Comentario de 2 Crónicas 20:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Aconteció después de esto que los hijos de Moab y de Amón, y con ellos algunos de los amonitas, salieron a la guerra contra Josafat.
Pasadas estas cosas. 2Cr 19:5, 2Cr 19:11; 2Cr 32:1.
los hijos de Moab. Sal 83:5-8; Isa 7:1; Isa 8:9, Isa 8:10; Isa 16:6.
vinieron contra. 2Cr 19:2; Jer 10:24; Apo 3:19.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Josafat, invadido por Moab, proclama ayuno, 2Cr 20:1-4.
Su oración, 2Cr 20:5-13.
La profecía de Jahaziel, 2Cr 20:14-19.
Josafat exhorta al pueblo, y pone cantores para que alabaran a Jehová, 2Cr 20:20-21.
La gran caída de sus enemigos, 2Cr 20:22-25.
El pueblo, después de bendecir a Dios en Beraca, regresa triunfante, 2Cr 20:26-30.
El reinado de Josafat, 2Cr 20:31-34.
Su flota de barcos, de acuerdo con la profecía de Eliezer, perece, 2Cr 20:35-37.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Moab fue a la guerra contra Josafat bajo el liderazgo de Mesa, quien logró la independencia de Moab de la dinastía Omri de Israel, un poco después que muriera Acab (2Cr 18:34). La batalla que se menciona aquí se llevó a cabo cuando el hijo de Acab, Ocozías, era rey de Israel (2Cr 20:35). La derrota de los enemigos de Josafat en Israel sólo significó la aparición de otros enemigos fuera de Israel. Esta situación pondría a prueba la fe de Josafat.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
NO ES VUESTRA LA GUERRA, SINO DE DIOS. Aquí la fuerza y el poder de la fe se demuestran al alabar a Dios con canciones a pesar de la batalla (vv. 2Cr 20:18-19). De igual manera, Pablo exhorta a los creyentes a «fortalecerse] en el Señor, y en el poder de su fuerza» cuando luchan contra las potestades y las fuerzas espirituales de Satanás (Efe 6:10).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
NO ES VUESTRA LA GUERRA, SINO DE DIOS. Aquí la fuerza y el poder de la fe se demuestran al alabar a Dios con canciones a pesar de la batalla (vv. 2Cr 20:18-19). De igual manera, Pablo exhorta a los creyentes a «fortalecerse] en el Señor, y en el poder de su fuerza» cuando luchan contra las potestades y las fuerzas espirituales de Satanás (Efe 6:10).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
Victoria de Josafat contra moabitas y amonitas (20:1-30).
1 Después de esto, los hijos de Moab y los hijos de Amón y algunos míneos vinieron en guerra contra Josafat. 2 Dieron noticia a Josafat, diciendo: “Viene contra ti desde el otro lado del mar, de Edom, una gran muchedumbre, y están ya en Ja-sasón Tamar, que es Engadi.” 3 En su temor, se dispuso Josafat a buscar a Yahvé, y promulgó un ayuno para todo Judá. 4 Reuniéronse los de Judá para clamar a Yahvé, y vinieron para buscar a Yahvé de todas las ciudades de Judá. 5 Puesto entonces en pie Josafat en medio de la asamblea de Judá en Jerusalén, en la casa de Yahvé, delante del atrio nuevo, 6 dijo: “Yahvé, Dios de nuestros padres: ¿No eres tú Dios en los cielos y no eres tú quien domina a todos los reinos de las gentes? ¿No eres tú quien tiene en su mano la fuerza y la potencia, a que nadie puede resistir? 7 ¡Dios nuestro! ¿No arrojaste tú delante de tu pueblo, Israel, a los moradores de esta tierra y la diste para siempre a la posteridad de Abraham, tu amigo? 8 Ellos la habitan y han edificado a tu nombre un santuario, diciendo: 9 Si nos sobreviene alguna calamidad, la espada, el castigo, la peste o el hambre, nos presentaremos en esta casa delante de ti, pues tu nombre está en esta casa, y clamaremos a ti en la tribulación, y tú nos oirás y nos salvarás. 10 Ahora, pues, he aquí que los hijos de Amón y los de Moab y los del monte Seír, a cuyas tierras no dejaste que fuese Israel cuando venía de Egipto, sino que se apartase y no los destruyese, 11 nos pagan queriendo echarnos de tu heredad, que tú nos diste en posesión. 