Comentario de Esdras 10:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Mientras Esdras oraba y hacía confesión llorando y postrándose ante la casa de Dios, se juntó a él una multitud muy grande de Israel: hombres, mujeres y niños; y el pueblo lloraba amargamente.
mientras Esdras oraba. Dan 9:3, Dan 9:4, Dan 9:20; Hch 10:30.
y hacía confesión. Lev 26:40, Lev 26:41; Sal 32:5; Ose 14:2; 1Jn 1:8-10.
llorando y postrándose. Sal 119:136; Jer 9:1; Jer 13:17; Zac 12:10; Luc 19:41; Rom 9:2.
delante de la casa de Dios. 1Re 8:30; 1Re 9:3; 2Cr 20:9.
una muy grande multitud. Deu 31:12; 2Cr 20:13; Neh 10:28; Joe 2:16-18; Hch 21:5.
y lloraba el pueblo amargamente. Jue 2:4, Jue 2:5; Neh 8:9.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Esdras es animado a reformar los casamientos con extranjeros, Esd 10:1-5.
Esdras reune a todo el pueblo, Esd 10:6-8.
El pueblo se arrepiente y promete enmendar, Esd 10:9-14.
El cuidado para llevar esto acabo, Esd 10:15-17.
Los nombres de aquellos que habían tomado esposas mujeres extranjeras, Esd 10:18-44.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Este capítulo describe lo que Esdras hizo para tratar con el pecado que le reportaron (Esd 9:1). Desde este punto Esdras escribe en tercera persona relegándose él mismo a un segundo plano.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Mucha gente en Israel estaba preocupada con el pecado que reinaba en su medio. Así, mientras Esdras lloraba, oraba y confesaba, una multitud se juntó a él y lloraba el pueblo amargamente.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Oración provechosa (10:1-4).
1 Mientras que Esdras lloraba postrado ante la casa de Dios y hacía esta plegaria y esta confesión, habíase reunido junto a él una gran muchedumbre de gentes de Israel” Hombres, mujeres, niños y todos derramaban abundantes lágrimas. 2 Entonces Secanías, hijo de Jejiel, de entre los hijos de Elam, tomando la palabra, dijo a Esdras: “Hemos pecado contra Dios tomando mujeres extranjeras de entre los pueblos de esta tierra, pero Israel no queda por esto sin esperanza. 3 Hagamos pacto con nuestro Dios de echar a todas esas mujeres y a los nacidos de ellas, según el parecer de mi señor y de cuantos temen los mandamientos de nuestro Dios, y que se cumpla la Ley. 4 Levántate, pues, ya que esto cosa tuya es. Nosotros seremos contigo. Ten valor, y a la obra.”
A medida que prolongaba Esdras su oración, fue congregándose una gran multitud, que se contagió por las lágrimas del gran celador de la Ley, prorrumpiendo todos en llanto. El lugar de la oración era público; de boca en boca corrió la noticia de la profunda desolación de Esdras. Entre los curiosos que acudieron cita el texto a Secanías, quien, impresionado por la actitud de Esdras y teniendo en cuenta el perdón que tenía Dios prometido a los que de verdad se arrepintiesen (Deu 30:1-10), le asegura que existen fundadas esperanzas de arreglo. Si hay penitencia, hay esperanza. Reconoce Secanías que el pecado existe; que los matrimonios mixtos están prohibidos por la Ley (Exo 34:16; Deu 7:1-3), y, por lo mismo, quienes han contravenido esta Ley, han delinquido. ¿Cómo reconciliarse con Dios? Con una medida radical: echar a todas las mujeres extranjeras y a los nacidos de ellas. No es partidario de una solución media, sino radical: romper desde el primer momento con todo aquello que esté contra la Ley. “Propuesta drástica, que tronchaba muchas vidas, deshacía muchos hogares y echaba a la aventura a muchas gentes, pero necesaria para el renacimiento religioso y moral del nuevo pueblo: a grandes males, grandes remedios” (Pelaia). Secanías, portavoz en esta ocasión del pueblo, se pone incondicionalmente a las órdenes de Esdras; lo que éste diga se hará. La conducta de Secanías es tanto más admirable cuanto que, descendiente de Elam e hijo de Jejiel, pertenecía a una familia que se había contagiado con los matrimonios mixtos (10:27). Pospone sus intereses personales al cumplimiento escrupuloso de la Ley.
