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Comentario de Ester 1:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Ester 1:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Esto aconteció en los días de Asuero (el Asuero que reinó desde la India hasta Etiopía, sobre 127 provincias).

RESUMEN DE ESTER

Este libro, que deriva su nombre de la persona cuya historia se relaciona principalmente, se denomina en hebreo, מגלה [H4039] ���� [H635], Meguilát Ester «el Rollo de Ester». En cuanto a su autor, hay varias opiniones: algunos lo atribuyen a Edras; algunos a Joacim, el hijo de Josué el sumo sacerdote; otros a los hombres de la gran sinagoga; y otros a Mardoqueo, que parece la opinión más probable. Los eventos aquí relacionados probablemente se refieren al tiempo de Artajerjes Longimano, quien, según Prideaux, fue el Asuero de Ester, agradablemente a Josefo (Ant. 1 xi, c.6), la versión de los Setenta y las adiciones apócrifas a este libro.

La historia, por lo tanto, viene entre el sexto y el séptimo capítulo de Esdras, comenzando aproximadamente el año 3540, y continuando por un período de doce años: relaciona la fiesta real de Asuero; la deshonra de Vasti, Est 1:1-11;) la elevación de Ester al trono persa; el servicio esencial prestado al rey por Mardoqueo, al detectar una conspiración contra su vida (Est 2:1-23), la promoción de Amán y su destrucción deliberada de los judíos (Est 3:1-13) la consiguiente aflicción de los judíos, y las medidas perseguidas por ellos, (Est 4:1-17;) la derrota de la conspiración de Amán, a través de la instrumentalidad de Ester, contra Mardoqueo, (Est 5:1-14; Est 6:1-14; Est 7:1-10;) y también la derrota de su plan general contra los judíos (Est 8:1-17; Est 9:1-15); la institución de la fiesta de Purim para conmemorar esta liberación (Est 9:16-32) y el avance de Mardoqueo (Est 10:1-3;) y aunque algunos cristianos han dudado en recibir este libro en el canon sagrado, sin embargo, siempre ha sido recibido por los judíos, no solo como perfectamente auténtico, sino también como uno de los libros sagrados más sobresalientes.

Que es una descripción genuina y fiel de un hecho real, la observación de la fiesta de Purim, hasta nuestros días, es una evidencia suficiente; dado que es imposible, y de hecho inconcebible, que una nación instituya, y luego continúe celebrando sin interrupción, a través de cada generación de esa gente, en una larga sucesión de edades, en cualquier lugar donde hayan permanecido, este solemne festival anual, simplemente porque uno de su nación había escrito una fábula o romance agradable. Se ha señalado, como objeción a este libro, que el nombre de Dios no aparece en él: sin embargo, su providencia superintendente se ilustra con frecuencia. Se muestra, de hecho, en cada parte del trabajo; desconcertantes diseños malvados, y produciendo grandes eventos, por medios aparentemente inadecuados. También presenta una descripción interesante de orgullo mortificado y de malicia desconcertada por la destrucción de sus poseedores; y exhibe una representación muy animada de las aflicciones y problemas, las ansiedades, la traición y el disimulo de una corte corrupta.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Asuero. Esd 6:14. Esd 4:6; Dan 9:1.

desde la India. Est 8:9; Isa 18:1; Isa 37:9.

ciento veintisiete provincias. Dan 6:1.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Asuero hace un banquete real, Est 1:1-9.

Vasti, mandada traer, rehúsa venir, Est 1:10-12.

Asuero, por el consejo de Memucán, hace a un lado a Vasti, y pronuncia un decreto de hombres, Est 1:13-22.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

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EL LIBRO DE ESTER TIENE TODOS LOS ELEMENTOS DE UNA GRAN NOVELA: una hermosa muchacha huérfana que emerge de la oscuridad para convertirse en reina; un gran secreto que ella esconde y que le podría provocar la muerte; y también, un villano ambicioso, cuya pasión es destruir a la inocente. En la historia existe un conflicto de poder, un romántico amor y una asombrosa revelación. Pero al final, el verdadero tema está claro: una vez más, el Dios de los israelitas salva milagrosamente a su pueblo de la destrucción.

Los acontecimientos de Ester abarcan una década del reinado de Asuero o Jerjes, quien sucedió a su padre Darío, como gobernador del imperio Persa en el año 486 a.C. Durante su reinado (486-465 a.C. Jerjes continuó con la campaña de su padre en contra de los griegos que se involucraron en el levantamiento jónico. Después de sufrir una derrota, se retiró a Susa, una de las cuatro capitales del imperio persa. Alrededor del año 483 a.C. ofreció un extravagante banquete para celebrar sus logros. Diez años después, ejecutó a Amán por sus siniestros planes (Est 1:3; Est 7:9).

Algunos estudiosos cuestionan la veracidad histórica de Ester en varios aspectos. Un punto que está en disputa es el pasaje que describe el banquete real (Est 1:3-5). El pasaje parece indicar que duró particularmente mucho: «ciento ochenta días» (Est 1:4). Sin embargo, una mejor explicación sería que ese largo período de tiempo era el de preparación para la campaña militar en Grecia, durante la cual Jerjes hizo gala de su poder y riqueza a sus oficiales. La fiesta en sí duró siete días, un largo, pero no increíblemente largo, período de tiempo para un banquete (Est 1:5).

