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Comentario de Esdras 6:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Esdras 6:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Entonces el rey Darío dio una orden, y buscaron en la casa de los archivos donde se depositaban los tesoros, allí en Babilonia.

dio la orden de buscar. Esd 4:15, Esd 4:19; Esd 5:17; Job 29:16; Pro 25:2.

en la casa de los archivos. Sal 40:7; Jer 36:2-4, Jer 36:20-23, Jer 36:29, Jer 36:32; Eze 2:9; Eze 3:1; Apo 5:1.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Darío, al encontrar el decreto de Ciro, dauna nueva orden para la continuación de la construcción, Esd 6:1-12.

Con la ayuda de Tatnai y Setar-boznai, de acuerdo a la orden, el templo es terminado, Esd 6:13-15.

Se consagra la fiesta de la dedicación, Esd 6:16-18;

y la Pascua, Esd 6:19-22.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Ante la solicitud de Tatnai y sus ayudantes (Esd 5:17), el Rey Darío ordenó a sus secretarios buscar los registros oficiales en los archivos, o «la casa de los libros», para ver si Ciro autorizó la reconstrucción del Templo en Jerusalén. Aparentemente no se encontró nada en Babilonia y la búsqueda se trasladó a Acmeta, la residencia de verano de los reyes persas.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

EN EL REINADO DE ASUERO… ESCRIBIERON ACUSACIONES. Asuero es la forma latinizada del hebreo «ahashwerosh. Inscripciones antiguas muestran que los griegos lo llamaban Jerjes. Él reinó sobre el imperio persa desde 485 hasta 465 a.C. Los acontecimientos del libro de Ester tuvieron lugar durante ese período.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Hallazgo en Ecbatana (6:1-2).
1 Entonces el rey Darío dio orden de hacer investigaciones en las casas de los archivos, donde se depositaban los tesoros, en Babilonia; 2 y se encontró en Ecbatana, capital de la provincia de Media, un rollo en que estaba escrito el memorial siguiente.

Algunos autores cambian el orden de los términos archivo y tesoro, traduciendo: “En la casa de los tesoros, en donde se depositaban los libros,” alegando que se guardaban los libros en el mismo lugar que los tesoros; pero éstos no se colocaban en las bibliotecas. Se discute en qué sentido debe entenderse la palabra Babilonia. Algunos (Gelin, Kittel) la interpretan en el sentido de reino de Babilonia. Pero puede ser que, siguiendo el rey la indicación del gobernador Tatnaí, diera orden de que se registraran los archivos de Babilonia y, al no encontrarse allí el documento, se buscara en otras villas reales, encontrándose en Ahmeta. Según datos de Jenofonte 1, solía Ciro habitar en medio de su imperio, pero cambiaba de ciudad. Durante los siete meses de invierno vivía en Babilonia; en los tres meses de primavera residía en Susa, desde donde marchaba a Ecbatana, hoy Hamadan, para veranear allí.
Ahmeta es el nombre aramaico de Ecbatana. En las tres capitales del imperio mencionadas existían archivos reales, donde se guardaba la relación de los hechos más salientes de la historia. De la circunstancia de hallarse en Ecbatana el memorial de Ciro se concluye que fue promulgado durante el verano del año 538. Según la crónica de Nabónides (Pritchard, 316), no se hallaba en Babilonia el 4 de Nisán, presidiendo su hijo Gambises las ceremonias (529-522).
El rey invernaba en Babilonia, veraneaba en Ecbatana y pasaba en Susa la primavera. El memorial estaba escrito en un rollo de pergamino o piel, de uso, desde muy antiguo, en Persia (Diodoro, BibL Hist2Cr 2:32). El término Dikronah, memorial, “es un documento que guarda el recuerdo de un acto oficial” (Michaelí). No se reproduce el texto completo del decreto.

