Biblia

Comentario de 1 Crónicas 17:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de 1 Crónicas 17:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Aconteció que cuando David ya habitaba en su casa, David dijo al profeta Natán: —He aquí, yo habito en una casa de cedro, mientras que el arca del pacto de Jehovah está bajo una tienda.

Aconteció que morando David. 2Sa 7:1, 2Sa 7:2-17; 2Cr 6:7-9; Dan 4:4, Dan 4:29, Dan 4:30.

al profeta Natán. 1Cr 29:29; 2Sa 12:1, 2Sa 12:25; 1Re 1:8, 1Re 1:23, 1Re 1:44.

he aquí yo habito. 1Cr 14:1; Jer 22:15; Hag 1:4, Hag 1:9.

y el arca del pacto. Sal 132:5; Hch 7:46.

debajo de cortinas. 1Cr 17:5; 1Cr 15:1; 1Cr 16:1; Éxo 40:19-21; 2Sa 6:17; 2Cr 1:4.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Natán primero aprueba el propósito de David de edificar casa a Dios, 1Cr 17:1-2,

después se lo prohibe por palabra de Dios, 1Cr 17:3-10.

Le promete bendiciones y beneficios en su simiente, 1Cr 17:11-15.

La oración de David, 1Cr 17:16-27.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Natán el profeta: Esta es la primera vez en este libro que aparece el nombre de un profeta. Aparentemente, Natán sirvió a David y a Salomón como un capellán o consejero privado (2Sa 7:22Sa 7:32Sa 12:1-151Re 1:8-301Re 1:32-381Re 1:452Cr 29:25). Uno de sus trabajos escritos, «el libro de Natán el profeta», proporcionó una fuente para la composición de los libros de Crónicas (1Cr 29:292Cr 9:29). Una casa de cedro indica la riqueza de David, ya que los paneles de cedro eran muy costosos como para utilizarlos en casas comunes.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

PACTO DE DIOS CON DAVID. El cap. 1Cr 17:1-27 es casi idéntico a 2Sa 7:1-29; véase el ARTÍCULO EL PACTO DE DIOS CON DAVID, P. 406. [2Sa 7:16], para los diversos aspectos de ese pacto.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Profecía de Natán (17:1-15 = 2Sa 7:1-29).
1 Una vez que David se hubo establecido en su casa, dijo a Natán, profeta: “Yo estoy habitando una casa de cedro, mientras que el arca de la alianza de Yahvé está bajo una tienda.” 2 Natán respondió a David: “Haz lo que tienes en tu corazón, pues Dios está contigo.” 3 Pero aquella noche fue dirigida a Natán la palabra de Dios: 4 “Ve y dile a David, mi siervo: Así habla Yahvé: No serás tú quien a mí me edifique casa para que more en ella. 5 Nunca, desde que saqué a Israel hasta hoy, he habitado en casa, sino que anduve de una parte a otra en una tienda. 6 ¿Dije yo nunca a ninguno de los jueces de Israel, a quienes mandé apacentar a mi pueblo: Por qué no me hacéis una casa de cedro? 7 Di, pues, ahora a mi siervo David: Así habla Yahvé Sebaot: Yo te cogí de la majada, de detrás del ganado, para que fueras jefe de mi pueblo, Israel; 8 he estado contigo por dondequiera que tú has andado; he exterminado ante ti a todos tus enemigos y he hecho tu nombre semejante al de los grandes que hay en la tierra. 9 He dado un lugar de habitación a mi pueblo, Israel, y le he plantado para que se fije y no sea ya conmovido, ni los hijos de la iniquidad le destruyan, 10 como antes en el tiempo en que establecí los jueces sobre mi pueblo, Israel. He humillado a todos tus enemigos y te anuncio que Yahvé te edificará a ti casa. 11 Cuando se cumplan tus días y vayas a reunirte con tus padres, yo alzaré tu descendencia, después de ti, a uno de entre tus hijos, y yo afirmaré su trono. 12 El será quien me edifique casa, y yo afirmaré para siempre su trono. 13 Seré padre para él, y él será para mí un hijo, y no apartaré de él mi gracia, como la aparté del que te precedió. 14 Le estableceré para siempre en mi casa y en mi reino, y su trono será firme por toda la eternidad.” 15 Natán transmitió a David todas estas palabras y toda la visión, 16 y el rey David fue a ponerse ante Yahvé y dijo: “¿Quién soy yo, Yahvé Dios, y qué es mi casa para que tú me hayas traído a donde estoy? 17 Y todavía esto, ¡oh Dios! es poco a tus ojos. Hablas de la casa de tu siervo para tiempo lejano y te dignas mirarme como un hombre de excelencia, 18 ¡oh Yahvé, Dios! ¿Qué más podrá decirte David de la gloria que concedes a tu siervo? Tú conoces a tu siervo, ¡oh Yahvé! 19 y por amor de tu siervo y conforme a tu corazón has hecho todas estas grandes cosas, revelando todas estas grandezas, ¡oh Yahvé! 20 No hay semejante a ti, no hay otro Dios como tú, como con nuestros oídos hemos oído. 21 ¿Hay sobre la tierra una sola nación que sea como tu pueblo, Israel, cuyo Dios fuese a rescatar un pueblo para hacerse nombrar con tantos milagros y prodigios, y arrojando a naciones delante de tu pueblo, al que redimiste de Egipto? 22 Tú has hecho de tu pueblo, Israel, tu pueblo para siempre, y tú, ¡oh Yahvé! tú eres su Dios. 23 Ahora, pues, ¡oh Yahvé! que la palabra que has dicho de tu siervo y de su casa sea perdurable por la eternidad y cúmplela. 24 Que perdure, para que tu nombre sea glorificado por siempre y se diga: Yahvé Sebaot, Dios de Israel, es en verdad un Dios para Israel. Y que la casa de David, tu siervo, sea firme ante ti, 25 pues que tú mismo, Dios mío, has revelado a tu siervo que le edificarás casa. Por eso ha osado tu siervo orarte así. 26 Ahora, pues, ¡oh Yahvé! tú eres Dios y tú has prometido esta giacia a tu siervo. 27 Bendice, pues, la casa de tu siervo, para que subsista para siempre delante de ti. Porque tú, ¡oh Yahvé! la has bendecido y bendita será por la eternidad.