Otra polémica radica en que fuera de la Biblia no se hace mención ni de Vasti ni de Ester. Sin embargo, los historiadores notan que luego de su fracaso en la campaña en Grecia (482-479 a.C. Jerjes busca refugio en su harén. Esto coincide con el ascenso de Ester (Est 2:17). Además, la palabra que se traduce como reina (Est 1:9; Est 2:22) se referiría simplemente a una esposa principal más que a una mujer que gobierna junto al rey. De este modo, es comprensible el desconocimiento de Ester y Vasti. Aún así, algunos rehúsan la idea de que un rey persa se casara con una mujer judía en vez de elegir a alguien de la aristocracia persa. Sin embargo, el libro de Ester aclara que en un principio ella escondió su identidad. Usó su nombre persa de Ishtar o Ester, en vez del hebreo Hadasa. El clímax de la historia se concentra en la sorprendente revelación de su origen judío.

El libro de Ester tiene un importante lugar en el canon, debido al poderoso testimonio de la providencia y protección de Dios a su pueblo. Sin embargo, algunos critican este libro. Una de las mayores discusiones está en el hecho destacable de que en todo el libro no aparece ni una sola vez la palabra Dios ni su nombre Jehová. Existen dos posibles explicaciones para esto. Primero, podría ser el resultado del punto de vista que escogió el autor. Él pudo ver al pueblo judío que se quedó en Persia y no retornó a la tierra de Israel (Esd 1:1), como personas que perdieron la principal bendición de Dios. Así, la ausencia del nombre de Dios sería una forma de expresar su distancia de los exiliados. Al mismo tiempo, el libro revela la protección asombrosa de Dios sobre ellos.

Segundo, el autor pudo escribir el libro a manera de crónica persa para explicar la celebración judía del Purim a la gente en Persia. De acuerdo con este estilo, el autor enfatiza el nombre del rey, los títulos y listas y se refiere a los judíos en un tono distante. Esto explicaría por qué el libro de Ester es el único de la Biblia que no menciona directamente a Dios.

A través de los vaivenes de la historia, el autor entrelaza una historia subyacente sobre el carácter de Dios. La narrativa muestra su providencia y soberanía en una situación que parece ser desesperanzada. Los israelitas vivían entre extranjeros que no tenían temor a Dios ni les importaba. Un enemigo implacable de los judíos ganó poder en la corte y trama un plan para destruirlos. No obstante, al mismo tiempo que Dios parece distante, en realidad, preparaba la liberación de su pueblo. Dios vigila cada acontecimiento, incluso el insomnio de un rey extranjero (Est 6:1).

De esta manera, en la capital de Persia, Dios demostró su leal alianza con los israelitas. Tiempo atrás, Dios le prometió a Abraham que maldeciría a cualquiera que maldijera a los israelitas (Gén 12:2, Gén 12:3). La ruina de Amán ilustra claramente la fidelidad de Dios a su promesa. Dios cumple su Palabra incluso con los israelitas que viven en el extranjero, puesto que ellos son su pueblo. Así, el autor de Ester ilustra de manera clara lo que los israelitas celebran en el banquete del Purim: la leal protección de Dios a su pueblo.

Se desconoce la identidad del autor de Ester; sin embargo, probablemente fue un judío que vivió en Persia. Un fuerte espíritu judío prevalece en el libro lo que se evidencia particularmente en la importancia del establecimiento de la festividad judía del Purim. Además, el autor estaba familiarizado con la cultura persa por las extensas descripciones del palacio de Susa y los detalles domésticos del reinado del rey Asuero. Por esta razón, algunos rabinos le atribuyen la autoría del libro a Mardoqueo, uno de sus principales personajes.

Sin importar quien fuera el autor, Ester se escribió poco tiempo después del gobierno de Asuero, no antes del 465 a.C. El autor relata el reinado de Asuero y las acciones de Mardoqueo (Est 10:2) en tiempo pasado, lo que indica que el libro no se compuso durante el reinado en sí. Mas aún, el hecho de que no aparezcan palabras griegas en el libro descarta la fecha a después del 300 a.C. cuando la lengua griega se tornó más importante en el antiguo Medio Oriente. Por otra parte, las numerosas palabras de origen persa, indican que se compuso durante la segunda mitad del siglo quinto a.C. Por ejemplo, el libro denomina a Jerjes por el nombre hebreo de Asuero que deriva del persa Khshayarsha. Si se hubiese escrito después del 300 a.C se esperaría que se usara la forma griega de Jerjes.