12 ¡Oh Dios nuestro! ¿No los juzgarás tú? Porque nosotros no tenemos fuerza contra tanta muchedumbre como contra nosotros viene y no sabemos qué hacer: nuestros ojos se vuelven a ti” 13 Todo Judá estaba en pie delante de Yahvé, con sus niños sus mujeres y sus hijos. 14 Estaba allí Jajaziel, hijo de Zacarías’ hijo de Benaya, hijo de Jeiel, hijo de Matanías, levita, de los hijos de Asaf, sobre quien vino el espíritu de Yahvé en medio de la asamblea, 15 y dijo: “Oíd, Judá todo, y vosotros, los moradores de Jerusalén, y tú, rey Josafat: Así dice Yahvé: “No temáis ni os amedrentéis ante tan gran muchedumbre, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios. 16 Mañana bajaréis contra ellos; ellos van a subir por la cuesta de Sis, y los hallaréis al extremo del valle, frente al desierto de Jeruel. 17 No habrá por qué peleéis en esto vosotros; paraos, estaos quedos, y veréis la salvación de Yahvé con vosotros. ¡Oh Judá y Jerusalén! no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, que Yahvé estará con vosotros.” 18 Echóse entonces Josafat rostro a tierra, y todo Judá y todos los moradores de Jerusalén se postraron ante Yahvé, adorándole. 19 Los levitas de los hijos de Caat y de los hijos de Coré se levantaron para alabar a Yahvé, Dios de Israel, con fuerte y alta voz. 20 Levantáronse por la mañana y salieron por el desierto de Tecua, y mientras salían, Josafat, en pie, dijo: “Oídme, Judá y habitantes de Jerusalén: Confiad en Yahvé, vuestro Dios, y seréis seguros; creed a sus profetas, y prosperaréis.” 21 Después, habido consejo con el pueblo, puso cantores de Yahvé para alabar la hermosura de su santuario delante del ejército: “Alabad a Yahvé, porque es eterna su misericordia.” 22 Y en cuanto comenzaron los cantos y alabanzas, arrojó Yahvé discordias sobre Amón, Moab y los del monte Seír, que habían venido contra Judá, y se mataron unos a otros. 23 Echáronse los hijos de Amón y Moab sobre los moradores del monte Seír, para destruirlos y exterminarlos; y cuando hubieron acabado con los habitantes del monte Seír, unos a otros se destruían. 24 Cuando Judá llegó a la altura desde la cual se descubre el desierto y miraron del lado donde estaba la muchedumbre, no vieron más que cadáveres por tierra; ninguno había escapado. 25 Josafat y su gente fueron a apoderarse de los despojos, hallando entre los cadáveres muchas riquezas y objetos preciosos; cogiendo tantos, que no pudieron llevárselo todo de una vez, y emplearon tres días en recoger el botín: tan considerable fue. 26 Al cuarto día se reunieron en el valle de Beraca, donde alabaron a Yahvé. Por eso llamaron a este valle Beraèa, nombre que lleva todavía hoy. 27 Los hombres de Judá y de Jerusalén, con Josafat a la cabeza, partieron gozosos para volverse a Jerusalén, pues Yahvé los había llenado de alegría, librándolos de sus enemigos. 28Entraron en Jerusalén, en la casa de Yahvé, al son de las cítaras, los salterios y las trompetas. 29El terror de Yahvé se apoderó de todos los reinos de las otras tierras cuando supieron que Yahvé había combatido contra los enemigos de Israel. 30 El reinado de Josafat fue tranquilo, y su Dios le dio la paz de todas partes.
El presente capítulo es propio del cronista, no teniendo, al parecer, relación con la campaña de 2Re 3:4-27. Los atacantes son Moab, Amón y los meonitas, o sea, colonia de míneos que habitaban en Edom, cerca de Petra. Llegaron a Jasasón Tamar (Gen 14:7) en Engadi, en la ribera occidental del mar Muerto. Josafat acude a un ayuno colectivo y reúne una asamblea general. Los edomitas habitan en las montañas de Seír (Num 20:21; Deu 2:8). El levita Jajaziel promete una resonante victoria de parte de Yahvé; pudo observar el pueblo que una multitud de cadáveres yacía en el suelo a consecuencia de una guerra de exterminio total (Deu 2:3455) entre las tropas enemigas. El terror de Yahvé (Deu 17:10) apoderóse de todos los reinos.