El texto sigue muy de cerca el del libro de Samuel, con algunos cambios característicos del cronista. La estabilidad de la dinastía davídica está unida a la de la presencia de Yahvé en el templo que edificará Salomón; “su trono será firme por toda la eternidad” (v.14). David ora, sentado, ante Yahvé (v.16).

Fuente: Biblia Comentada

Segundo Samuel 2Sa 7:1; 2Sa 7:11 añade que Dios había dado y daría a David reposo de todos sus enemigos.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Esta sección relata de forma selectiva el reinado de David con un gran énfasis en el traslado del arca en Jerusalén y en los preparativos para construir el templo.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Esta sección relata el otorgamiento del pacto davídico por parte de Dios. Para una plena explicación, vea las notas sobre 2Sa 7:1-29.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

1Cr 17:1-27 : La profecía de Natán es contemplada aquí en perspectiva cronística, no tanto como respuesta al problema de la sucesión de David (ignorado por el Cronista), cuanto como justificación de la oposición divina al proyecto davídico de la construcción del Templo (ver 1Cr 28:2-3).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

¿Una casa para el arca? En general este capítulo reproduce el relato anterior. Pero los cambios a 2 Sam. 7:11 y 14 son significativos. Aquí, el v. 10 tiene doblegaré a en lugar de “te daré des canso de” porque, para el cronista, el descanso es una de las características del reinado de Salomón y no del de David, y porque después de la confusión del período de David será el privilegio de Salomón edificar un templo. De la misma manera, el v. 13 omite la posibilidad de que Salomón haga lo incorrecto (aunque lo haría). En la opinión del cronista Salomón y David deben ser considerados co mo los cofundadores del reino, los personajes ideales de la era de oro.

Es obvio que David piensa edificar una casa para el arca, e igualmente obvio dado el discurso de Natán, quien es un hombre de Dios, que no hay nada de malo en tal deseo. Las palabras de Dios le enseñarán a los débiles deseos de David cómo podrán ser enaltecidos con el desafío que viene con nuevo entendimiento. Una casa permanente para el arca es algo que Dios nunca ha pedido (4-6); en verdad diseñó el arca para que fuese portátil (Exo. 25:14). Lo que Dios hace para David tiene prioridad sobre lo que David pudiese hacer para Dios (7-10); note el uso repetido de “yo” en estos versículos. Y en los días de David y Salomón establecerá una casa y un reino (11-14) los cuales, aunque serán de ellos, también serán de Dios, y por lo tanto eternal; y por ello algo más impresionante que un reino político destinado a perecer en cuatro siglos más (otra señal, como 16:34-36, del reino de Cristo en el NT). Entonces el capítulo desarrolla del tema del “arca” (1) ambos temas de “templo” y “trono” (2).

