Biblia

Comentario de Nehemías 8:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Nehemías 8:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Entonces todo el pueblo se reunió como un solo hombre en la plaza que está frente a la puerta de las Aguas. Y dijeron al escriba Esdras que trajese el libro de la Ley de Moisés, que Jehovah había dado a Israel.

Año 445 a.C.

Y se juntó todo el pueblo. Esd 3:1-13.

como un solo hombre. Jue 20:1, Jue 20:8.

que está delante. Neh 8:16; Neh 3:26; Neh 12:37.

y dijeron a Esdras el escriba. Neh 4:1-23 Neh 5:1-19 Neh 6:1-19 Neh 7:1-73 Neh 8:1-18 Neh 9:1-38; Esd 7:6, Esd 7:11; Jer 8:8, Jer 8:9; Mat 13:52; Mat 23:2, Mat 23:13, Mat 23:34.

que trajese el libro de la ley. 2Cr 34:15; Isa 8:20; Mal 4:4.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

La actitud del pueblo al oir la ley de Moisés, Neh 8:1-8.

Ellos consuelan al pueblo, Neh 8:9-12.

Los cabezas de familia quieren ser instruidos, Neh 8:13-15.

Observan la fiesta de los tabernáculos, Neh 8:16-18.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

La frase todo el pueblo indica que se reunió el pueblo de las ciudades y de los campos de Judá. La plaza está presumiblemente ubicada entre la parte sureste del Templo y el muro este. El líder (en este caso, el lector) es Esdras. Esta es la primera vez que Esdras se menciona en el libro de Nehemías. El pueblo pide a Esdras que trajese el libro de la Ley, que llevó a Jerusalén unos trece años antes. Lo que estaba confinado al estudio privado, entre hombres sabios, se hizo público a todos.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

SE JUNTÓ TODO EL PUEBLO. Los caps. Neh 8:1-18; Neh 9:1-38; Neh 10:1-39 describen uno de los más grandes avivamientos en la época del AT y demuestran varios principios fundamentales para el avivamiento y la renovación espirituales. Estos vienen sólo de Dios; se trasmiten mediante la Palabra de Dios (vv. Neh 8:1-8), la oración (v. Neh 8:6), la confesión (cap. Neh 9:1-38), un corazón contrito y humillado (v. Neh 8:9), un rechazo de la conducta pecaminosa de la sociedad contemporánea (Neh 9:2), y un renovado compromiso de andar en la voluntad de Dios y hacer de la Palabra de Dios la regla para la vida agradecida (Neh 10:29).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Las Reformas de Nehemías (8:1-13:1).
Venciendo Grandes Dificultades, Había Creado Nehemías Una atmósfera patriótica con la reconstrucción de las murallas de Jerusalén. Este hecho tiene una significación extraordinaria por cuanto devolvía al pueblo aquel orgullo y sentimiento nacional que había animado a las generaciones anteriores al exilio. Con la ciudad desmantelada no podían los judíos hacer prevalecer sus derechos; estaban supeditados al capricho de las gentes del país y de sus autoridades, que podían libremente penetrar en el interior y desbaratar los planes para la creación de una conciencia nacional. Una vez que Jerusalén ha recobrado sus murallas, vuelve a convertirse en la capital del judaísmo y en el punto céntrico donde convergían las miradas de todos los judíos, de dentro y de la diáspora. Aunque no disfrutaba la ciudad de autonomía completa, sin embargo podían sus habitantes atrincherarse detrás de sus muros en caso de que las gentes del país les acometieran. El rey de Persia estaba lejos y no inquietaba a los judíos con tal de que oficialmente le estuvieran sujetos.
Pero a la reconstrucción de las murallas, al mejoramiento económico, al arreglo social operado por Nehemías, debía acompañar la reforma moral, política y disciplinar. El factor espiritual era la base sobre la cual debía asentarse el nuevo Israel. La vuelta a la Ley le aseguraba la propia personalidad e independencia frente a los imperios que le rodeaban y de continuo le acechaban. En los capítulos siguientes se trata de la reforma religiosa llevada a término por Esdras y Nehemías (8:1-9:37); de la renovación de la alianza entre Dios y el nuevo Israel (10:1-40). Los capítulos n y siguientes se enlazan con el séptimo, en donde se empezó a hablar de la repoblación de Jerusalén.

