Comentario de 2 Crónicas 10:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Entonces Roboam fue a Siquem, porque todo Israel había ido a Siquem para proclamarle rey.
Roboam. 1Re 12:1; 1Cr 3:10; Mat 1:7.
Siquem. Gén 12:6; Gén 37:12, Gén 37:13; Jos 20:7; Jos 24:1; Jue 9:1.
todo Israel. 1Re 4:1; 1Cr 12:38.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Los israelitas se reúnen en Siquem para coronar a Roboam, a través de Jeroboam le hacen una petición de aligerar los impuestos, 2Cr 10:1-5.
Roboam, desechando el consejo de los ancianos y tomando el de los jóvenes responde bruscamente, 2Cr 10:6-15.
Diez tribus rebelándose, matan a Adoram, y hacen que Roboam huya, 2Cr 10:16-19.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
¿Por qué Roboam fue a Siquem para ser coronado? Primero, Siquem tenía una rica historia si nos remontamos a los viajes de Abraham a dicho lugar (Gén 12:6, Gén 12:7; Gén 35:4; Jos 24:1-28). Pero lo que es más importante, se comenzó a desarrollar una desavenencia entre las tribus del norte y del sur (1Re 11:26-40) y Siquem sería un lugar más neutral que Jerusalén.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
LA DIVISIÓN DEL REINO. Este capítulo marca el momento en que la nación de Israel se dividió en dos reinos (vv. 2Cr 10:15-19; véanse 1Re 12:20; 1Re 12:24, notas). Al reino del norte se le llamó Israel, al reino del sur, Judá. En 2Cr se considera la corriente principal de la historia hebrea de todas las épocas como el reino sur de Judá. El escritor dice poco de la historia del reino del norte, concentrando la atención en el reino del sur por tres razones:
(1) El pueblo de Judá constituía la mayoría del remanente que volvió del exilio a Palestina y para quienes se escribió originalmente el libro de Crónicas;
(2) Judá siguió siendo el centro de la adoración del Señor Dios; y
(3) los reyes de Judá fueron los descendientes de David y por eso parte de la promesa del pacto.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
2. Historia de los Reyes de Juda (c. 10-36).
El cisma de las diez tribus (10:1-19 = Rev 12:1-20).
1 Fue Roboam a Siquem, donde se había reunido todo Israel para proclamarle rey. 2 Súpolo Jeroboam, que estaba en Egipto, adonde había huido por causa del rey Salomón, y volvió de Egipto. 3 Enviaron a llamarle, y vino Jeroboam con todo Israel y hablaron a Roboam, diciendo: 4 “Tu padre agravó nuestro yugo. Afloja, pues, ahora la dura servidumbre y el pesado yugo con que tu padre nos oprimió, y te serviremos.” 5 El les respondió: “Volved a mí de aquí a tres días.” El pueblo se fue. 6 Entonces Roboam pidió consejo a los ancianos que habían servido a Salomón, su padre, mientras vivió, y díjoles: “¿Qué me aconsejáis vosotros que responda a este pueblo?” 7 Ellos le hablaron diciendo: “Si tú hoy te conduces humanamente con este pueblo, y le complaces, y le das buenas palabras, ellos te servirán perpetuamente.” 8 Pero él, dejando el consejo que los ancianos le dieron, lo pidió a los mancebos que se habían criado con él y le asistían, 9 diciendo: “¿Qué me aconsejáis vosotros que responda a este pueblo, que me ha hablado diciendo: Alivia el yugo que tu padre nos impuso?” 10 Los mancebos que se habían criado con él le hablaron así: “Diles a los que te han pedido que aligeres su yugo: Mi dedo meñique es más grueso que la cintura de mi padre. 11 Si mi padre os cargó de pesado yugo, yo lo agravaré. Mi padre os castigó con azotes, y yo os azotaré con escorpiones.” 12 Vino, pues, Jeroboam con todo el pueblo a Roboam el tercer día, según lo que mandara el rey, diciendo: “Volved a mí de aquí a tres días”; 13 y el rey les respondió ásperamente, pues se apartó el rey Roboam del consejo de los ancianos 14y siguió el consejo de los jóvenes, diciendo: “Mi padre agravó vuestro yugo, y yo lo agravaré más todavía; mi padre os castigó con azotes, y yo os azotaré con escorpiones.” 15 No escuchó el rey al pueblo, porque era cosa de Dios, para que se cumpliera la palabra que había dicho Yahvé por medio de Ajías, silonita, a Jeroboam, hijo de Nabat. 16 Viendo todo Israel que no los había escuchado el rey, respondió el pueblo al rey diciendo: “¿Qué tenemos que ver nosotros con David? No tenemos heredad con el hijo de Isaí. IA tus tiendas, Israel! Mira tú ahora por tu casa, David.” Y todo Israel se fue a sus estancias. 17 Reinó Roboam sobre los hijos de Israel que habitaban en las ciudades de Judá. 18 Mandó luego el rey Roboam a Adoram, prefecto de los tributos; pero los hijos de Israel le lapidaron, y murió. Entonces se apresuró Roboam a subir a su carro y huyó a Jerusalén. 19 Así se apartó Israel de la casa de David hasta hoy.