Resumen del reinado de Josafat (Deu 20:31-37).
31 Josafat reinó sobre Judá. Tenía treinta y cinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veinticinco años en Jerusalén. Su madre se llamaba Azuba, hija de Silji. 32 Anduvo por el camino de Asa, su padre, sin apartarse de él, haciendo lo recto a los ojos de Yahvé. 33 Pero los altos no desaparecieron y el pueblo no tenía su corazón firmemente apegado al Dios de sus padres. 34 El resto de los hechos de Josafat, los primeros y los postreros, están escritos en la historia de Jehú, hijo de Jananí, que fue inserta en el libro de los reyes de Israel. 35 Josafat, rey de Judá, se alió con el rey de Israel, Ocozías, que fue un impío, 36 y se asoció con él para construir naves que fueran a Tarsis, haciéndose las naves en Asiongaber. 37 Entonces Eliecer, hijo de Doda va, de Maresa, profetizó contra Josafat, diciendo: “Por haberte asociado con Ocozías, Yahvé destruirá tu obra.” Las naves se destrozaron y no pudieron ir a Tarsis.
Subsistieron en su reinado los lugares altos (1Re 22:44), aunque en menor escala; todavía el corazón del pueblo no estaba del todo apegado al Dios de sus padres (v.33). Una de las fuentes históricas de información fueron las actas de Jehú (1Re 19:2; 1Re 16:1ss). Por su alianza con Ocozías, rey de Israel, “que fue un impío,” le profetizó Eliezer que su obra sería destruida; 1Re 10:22; 1Re 22:49 habla de “naves de Tarsis.”
Fuente: Biblia Comentada
Los descendientes de Lot, esto es, Moab y Amón, que se habían asentado al este del Jordán, y los de Edom al sur (los descendientes de Esaú), tenían la intención de destronar a Josafat. Habían rodeado el extremo sur del Mar Muerto y habían llegado a un punto tan al norte como En-gadi, en el punto medio de la ribera occidental. Esta era una ruta común para los enemigos, porque se hacían invisibles a la población al otro lado de los montes al oeste.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Esta sección registra los veinte gobernantes de Judea en el reino dividido a partir de Roboam, el hijo de Salomón (ca. 931 a.C.), hasta Sedequías (ca. 586 a.C.), cuando el pueblo fue llevado a la cautividad en Babilonia. Se presentan los reyes justos y los avivamientos bajo ellos, así como los reyes malvados y su desastrosa influencia. El reino del norte no está presente, porque Crónicas se centra en la línea davídica.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
El reinado de Josafat (ca. 873-848 a.C.). Cp. 1Re 15:24; 1Re 22:1-50.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
2Cr 20:1-30 : En la perspectiva del Cronista, este relato es como una gran parábola que le permite ilustrar sus ideas teológicas, a saber: el valor de la oración, del ayuno y de la confianza en Dios; la fuerza mediadora del Templo; el papel destacado de levitas y cantores; y, sobre todo, la confianza total en la intervención divina contra los enemigos de su pueblo.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
— meunitas: Lectura según la versión griega y 2Cr 26:7; el texto hebreo dice amonitas. En el relato se les denomina también “habitantes de la montaña de Seír” (2Cr 20:10). El ataque coaligado de Amón y Moab contra Judá no está atestiguado en Reyes ni en otras fuentes. El Cronista puede haber reconstruido la batalla a partir de la vaga noticia de 1Re 22:47.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
La invasión de Judá. Este relato aparece solo en Crón. Hay similitudes y diferencias entre él y los eventos de 2 Rey. 3. La invasión que se describe aquí no puede ser “la ira de Jehovah” anunciada en 19:2, pero parece haber sido permitida por Dios como oportunidad para probar su salvación y no enviada como castigo.