En la puerta de las Aguas (8:1-2).

1 Legado el séptimo mes, los hijos de Israel estaban ya en sus ciudades; y entonces todo el pueblo, como un solo hombre, se reunió en la plaza que hay delante de la puerta de las Aguas, y dijeron a Esdras el escriba que llevase el libro de la Ley de Moisés, dada por Yahvé. 2 Esdras el sacerdote llevólo ante la asamblea, compuesta de hombres y mujeres, de cuantos eran capaces de entenderla. Era esto el día primero del mes séptimo.

Discuten los exegetas si los c.8-10 están o no desplazados de su contexto. Los que se pronuncian por la parte afirmativa insisten en que interrumpen la narración de la repoblación de Jerusalén, cuyo tema se esboza en el c.7 y se desarrolla a partir del c.11. La repoblación de Jerusalén, escribe Ricciotti, se narra en Neh 7:72a y 11:1ss, formando originariamente un bloque, en medio del cual fue puesto más tarde, y en contra de la cronología, como una cuña, la relación contenida en los c.7:72b; 8; 9; 10. Según Ricciotti, el orden de la narración debía ser el siguiente: 7:1-72; 11:1-36; c.8-10; 12; 13. Dado que los acontecimientos de los capítulos 7 y 11 exigen un año de tiempo, debe concluirse que si en 8:1 se habla del séptimo mes, no puede éste corresponder al mes séptimo del año en que fue acabado el muro (6:15), mes exacto del año 20 de Artajerjes I (445 a.C.), porque no pudieron hacerse tantas innovaciones en el curso de una semana, a saber, del 25 de Elul al 1.° de Tishri. Luego el año séptimo de que habla 8:1 corresponde al 445. Gelin fija los acontecimientos como sigue: 1) Esdr 7:1-8:36: viaje de Esdras a Jerusalén; 2) Neh 7:72b-Neh 8:18 : Esdras lee la Ley; 3) Esdr 9:1-10:44: los matrimonios mixtos; 4) Neh 9:1-37 : ceremonia expiatoria. Opina Dyson que Neh 8-10 seguía originariamente a Esdr c.10. Con esta disposición se llena un hueco en la narración de Esdras y se suprime la dificultad del texto actual, consistente en la presencia de Neh 8-10 entre 7:4 y 11:1. Tal vez el traslado se deba a que las primeras líneas de Neh c.8 son idénticas a las que siguen inmediatamente al catálogo de Esdr c.2, siendo de esta manera colocada toda la sección del catálogo de Neh c.7. Acaso con ello no hacemos más que enriquecer a Esdras a expensas de Nehemías l. Otros autores (Fernández, Ubach, Médiebelle) reconocen que los capítulos, 8-10 están en su sitio; hay unanimidad en ver entre los mismos unidad perfecta (contra Batten y Torrey), y no creen que la reforma religiosa deba atribuirse totalmente a Esdras, con exclusión de Nehemías. En resumen, para estos autores los c.8-10 no están fuera de lugar ni deben trasladarse al libro de Esdras. Interrumpen, es verdad, el relato de la repoblación de Jerusalén; pero era necesario mucho tiempo para realizar el proyecto anunciado en 7:4-5 y para llegar a las medidas de que habla el c.11. En pocos días no podían reconstruirse las casas (7:4) e instalar en Jerusalén los habitantes de la provincia (11:1-3). Entre las operaciones primera y última hubo tiempo para la renovación de la alianza (c.8-10), condición indispensable para el pío Nehemías de la restauración política, de la cual la dedicación de la muralla sería el coronamiento (12:27-43). A la objeción que se les hace del cambio en estos capítulos de la primera persona por la tercera, responde Fernández: Estos acontecimientos los había descrito brevemente Nehemías en sus memorias; pero el autor del libro, queriendo ampliar el tema, se apartó en este punto de las memorias y las sustituyó por una narración propia, fundada en dichas memorias y otros documentos.
Estos son los argumentos que esgrimen los partidarios del orden actual. Para éstos, el séptimo mes tiene relación con el mandato de Nehemías. Las murallas se acabaron el 25 del mes Elul; la asamblea se reunió al mes siguiente del año 445. En contra no puede aducirse el hecho de haberse celebrado entre las dos fechas otra asamblea (7:5), porque ésta congregó únicamente a los grandes y magistrados.