El autor centró su pensamiento en Judá, desentendiéndose del reino del Norte, del cual ni siquiera consigna su ruina y desaparición· De sus reyes hablará únicamente en caso de intervenir en los asuntos de Judá.
Fuente: Biblia Comentada
Esta sección registra los veinte gobernantes de Judea en el reino dividido a partir de Roboam, el hijo de Salomón (ca. 931 a.C.), hasta Sedequías (ca. 586 a.C.), cuando el pueblo fue llevado a la cautividad en Babilonia. Se presentan los reyes justos y los avivamientos bajo ellos, así como los reyes malvados y su desastrosa influencia. El reino del norte no está presente, porque Crónicas se centra en la línea davídica.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
El reinado de Roboam (ca. 931-913 a.C.). Cp. 1Re 12:1-33; 1Re 13:1-34; 1Re 14:1-31.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Para detalles acerca de este capítulo, vea las notas sobre 1Re 12:1-24. Roboam siguió un consejo insensato, falso, de parte de novicios, en lugar del buen consejo de hombres sabios y experimentados. El resultado fue la división de la nación. Cosa asombrosa, con toda la fuerza del reinado de Salomón, la unidad era frágil, y un insensato en un puesto de dirigente acabó con ella. Roboam intentó unir a la nación por la fuerza, pero Dios no se lo permitió (2Cr 11:1-4).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
2Cr 10:1-19; 2Cr 11:1-23; 2Cr 12:1-16; 2Cr 13:1-22; 2Cr 14:2-15; 2Cr 15:1-19; 2Cr 16:1-14; 2Cr 17:1-19; 2Cr 18:1-34; 2Cr 19:1-11; 2Cr 20:1-37; 2Cr 21:1-20; 2Cr 22:1-12; 2Cr 23:1-21; 2Cr 24:1-27; 2Cr 25:1-28; 2Cr 26:1-23; 2Cr 27:1-9; 2Cr 28:1-27; 2Cr 29:1-36; 2Cr 30:1-27; 2Cr 31:1-21; 2Cr 32:1-33; 2Cr 33:1-25; 2Cr 34:1-33; 2Cr 35:1-27; 2Cr 36:1-23 : La cuarta y última parte de los libros de Crónicas refiere la historia del Reino de Judá y de sus reyes, desde el cisma hasta el exilio y el edicto de repatriación de Ciro. El Cronista sigue básicamente el orden y los contenidos de la fuente deuteronomista, pero introduce — junto a otras menores— tres grandes modificaciones, a saber: ignora sistemáticamente la historia independiente del Reino del Norte, modifica el juicio sobre algunos reyes de Judá y concede especial extensión y relieve a todos aquellos reyes que protagonizaron reformas en el Templo o en el culto.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
2Cr 10:1-19 : El Cronista sigue fielmente la versión deuteronomista de la división, sin ocultar las veladas alusiones a la responsabilidad de Salomón (2Cr 10:4; 2Cr 10:11; 2Cr 10:14).
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
— todo Israel: Ver nota a 1Re 12:1.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Jos 24:1.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
El reino dividido. Siquem había sido un lugar de importancia política y religiosa desde la antigüedad, y era un sitio apropiado y central para la asamblea de todo Israel (1) para la coronación. El primer factor de tres que ponen a Roboam muy incómodo (y para eso el lector se supone que conoce las circunstancias de 1 Rey. 11:26-40) se encuentra en la persona de Jeroboam, hijo de Nabat, quien también aparece (2). Con él como líder natural las tribus le traen el segundo problema, impuestos y mano de obra forzosa (4). Se suponía que la mano de obra forzosa no afectaría a israelitas de nacimiento (8:9), pero parece que lo hizo de todas maneras (18; 1 Rey. 5:13, 14; 11:28).