Extracto del decreto (2Cr 6:3-5).
3 “El año primero del rey Ciro ha dado el rey Ciro esta orden respecto de la casa de Dios de Jerusalén: Que la casa sea reconstruida para ser un lugar en que se sacrifique y que tenga sólidos fundamentos. Tendrá sesenta codos de alto, sesenta de ancho 4 y tres hiladas de piedra tallada y una de madera nueva, siendo abonado el importe por la casa del rey. 5 Además, los utensilios de oro y de plata que Nabucodonosor sacó del templo de Jerusalén, trayéndolos a Babilonia, serán devueltos y llevados al templo de Jerusalén, al lugar donde estaban, y depositados en la casa de Dios.”

El extracto del decreto de Ciro se hace teniendo en cuenta la petición del gobernador. Por lo mismo, se indica la fecha en que Ciro dio la orden de reedificar el templo. Quería el monarca que se ofrecieran allí sacrificios cruentos e incruentos. El texto masorético: “y sean erigidos sus fundamentos (ussohi)” debe cambiarse por: “sus sacrificios ígneos (esshohi)” o cruentos. No quiere indicar Ciro el lugar donde debe emplazarse el futuro templo, sino hacer hincapié en que deben celebrarse sacrificios para tener propicio al Dios de los judíos. Este Dios tenía su asiento en Jerusalén; era necesario, pues, que se le rindiera culto en el mismo lugar que Dios había escogido. Se añade una noticia incompleta y acaso desfigurada de las medidas del nuevo templo. Se indican la altura y la anchura, pero nada se dice de su longitud. Comparando las medidas señaladas por Ciro con las del templo de Salomón, aparece que éste debía ser superado por el nuevo. El santuario salomónico contaba 6o codos de largo, 20 de ancho y 30 de altura (1Re 6:2). Si el nuevo tenía 6o codos de alto y 6o de ancho, ¿cuánto medía su longitud? No lo dice el texto, pero es de suponer que superase a las otras dos medidas. Pero estas proporciones colosales del nuevo templo contradicen al testimonio de Ageo (1Re 2:3) y de Zacarías (1Re 4:10), que hablan de un templo de proporciones menores que el de Salomón. Es evidente que los números dados aquí no corresponden a la realidad ni eran los que escribió el autor sagrado. La altura resultaría extraordinaria; el ancho del templo sería tres veces mayor que el de Salomón 2.
El codo, como unidad de medida, era doble: el vulgar, equivalente a c.45 metros, y el que se empleó en la construcción del templo, c.52. Las particularidades sobre la manera como debía precederse en la construcción se explican por la forma administrativa del decreto. Sobre el empleo de hiladas de piedra y de madera en las Consrucciones antiguas véase 1Re 6:36; 1Re 7:12· La misma construcción se observa en un muro del siglo XIV antes de Cristo en la antigua Ugarit (Rash Shamra).

Ordenes concretas (1Re 6:6-10).
6 “Por tanto, Tatnaí, gobernador del otro lado del río; Setar-Boznaí, y vuestros colegas de Afarsac, que habitáis al lado de allá del río, alejaos de ahí 7 y dejad que prosigan los trabajos de esa casa de Dios y que el gobernador de los judíos y los ancianos de los judíos la reconstruyan en su lugar. 8 Esta es la orden que os doy acerca de lo que debéis hacer, respecto de esos ancianos de los judíos, para la construcción de esa casa de Dios. 9 El costo, tomado de la hacienda del rey, proveniente de los tributos de la parte de allá del río, será íntegramente pagado a esos hombres, para que no haya interrupciones. 10 Lo necesario para los holocaustos al Dios de los cielos: novillos, carneros, corderos, trigo, sal, vino y aceite, será entregado, a petición suya, a los sacerdotes de Jerusalén, día por día y sin falta, para que ofrezcan sacrificios de grato olor al Dios de los cielos y rueguen por la vida del rey y la de sus hijos.”