La asamblea se congregó en la puerta de las Aguas (3:26), al nordeste del Ofel, lugar donde Esdras reunió al pueblo (10:9), y que llama plaza del templo. En ella tomaron parte hombres y mujeres, todos los que “escuchando podían comprender” (texto hebreo). Esdras aparece aquí por vez primera en el libro de Nehemías, dándosele los títulos de escriba (Esdr 7:6) y sacerdote (Esdr 7:5-11). El tercer libro de Esdras le llama “sumo sacerdote” (9:39; 40-49)· Por el título se relaciona con aquellos doctores cuya misión consistía en interpretar auténticamente la Ley y asegurar su fiel transmisión a la posteridad. Pelaia, que admite el orden Nehemías-Esdras, y para el cual la misión de este último tuvo lugar el año 398, reinando Artajerjes II Mnemone (405-358), escribe que Esdras, siendo joven (unos treinta años), asistió a la asamblea convocada por Nehemías (444 a.C.) por invitación de éste. Aunque joven, era apreciado universalmente por el conocimiento profundo que tenía de la Ley. Por lo mismo le llamó Nehemías para que le asesorara en unos momentos en que tenía necesidad de un sacerdote que completara, con la reconstrucción moral y religiosa, los trabajos materiales que había llevado a cabo. Accediendo a la invitación de Nehemías, sigue diciendo Pelaia, abandonó Esdras Babilonia para colaborar con el. Terminada su misión, regresó de nuevo a Babilonia, que dejó definitivamente el año 398, llevando consigo una caravana de repatriados (Esdr 7:1-10), Sin embargo, en el acto de la promulgación de la Ley aparece Esdras como hombre maduro y familiarizado des-¿e muchos años con la misma. El fracaso en su empeño por reconstruir las murallas de Jerusalén (Esdr 4:6-23) hicieron que abandonara la dirección del grupo de repatriados y se dedicara a sus funciones sacerdotales y al estudio de la Ley. De hecho, desde el séptimo año de Artajerjes (Esdr 7:1-10:44) hasta el año 20 desaparece ¿e la escena de la historia. Durante estos catorce años moró en Jerusalén; no se vislumbran en el texto vestigios de que fuera llamado de Babilonia para leer la Ley a los judíos de Jerusalén.
¿Qué debe entenderse por la Ley de Moisés? Ciertamente no llevó Esdras el Pentateuco tal como nos lo han retransmitido los masoretas. Algunos autores católicos modernos admiten que Moisés escribió o hizo que se escribiera bajo su dirección todo el Pentateuco, excepto el episodio de su muerte y funerales. No es ésta la opinión más corriente entre los católicos, los cuales admiten la mosaicidad substancial del Pentateuco. En el fondo, la substancia de las tradiciones que se han incorporado en el Pentateuco, el núcleo de su legislación, remontan a los tiempos en que Israel se constituyó como pueblo bajo la égida de Moisés. Fue él el organizador de su pueblo, su mentor religioso o, su primer legislador. Las tradiciones anteriores que terminan en él y los acontecimientos de los cuales fue él protagonista convirtiéronse en epopeya nacional. La religión de Moisés marcó siempre la fe y la práctica del pueblo; la Ley de Moisés ha sido siempre su norma. Las adaptaciones que impuso el cambio de tiempos hiciéronse conforme a su espíritu y pusiéronse bajo su autoridad 2. La tradición yahvista es acaso anterior al mismo Moisés; la elohista, contemporánea suya; una y otra se pusieron por escrito andando el tiempo. El Deuteronomio tiene relación con la reforma de Josías. La tradición sacerdotal es posterior, constituyéndose como tal durante el exilio e imponiéndose después del mismo. Es muy posible que Esdras, durante el tiempo en que desapareció de la vida pública, se dedicara a la composición del Pentateuco, dándole la estructura que presenta hoy. Esdras compone un libro con materiales de procedencia y espíritu diverso, muchos de los cuales tienen sus raíces en tiempos de Moisés; los restantes están impregnados y concebidos de conformidad con su espíritu. De ahí que Esdras, con su obra redaccional, pudo dar a conocer por vez primera en la historia y sistematizar en un todo orgánico el libro de la Ley de Moisés. Como hemos dicho, ni en su espíritu ni en cada una de sus partes, tomadas aisladamente, era desconocido este libro de la Ley; le faltaba la mano del gran legislador Esdras para que las diversas tradiciones existentes fueran refundidas en una obra de conjunto.
Prescribe la Ley (Lev 23:24; Num 29:1) que en el novilunio del séptimo mes hubiera fiesta solemne y asamblea santa (miqra qodesh). Miqra significa también, y precisamente en nuestro relato (Num 8:8), leción de la Ley. Así, pues, los judíos que se reúnen el día primero del séptimo mes para la lectura de la Ley, cumplen, según la mente del autor, la Ley (Schneider).