Primeras medidas (10:5-8).
5 Levantóse Esdras e hizo jurar a los jefes de los sacerdotes, de los levitas y de todo Israel que harían lo que se acababa de decir, y ellos lo juraron. 6Después se retiró Esdras de la casa de Dios y se fue a la cámara de Jojanán, hijo de Elíasib; pero no comió allí pan ni bebió agua, porque estaba en gran desolación por el pecado de los hijos de la cautividad. 7 Se publicó por Judá y Jerusalén a todos los hijos de la cautividad que se reuniesen en Jerusalén, 8 y que, si alguno no se presentaba dentro de los tres días, conforme al acuerdo de los príncipes y de los ancianos, le fuesen confiscados todos sus bienes, y él excluido de la congregación de los hijos de la cautividad.
La buena disposición manifestada por Secanías debía consolidarse con el juramento de todos los jefes de los sacerdotes, levitas y pueblo, porque fácilmente podían desvanecerse los buenos deseos concebidos en un momento de entusiasmo. Tomado el juramento, retiróse Esdras a una de las dependencias del templo, que llevaba el nombre de Jojanán, hijo de Elíasib, por haber morado él mucho tiempo allí, donde pasó la noche. Fue tanta la emoción que le produjo la defección del pueblo, que no pudo tomar bocado. No menos debía contribuir a esta inapetencia la idea del triunfo conseguido y la buena voluntad del pueblo, que se aventuró a tomar trascendentales decisiones para mantenerse fiel a la Ley.
¿Quién era Jojanán, hijo de Elíasib? Algunos niegan que se trate del sumo sacerdote Jojanán, el cual, según Neh 12:10-11; Neh 12:22-23, era hijo del sumo sacerdote Joyada y nieto de Elíasib, que ejerció el pontificado en Jerusalén el año 410, como consta del testimonio de un papiro de Elefantina 1. Fernández anota que Esdras fuese a la cámara de Jojanán y que allí no comió pan ni bebió agua. “Si en dicho aposento se hallaba el mismo Jojanán, y Esdras fue allá para tratar con él del asunto de los matrimonios, ¿es posible que el autor sagrado, ni entonces ni después, dijera una palabra del sumo sacerdote? Cierto, tal proceder no deja de ser extraño. Tal dificultad se desvanece por completo si Jojanán indica no la presencia del sumo pontífice, sino únicamente el aposento que de él había tomado el nombre” (211). “El aposento mencionado en Esdr 10:6 era conocido con el nombre de Jojanán, hijo de Elíasib, y por este nombre lo designa el autor, que escribía bastante tiempo después de Esdras” (ibid., 209).
Los partidarios del orden Nehemías-Esdras identifican a este Jpjanán con el sumo sacerdote, hijo de Joyada. Según Neh 3:1, en tiempo de la primera misión de Nehemías (año 445 a.C.) era sumo ;acerdote Elíasib. A él sucedió Joyada, que ejerció el cargo del año 432 hasta 415. De este año empiezan las funciones de Jojanán como sumo sacerdote. Los partidarios de esta tesis hacen coincidir la actividad de Jojanán con la de Esdras, que ellos suponen empezó el año 398, el séptimo de Artajerjes II.
