Comentario de 2 Crónicas 33:12 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Sin embargo, cuando fue puesto en angustia, imploró el favor de Jehovah su Dios y se humilló mucho delante del Dios de sus padres.
Mas luego. 2Cr 28:22; Lev 26:39-42; Deu 4:30, Deu 4:31; Jer 31:18-20; Ose 5:15; Miq 6:9; Luc 15:16-18.
oró a Jehová su Dios. 2Cr 33:18, 2Cr 33:19; 2Cr 28:5; Sal 50:15; Hch 9:11.
humillado grandemente. 2Cr 33:19, 2Cr 33:23; 2Cr 32:26; Éxo 10:3; Luc 18:14, Luc 18:15; Stg 4:10; 1Pe 5:5, 1Pe 5:6.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
reconoció Manasés que: La pena que Jehová infligió sobre Manasés por sus pecados no era sólo para castigar, sino para que se arrepintiese y comprendiera claramente la absoluta soberanía de Dios.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Manasés. Este rey era muy malvado e idólatra, asesino de sus hijos, y profanador del templo. En su gracia, Dios perdonó a este «primero de los pecadores» (cp. 1Ti 1:15) cuando se arrepintió. Luego él hizo lo que pudo para reparar los efectos de su vida (vv. 2Cr 33:15-17). Aunque el pueblo adoraba a Dios y no a los ídolos, lo estaban haciendo en el lugar incorrecto y de la forma incorrecta. Dios les había mandado ofrecer sacrificios solo en ciertos lugares (Deu 12:13-14) para preservarlos de corromper las formas prescritas y protegerlos de la influencia religiosa pagana. La desobediencia a las demandas de Dios en esta cuestión contribuyó de cierto a la decadencia bajo el siguiente rey, Amón (vv. 2Cr 33:21-23), cuya corrupción tuvo que eliminar su sucesor, Josías (2Cr 34:3-7).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
REFERENCIAS CRUZADAS
t 2126 Lev 26:40; Deu 4:30
u 2127 Sal 50:15
v 2128 2Cr 32:26; Luc 18:14; 1Pe 5:6