Roboam consultó a consejeros ancianos y a jóvenes, y el obstinado consejo de los jóvenes ganó. Roboam iba en contra del principio bíblico de respetar la madurez (cf. p. ej. Isa. 3:4, 5), aunque, para ser justo con él, ya que los jóvenes eran sus contemporáneos (8), deben haber tenido al menos 40 años (12:13). Dándose cuenta de que no iban a ganar ninguna concesión, Jeroboam y las tribus del norte se sublevaron, y el tercer factor -la profecía de Ajías (1 Rey. 11:29-39)- regresó para burlarse de Roboam. Dios había dicho que esto iba a pasar, y pasó (15). El lema de la rebelión (16) es un reverso irónico de 1 Crón. 12:19. Roboam, quien no estaba listo para aceptarla todavía, envía (¡de todas las personas que podría haber enviado!) a su ministro a cargo del tributo laboral para imponer el sistema aborrecible, con graves consecuencias (18).
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
10.1 Normalmente la coronación de un rey israelita se habría llevado a cabo en Jerusalén, la ciudad capital. Pero Roboam vio que existía la posibilidad de que surgieran problemas en el norte. Por lo tanto, para mantener su control sobre el país, escogió Siquem, una ciudad ubicada aproximadamente a 56 km al norte de Jerusalén. Siquem era un lugar donde, desde mucho tiempo atrás, se llevaban a cabo los pactos (Jos 21:1).10.1-15 El seguir un mal consejo puede causar desastres. Roboam perdió la oportunidad de gobernar un reino unido y en paz debido a que rechazó el consejo de los asesores ancianos de Salomón, y prefirió el de sus amigos. Roboam cometió dos errores al buscar consejo: (1) No consideró las sugerencias de aquellos que conocían la situación mejor que él, y (2) no pidió a Dios sabiduría para discernir cuál era la mejor opción.Es fácil seguir el consejo de los amigos porque a menudo sienten lo mismo que nosotros, pero su visión puede estar limitada. Es importante escuchar cuidadosamente a aquellos que tienen mayor experiencia que nosotros. Ellos pueden ver el panorama completo.10.2, 3 ¿Por qué estaba Jeroboam en Egipto? El profeta Ahías predijo que Israel se dividiría en dos y que Jeroboam sería rey del norte. Cuando Salomón supo de esta profecía, trató de matar a Jeroboam, y este se vio forzado a huir a Egipto (1Ki 11:26-40).10.14 Roboam debió haber tenido un modelo de liderazgo deficiente de su padre Salomón. Aparentemente Roboam vio exclusivamente la dificultad de gobernar al país, no las oportunidades. Mencionó solo los aspectos más ásperos del gobierno de Salomón, y decidió ser más duro con el pueblo. Cuando discuta sus responsabilidades con sus hijos, asegúrese de mitigar sus palabras de queja con palabras de regocijo. De otra manera, puede amargar las actitudes de sus hijos hacia el trabajo que realiza y hacia las personas que sirve.10.16-19 Al tratar de tenerlo todo, Roboam perdió casi todo. Motivado por el hambre de poder y la avaricia, ejerció demasiada presión y dividió su reino. No necesitaba más dinero ni poder ya que había heredado el reino más rico del mundo. No necesitaba más control porque él era el rey. Sus demandas estaban basadas en el egoísmo más que en la razón o en el discernimiento espiritual. Aquellos que insisten en tenerlo todo a la larga terminan con poco o nada.10.16-19 Aquí comienza la división del reino. La paz y la unidad que caracterizaron al gobierno de Salomón, ahora se veían arruinadas al dividirse el reino en dos. Diez tribus siguieron a Jeroboam y llamaron a su nación Israel o el reino del norte. Las otras dos, Judá y Benjamín, permanecieron leales a la línea de David y aceptaron el gobierno de Roboam. Llamaron a su nación Judá o el reino del sur.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
REFERENCIAS CRUZADAS
a 616 1Re 12:1
b 617 Gén 12:6; Jos 20:7; Jos 24:1; Jue 9:1
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Roboam. Reinó en Judá del 930– 913 a.C.
Siquem. Este pueblo, a unos 32 km al norte de Jerusalén, era el centro político, militar y religioso en el antiguo Israel desde la época de los patriarcas. Durante el período intertestamentario llegó a ser un centro samaritano.
Fuente: La Biblia de las Américas
Este capítulo 2Cr 10:1-19 describe la división del reino de Judá de la mayor parte de Israel. Debido a que la parte norte (Israel) vivió en apostasía desde el principio, el cronista no menciona la coronación de Jeroboam (1Re 12:20). Véanse notas en 1Re 12:1-33.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
[11] Látigos con punta de hierro.