Aprovechando el entusiasmo del momento, convocó Esdras una asamblea general para plantear el problema de los matrimonios mixtos. El poder de que gozaba y su reconocido celo sacerdotal eran garantía del éxito de la convocatoria. A los reacios se les confiscaban los bienes en favor del templo (Lev 27:28; Num 18:14; Eze 44:29) y se les borraba de la comunidad de Israel, con todas sus consecuencias (Exo 12:15; Jua 9:22; Jua 12:42; Jua 16:2). Siendo muy reducida el área geográfica de la nueva comunidad de repatriados, eran suficiente tres días para que todos pudiesen asistir a la asamblea.
Asamblea en Jerusalén (Jua 10:9-17).
9 Todos los hombres de Judá y Benjamín se reunieron en Jerusalén dentro de los tres días. Era el día veinte del noveno mes, y todo el pueblo estaba en la plaza de la casa de Dios temblando con motivo de aquel negocio y a causa de la lluvia. 10Levantóse Esdras, sacerdote, y dijo: “Habéis prevaricado tomando mujeres extrañas, añadiendo prevaricaciones a la iniquidad de Israel. 11 Dad ahora gloria a Yahvé, el Dios de vuestros padres, y cumplid su voluntad. Apartaos de los pueblos de esta tierra y de las mujeres extrañas.” 12Toda la asamblea respondió a una y en alta voz: “Hágase así, conforme a tu palabra. 13Pero como el pueblo es muy numeroso y está el tiempo de lluvias, no siendo posible permanecer al descubierto; y como, además, no es cosa de un día o dos, por ser muchos los que de nosotros han pecado en esto, 14 que sean nuestros jefes los que en lugar de la asamblea toda se queden; y a todos los que de nuestras ciudades han tomado mujeres extrañas, les hagan venir en tiempos determinados con los ancianos y los jueces de cada ciudad, hasta que la encendida cólera de nuestro Dios se aparte de nosotros en cuanto a esto.” 15 Jonatán, hijo de Azael, y Jajzía, hijo de Tecua, apoyados por Mesulam y por Sabtaí, levitas, fueron los únicos que se opusieron a este parecer.16 Pero los hijos de la cautividad obraron según se les había dicho. Se eligió a Esdras, sacerdote, y a algunos de los jefes de las casas paternas, todos designados por sus nombres, y éstos se sentaron para resolver el asunto el día primero del mes décimo. 17 El día primero del mes primero acabaron de juzgar a todos los que habían tomado mujeres extrañas.
La casi totalidad de los repatriados pertenecía a las tribus de Judá y Benjamín, que moraban en la capital y pueblos de los alrededores (Jua 2:20-35). Esta proximidad facilitó la concentración dentro del plazo señalado. El mes noveno era el de Kisleu, correspondiente a noviembre-diciembre. El día 20 coincide aproximadamente con el 5 de diciembre. Hacía cuatro meses que Esdras encontrábase en Jerusalén (Jua 7:8). Por este tiempo empiezan las grandes lluvias, que a menudo duran días enteros, siguiendo, por consiguiente, una baja notable de la temperatura. Por razones atmosféricas, y mucho más por la gravedad del asunto que se iba a ventilar, el público, congregado quizá en la puerta de las Aguas (Neh 3:26; Neh 8:1), estaba temblando. Algunos dudan de que el autor sagrado asociara una causa rnoral con otra física; por lo cual, siguiendo la sugerencia de Jouon 2, cambian el texto de la manera siguiente: “Y todo el pueblo estaba temblando. a causa del granizo (baradh en lugar de haddabar = asunto) y de las lluvias.” Hipótesis ingeniosa, pero no necesaria. Una vez reunidos, Esdras se levantó a hablar. De sus palabras da un resumen el autor sagrado. Empieza por denunciar el hecho de que muchos son los que se han unido en matrimonio con mujeres extranjeras, lo cual es una prevaricación