Indicados sumariamente los puntos claves del edicto de Giro, pasa Darío a dar órdenes concretas. Exige en primer lugar que se deje en paz a los judíos para que prosigan la obra del templo. Tienen los sionistas derechos adquiridos y no deben inmiscuirse en este negocio las autoridades locales y regionales, poniendo cortapisas a la amplia concesión de Ciro. Se citan los nombres del gobernador, Tatnaí, de Setar-Boznaí, ambos nombres asirios. La palabra Afarsac debe probablemente traducirse por persas (1Re 5:6). La orden, pues, se dirige a los funcionarios persas de la satrapía Abarnahara o transeufratena. A las disposiciones antiguas añade Darío muestras evidentes de simpatía hacia la causa judía. Lejos de obstaculizar la construcción del templo, impone a las autoridades provinciales la obligación de entregar a los ancianos de los judíos el dinero recaudado en concepto de tributos de la provincia de Abarnahara. Debió de sospechar el rey que tenían los judíos necesidad de dinero para esta empresa y acaso había llegado a sus oídos la noticia de haberse paralizado las obras por falta de fondos. Ciro habíase mostrado espléndido; los amigos de los judíos habían entregado sumas considerables (1Re 1:3-4); los judíos que quedaron en Babilonia habíanse solidarizado con sus hermanos repatriados, pero en aquellas circunstancias en que comenzaba una vida nueva para Israel no había nunca dinero suficiente. Confirma la historia la religiosidad de Darío y su generosidad hacia los lugares sagrados. En Egipto reparó muchos templos, mostrándose tan religioso, que dioses y diosas le reconocieron como a hijo suyo. Restauró el templo de Pta en Menfis, construyó el santuario en el oasis de Kargah. Uzahor, en la descripción e Sais, dice: “Todo esto hizo Darío, porque sabía que tal era la me-r manera de dar nueva vida a lo que estaba cayendo en ruinas, con el fin de mantener el honor de todos los dioses, sus templos, sus rentas y la perduración de su culto con sus fiestas” (Fernández) Sus donativos a los judíos tenían como finalidad obtener dé ellos la segundad de que en sus sacrificios se acordarían de Darío y de sus hijos. Entre los persas existía el deber de rogar por el rey con ocasión de los sacrificios 3. Los judíos de la Elefantina prometieron al gobernador persa de Judá, Bagoas, ofrecer sacrificios por él, asegurándole que, si hace reconstruir su templo, alcanzará con ello delante de Dios un mérito más grande que el ofrecimiento de holocaustos “por un valor de mil talentos de plata.”4
Aspira Darío a obtener la bendición de Yahvé, como de todos los otros dioses, por impulsar y ayudar la construcción de templos y contribuir a los gastos que importaban los sacrificios (Pritchard 492). El tecnicismo cultual empleado en el texto explícase por disponer el rey de funcionarios judíos encargados de los negocios referentes a su pueblo. Se mencionan tres clases de sacrificios: cruentos (animales), ofrendas (cereales, sal) y libaciones (vino y aceite). La expresión “sacrificio de grato olor” debe tomarse en sentido general, y no en el particular de ofrendas de incienso y perfume (Lev 1:9; Lev 2:9).

Severos castigos (Lev 6:11-12).
11 “Y ésta es la orden que doy acerca de cualquiera que traspasare este mandato: se arrancará de su casa una viga, que se alzara, para colgarle en ella, y su casa será convertida en un montón de inmundicia. 12 Que el Dios que hace residir su nombre en ese lugar derribe a todo rey y todo pueblo que tienda su mano para traspasar mi mandato, destruyendo esa casa de Dios en Jerusalén. Yo, Darío; yo he dado esta orden. Que sea puntualmente cumplida.”