Esdras en el estrado (Num 8:3-6).
3 Esdras estuvo leyendo el libro desde la mañana hasta la tarde en la plaza que hay delante de la puerta de las Aguas, a los hombres, mujeres y a cuantos podían entender. 4 Estaba Esdras el escriba sobre un estrado de madera que se alzó con esta ocasión; y estaban junto a él, a su derecha, Matatías, Semeyas, Anaía, Urías, Jecías y Maasías, y a su izquierda, Peda-ya, Misael, Malquiya, Asum, Jasbadana, Zacarías y Mesulam. 5 Abrió Esdras el libro, viéndolo todos, por estar él más alto que todo el pueblo, y, al abrirlo, todos se pusieron de pie. 6 Bendijo entonces Esdras a Yahvé, Dios grande, y todo el pueblo alzando las manos, respondió: “Amén, amén”; y, postrándose, adoraron a Yahvé rostro a tierra.

Escena grandiosa que el v.3 describe en sus rasgos esenciales y que redondean los versos siguientes (4-8). Delante de la puerta se extendía una plaza, en la cual se apiñaron hombres, mujeres y jóvenes para escuchar la lectura de la Ley de Moisés. Junto a la puerta se levantó un estrado, desde el cual dominaba Esdras a la multitud. A su derecha e izquierda sentáronse trece hombres, probablemente sacerdotes, que garantizaban con su presencia la verdad de cuanto leía Esdras. La lectura duraba unas seis horas, desde el amanecer hasta el mediodía. El texto sugiere que se leían secciones particulares, puntos aislados, predominantemente legislativos; no se excluye, sin embargo, la lectura continua de los pasajes históricos. Esdras, de pie, tomó el rollo de la Ley y, desenvolviéndolo para empezar la lectura, vio cómo toda la multitud se ponía de pie en señal de respeto Que 3:20). Hemos dicho que eran trece los personajes que rodeaban a Esdras. ¿Por qué este número? Las versiones antiguas lo reducen a doce, para simbolizar a las doce tribus. Otros elevan el número a catorce. El número 13 reaparece en el v.7. Se empieza el acto con una oración de alabanza a Yahvé, no citándose la fórmula empleada, que acaso coincidía con la de 1 Grón 29:10 o de Neh 9:5. Durante la misma alzó el pueblo las manos en señal de aprobación o solidaridad (Vaccari, Dyson), de oración (Exo 17:11) o de juramento, respondiendo: “Amén,” postrándose en tierra para adorar a Yahvé (2Cr 7:3; 2Cr 20:18).