más en la larga cadena de las que cometió Israel. Pero existe una posibilidad de justificarse, confesando el pecado ante Yahvé y reparándolo (Jos 7:19; 1Re 6:5; Jer 13:16; Mal 2:2). Se imponía, por consiguiente, la necesidad de quitar aquella abominación de Israel, lo que equivalía a la obligatoriedad de despedir a las mujeres extranjeras. El pueblo manifiesta su conformidad con las propuestas de Esdras (2Sa 15:23; 1Re 8:55; 2Cr 15:14; 2Cr 20:19). El mismo Esdras se percató de que las condiciones climatológicas no permitían permanecer al descubierto y de que las negociaciones serían largas. Por lo mismo creóse una comisión de jefes encargada de tramitar los asuntos y de llamar a cada uno de los culpables a medida que se ventilaba su caso. Al culpable acompañarían los ancianos de cada ciudad y sus jueces a fin de discutir con la autoridad central el expediente y asegurar de esta manera un veredicto justo e imparcial. El v.15 se interpreta de varias maneras. Puede el texto significar que Jonatán y sus compañeros se encargaron de llevar adelante la propuesta. Se obtiene este sentido tomando la partícula hebraica ak en sentido aseverativo (Gen 26:9), siendo el sentido: “Sólo Jonatán y Jojzías insistieron sobre este punto, y Mesulam y Sabtaí los apoyaron” (Médiebelle). Sin embargo, la mayoría de los exegetas modernos dan a la mencionada partícula un sentido adversativo, viendo en el texto una oposición por parte de cuatro individuos. ¿En qué discrepaban los de la oposición? Puede entenderse el texto en el sentido de que no aprobaban la solución propuesta por Esdras sobre la formación de un tribunal, por creer que este proceder sería demasiado lento. Puede también interpretarse el texto en el sentido de que se opusieron a la idea de expulsar a las mujeres extranjeras. La frase siguiente induce a creer que los disidentes eran judíos que habían quedado en Palestina y de que habían sido influidos por las gentes del país. Al frente de la comisión fue colocado Esdras. El texto puede traducirse: “Esdras el sacerdote escogió” (wayyabdel lo, 3 Esd 9:16; LXX), o: “Se escogió a Esdras el sacerdote.” Puesto que Esdras dio la orden, s lógico que escoja sus colaboradores; conocía él la Ley (Esd 7:6) y estaba investido de plenos poderes (Esd 7:25). Las reuniones empezaron el primer día del mes décimo, el de Tebet (diciembre-enero), y se acabaron el primero de Nisán (marzo-abril); tres meses se necesitaron para estudiar el asunto de los matrimonios.
Los sacerdotes culpables (Esd 10:18-22).
18 De entre los sacerdotes fueron hallados que habían tornado mujeres extrañas: de los hijos de Josué, hijo de Josadac, y sus hermanos: Maasías, Eliezer, Jarib y Godolías, 19 que se comprometieron, dando su mano, a echar a sus mujeres y a ofrecer un carnero por su pecado; 20 de los hijos de Immer, Jananí y Zebadías; 21 de los hijos de Jarim, Maasías, Elías, Se-meyas, Jejiel y Ozías; 22 de los hijos de Pasur, Elyoenai, Maasías, Ismael, Natanael, Jozabad y Elasa.
Diecisiete habían pecado. Josué había regresado del exilio en la primera expedición, junto con Zorobabel (Esd 2:2; Esd 5:2). Josadac fue llevado a la cautividad de Babilonia (1 Grón 5:40-44). El acto de dar la mano equivale a comprometerse, obligarse a despedir a sus mujeres (2Re 10:15; Eze 17:18). Conforme a Lev 5:15, ofrecen un carnero para expiar su pecado.
Elenco de los levitas pecadores (Lev 10:23-24).
23 De entre los levitas, Jozabad, Simeí, Quelaya, que es que-lita; Petajya, Judá y Eliezer. 24 De entre los cantores, Elíasib. De entre los porteros, Salum, Telem y Urí.