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Bosquejo

I. Una reina destronada y una reina ascendida Est 1:1-22; Est 2:1-23

A. El gran banquete Est 1:1-9

B. La renuencia de Vasti a exponerse frente a una multitud ebria Est 1:10-12

C. Remoción de Vasti como jefa de las esposas Est 1:13-22

D. Búsqueda de una nueva reina Est 2:1-4

E. Descubrimiento y aprobación de Est 2:5-18

F. El descubrimiento de Mardoqueo de un complot Est 2:19-23

II. Los planes de Amán en contra del pueblo judío en Persia Est 3:1-15; Est 4:1-17; Est 5:1-14; Est 6:1-14; Est 7:1-10

A. El odio de Amán por Mardoqueo Est 3:1-6

B. El decreto de Amán Est 3:7-15

C. El recordatorio de Mardoqueo a Est 4:1-17

D. Los dos banquetes de Est 5:1-14; Est 6:1-14; Est 7:1-10

1. El primer banquete Est 5:1-8

2. El plan contra Mardoqueo Est 5:9-14

3. La recompensa de Mardoqueo y la humillación de Amán Est 6:1-14

4. El segundo banquete y el ahorcamiento de Amán Est 7:1-10

III. La liberación del pueblo judío Est 8:1-17; Est 9:1-32

A. La revocación real Est 8:1-14

B. El regocijo del pueblo judío Est 8:15-17

C. Dos días de liberación Est 9:1-17

D. La fiesta de Purim Est 9:18-32

IV. La grandeza de Mardoqueo Est 10:1-3

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Asuero: Este caprichoso rey persa, que se conoce también por el nombre griego de Jerjes, reinó entre 486-465 a.C. (Esd 4:6.) Su reinado se extendió desde la India (la región que riega el río Indo, en la actualidad Pakistán) hasta Etiopía (o Cus), que se refiere a la parte que ahora es el norte de Sudán. Los persas eran arios, indoeuropeos que se internaron en lo que es en el presente Irán hacia el final del segundo milenio a.C. Ellos vinieron de las regiones de lo que ahora es el sur de Rusia y del este y sur del mar Caspio. Establecieron su dinastía alrededor del 700 a.C. Provincia: El reinado persa de Asuero se dividió en áreas geográficas más pequeñas llamadas provincias y divisiones más grandes llamadas sátrapas.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

EN LOS DÍAS DE ASUERO. Al Asuero de este libro se le conoce más comúnmente por su nombre griego, Jerjes. Gobernó como rey de Persia desde 486 hasta 465 a.C. Las fechas importantes que atañen al libro de Ester son:

(1) el cautiverio de los judíos por Nabucodonosor en 586 a.C. (2Re 25:1-30),

(2) el retorno autorizado de los judíos del cautiverio en 538 a.C. (Esd 1:1-11);

(3) el reinado de Ester como reina de Persia, comenzando en 479 a.C. (Est 2:16-17);

(4) el viaje autorizado de Esdras desde Babilonia a Jerusalén en 458 a.C. (Esd 7:1-28). Así que los sucesos de Ester ocurrieron aproximadamente veintiún años antes de que Esdras llevara a un segundo grupo de exiliados hasta Jerusalén.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Introducción a Ester

Bosquejo

I. La providencia de Dios en la colocación de una reina (Est 1:1-22; Est 2:1-23)

A. Vasti depuesta de reina de Persia (Est 1:1-22)

1. La fiesta de Asuero (Est 1:1-9)

2. La negativa de Vasti (Est 1:10-12)

3. La destitución de la reina anterior (Est 1:13-22)

B. Elección de Ester para reina de Persia (Est 2:1-18)

1. La búsqueda de Asuero (Est 2:1-4)

2. La conformidad de Ester (Est 2:5-11)

3. La selección de la nueva reina (Est 2:12-18)

II. La providencia de Dios en medio de un complot contra Mardoqueo y los judíos (Est 2:19-23; Est 3:1-15; Est 4:1-17)

A. Mardoqueo salva al rey (Est 2:19-23)

B. El orgullo y el pérfido complot de Amán (Est 3:1-15)

C. Mardoqueo persuade a Ester a que interceda ante el rey (Est 4:1-17)

III. La providencia de Dios en la liberación de su pueblo (Est 5:1-14; Est 6:1-14; Est 7:1-10; Est 8:1-17; Est 9:1-32)

A. El primer banquete de Ester: un pedido inicial (Est 5:1-8)

B. El complot de Amán se desarrolla (Est 5:9-14)

C. La providencia en la noche de desvelo del rey (Est 6:1-14)

D. El segundo banquete de Ester: El complot de Amán expuesto (Est 7:1-10)

E. El decreto del rey y la victoria de los judíos (Est 8:1-17; Est 9:1-16)

F. La institución de la fiesta de Purim (Est 9:17-32)

IV. La providencia de Dios en la promoción de Mardoqueo (Est 10:1-3)

Autor : Anónimo

Tema : El cuidado providencial de Dios Fecha: 460-400 a.C.

Trasfondo

Después que los persas capturaron, derrotaron y reemplazaron el imperio babilónico en 539 a.C., el centro de gobierno de los judíos exiliados se transfirió a Persia. La capital, Susa, es el lugar de la historia de Ester, durante el reinado de Asuero (su nombre hebreo), también llamado Jerjes I (su nombre griego) o Jshayarsha (su nombre persa), que gobernó en 486-465 a.C. El libro cubre los años 483-473 a.C. del reinado de Asuero (Est 1:3; Est 3:7), y la mayoría de los sucesos ocurren en 473 a.C. Ester llegó a ser reina de Persia en 478 a.C. (Est 2:16).