Misión de los levitas (2Cr 8:7-8).

7 Josué, Baní, Serebías, Janún, Acub, Sebtaí, Odias, Maasías, Quelita, Azarías, Josabad, Janán y Pelaya, levitas, explicaban la Ley al pueblo. 8 Leían el libro de la Ley de Dios, explicándolo, exponiendo su sentido de modo que el pueblo entendiera la lectura.

Gelin piensa que el v.7 ha sido añadido por el cronista con el de dar a los levitas mayor relieve, de conformidad con la que tienen en la liturgia reciente. Añade que esta adición es poco feliz por el hecho de mencionar las explicaciones del texto que leía Esdras, de que se habla en el v.8. Sin embargo, no convencen tales razones; antes bien, el contexto exige su presencia. En efecto, va describiendo el autor el marco en que se desenvolvía la gran ceremonia. Además de Esdras, de sus acompañantes y del pueblo presente, habla el texto de la misión de los levitas, que consistía en aclarar lo que se leía o iba a leerse. Estaban ellos colocados sobre un lugar alto (2Cr 9:4). ¿Cómo procedían? Podemos imaginar que Esdras leía un punto, y los levitas, por turno, lo aclaraban con algunas explicaciones. Puede darse también que el pueblo estuviera dividido en secciones, de cada una de las cuales cuidaba un levita. En el v.8 se especifica más la labor de los levitas. Los LXX traducen: “Y Esdras leyó”; “y leían ellos” (hebreo). Algunos exegetas traducen: “Se leía,” sin especificar el sujeto. No vemos inconveniente en mantener la lección “y ellos leían.” Esto no empece que Esdras leyera el texto de la Ley, que los levitas repetían de nuevo, o bien a todo el pueblo, o cada levita a los de su sección. A esta lectura seguía una paráfrasis, probablemente en arameo. La palabra meparash (Esdr 4:18) significa separar, cortar, expresar claramente (Pro 23:32; Eze 34:12). Unos autores le dan el sentido de traducir. Esdras leía en hebreo y los levitas traducían al arameo; o leían en arameo y los levitas lo traducían al hebreo (Naville). Creemos que la palabra debe de significar que los levitas exponían y explicaban en lengua aramaica el texto que Esdras y ellos habían leído en la lengua santa, que muchos habían olvidado durante los años de la cautividad.

Las autoridades exhortan a la alegría (Eze 8:9-12).

9 Nehemías, gobernador; Esdras, sacerdote y escriba, y los levitas que hacían al pueblo la explicación, dijeron a todo el pueblo: “Hoy es día consagrado a Yahvé, vuestro Dios; no os entristezcáis ni lloréis,” pues todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la Ley. 10 Y luego les dijo: “Id y comed manjares grasos, y bebed licores dulces, y mandad parte a los que no han preparado, pues hoy es día consagrado al Señor; y no os entristezcáis, porque la alegría de Yahvé es vuestra fortaleza.” 11 Los levitas apaciguaban al pueblo, diciendo: “Callad, que hoy es día santo, y no os entristezcáis.” 12 Fuese todo el pueblo a comer y a beber y a enviar porciones, disfrutando de gran alegría porque había entendido lo que se le había enseñado.

Nehemías es llamado el “tirsata” (Esd 2:63; Neh 7:65-69), nombre persa cuyo significado corresponde a gobernador. Algunos concideran las palabras “Nehemías, gobernador” como una adición posterior; suprimen también la mención de los levitas, basándose en Que el verbo de los v.10 y 11 está en singular.
¿Por qué lloró el pueblo? Porque pudo comparar su conducta con lo que se prescribía en la Ley; tuvo conciencia de su pecado y temía el castigo. Bueno era que reconocieran su pecado, pero mejor todavía que se arrepintieran de sus descarríos e hicieran el propósito de enmendarse. Además, el primer día del mes séptimo en la fiesta de las trompetas (Lev 23:23-25; Num 29:1-6). Debían, puzs regocijarse en este día consagrado al Señor. Invita Esdras al puebl’ a que coma manjares escogidos (grasuras dice el texto) y beba bebidas dulces (Deu 14:26). De esta alegría debían participar los judío pobres (Deu 16:11-14; Est 9:19-22). “ ¡La alegría de Yahvé es vuestra fortaleza!” (1Cr 16:27), dice Nehemías.