Seis fueron propiamente los levitas que incurrieron en el pecado, pudiéndose enumerar también entre ellos un cantor y tres porteros. Quelaya, probablemente, es el mismo que asistió a Esdras en el momento de leer la Ley al pueblo (Neh 8:7; Neh 10:11).
Los códicos (Neh 10:25-44).
25 De entre los hijos de Israel: de los hijos de Paros, Ramia, Jiziya, Malquiya, Miyamim, Eleazar, Malquiya y Benaya; 26 de los hijos de Elam, Matanías, Zacarías, Jejiel, Abdí, Jeremot y Elías; 27 de los hijos de Zatu, Elyoenai, Elíasib, Matanía, Jeremot, Zabad y Aziza; 28 de los hijos de Bebaí, Jojana, Ananías, Jabdu y Atlaí; 29 de los hijos de Baní, Mesuíam, Maluc, Adaya, Jasub, Seal y Jerirnot; 30 de los hijos de Pajat, Moab, Adna, Quelal, Banayas, Masías, Matanías, Besaleel, Biní y Manases; 31 de los hijos de Jarim, Eliezer, Jisjiya, Malquiya, Semeyas, Simeón, 32 Benjamín, Maluc y Semaría; 33 de los hijos de Ja-sum, Matnaí, Matata, Zabad, Elifelet, Jeremaí, Manases y Se-meí; 34 de los hijos de Baní, Madaí, Amram, Uel, 35 Benayas, Bedia, Queluyas, 36 Vania, Meremot, Elíasib, 37 Matanías, Matnaí, Jasaí; 38 Baní, Biní, Semeí, ™ Selemías, Natán, Adayas, 40 Macnadbaí, Sasaí, Saraí, 41 Azareel, Selamías, Semarías, 42 Salum, Amarías y José; 43 hijos de Nebo, Jeiel, Matatías, Zabad, Zebina, Jadar, Joel y Banayas. 44 Todos éstos habían tomado mujeres extranjeras y muchos tenían ya hijos de ellas.
Son ochenta y seis. Comparando el número de los culpables con los datos Deu 9:1-2, se vislumbra que no hay proporción entre el número exiguo de delincuentes y la gran masa de que se habla en el texto mencionado (Deu 9:1-2). El redactor que encontró las listas en los archivos no ha reproducido quizá el nombre de todos los pecadores. De muchos de los que se mencionan tenemos noticia en otras partes del libro (Deu 2:3-35; Deu 8:3-14) y en el de Nehemías.
El v.44 tiene sus dificultades. En el original hebraico se dice: “Hubo entre ellas mujeres que habían parido.” Hemos seguido la traducción de 3 Esd 9:36 por ajustarse más al contexto. Comentando esta firmeza por parte del pueblo, dice Flavio Josefo: “Pusieron la observancia de la Ley por encima de los objetos más queridos.”3 La reforma de Esolras representa una resolución con enormes repercusiones en Israel y entre las “gentes del país.” De no haber contado Esdras con el apoyo decidido del soberano persa, difícil hubiera sido conseguir la implantación de una ley tan revolucionaria. Los judíos, y más concretamente el resto, se pusieron a las órdenes de Esdras, ya por el temor de las sanciones (Esd 10:4), ya por celo religioso. Sentíanse ellos orgullosos de pertenecer al pueblo elegido y tenían conciencia de ser el plantel y la simiente de donde brotaría ufano el árbol frondoso del judaísmo. Digna de admiración es la prudencia y energía de Esdras en esta gigantesca obra de reforma. Supo él aprovechar las buenas disposiciones de un grupo selecto para ganar la voluntad de todos (Médiebelle). Puso Esdras las bases del nuevo Israel, que iba a consolidarse todavía más por obra de Nehemías.
1 De Vaux, Les Institutions De I’Anden Testament I 112-113.
2 “Bíblica,” 12 (1931) 85.