Cronológicamente, el episodio de Ester en Persia cae entre Esd 6:1-22 y Esd 7:1-28, es decir, entre el primer regreso de judíos exiliados desde Babilonia y Persia a Jerusalén en 538 a.C. bajo la dirección de Zorobabel (Esd 1:1-11; Esd 2:1-70; Esd 3:1-13; Esd 4:1-24; Esd 5:1-17; Esd 6:1-22) y el segundo regreso dirigido por Esdras en 457 a.C. (Esd 7:1-28; Esd 8:1-36; Esd 9:1-15; Esd 10:1-44) (véase introducción a Esdras). Aunque Ester se coloca después de Nehemías en el AT, sus acontecimientos en realidad ocurrieron treinta años antes del regreso de Nehemías a Jerusalén (444 a.C.) para reconstruir el muro (véase introducción a Nehemías). Mientras que los libros postexílieos de Esdras y Nehemías tratan asuntos que involucran al remanente judío que regresó a Jerusalén, Ester registra un suceso de crucial importancia entre los judíos que permanecieron en Persia.

La importancia de la reina Ester se ve no sólo en que salvó a su pueblo de la destrucción, sino también en que aseguró su protección y respeto en una tierra extranjera (cf. Est 8:17; Est 10:3); este acto providencial hizo posible el servicio de Nehemías en la corte del rey varias décadas después, así como su elección para reconstruir el muro de Jerusalén. Si Ester y los judíos (inclusive Nehemías) hubieran perecido en Persia, el remanente desamparado en Jerusalén tal vez nunca hubiera reconstruido su ciudad. El resultado de la historia judía postexílica de seguro hubiera sido muy diferente.

Aunque se desconoce el autor de Ester, es evidente en el libro que conocía personalmente las costumbres persas, el palacio de Susa, y detalles acerca del rey Asuero, lo cual indica que el autor probablemente vivía en Persia durante el período descrito en el libro. Además, el aprecio del autor por los judíos y su conocimiento de las costumbres judías sugieren que era judío. Es probable que el autor fuera un contemporáneo más joven de Mardoqueo, y que éste le dio mucha de la información de primera mano del libro, el cual se puso en su forma actual después de la vida de Mardoqueo (cf. Est 10:1-3). Sus detalles históricos y lingüísticos no apoyan una fecha después de 400 a.C. Las apócrifas «Adiciones al Libro de Ester» se originaron un tiempo considerable después del libro canónico de Ester.

Propósito

El libro tiene un propósito doble:

(1) Se escribió para mostrar cómo el pueblo judío fue protegido y librado de la aniquilación inminente por intervención de Dios por medio de la reina Ester. Aunque no se menciona el nombre de Dios, hay evidencia de su providencia a través del libro.

(2) Se escribió también para proveer una crónica y el trasfondo histórico de la fiesta judía de Purim (Est 3:6-7; Est 9:26-27), y así mantener vivo para las generaciones venideras el recuerdo de esa gran liberación del pueblo judío en Persia (cf. la pascua, la fiesta de la gran liberación de los israelitas de Egipto). El libro también describe la obligación de la conmemoración anual de Purim (Est 9:24; Est 9:28-32)

Visión panorámica

Ester presenta un análisis de cinco personajes principales de la historia-

(1) El rey persa Asuero;

(2) su primer ministro, Amán;

(3) Vasti, la reina que precedió a Ester;

(4) Ester, la hermosa joven judía que llegó a ser reina- y

(5) Mardoqueo el justo primo de Ester que la adoptó como hija y la cuidó en su juventud. Ester por supuesto, es la heroína de la historia, Amán es el villano y Mardoqueo es el héroe que, como el objeto principal del desprecio de Amán, es vindicado y exaltado al fin. La figura clave de los sucesos del libro es Mardoqueo, pues influyó en la reina Ester y le dio consejos justos.

La providencia de Dios está presente en todas partes en el libro. Se ve primero en la selección de una virgen judía llamada Hadasa (heb.), Ester (persa) o Esther (gr.), para reina de Persia en una hora crucial de la historia judía (caps. Est 1:1-22; Est 2:1-23; Est 4:4). La providencia de Dios es otra vez evidente cuando Mardoqueo, el primo de Ester que la había criado como su hija (Est 2:7), oyó por casualidad un complot para asesinar al rey, lo expuso, salvo al rey, y su hecho quedó registrado en las crónicas reales (Est 2:19-23), lo cual el rey descubrió de modo providencial en el momento preciso durante el desvelo de una noche (Est 6:1-14).

El odio de Amán a Mardoqueo se extendía a todos los judíos. Concibió una trama horrible y persuadió con engaño a Asuero a emitir un decreto para aniquilar a todos los judíos el 13 del mes de Adar (Est 3:13). Mardoqueo le insistió a Ester que intercediera ante el rey por los judíos. Después de un ayuno de tres días por todos los judíos, Ester arriesgó la vida al aproximarse al trono del rey sin haber sido invitada (cap. Est 4:1-17), recibió el favor del rey (Est 5:1-4), y descubrió el complot de Amán. Posteriormente, el rey hizo ahorcar a Amán en la horca que éste había preparado para Mardoqueo (Est 7:1-10). Un segundo decreto del rey les permitió a los judíos triunfar sobre sus enemigos (Est 8:1-17; Est 9:1-16); esto llegó a ser una ocasión de gran celebración y el comienzo de la fiesta anual de Purim (Est 9:17-32). El libro concluye con una nota acerca de la fama de Mardoqueo (Est 10:1-3).

