Comentario de Nehemías 9:5 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Los levitas Jesúa, Cadmiel, Bani, Hasabnías, Serebías, Hodías, Sebanías y Petaías dijeron: “¡Levantaos, bendecid a Jehovah vuestro Dios, desde la eternidad hasta la eternidad!” “Bendigan tu nombre glorioso, y sea exaltado más que toda bendición y alabanza.
Levantaos. 1Re 8:14, 1Re 8:22; 2Cr 20:13, 2Cr 20:19; Sal 134:1-3; Sal 135:1-3.
bendecid a Jehová. 1Cr 29:20; Esd 3:11; Sal 103:1, Sal 103:2; Sal 117:1, Sal 117:2; Sal 145:2; Sal 146:2; Jer 33:10, Jer 33:11; Mat 11:25; Efe 3:20, Efe 3:21; 1Pe 1:3.
glorioso y alto. Éxo 15:6, Éxo 15:11; Deu 28:58; 1Cr 29:13; Sal 72:18, Sal 72:19; Sal 145:5, Sal 145:11, Sal 145:12; 2Co 4:6.
sobre toda bendición. 1Re 8:27; 1Cr 29:11; Sal 16:2; Sal 106:2.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
levantáos, bendecid a Jehová vuestro Dios: Estas palabras eran gritadas por los levitas. desde la eternidad hasta la eternidad: El Señor de las huestes se alabará a través de toda la eternidad.
el nombre tuyo, glorioso: La importancia del nombre de Dios puede apenas ser sobreestimada. Este Salmo está sólidamente basado en la teología de la Ley (los libros de Moisés), como se puede esperar después de seguir las tres semanas de lecturas de las Escrituras (Neh 8:1, Neh 8:2). De este modo, la exaltación del nombre de Dios en este poema se basa en la propia revelación de Dios, de su nombre, que se registra en el libro de Éxodo (Éxo 3:14). El profeta Isaías también exaltaba el «nombre glorioso de Dios» (Isa 63:14).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Dn Gr. Dan 3:91.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
— bendecir al Señor, su Dios: Una bendición similar encontramos en Sal 78:1-72; Sal 105:1-45; Sal 106:1-48; Sal 135:1-21; Sal 136:1-26; 1Cr 29:10-29; 2Cr 20:6-12; Esd 9:6-15.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
La oración de confesión. La confesión genuina procede de un nuevo aprecio de quién es Dios, y ese es el mismo sentimiento que ocasiona esta oración. Desde el principio de la creación, Dios se ha revelado a sí mismo como el que es digno de toda bendición y alabanza (5b). Sólo él es Dios, como lo demuestra la creación (6); escogió a Abram, por su propia voluntad le prometió una tierra y demostró que es justo al cumplir su palabra (7-8); y probó que era digno de tal fama (nombre, 10) al rescatar a su pueblo en el éxodo y en el mar Rojo (9-11). Estas tres primeras secciones de la oración por lo tanto hablan en términos no califica dos de la bondad y gracia de Dios, y proveen la base para el contraste repentino que la comunidad sentía en las circunstancias actuales como lo dicen los últimos versículos de la oración (32-37), donde se repiten varios términos clave de la primera sección.
La jornada por el desierto (12-21) comienza una nueva estrofa. Junto con las bondadosas y constantes provisiones de Dios (12-15) el pueblo comenzó a rebelarse (16-18). Sin embargo, esto sirvió para revelar otra característica de Dios, su misericordia (17b), porque a pesar de todo siguió proveyendo y manteniéndolos (19-21), y finalmente, los llevó a la tierra que había prometido hacía tanto tiempo (22-25).
La imagen de la vida en esa tierra (26-31) está influenciada por el modelo que recurre a través del libro de Jue. y hasta cierto punto en Rey. No podemos identificar aquí acontecimientos específicos; por lo contrario, el enfoque se pone en el modo de ser rebelde del pueblo y en la reacción de Dios a éste. Tres veces se cuenta que fueron desobedientes y por eso fueron entregados en manos de sus enemigos (26, 27a; 28a; 29, 30). En los prime ros dos casos clamaron a Dios, quien en su compasión los rescató (27b, 28b). Ese elemento de la serie no se repite la tercera vez, probablemente porque los vv. 29-31 hablan de las conquistas babiló nicas y del exilio, una condición que desde el punto de vista teológico todavía estaba en vigor cuando se oraba esta plegaria; no se podía considerar que la restauración era completa porque la opresión ex tranjera continuaba (36, 37).
En cambio, en un movimiento dinámico del punto de intercesión, el informe esperado del clamor del pueblo a Dios se sustituye con la oración a tal efecto, comenzando con el v. 32. Visto al lado de to do lo que ha pasado antes, esto llena el aire con una atmósfera de esperanza de que Dios reanudará su intención de rescatar a su pueblo del estado de esclavitud actual, y que les permitirá nuevamente ser libres en la tierra que Dios les había dado en fidelidad a su promesa original. De modo que la confesión del pueblo es un paso vital hacia la restauración que es el tema de este capítulo como un todo.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
q 527 1Cr 29:20; Sal 103:1
r 528 Jer 33:11; Efe 3:21
s 529 Sal 72:19; Sal 145:1
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
La oración de Esdras comenzó con un reconocimiento de la majestad de Dios (v. Neh 9:6) y continuó con un repaso de los principales puntos de la historia de Israel: el pacto abrahámico (vv. Neh 9:7-8, véanse notas en Gén 12:2; Gén 15:17), los sucesos del éxodo desde Egipto y los años de deambular en el desierto (vv. Neh 9:9-23) y la conquista de Canaán y la subsiguiente apostasía (vv. Neh 9:24-31). Concluyó con una confesión de pecado (vv. Neh 9:32-37) y un compromiso de guardar las leyes de Dios (v. Neh 9:38).