3 Ant.Jud 1:11 :5-4 .
Fuente: Biblia Comentada
oraba … y hacía confesión, llorando y postrándose. El contrito espíritu de Esdras ante el pueblo era evidente, y se unieron a él. Estas extremas expresiones de contrición demostraron la gravedad del pecado y la sinceridad de su arrepentimiento.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Esta sección cubre el retorno del segundo grupo a Judá, dirigido por Esdras (ca.458 a.C.).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Neh 1:4.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Se resuelve el problema de los matrimonios mixtos
El estilo del liderazgo de Esdras beneficia a quien lo estudia. Como en otras partes (p. ej. 9:1; Neh. 8:1), aquí también esperaba hasta que el pueblo se acercara a él. Por medio de enseñanza, paciencia y ejemplo pudo llevarlos sin coacción a que tomaran por sí mismos la decisión que él consideraba beneficiosa.
La narrativa procede de manera directa y después de considerar todas las circunstancias concomitantes (14) varios hombres – mencionados en la segunda parte del capítulo- deciden divorciarse de sus esposas. La referencia conmovedora a mujeres y niños en el primer y último versículos del capítulo sugiere que el narrador no era incons ciente del costo humano involucrado. La dificultad principal que el lector enfrenta no es el entender qué pasó sino por qué pasó.
Lo principal que se debe apreciar es que en la situación tan precaria en que estaban, la comunidad de Judá necesitaba un seguro sentido de su propia identidad si iba a poder sobrevivir. La comisión de Artajerjes (7:12-26) había provisto a Esdras con la misión de hacer crecer el judaísmo como una comunidad religiosa estricta. Los requisitos para los miembros entonces debían ser definidos nuevamente; de otra manera se corría el peligro de que los elementos característicos de la fe fuesen diluidos pasado el punto en que pudiesen ser reconocidos. Como un principio para el pueblo de Dios, ese punto todavía es válido (ver Mat. 5:13-16), aunque los medios específicos que Esdras adoptó para lograrlo son explícitamente prohibidos para los creyentes (1 Cor. 7; 1 Ped. 3:1-7).
Por esa razón, sería imprudente sugerir que ese grupo de circunstancias históricas particulares ofrece un paralelo directo al problema de un creyente que se casa deliberadamente con un incrédulo. (2 Cor. 6:14 no aborda este tema directamente tampoco, aunque frecuentemente se asume que el principio mencionado se puede aplicar a esa situación.) Sin embargo, este episodio sirve para recordarnos de la primacía de hacer todo lo que uno pueda para fortalecer nuestra propia fe y la de nuestra comunidad y de no ponernos en la clase de situación que nos pueda llevar en la dirección opuesta.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
10.3 ¿Por qué se les ordenó a los hombres que despidieran a sus esposas e hijos? Aun cuando la medida era extrema, el matrimonio mixto con paganos estaba estrictamente prohibido (Deu 7:3-4) y aun los sacerdotes y levitas habían incurrido en este pecado. Esto puede compararse en la actualidad con un cristiano que se casa con alguien que adora al diablo. Aunque era una solución drástica, sólo involucraba a ciento trece de las aproximadamente veintinueve mil familias.La medida drástica de Esdras, aunque fue muy difícil para muchos, era necesaria para preservar a Israel como nación comprometida con Dios. Algunos de los cautivos del reino del norte de Israel habían perdido tanto su identidad espiritual como física por medio del matrimonio mixto. Sus cónyuges paganos habían ocasionado que el pueblo cayera en la idolatría. Esdras no quería que esto sucediera a los cautivos del reino del sur de Judá.10.3, 4, 11 Luego de la intensa oración de Esdras, el pueblo confesó su pecado ante Dios, y pidió dirección para restaurar su relación con El. El verdadero arrepentimiento