Características especiales

Cinco aspectos o énfasis principales caracterizan el libro de Ester:

(1) Es uno de dos libros de la Biblia que llevan nombre de mujer; el otro es Rut.

(2) El libro comienza y termina con una fiesta, y registra un total de diez fiestas o banquetes alrededor de los cuales se desenvuelve gran parte del drama del libro.

(3) Ester es el último de los cinco rollos de la tercera parte de la Biblia hebrea, los hagiógrafos («Escritos Santos»), cada uno de los cuales se lee en público en uno de los grandes festivales judíos. Éste se lee en la fiesta de Purim el 14 y el 15 de Adar, para celebrar la gran liberación del pueblo judío en Persia durante el reinado de la reina Ester.

(4) Aunque el libro menciona un ayuno de tres días, no hay referencias explícitas a Dios, la adoración ni la oración (un rasgo que ha llevado a algunos críticos a poner en duda insensatamente su valor espiritual).

(5) Aunque el nombre de Dios no aparece en ninguna parte en Ester, su providencia es evidente por todas partes (e.g., Est 2:7; Est 2:17; Est 2:22; Est 4:14; Est 4:16-17; Est 5:1-2; Est 6:1; Est 6:3-10; Est 9:1). Ningún otro libro de la Biblia ilustra con tanto poder la providencia de Dios al conservar al pueblo judío, a pesar del odio demoniaco de sus enemigos.

Cumplimiento en el Nuevo Testamento

No hay referencia ni alusión a este libro en ninguna parte del NT. Sin embargo, el odio de Amán a los judíos y su complot para matar y aniquilar a todos los judíos del imperio persa (cap. Est 3:1-15; Est 7:4) es un tipo en el AT del anticristo del NT, que tratará de destruir a judíos y cristianos por igual al fin de la historia (véase Apocalipsis).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Mardoqueo en escena (1:1-3).
1 El año segundo del reinado del gran Artajerjes, el primero de Nisán, tuvo un sueño Mardoqueo, hijo de Jaír, hijo de Semeí, hijo de Quis, de la tribu de Benjamín, 2 judío que moraba en la ciudad de Susa, varón ilustre, que servía en la corte del rey. 3 Era de los cautivos que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había llevado en cautiverio de Jerusalén con Jeconías, rey de Judá.

Estos versículos pertenecen a la parte deuterocanónica del libro (10:4-16:26). En ellos presenta el autor al verdadero héroe del libro, Mardoqueo. Se habla del año segundo del reinado de Artajerjes. San Jerónimo y Eusebio lo identifican con Artajerjes II (405-362); pero modernamente prevalece la opinión de los que consideran el nombre de Artajerjes como una traducción falsa del nombre Asuero, que corresponde a Jerjes I (486-465). De ahí que algunos exegetas, en vez de hablar de Artajerjes, emplean constantemente los nombres de Asuero (Barucq.) o de Jerjes (Vaccar1). Fue Jerjes hijo de Darío I Hystaspes, conocido principalmente por su campaña contra Egipto (485) y por su derrota por las tropas griegas en Eurimedón (470 a.C.). Más cortesano que guerrero, entregóse a una vida de molicie y de placeres, como atestiguan el libro de Ester y el historiador Heródoto. Muerto en una conspiración (465), le sucedió su hijo Artajerjes I Longímanos.
El sueño de Mardoqueo tuvo lugar el primero de Nisán (Neh 2:1; Est 3:7), en cuyo mes empezaba el año (marzo-abril). Como a José (Gen 37:5-11; Gen 37:40,8; Gen 41:1), el porvenir se manifiesta a Mardoqueo por medio de los sueños. Con esta noticia se llama la atención de los lectores sobre la intervención palpable de Dios en los hechos que narra a continuación. Todo el libro, incluso el texto hebraico, demuestra un sentimiento religioso profundo y una confianza sin límites en los destinos de la Providencia. El nombre de Mardoqueo deriva del babilónico Marduk. El simple hecho de que este judío auténtico (Gen 2:5) escogiera el nombre de Mardoqueo, no autoriza la conclusión de que en un tiempo rindiera culto al dios Marduk. Toda la historia del libro demuestra lo contrario. Entre los deportados a Babilonia había algunos que llevaban este mismo nombre (Esdr 2:2; Neh 7:7).
La genealogía de Mardoqueo se repite en 2:5. Por 1Sa 15:7-9 sabemos que Saúl, hijo de Quis y del linaje de Benjamín, triunfó sobre Agag, rey de Amalee. Esta coincidencia sugiere la sospecha de que el autor sagrado no pretende fijar la ascendencia inmediata de Mardoqueo, sino hacer ver cómo un benjaminita que encarna el alma judía se impone y triunfa de un enemigo de Israel. Este varón ilustre moraba en Susa, que antiguamente fue capital de Elam 2 y que se convirtió en residencia invernal de los reyes de Persia (Neh 1:1). Conquistada en 596 por los persas, fue fortificada y embellecida por Darío I 3.
Mardoqueo fue llevado cautivo por Nabucodonosor a Babilonia, junto con Jeconías (Jer 24:1; Jer 27:20; Jer 28:4), llamado también Joaquín (2Re 24:8.15), el año 597. Con el fin de concordar el hecho de la presencia de Mardoqueo en la corte de Asuero o Herejes (hacia los años 484-482) y la fecha de su deportación por Nabucodonosor, algunos exegetas interpretan el texto en el sentido de que era descendiente de alguno que fue deportado en aquel tiempo. Tales anomalías textuales las hemos visto también en el comentario al libro de Judit, lo que nos invita asimismo a preguntarnos si el autor sagrado busca la máxima precisión en los datos cronológicos que refiere.