Existe un poco de confusión acerca de quiénes fueron los invasores y de dónde vinieron, pero en todo caso fue una gran multitud (2) que se acercaba desde la dirección del mar Muerto. Es importante notar que lo primero que se dice acerca del héroe del relato (porque eso es lo que es) es que Josafat tuvo temor (3). El relato ya ha demostrado cuán difícil le era ser duro. Quizá debido a que le faltaba esa clase de fuerza interna, el autor de Rey. no lo pudo ver en el papel de héroe. Pero su temor le hace “buscar a Jehovah”, y lo que es más, hace que toda la nación se una a él para buscar a Jehovah (3, 4): Sin duda como resultado del diligente cuidado pastoral de su pueblo evidente en los caps. 17 y 19.
Al frente de la congregación eleva su oración basada en los hechos del pasado, refiriéndose a Salomón (9; 6:28, 34), a David (6; 1 Crón. 29:11, 12), a Josué (7a) y a Abraham (7b), y aplicándolos a los hechos del presente (10, 11). En el clímax de la oración la debilidad de Josafat se hace evidente como el camino indispensable para recibir la bendición de Dios (12). Igualmente memorable es la inspirada respuesta que procede de la boca del levita Yajaziel; otra referencia al pasado, en este caso a Deut. 20:2-4: “Deteneos, estaos quietos y ved la victoria que el Señor logrará para vosotros” (17). Los eventos de la mañana siguiente muestran la misma fe “que actuaba juntamente con sus obras” de parte de Josafat que también había caracterizado a Asa en circunstancias similares (“porque en ti nos apoyamos y en tu nombre vamos”, 14:11), y también muestran la victoria de Jehovah que trae gran honra y gloria a su nombre (20-26).
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
20.3 Cuando la nación enfrentó el desastre, Josafat hizo un llamado al pueblo para que tomara en serio a Dios y que ayunara por un tiempo determinado. Al separarse de la rutina diaria de la preparación y del consumo de la comida, pudieron dedicar ese tiempo extra a considerar su pecado y a orar para pedir ayuda a Dios. El dolor agudo del hambre reforzaría sus sentimientos de penitencia y les recordaría su debilidad y su dependencia de Dios. El ayuno todavía es útil en la actualidad cuando buscamos la voluntad de Dios en situaciones especiales.20.6ss La oración de Josafat tenía varios ingredientes esenciales: (1) Entregó la situación a Dios, reconociendo que sólo Dios podía salvar a la nación. (2) Buscó el favor de Dios ya que su pueblo era el pueblo de Dios. (3) Reconoció la soberanía de Dios en la situación actual. (4) Alabó la gloria de Dios y se consoló en sus promesas. (5) Profesó una dependencia completa de Dios, no de sí mismo, para la liberación. Para ser la clase de líder que Dios quiere en la actualidad, siga el ejemplo de Josafat: concéntrese totalmente en el poder de Dios y no en usted mismo.20.15 Cuando el enemigo avanzó en Judá, Dios habló por medio de Jahaziel: «No temáis ni os amedrentéis[…] porque no es vuestra la guerra, sino de Dios». Quizá no estemos luchando con un ejército, pero todos los días luchamos con la tentación, la presión y «huestes espirituales de maldad» (Eph 6:12) que quieren que nos rebelemos contra Dios. Debemos recordar que, como creyentes, tenemos el Espíritu de Dios en nosotros. Si pedimos la ayuda de Dios cuando enfrentamos luchas, Dios peleará por nosotros. Y Dios siempre triunfa.