Proclamación de la fiesta de los Tabernáculos (1Cr 8:13-15)
13 El segundo día, los jefes de familia de todo el pueblo, los sacerdotes y los levitas se reunieron con Esdras el escriba para profundizar en las palabras de la Ley. 14 Hallaron que en la Ley que había dado Yahvé por mano de Moisés estaba escrito que los hijos de Israel habitasen en cabanas en la solemnidad del mes séptimo. Cerciorados de ello, 15 proclamaron por todas las ciudades y en Jerusalén esta nueva, diciendo: “Subid a los montes y traed ramas de acebuche, ramas de arrayán, ramas de palmera y de todo árbol frondoso, para hacer las cabanas, como está mandado.”

En la Ley se habla de las fiestas de los Tabernáculos (Lev 23:34-43; Deu 16:13-15), pero en términos distintos. Recordaba la fiesta la marcha de Israel por el desierto (Exo 16:35; Lev 23:43); sedaba gracias a Dios al finalizar la cosecha (Exo 23:16; Deu 16:13). El texto no menciona la fiesta de la Expiación (kippur), que se celebraba entre la de las Trompetas y la de los Tabernáculos (sukkot; Lev 23:27).

El pueblo de fiesta (Lev 8:16-18).
16 Salió, pues, el pueblo todo, y, trayendo las ramas, hicieron cabanas, unos en sus terrados, otros en sus patios y en los atrios de la casa, en la plaza de la puerta de las Aguas y en la plaza de la puerta de Efraím. 17 Todos los de la congregación que volvieron de la cautividad hicieron cabañas y habitaron en ellas, cosa que no habían hecho los hijos de Israel desde los días de Josué, hijo de Nun, hasta entonces. Hubo gran alegría. 18 Se fue leyendo día por día el libro de la Ley de Dios, desde el primero hasta el último. La fiesta duró siete días, y al octavo tuvieron gran asamblea, según lo prescrito.

De esta fiesta da noticia Esdr 3:4; era muy arraigada en el pueblo (1Re 8:62-65; 1Re 12:32; Ose 12:10). Celebrábase en tiempos de Salomón (2Cr 7:8; 2Cr 8:13), pero no con tanta solemnidad como ahora. Conforme a las prescripciones de Lev 23:36; Num 29:35, tuvo lugar una asamblea el día octavo, día 22 de Tishri (2Ma 10:6).

Fuente: Biblia Comentada

la puerta de las Aguas. vea la nota sobre Neh 3:26. Esdras. Esta es la primera mención de Esdras en el libro de Nehemías, aunque había estado ministrando en Jerusalén desde 458 a.C. (cp. Esd 7:1-13).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

el libro … la ley. Como respuesta a la petición del pueblo, Esdras trajo la ley del Señor, para la que había preparado su corazón para estudiarla, practicarla y para enseñarla al pueblo (cp. Esd 7:10). En este tiempo, la ley era un rollo, en contraste a un texto compuesto de páginas cosidas. Esta lectura estaba mandada cada siete años en la fiesta de los tabernáculos (cp. Deu 31:10-13), aunque se había descuidado desde la cautividad babilónica y hasta esta ocasión.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Esd 3:1.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Se lee la ley. Este párrafo muestra la excelente combinación que hace un pueblo ávido de aprender y un maestro dispuesto a enseñar. La iniciativa vino de parte del pueblo al invitar a Esdras a traerles la ley (1); la comunidad entera, acentúa el v. 2, se congregó para escucharla; había un sentido de anticipación reverente mientras esperaban que se le yera (6); y escucharon atentamente toda la larga exposición (3). Como muestra la secuela, esa clase de disposición permite que la palabra de Dios tenga el impacto máximo sobre los oyentes.