Dos penas impone el rey a los transgresores. Por la primera, los contraventores serán empalados en una viga de su misma casa. El mismo Darío empaló a tres mil babilonios 5. No era corriente este castigo entre los hebreos; únicamente los cadáveres eran colgados de un palo para que sirvieran de escarmiento (Deu 21:22; Jos 10:29; Est 5:14; Est 6:4; Est 7:10; Est 8:7). El segundo castigo consistía en destruir la casa del culpable y convertirla en estercolero o lugar de inmundicias (newalu, 2Re 10:27; Dan 2:5). La expresión “que el Dios que hace residir su nombre” es de sabor deuteronómico (Deu 12:11; Deu 14:23; 1Re 9:3; Jer 7:12). Su presencia en el texto sugiere la idea de que el redactor del libro da al texto cierto colorido judaico. La maldición encaja bien con la idiosincrasia de Darío, que en la inscripción de Behistun invoca la maldición de Ahura Mazda contra aquel que se atreva a destruirla.

Efectividad del decreto (Jer 6:13-15).
13 Tatnaí, gobernador de la parte de acá del río, Setar-Boz-naí y sus colegas, se conformaron puntualmente a esta orden que les mandó el rey Darío; 14 y los ancianos de los judíos prosiguieron con buen suceso la reconstrucción, según las profecías de Ageo, profeta, y de Zacarías, hijo de Ido; y terminaron la reconstrucción, según la orden del Dios de Israel y las de Ciro y Darío. 15 La casa fue terminada el día tercero del mes de Adar del año sexto del reinado de Darío.

Aunque las apariencias pudieran hacer creer otra cosa, es cierto que Dios rige los acontecimientos de la historia universal para la consecución de sus fines inefables. De esta manera vemos que el exilio fue una medicina saludable para Israel, que reconoció sus pecados y se volvió a su Dios. Como consecuencia, Yahvé depone su actitud airada y perdona a su pueblo. En prueba de su amistad y benevolencia hizo surgir monarcas adictos a la causa de Israel, permitiendo y facilitando el regreso a la patria y un nuevo resurgimiento del pueblo judío. Las autoridades provinciales recibieron con satisfacción la orden de Darío, escudándose en ella para frenar toda actividad hostil de parte de los samaritanos. El favor real animó a los judíos, tanto por la ayuda económica que les prometió como por la seguridad que les garantizaba con su decreto. En estas circunstancias pudieron los profetas Ageo y Zacarías urgir el deber que incumbía a todos de trabajar en la obra del templo. Por un conjunto de circunstancias favorables, la obra terminóse el día tercero del mes de Adar (febrero-marzo) del año 515. El libro 3 de Esdras (7,5) y Flavio Josefo6 señalan el término de la obra el 23 del duodécimo mes, del mes de Adar. Kugler prefiere la data del 23, por razón de que en aquel año el día 3 caía en sábado y el 23 en viernes. Pero es posible, dice Médiebelle, que el término de una obra tan importante prevaleciera al reposo sabático, sobre todo si la obra terminó a primeras horas del sábado, al caer el sol en la tarde del viernes. Los trabajos duraron cuatro años y medio. Todos los pormenores concurren a demostrar que no pudo competir este nuevo templo con el de Salomón, en cuya construcción invirtiéronse siete años. Sin embargo, se procuró conseguir una reproducción del edificio anterior bastante perfecta, como se desprende de la letra de Aristeas7. Ezequiel contempla la nueva construcción desde el punto de vista escatológico. Este nuevo templo fue santificado por la presencia de Jesucristo, que sacó de él, a latigazos, a los que lo habían convertido en cueva de ladrones. De este segundo templo escribió Ageo: “La gloria de esta postrera casa será más grande que la de la primera, dice Yahvé Sebaot, y en este lugar daré yo la paz, dice Yahvé Sebaot” (Jer 2:10).

Dedicación del templo (Jer 6:16-18).
l6 Los hijos de Israel, los sacerdotes y levitas y los demás que habían venido de la cautividad, hicieron con gozo la dedicación de esta casa de Dios, 17 ofreciendo en la dedicación de esta casa de Dios cien novillos, doscientos carneros y cuatrocientos corderos; y corno víctimas expiatorias por todo Israel, doce machos cabríos, según el número de las tribus de Israel. 18 Establecieron a los sacerdotes según sus clases y a los levitas según sus divisiones para el servicio de Dios en Jerusalén, como está escrito en el libro de Moisés.