no termina con palabras de confesión (las cuales pueden ser no más que palabras), sino que además debe llevar a una conducta correcta y a un cambio de actitud. Cuando peque y esté plenamente arrepentido, confiéselo a Dios, pida su perdón y acepte su gracia y misericordia. Luego, como un acto de gratitud por su perdón que condice con la justicia de Dios, haga las correcciones necesarias.10.8 Perder la hacienda significaba ser desheredado, es decir, ser despojado del derecho legal de poseer la tierra. Esto aseguraba que ningún hijo de pagano heredara la tierra de Israel. Además, la persona que rehusaba venir a Jerusalén sería excluida de la asamblea de los cautivos y no se le permitiría adorar en el templo. Los judíos consideraban esto un castigo horrible.10.11 Como creyentes en Cristo, todos nuestros pecados son perdonados. Su muerte nos limpió de todo pecado. ¿Por qué entonces todavía tenemos que confesarlos? La confesión es más que apropiarnos del perdón de Cristo por lo que hemos hecho mal, y tenemos que confesar pecados que ya han sido confesados previamente. Confesar es estar de acuerdo con Dios que nuestros pensamientos, palabras y acciones están equivocadas y contrarias a su voluntad. Es volver a comprometernos a hacer su voluntad y renunciar a cualquier acto de desobediencia. Confesar es apartarnos del pecado y pedirle a Dios un poder fresco para vivir para El.EL IMPERIO MEDO-PERSA : Los acontecimientos en los libros de Esdras, Nehemías y Ester, tuvieron lugar durante el gobierno de los medos y los persas. Estos dos reinos provenían del noreste de Mesopotamia (lo que hoy es Irán) y aunaron sus fuerzas para derrotar a los babilonios (Dan 5:30-31). Los persas gobernaron hasta que surgió el Imperio Griego bajo Alejandro el Grande. Los persas tenían un sistema más flexible con respecto a sus cautivos, permitiéndoles tener propiedades, poseer tierras y casas. El rey Ciro de Persia fue un paso más allá, permitiendo a muchos grupos de cautivos, incluyendo los judíos, regresar a su tierra natal. En los libros de Esdras y Nehemías se relata cómo a grupos de judíos cautivos se les permitió volver a Palestina a reconstruir su ciudad capital y templo. El primer grupo que volvió fue liderado por Zorobabel y arribó en el 538 a.C. El segundo grupo volvió con Esdras en el 458 a.C. Nehemías lo hizo en el 455 a.C. para animar a los que estaban reconstruyendo el muro de Jerusalén. Ester se convirtió en reina del imperio en el 479 a.C., entre el primer y segundo regresos.10.44 El libro de Esdras comienza con el templo de Dios en ruinas y el pueblo de Judá cautivo en Babilonia. Esdras relata el regreso del pueblo de Dios, la reconstrucción del templo y la restauración del sistema de adoración sacrificial. De manera similar, Dios puede restaurar y reconstruir hoy las vidas de las personas. Nadie se encuentra tan lejos de Dios que no pueda ser restaurado. Todo lo que se requiere es arrepentimiento. No importa cuán lejos nos hayamos separado, o cuánto tiempo haya pasado desde que adorábamos a Dios, El puede restaurar nuestra relación con El y reconstruir nuestras vidas.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
NOTAS
(1) Lit.: “había llorado un gran llanto”.
REFERENCIAS CRUZADAS
a 581 Esd 9:6
b 582 Lev 26:40; Sal 32:5; Pro 28:13
c 583 Deu 9:18
d 584 1Re 8:30; 2Cr 20:9
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
una gran asamblea. Sin duda, Esdras había estado orando en el atrio frente al templo que era accesible a todos los israelitas. Los hombres, mujeres y niños que escuchaban sus palabras lloraban amargamente, porque su oración era la oración de ellos también.
Fuente: La Biblia de las Américas
[=] *Gn 41:45 *Num 12:1 *Rut 1:4 *Dt 23:4
Fuente: Notas de la Biblia Latinoamericana
[9] Fuertes aguaceros, que miraban como castigo de Dios.[19] Alzar la mano en estas ocasiones era señal de juramento.