Por su parte, Esdras no sólo respondió inmediatamente al pedido del pueblo (2) sino que decidió no hacerlo en el pórtico del templo sino en un lugar más accesible a todos (3), a plena vista (4) para que no se le impidiera a nadie estar presente. Además, decidió rodearse de laicos en esta empresa (4). Parece que estaba deseoso de evitar que se formara la impresión de que la ley era la propiedad privada de profesionales religiosos.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

8.1 Esta es la primera mención que se hace de Esdras en este libro. Había llegado a Jerusalén desde Babilonia aproximadamente trece años antes que Nehemías (458 a.C., véase Ezr 7:6-9).8.1 Esdras y Nehemías eran contemporáneos (8.9), a pesar de que Esdras era probablemente mucho mayor. Nehemías, como gobernador, era el líder político y Esdras, como sacerdote y escriba, era el líder religioso. Un escriba, en esos días, era una combinación de abogado, notario público, erudito y asesor jurídico. Los escribas eran de las personas más educadas, por lo tanto eran maestros. Sin duda los judíos habrían querido establecer otra vez un reino como en los días de David, pero esto hubiera sido señal de rebelión en contra del rey de Persia a quien estaban sometidos. La mejor alternativa era dividir el liderazgo entre Nehemías y Esdras.8.1-5 El libro de la Ley de Moisés era probablemente el Pentateuco, los primeros cinco libros de la Biblia. El pueblo prestó mucha atención a Esdras cuando leyó la Palabra de Dios, y su vida cambió. Como escuchamos las palabras de la Biblia tan a menudo, estas nos pueden parecer monótonas y podemos volvernos inmunes a sus enseñanzas. Sin embargo, debemos escuchar cuidadosamente cada versículo y pedirle al Espíritu Santo que nos ayude a contestar la pregunta: «¿Cómo se aplica esto a mi vida?»8.9 Esdras era el líder religioso, no Nehemías. Es importante que Nehemías fuera un laico, no un miembro del círculo religioso ni un profeta. Motivado por su relación con Dios, dedicó su vida a hacer la voluntad de Dios en el mundo secular. Tales personas son esenciales para la obra de Dios en todos los aspectos de la vida. No importa cuál sea su trabajo o función en la vida, véalo como el llamado especial de Dios para servirle.8.9, 10 El pueblo lloró abiertamente cuando escuchó las leyes de Dios y se dio cuenta de lo lejos que estaban de obedecerlas. Sin embargo, Esdras les dijo que debían estar llenos de gozo ya que tenían la oportunidad de escuchar y comprender la Palabra de Dios (8.12). Luego les dijo que celebraran y dieran presentes a los que tuvieran necesidad.La celebración no debe estar centrada en uno mismo. Esdras conectó la celebración con el dar. Esto ofreció a los necesitados una oportunidad de celebrar también. A menudo cuando celebramos y damos a otros (aun cuando no tengamos ganas), nos fortalecemos espiritualmente y nos llenamos de gozo. Participe en las celebraciones que honran a Dios, y permítale llenarlo con su gozo.8.13ss Después de que Esdras leyó las leyes de Dios al pueblo, las estudió y luego actuó en consecuencia. Una lectura cuidadosa de las Escrituras siempre llama a responder estas preguntas: ¿Qué debo hacer con este conocimiento? ¿Cómo debe cambiar mi vida? Debemos hacer algo acerca de lo que hemos aprendido si queremos tener un significado real en nuestras vidas.8.14-17 Durante la Fiesta de los Tabernáculos que duraba siete días, el pueblo vivía en chozas hechas de ramas. Esta práctica fue instituida como un recordatorio de su rescate de Egipto y el tiempo que pasaron en tabernáculos (Lev 23:43). Tenían que pensar en la protección y la dirección de Dios durante los años que vagaron y en el hecho de que Dios seguiría protegiéndolos y guiándolos si lo obedecían. Era un momento de recordar sus orígenes, el lugar de donde provenían. Resulta útil recordar nuestros comienzos para poder apreciar en dónde estamos hoy. Piense en su vida para ver hasta dónde Dios lo ha llevado. Luego agradezca a Dios su protección y el que haya suplido sus necesidades.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