Terminadas las obras, procedióse a la dedicación del templo, conforme se hizo en tiempos de Salomón (1Re 8:1ss; 2 Crón 5:1-7). Con ello, aquella obra se destinaba exclusivamente al culto religioso, declarándose lugar sagrado. No se dice cuánto duró la fiesta. La pequeña comunidad formada por los repatriados celebró el acontecimiento con todo entusiasmo. Sacerdotes, levitas y laicos regocijáronse en este día. Para esta celebración se inmolaron un número reducido de víctimas, que contrasta con el gran número de los tiempos de Salomón (1Re 8:62-63). Los holocaustos se ofrecieron a Dios en reconocimiento de su dominio universal y para darle gracias por los beneficios recibidos; los sacrificios por el pecado eran expiatorios, conducentes a purificar al pueblo de sus pecados (Lev c.4; Núm c.15). Aunque los repatriados fuesen pocos y pertenecientes en su inmensa mayoría a las tribus de Judá y de Benjamín, ofreciéronse doce machos cabríos, según el número de las tribus de Israel (1Re 8:35). Aquel pequeño grupo representaba a todo Israel, que en cierta manera había contribuido a aquella obra (1Re 1:4; 1Re 7:16; 1Re 8:33). Al edificio material siguió la reorganización del culto en el templo. En tiempos de David (1Cr 23:6-24; 1Cr 24:1-19) se organizaron las veinticuatro clases sacerdotales. Pero el texto invoca el “libro de Moisés,” a saber, Num 3:6-13; Num 8:6-15, en donde se habla de los sacerdotes y levitas y de sus respectivos oficios.
Con el v.18 acaba el texto aramaico. ¿Por qué no termina con el decreto de Darío? Porque el autor del libro reproduce una fuente o documento escrito en arameo, empezando con el v.19 su trabajo personal.

Celebración de la pascua (Num 6:19-22).
19 Los hijos de la cautividad celebraron la pascua el día catorce del mes primero. 20 Los sacerdotes y los levitas se purificaron todos a una y todos estaban puros, e inmolaron los levitas la pascua para todos los hijos de la cautividad, para sus hermanos los sacerdotes y para sí mismos. 21 Los hijos de Israel que habían vuelto de la transmigración comieron la pascua con todos aquellos que se habían apartado de las inmundicia de las gentes de aquella tierra y se habían unido a ellos para buscar a Yahvé, el Dios de Israel. 22 Celebraron con alegría la fiesta de los panes ácimos durante siete días, pues los había regocijado Yahvé, disponiendo al rey de Persia a apoyarlos en la obra de la casa de Yahvé, Dios de Israel.