Sueño de Mardoqueo (2Re 1:4-10).
4 He aquí su sueño: 5 Soñó que oía voces y tumultos, truenos, terremotos y gran alboroto en la tierra, cuando dos grandes dragones, prestos a acometerse uno a otro, dieron fuertes rugidos, 6 y a su voz se prepararon para la guerra todas las naciones de la tierra, a fin de combatir contra la nación de los justos. 7 Fue aquel día día de tinieblas, de obscuridad, de tribulación y de angustia, de oprobio y de turbación grande sobre la tierra. 8 Toda la nación justa se turbó ante el temor de sus males, y se disponía a perecer. 9 Pero clamaron a Dios, y a su clamor, una fuentecilla se hizo un río caudaloso 10 de muchas aguas, y apareció una lumbrerita que se hizo sol, y fueron ensalzados los humildes y devoraron a los gloriosos.

Mardoqueo oye en la lejanía voces y tumultos acompañados de truenos (bronta1) y terremotos (seísmos), que presagiaban algo trágico que se avecinaba. En efecto, aparecen dos dragones en actitud de acometerse uno a otro. A un rugido suyo, todas las naciones de la tierra (paseznós) acometieron a la nación de los justos (dikaion eznós). Los primeros síntomas anunciadores de este combate recuerdan la escena del Sinaí (Exo 16:18; Exo 20:18) o la descripción que los profetas hacen del juicio (Isa 22:5; Jer 30:5). Según interpretación del mismo Mardoqueo, los dos dragones simbolizaban a él y a Aman (Jer 10:7).

Conatos para descifrar el sueño (Jer 1:11).
11 Mardoqueo, levantándose, luego de haber visto el sueño sobre lo que Dios se proponía ejecutar, lo guardó en su corazón, y a toda costa quería penetrar su sentido, hasta que llegó la noche.

Mardoqueo se levanta intrigado por la significación de su sueño (Gen 41:8) y pasa todo el día esforzándose para encontrarle una explicación. Otros videntes, en casos análogos, acudían a un intérprete (Gen 41:16; Dan 2:28), pero Mardoqueo prefirió conservar el secreto en su corazón (Luc 2:19.51), esperando a que Dios se lo revelara.

Mardoqueo denuncia una conjura (Luc 12:1-8).
1 Moraba Mardoqueo en el palacio con Gabata y Tarra, eunucos del rey, guardas del palacio, 2 y se enteró de sus planes y penetró sus proyectos, averiguando que trataban de apoderarse del rey Artajerjes, y los denunció al rey. 3 Mandó éste interrogar a los eunucos, que, habiendo confesado, fueron condenados a muerte. 4 Para conservar la memoria de estos sucesos, mandó el rey ponerlos por escrito, y el mismo Mardoqueo escribió un relato sobre ellos. 5 Por el servicio prestado, ordenó el rey dar a Mardoqueo un cargo en el palacio y le otorgó otras mercedes. 6 Pero Aman, hijo de Amasata, agagita, que gozaba de gran crédito ante el monarca, buscaba cómo perder a Mardoqueo y a su pueblo por la delación de los eunucos del rey.

Este relato se refiere a los mismos hechos de que se habla en 2:21-23; 6:1-3; pero el redactor griego quiso completarlos con nuevos datos, que explican el porqué llegó Mardoqueo a ocupar un puesto privilegiado en la corte a pesar de su condición de judío.

1 Libri Apocryphi V. T. graece (Leipzig 1871) p.30-72.
2 Introduction á la Bible I (París 1957) 778.
3 Véase F. X. Roiron, Les parties déuterocanoniques du live . d’Esther: “Recherches de Science Religieuse,” 6 (1916) 1-16.
4 Introductio in libros sacros V. T. 284.
5 E. Cosquin, Le Prologue-Cadre des Mulé et une Nuits, Les légendes et le Uvre d’Esther: RB, 16 (1909) 7-49; 161-197.
6 Heródoto, 7:61,
7 J. Straubinger, Ester y el misterio del pueblo judío (Buenos Aires 1943) 78
8 Ant. Jucí. h A13.
1 Las porciones deuterocanónicas las señalamos con un asterisco,
1* Hirt. IX Ô08-ÐÏ,
2 Heród., III 30,65:70; Jen., Cyr. VIII 6:22; Estrab., XV 3:2.
3 Mémoires de la Mission Archéoiogique en Irán (París 1900-1943).