¿Cómo dejamos que Dios pelee por nosotros? (1) Al darnos cuenta que la lucha no es nuestra sino de Dios. (2) Al reconocer las limitaciones humanas y al permitir que la fortaleza trabaje a través de nuestros temores y debilidades. (3) Al asegurarnos que buscamos los intereses de Dios y no nuestros deseos egoístas. (4) Al pedir la ayuda de Dios en nuestras batallas diarias.20.33 Este versículo dice que Josafat no quitó los lugares altos corruptos (altares idólatras) mientras que en el 17.6 y el 19.3 dice que sí los destruyó. Josafat destruyó la mayoría de los ídolos de Baal y Asera, pero no tuvo éxito al tratar de erradicar las religiones corruptas practicadas en los lugares altos.20.37 Josafat se enfrentó al desastre cuando unió fuerzas con el malvado rey Ocozías. No aprendió de su alianza desastrosa con Acab (18.28-34) o de la alianza que su padre hizo con Siria (16.2-9). La sociedad estuvo fundamentada en raíces desiguales ya que un hombre servía a Dios y el otro adoraba ídolos. Provocamos el desastre cuando entramos en sociedad con no creyentes debido a que diferimos en los principales fundamentos de nuestra vida (2Co 6:14-18). Mientras que uno sirve al Señor, el otro no reconoce su autoridad. Inevitablemente, el que sirve a Dios se ve tentado a comprometer sus valores. Cuando esto sucede, surge el desastre espiritual.Antes de entrar en una alianza pregunte: (1) ¿Cuáles son mis motivos? (2) ¿Qué problemas estoy tratando de evitar al buscar esta sociedad? (3) ¿Es esta sociedad la mejor solución, o es sólo una solución rápida para mi problema? (4) ¿He orado o he pedido a otros que oren buscando la dirección de Dios? (5) ¿Trabajamos mi futuro socio y yo para conseguir las mismas metas? (6) ¿Estoy dispuesto a conformarme con menos ganancias económicas a finPERSECUCIONES BIBLICASEl perseguidoEl perseguidorCausa de la persecuciónResultado :ReferenciaIsaac y Los filisteos Gen 26:12-33 Dios estaba bendiciendo a Isaac y ellos tenían envidiaResultado : Los filisteos no pudieron someter a Isaac, e hicieron las paces con élMoisés y los Israelitas Exo 17:1-7 Los israelitas querían aguaResultado : Dios proporcionó agua, gracias a la oración de MoisésDavid contra Saúl y otros 1 Samuel 20-27; Psa 31:13; Psa 59:1-4 David se estaba convirtiendo en un líder poderoso, amenazando así la posición de Saúl como reyResultado : David sobrevivió a la persecución y ocupó el tronoSacerdotes de Nob y Saúl y Doeg1 Samuel 22 Saúl y Doeg pensaron que los sacerdotes ayudaron a escapar a DavidResultado : Mataron a ochenta y cinco sacerdotesProfetas y Jezabel 1Ki 18:3-4 Jezabel no quería que le señalaran sus malos caminosResultado : Mataron a muchos profetasElías y Acab y Jezabel 1 Reyes 18.10-19.2 Eliseo expuso sus pecadosResultado : Elías tuvo que huirMicaías y Acab 2Ch 18:12-26 Acab pensó que Micaías estaba causando problemas en vez de profetizar por DiosResultado : Enviaron a Micaías a la cárcelEliseo y Un rey de Israel (probablemente Joram) 2Ki 6:31 El rey pensó que Eliseo había causado la hambrunaResultado : Eliseo no hizo caso de las amenazas y profetizó el final de la hambrunaHanani y Asa 2Ch 16:7-10 Hanani criticó a Asa por confiar en la ayuda de Siria más que en la de DiosResultado : Enviaron a Hanani a la cárcelZacarías y Joás 2Ch 24:20-22 Zacarías confrontó al pueblo de Judá por no hacer caso a la Palabra de DiosResultado : Mataron a ZacaríasUrías y Joacim Jer 26:20-23 Urías confrontó a Joacim acerca de sus malos caminosResultado : Mataron a espada a UríasJeremías y Sedequías Jeremías 37.1-38.13 Sedequías pensó que Jeremías era un traidor al profetizar la caída de JerusalénResultado : Pusieron preso a Jeremías y después lo echaron en una cisterna con cienoSadrac, Mesac y Abed-nego y Nabucodonosor Daniel 3 Los tres hombres se negaron a inclinarse ante alguien que no fuera DiosResultado : Los lanzaron a un horno encendido, pero Dios los salvó milagrosamenteDaniel y los Líderes nacionales Daniel 6 Daniel estaba orandoResultado : Echaron a Daniel a los leones, pero Dios lo salvó milagrosamenteJob y Satanás Job 1:8-12; Job 2:3-7 Satanás quería demostrar que el dolor y el sufrimiento haría que una