Durante los ocho días que duraba la pascua, el reposo era obligatorio los días primero y último, y se comía el pan ácimo (). La ceremonia principal consistía en la inmolación del cordero pascual, que se comía en familia, según un detallado ceremonial (Exo 12:1-14). Esta nueva pascua significaba el restablecimiento definitivo de Israel. Los hijos de la cautividad se conformaron a las prescripciones antiguas. A ellos juntáronse los israelitas que no habían sido deportados y que se separaron de los cultos idolátricos de los pueblos paganos que poblaban la tierra. Tras un largo paréntesis histórico, los nuevos tiempos enlazábanse con los de Moisés. La pascua celebróse el día 14 de Nisán (Exo 13:6; Lev 23:5), a saber, el 23 de abril (Kugler) o el 21 (Parker-Dubberstein) del año 515. La reconstrucción del templo despertó la fe dormida de los judíos que habían quedado en el país. Se trata de israelitas y no de prosélitos, como prueba la comparación de nuestro texto con 9; 1; 2; 10; 10; 2; 10-11; Neh 9:2; Neh 10:29. La constancia y fe de los repatriados no podía menos de influir en el ánimo de los judíos, que se dejaron seducir por prácticas religiosas de otros pueblos.
Nadie que no estuviera puro podía tomar parte en la fiesta (Exo 12:2-5; Num 9:3), sino que debía esperar a celebrarla un mes más tarde (Num 9:11). Según 2Cr 30:3, bajo Ezequías celebróse la pascua “en el mes segundo, pues no había podido celebrarla antes la otra vez por no haberse santificado muchos sacerdotes.” En esta ocasión podía celebrarse la pascua en su día, ya que los sacerdotes y levitas estaban purificados, pudiendo, por lo tanto, ejercer las funciones que les señalaba la Ley. Nuestro texto es algo confuso en relación a las personas que se purificaron, pues mientras al final del verso da a entender que solamente se purificaron los levitas a fin de inmolar la pascua para el pueblo, para sus hermanos los sacerdotes y para sí mismos (2Cr 30:17-19; 2Cr 35:11), al principio señala que se purificaron “los sacerdotes y los levitas.” Esta purificación hacíase con sacrificios por el pecado y por el delito o con purificaciones lústrales. La purificación era tanto más necesaria en cuanto que, después del exilio, el cordero pascual era inmolado por los levitas en el atrio del templo, en vez de hacerlo el jefe de familia, como en otros tiempos (Exo 12:3-7; Deut 16.2). En la celebración de la pascua en tiempos de Ezequías inmolaban los levitas el cordero pascual “por los que no habían tenido el cuidado de santificarse para Yahvé” (,2Cr 30:17); bajo Josías, los levitas Desollaban las víctimas para los sacerdotes y para ellos mismos, no teniendo los cantores y porteros que abandonar sus oficios (2Cr 35:11-15). Los sacerdotes esparcían la sangre al pie del altar ( Lev 17:3-6; 2Cr 30:16; 2Cr 35:11). El sacrificio del cordero pascual revestía en carácter expiatorio para todos los que habían estado en el exilio. Al final del capítulo se hace hincapié en la alegría que reinó en “la fiesta de los panes ácimos durante siete días.” Esta fiesta, que en un principio era distinta de la pascua, pero unida a ella estrechamente, duraba una semana (Exo 12:15-20; Lev 23:6-9; ,Num 28:17) celebrándose con grande alegría (2Cr 30:21). En el texto masorético se lee: “disponiendo al rey de Asiría,” en vez del rey de Persia O bien es llamado así por ejercer su dominio sobre Asiría8, como Artajerjes es llamado rey de Babilonia (Neh 13:5) y Darío rey de la misma ciudad (Neh 5:13). En la fiesta de la pascua, los judíos tuvieron presente al rey Darío, que tan favorablemente habíase portado con ellos.

1 Médiebelle; E. Gerson-Kiwi, Musique: DBS 1411-1468.
2 Geogr. 6:2:6.
3 Geogr. 6:Lev 8:6.
4 Heródoto, Hist. 1:125; Estrabón, Geogr. 7,3:12.
1 Jouon: Β 22 (1941) 265.
2 Pritchard, 315-316.
1 Cyr. 8,6, 22; Anab. 3:5:15·
1 RB 46 (1937) 53.
3 Heródoto, Hist. I 132.
4 A. Cowley, Aramaic Papyri 30 lin.26-28; Pritchard, 492.
5 Herodoto, Hist. III 159.
6 Ant.Iud. 11:4,
7. H. Vincent, Jérusalem d’aprés la lettre d’Aristée: 21 RB (1908) 520-532; (1909) 5557575-
8 Véase .heród oto, I 178; jenofonte, Cyr. 2:1-5.

