el desierto no encuentran vertientes de agua viva, sino que deben cavar trabajosamente los pozos que hacen florecer el desierto y Dan de beber a los rebaños. A veces se agota el agua; otras veces los filisteos los tapan con tierra. Todo esto representa el esfuerzo humano por encontrar la sabiduría; a menudo los hombres quedan con su sed, y no faltan quienes enturbien las fuentes del saber. Por eso, estarán corriendo de un pozo a otro hasta que Cristo les dé el agua viva salida de la Roca que es él mismo. Ver Ex 17,1; Jn 4,5-10; 7,38; 1Cor 10,4; Jer 2,13.
Fuente: Notas de la Biblia Latinoamericana
[4] Gen 12, 3; 18, 18; 22, 18; 28, 14.