El Gran Banquete Real y Sus Incidencias (c.1:1-22).

Poderío del rey Asuero (1:1-3).

1 En tiempo de Asuero, el Asuero que reinó desde la India hasta la Etiopía, sobre ciento veintisiete provincias, 2 mientras se sentaba sobre su trono real en Susa, la capital, 3 el año tercero de su reinado dio un festín a todos sus príncipes y servidores,

El imperio de Asuero se dividía en 127 provincias (medinoth), de que se habla en 8:9 y en Esdr 3:2. En Dan 6:2 se dice que “resolvió Darío constituir en su reino 120 sátrapas (ahaschdarpenaia) que gobernasen el reino.” El autor del libro de Ester (Dan 3:2) distingue entre sátrapas, jefes de provincias y gobernadores. Según Heródoto (III 89), Darío dividió el imperio en veinte satrapías. La quinta (Neh 5:14) comprendía, según el cómputo de Heródoto (III 89-91), el territorio de Mesopotamia septentrional, Siria, Fenicia y Palestina. Algunos intérpretes dan un valor simbólico al número 127. Doce eran las tribus de Israel. Ahora bien, multiplicando este número por diez, número de plenitud, y añadiendo siete, el número de perfección, se obtiene la cantidad mencionada, con lo cual se quería significar que todas las naciones estaban sujetas a Asuero.
En el tercer año de su reinado (483 a.C.), una vez consolidado su trono, pensó Asuero en celebrar un gran festín en Susa, la capital. Hállase esta ciudad al pie del actual Luristán. El antiguo río Coaspes, el actual Kerka, dividía la ciudad propiamente dicha de la ciudadela (habbirah). El palacio real se levantaba en la parte de la ciudad conocida por la Apadana. El autor coloca la parte principal de los acontecimientos en el palacio real, que distingue de la ciudadela (Neh 3:15; Neh 8:14; Neh 9:11).

Los invitados al festín real (Neh 1:3-9).
3 Los comandantes del ejército de los persas y de los medos, los grandes y los jefes de las provincias, se reunieron en su presencia, 4 y él hizo muestras de la espléndida riqueza de su reino y de la brillante magnificencia de su grandeza durante muchos días, 5 durante ciento ochenta días. Pasados éstos, el rey dio a todo el pueblo de Susa, la capital, desde el más grande hasta el más pequeño, un festín, que duró siete días, en los jardines del palacio real. 6 Cortinajes blancos, verdes y azules pendían de columnas de mármol, sujetos con cordones de lino y de púrpura a anillos de plata. Lechos de oro y de plata estaban sobre un pavimento de pórfido, alabastro, mármoles de varios colores y nácar. 7 Servíase el vino en vasos de oro de diversas configuraciones, y se servía con real abundancia, gracias a la generosidad del rey; pero a nadie se le obligaba a beber, 8 pues había mandado el rey a todas las gentes de su casa que se hiciese conforme a la voluntad de cada cual. 9 También la reina Vasti dio un festín a las mujeres en el palacio real del rey Asuero.

Quiso Asuero que todas las clases sociales de sus dominios tomaran parte en los festejos organizados con motivo de su consolidación en el trono persiano después de la victoria sobre Egipto. Invitó al festín a los grandes (v.1-4), al pueblo (v.5-8) y a las mujeres (v.9), que lo celebraron aparte, presidiéndolo la reina.

Banquete para los oficiales.
Entre los invitados al festín (mishte) se citan los altos empleados (sarim) del reino y los funcionarios de rango inferior. Asistió el estado mayor que había apoyado al rey en las luchas que tuvo que sostener contra Egipto y Babilonia. Del ejército fue invitada la oficialidad de las tropas escogidas y la de la guardia personal del rey. También los nobles (partemim, 6:9; Dan 1:3) y los jefes de las provincias (sarey hamedinoth) acudieron al llamamiento.

Banquete popular.
Los habitantes de la ciudadela tomaron parte en este banquete de siete días de duración, en un recinto contiguo al palacio real. Recostados sobre divanes (Amo 6:4), con incrustaciones de oro y plata, comía el pueblo de los manjares reales y alegrábase con sendos vasos de vino. Entraba en el protocolo de los persas la costumbre de que los invitados debían vaciar un determinado número de copas; pero esta vez, con el fin de evitar abusos l, había dado el rey un decreto por el cual cada uno era libre de ingerir la cantidad de vino que le pluguiera. Esta descripción de la munificencia de la corte persa concuerda con los datos retransmitidos por Heródoto (IX 80-82) y Jenofonte 2.

El convite de la reina.
No prohibían las leyes persas la presencia de mujeres en los banquetes públicos 3; muchas veces los invitados acudían a los mismos acompañados de sus esposas o concubinas. Por el libro aparece natural que la reina convocara en un salón aparte a las mujeres de los grandes del reino. El texto hebraico dice “que organizó el banquete la reina Vasti” (v.5:1 1:16-17). En cambio, Heródoto (7:61; 9:108-113) no menciona otra reina y esposa de Jerjes que Amestris, hija de O tañes.