Fuente: Biblia Comentada

el rey Darío dio la orden. En lugar de un edicto público, esto fue una simple orden enviada a un pequeño grupo de funcionarios.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Babilonia … Acmeta. Acmeta es otro nombre para la capital persa de Ecbatana, a 500 km al NE de Babilonia, en las estribaciones de los montes donde Ciro y otros tenían su casa de verano.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Por cuanto esta sección contiene primordialmente correspondencia, se escribió en arameo (como también Esd 7:12-26) en lugar de en hebreo; el arameo era la lengua diplomática de aquella época (cp. 2Re 18:26; Isa 36:11).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

— Babilonia: Seguramente Babilonia fue el primer lugar donde mandó buscar el rey Darío el documento; al no hallarlo allí, mandó buscar en el resto de las villas reales.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

La respuesta de Darío. Darío incorporó la copia del decreto original de Ciro en su respuesta (3-6) y la afirmación de los judíos se justificó. Darío no solo reafirmó el decreto sino que añadió ciertas disposiciones por su propia parte con duras consecuencias para quienes las desobedecieran (7-12). Descubrimientos recientes de textos administrativos persas, aunque no se refieren a los judíos ni al templo de Jerusalén, han mostrado que tal apoyo de cultos regionales se practicó ampliamente en el imperio.

Nota. 3 La última parte de este versículo se debería enmendar para que diga “30 codos de alto, 60 codos de largo y 20 codos de ancho”, o sea, aproximadamente 13 m. de alto, 27 m. de largo y 9 m. de ancho.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

6.1, 2 En esta región (cerca de lo que hoy día es Siria) se han descubierto muchos documentos hechos con arcilla o pergamino que registran transacciones comerciales y datos históricos. En Ebla, Siria, se ha descubierto una gran biblioteca y grandes archivos con miles de registros como estos.6.14 Esdras señaló cuidadosamente que la reconstrucción del templo había sido ordenada primero por Dios y luego por los reyes, quienes eran sus instrumentos. ¡Cuán maravilloso e irónico fue que la obra de Dios se llevara a cabo por el descubrimiento de un escrito perdido en una biblioteca pagana! Toda la oposición de fuerzas poderosas fue detenida por una cláusula en un documento legal. La voluntad de Dios es suprema sobre toda autoridad, todo suceso histórico y toda fuerza hostil. El nos puede liberar en maneras que ni imaginamos. Si confiamos en su poder y en su amor, no seremos disuadidos por ninguna oposición.6.15 El templo se terminó en 516 a.C.6.16-22 Las fiestas y la celebración se realizaron durante la dedicación del gran templo. Esta celebración fue similar a la de Salomón cuando dedicó el templo en 1Ki 8:63, aunque Salomón ofreció doscientas veces más en vacas y ovejas. El libro de Moisés era probablemente Levítico. Los sacerdotes y los levitas estaban organizados en grupos para poder hacer «el servicio de Dios… conforme a lo escrito en el libro de Moisés». Hay un tiempo para celebrar, pero también hay un tiempo para trabajar. Las dos actividades son adecuadas y necesarias cuando adoramos a Dios y ambas le son agradables.6.19 La Pascua era una celebración anual que conmemoraba la liberación de Israel de Egipto. Después que una serie de plagas fracasaron en convencer a Faraón de libertar a los israelitas, Dios dijo que mandaría al ángel de destrucción para matar al primogénito en cada familia. Pero el ángel pasaría por sobre cada hogar que tuviera la sangre de un tipo específico de cordero en los postes y dinteles de la puerta. Véase Exo 12:1-30 para la historia de este acontecimiento y el establecimiento de la celebración de la Pascua.6.22 Hay muchas maneras de orar pidiendo la ayuda de Dios. ¿Ha considerado usted alguna vez que Dios podría cambiar la actitud de una persona o de un grupo de personas? Dios es infinitamente poderoso, su sabiduría y discernimiento trascienden las leyes de la naturaleza humana. El cambio de actitud en usted es siempre el primer paso, pero recuerde que El puede cambiar la actitud de otros.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

REFERENCIAS CRUZADAS

a 280 Est 10:2

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

archivos. En Persépolis se encontraron unos archivos junto a la casa del tesoro del rey (v. coment. en 5:17).

Fuente: La Biblia de las Américas

Lit., en la casa de los libros

Lit., depositaban

Fuente: La Biblia de las Américas

[15] Luna de febrero.

Fuente: Notas Torres Amat