REFERENCIAS CRUZADAS

a 451 Hch 2:46

b 452 Jer 5:1

c 453 Neh 3:26; Neh 12:37

d 454 Esd 7:6

e 455 2Cr 34:15

f 456 Deu 31:9; Jos 1:8; 1Re 2:3

g 457 Lev 27:34; Núm 36:13; Deu 28:1

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

al escriba Esdras. En la época antes del destierro, el escriba(no) era quien guardaba los registros (cp., 2 S 20:25; 2 R 12:10; 22:3– 6). Después, el escriba era un maestro e intérprete de las Escrituras.

el libro de la ley de Moisés. Este libro era esencialmente el Pentateuco. Contiene mucho material de la época anterior al destierro. En Neh 9 se mencionan casi todos los sucesos importantes del Pentateuco. Como el pueblo había pedido a Esdras que trajera el libro, ya se sabría de su existencia; y lo habían llevado a Jerusalén desde el lugar del destierro. Por otra parte, hay 5,845 vers. en la Torah (en heb.), y no es muy probable que pudiera leerse en medio día. Quizá Esdras leyera sólo selecciones o partes del libro.

Fuente: La Biblia de las Américas

Estos cap. indican una transición en el libro. Los capítulos del 1 al 7 tienen un énfasis político mientras que los capítulos 8 al 10 son religiosos, demostrando a Israel en adoración.

Fuente: La Biblia de las Américas

Lit., dijeron

Lit., ordenado

Fuente: La Biblia de las Américas

[.] Esta primera lectura pública de la Ley marca una fecha muy importante de la historia sagrada, pues hasta ese momento el pueblo de Israel vivía su fe rezando y participando en las ceremonias del Templo. Recibía de boca de los sacerdotes y profetas sentencias o prédicas, y no sentía la necesidad de leer una Biblia. Ya existían varios libros de nuestra Biblia, pero se conservaban en el Templo o en el palacio de los reyes; no estaban al alcance del pueblo ni eran la base de su fe. Ahora, en cambio, se notan nuevas exigencias y ya no se presentan profetas como antes. Esdras entiende que, en adelante, la comunidad judía se desarrollará en torno a la lectura, la meditación y la interpretación del libro sagrado. El mismo procura reunir y completar los libros sagrados y empiezan nuevos tiempos en que la Biblia será el libro de todos y la norma de su fe. Este paso religioso y cultural es el mismo que afectó a la Iglesia en estos últimos años. El pueblo iba a la iglesia, rezaba y se dejaba enseñar, y la Biblia le quedaba extraña. Pero ahora, la fe cristiana no puede cobrar fuerza sino a partir de una Palabra de Dios leída y escuchada en forma comunitaria. En realidad, vamos muy atrasados; esta renovación debía haberse iniciado hace cuatro siglos, cuando empezaron los protestantes. La asamblea convocada por Esdras servirá de modelo para la vida religiosa de la comunidad judía. No se suprime el culto solemne del Templo de Jerusalén, pero en adelante, en cada ciudad los judíos tendrán una sinagoga, o sea, una casa de reunión donde se reunirán el sábado para escuchar la Palabra de Dios y orar especialmente con el canto de los salmos.

Fuente: Notas de la Biblia Latinoamericana

[10] Deut 16, 14; 1 Cor 11, 21.[14] Lev 23, 34; Deut 16, 13.[16] Deut 22, 8.[18] 2 Mac 1, 18; 9, 9.

Fuente: Notas Torres Amat