David, poniéndose delante de Jehovah (16; se supone que es enfrente del arca), responde con una oración modelo. Primero (16-22) alaba a Dios cuyo plan de bendición para su pueblo abarca tanto el pasado (especialmente la formación de Israel en el tiempo del éxodo) como el futuro. Después pide (23-27) que Dios haga lo que dijo que haría (12), la verdadera oración de fe que descansa en tierra firme y tiene por lo tanto la seguridad de que se le escuchará.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

17.1 David se sintió culpable de que el arca, el símbolo de la presencia de Dios, estuviera en una tienda mientras que él vivía en un hermoso palacio. El deseo de David era bueno, pero el momento no. Dios dijo a David que no construyera un templo (17.3, 4) y David estuvo dispuesto a vivir de acuerdo con el tiempo de Dios. Si usted vive con lujo mientras que la obra, la casa o los siervos de Dios, tienen carencias, quizá Dios quiera que cambie la situación. Al igual que David, tome medidas para corregir el desequilibrio, pero esté dispuesto a ajustarse al tiempo de Dios.17.3-14 Dios no quería que un guerrero construyera su templo (28.3; 1Ki 5:3), y David había derramado demasiada sangre al unificar la nación. Así que el honor de construir el templo pasaría a Salomón, hijo de David. David entregaría a Salomón un reino unido y en paz, listo para comenzar la obra de un hermoso templo.17.10 Dios prometió someter a los enemigos de David. Los capítulos 18-20 relatan cómo Dios cumplió esa promesa.17.12-14 ¿Por qué, después de esta promesa eterna, a la larga fueron llevados los israelitas de la tierra prometida al cautiverio? La promesa a David constaba de dos partes. La primera parte era condicional: mientras los descendientes de David siguieran a Dios y lo honraran, continuarían en el trono de Israel. La segunda parte era incondicional: un hijo de David ocuparía este trono para siempre. Este fue Jesús el Mesías. La primera parte de la promesa estaba basada en la obediencia fiel de los descendientes de David. La segunda parte se cumpliría sin importar la forma en la que actuaran los descendientes de David.17.16-20 Dios le dijo a David que a Salomón se le daría el honor de construir el templo. David respondió con profunda humildad y sin resentimiento. Este rey que había conquistado a sus enemigos y que era amado por su pueblo dijo: «¿Quién soy yo[…] para que me hayas traído hasta este lugar?» David reconoció que Dios era el verdadero Rey. Dios ha hecho lo mismo por nosotros, y planea hacer ¡aun más! Al igual que David, debemos humillarnos y dar la gloria a Dios, diciendo: «No hay semejante a ti, ni hay Dios sino tú». ¿Puede responder con tal humildad cuando Dios elige a otro para implementar las ideas de usted?17.16-27 David oró al humillarse (17.16-18), alabó a Dios (17.19, 20), reconoció las bendiciones de Dios (17.21, 22), y aceptó las decisiones, promesas y mandatos de El (17.23, 24). Muchas veces somos rápidos para hacerle requerimientos a Dios y para contarle nuestros problemas, pero de esta otra faceta de la oración puede depender nuestra vida espiritual. Tome tiempo para alabar a Dios, para contar sus bendiciones y para afirmar su pacto de hacer lo que El le ha dicho.17.21 La referencia de David acerca del éxodo de Israel de Egipto habría tenido un significado especial para los lectores originales de 1 Crónicas quienes comenzaban o ya habían completado el segundo gran éxodo y regresaban de su cautiverio en Babilonia a Israel. Recordar las promesas, la misericordia y protección de Dios durante el primer éxodo habría alentado a los cautivos a regresar una vez más a Israel, como lo había prometido Dios.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

REFERENCIAS CRUZADAS

a 1152 2Sa 7:1

b 1153 1Re 1:8; 1Cr 29:29

c 1154 1Cr 14:1

d 1155 Heb 9:4

e 1156 2Sa 7:2; 1Cr 15:1; 2Cr 1:4

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Este material se encuentra también en 2 S 7:1– 29 (v. coments. allí). Como la audiencia al cual se dirige Crónicas es distinta, ciertas partes son tratadas con énfasis diferentes, mientras que otras tienen significados algo distintos. Dicha comunidad no tenía rey y estaba bajo el dominio extranjero. La eterna promesa de Dios a David le daba esperanza a la comunidad, y esa esperanza se entendía cada vez más en términos mesiánicos.

Fuente: La Biblia de las Américas

debajo de cortinas. I.e., en una tienda.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

Lit., cortinas

Fuente: La Biblia de las Américas

[16] Parece que el profeta Natán fue a ver a David en su palacio para manifestarle la visión que tuvo.

Fuente: Notas Torres Amat