persona abandonara a DiosResultado : Job permaneció fiel a Dios y recibió restauraciónJuan el Bautista y Herodes y Herodías Mat 14:3-13 Juan confrontó el adulterio del rey HerodesResultado : Decapitaron a JuanJesús y los Líderes religiosos Mar 7:1-16; Lucas 22.63- 24.7 Jesús expuso sus motivos pecaminososResultado : Crucificaron a Jesús, pero resucitó para demostrar su poder sobre el malPedro y Juan y Líderes religiosos Act 4:1-31 Pedro y Juan predicaron que Jesús era el Hijo de Dios y el único camino para la salvaciónResultado : Los pusieron en prisión, pero después los soltaronEsteban y los Líderes religiosos Hechos 6-7 Esteban expuso la culpabilidad de ellos al crucificar a JesúsResultado : Mataron a pedradas a EstebanLa iglesia y Pablo y otros Act 8:1-3; Act 9:1-9 Los cristianos predicaron que Jesús era el MesíasResultado : Los creyentes sufren muerte, cárcel, tortura, destierroJacobo y Herodes Agripa I Act 12:1-2 Para complacer a los líderes judíosResultado : Mataron a JacoboPedro y Herodes Agripa I Act 12:3-17 Para complacer a los líderes judíosResultado : Pusieron a Pedro en la cárcelPablo y los Judíos, funcionarios de la ciudad Act 14:19; Act 16:16-24 Pablo predicó acerca de Jesús y confrontó a aquellos que hacían dinero manipulando a otrosResultado : Apedrearon a Pedro; lo pusieron en la cárcelTimoteo Heb 13:23Resultado : Pusieron a Timoteo en la cárcelJuan y los romanos Rev 1:9 Juan habló a otros acerca de JesúsResultado : Desterraron a Juan a una isla remotaMicaías, al igual que miles de creyentes antes y después de él, fue perseguido por su fe. El cuadro muestra que la persecución proviene de una variedad de personas y se da en diversas formas. Algunas veces Dios nos protege de ella, otras no. Pero mientras permanezcamos fieles únicamente a Dios, debemos esperar la persecución (véanse además Luk 6:22; 2Co 6:4-10; 2Ti 2:9-12; Rev 2:10). Además parece que Dios tiene una recompensa especial para los que resisten dicha persecución (Rev 6:9-11; Rev 20:4)
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
NOTAS
(1) “Algunos de los ammonim.” Lit.: “de los ammonim”. Heb.: me·ha·‛Am·moh·ním; por una transposición de letras en M: “los meunim; meunitas”; LXX: “los mineos”; Vgc: “los ammonitas”.
REFERENCIAS CRUZADAS
a 1101 Gén 19:37; Jue 3:14; 2Sa 8:2; Sal 83:6
b 1102 Gén 19:38
c 1103 2Cr 20:10
d 1104 2Cr 19:2
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
meunitas. Aunque el texto hebreo dice amonitas , la Septuaginta (LXX) dice meunitas, lo que probablemente sea correcto, ya que parece improbable que se refiera a los amonitas dos veces en el mismo vers. Los meunitas eran miembros de una tribu en el desierto que vivía al sudeste del Mar Muerto. Su capital era Maan. Aunque vivían al este de Edom, no eran edomitas. Fueron conquistados por la tribu de Simeón (1 Cr 4:41).
pelear contra Josafat. Crónicas da más detalles de las proezas militares de Josafat que el libro de Reyes (cp. 1 R 22:45).
Fuente: La Biblia de las Américas
Moab. Véase nota en Amó 2:1.
Amón. Véase nota en Amó 1:13.
otros de los amonitas. I.e., meunitas cuya capital era Maán, a 19 km. al SE de Petra.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
mineos… Se sigue LXX. Esto es, los hijos de Seir → v. 2Cr 20:10; TM: amonitas.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Así en heb.; en la versión gr. (Sept.), meunitas
Fuente: La Biblia de las Américas
Aparente inconsistencia del TM.
Fuente: La Biblia Textual III Edición
[10] Deut 2, 1.[13] La plegaria del rey y la presencia del pueblo se convierten en una celebración religiosa para proclamar la victoria de Dios. Jdt 4, 9; Joel 2, 16.[34] Por Reyes de Israel se entienden los que gobernaron en Judá. 2 Cro 21, 2; 23, 2; 24, 16.[37] 1 Re 22, 45-50.