Propuesta del rey y negativa de Vasti (1:10-12).
10 El día séptimo, alegre por el vino el corazón del rey, mandó éste a Mahuman, Bizta, Harbona, Bigta, Abagta, Zetar y Carcas, los siete eunucos que servían ante el rey Asuero, 11 que trajeran a su presencia a la reina Vasti, con su real corona, para mostrar a los pueblos y a los grandes su belleza, pues era de hermosa figura; 12 pero la reina se negó a venir con los eunucos, y el rey se irritó mucho y se encendió en cólera.

El día del banquete ocurriósele a Asuero exhibir a Vasti delante del pueblo y de los grandes. Esta noticia parece indicar que los tres banquetes se celebraban simultáneamente en lugares distintos, ya que el rey quiere mostrar a los representantes del pueblo y a los nobles la belleza de la reina, acto con el cual se pondría término al suntuoso festín. ¿Por qué Asuero determinóse a exhibir a Vasti? El texto griego supone que el rey en esta ocasión quería coronarla; lo más probable es que, siguiendo una costumbre persa (5:18), quisiera presentar a los comensales, a petición de éstos, a la reina, que gozaba de gran reputación por su belleza. Puede ser que en la frase “mostrar la belleza” haya un eufemismo (Eze 16:25)4. Según Plutarco5, al finalizar el banquete retirábanse las esposas y entraban las concubinas y danzarinas. A consecuencia de la negativa de Vasti, el rey “se irritó mucho y se encendió en cólera” (Jdt 1:12; Dan 3:13; Dan 6:15), porque, además de una desobediencia a sus órdenes, su negativa le ridiculizaba ante los comensales, los cuales podían llevarse la impresión de que las mujeres eran las que mandaban en palacio.

A suero se aconseja (Dan 1:13-15).
13 Y preguntó el rey a los sabios conocedores de las leyes, pues era costumbre que los negocios del rey se trataran con los sabios, legistas y juristas. 14 E hizo entrar a Carsena, Setar, Admata, Tarsis, Meres, Marsena y Memucan, siete príncipes persas y rnedos que asistían al rey y ocupaban el primer rango en su reino, 15 a los cuales dijo: “¿Qué debe hacerse, según la ley, a la reina Vasti por no haber hecho lo que el rey le había intimado por medio de los eunucos?”

Asuero no consultó a los astrólogos propiamente dichos, sino a los que saben dar un consejo en el tiempo oportuno, por razón de que la experiencia diaria les ha familiarizado con la ley de la justicia (1Cr 12:33). En Esdras se alude a los siete consejeros del rey persa (1Cr 7:14). Su posición en el reino era preeminente; formaban parte de su séquito, “veían la faz del rey” (2Re 25:19) y tenían precedencia. Según Heródoto, se les permitía entrada franca al rey, excepto el caso en que éste se hallara en compañía de sus mujeres. El número siete se usa con profusión (2Re 1:10).

Consejo de los sabios (2Re 1:16-20).
16 Memucan respondió ante el rey y los príncipes: “No es sólo al rey a quien ha ofendido la reina Vasti; es también a todos los príncipes y a todos los pueblos de todas las provincias del rey Asuero. 17 Porque lo hecho por la reina llegará a conocimiento de todas las mujeres y será causa de que menosprecien a sus maridos, pues dirán: El rey Asuero mandó que llevasen a su presencia a la reina Vasti, y ella no fue; 18 y desde hoy las princesas de Persia y de Media que sepan lo que ha hecho la reina se lo dirán a todos los príncipes del rey, y de aquí vendrán muchos desprecios y mucha cólera. 19 Si al rey le parece bien, haga publicar e inscribir entre las leyes de los persas y de los medos, con prohibición de traspasarlo, un real decreto mandando que la reina Vasti no parezca más delante del rey Asuero, y dé el rey la dignidad de reina a otra que sea mejor que ella. 20 El edicto del rey será conocido en todo su reino, por grande que es, y todas las mujeres honrarán a sus maridos, desde el más grande hasta el más pequeño.”

En nombre de los siete sabios habló Memucan, presentando la cuestión de Vasti como de interés nacional. Teme un avance del feminismo en caso de quedar impune la conducta de Vasti. Por ser del dominio público la desobediencia, recomienda Memucan que el castigo tenga amplia difusión. A este fin sugiere al rey que publique un decreto irrevocable (Dan 6:8-10) prohibiendo a Vasti presentarse en adelante delante del rey Asuero, despojándola de la dignidad de reina.

Orden real (Dan 1:21-22).
21 Agradó al rey y a los príncipes este discurso, y mandó el rey que se siguiera el parecer de Memucan. 22 Y mandó cartas a todas las provincias del reino, a cada uno según su escritura y a cada pueblo según su lengua, ordenando que todo hombre había de ser amo en su casa y que todas sus mujeres le estuvieran sujetas.

El consejo de Memucan fue aprobado en toda su línea: Vasti fue repudiada y sustituida por otra.

Fuente: Biblia Comentada

El libro de Ester

Título

«Ester» ha sido el título sin variación a lo largo de las edades. Este libro y el libro de Rut son los únicos dos libros del AT con nombres de mujeres. Tal como Cantar de los cantares, Abdías y Nahum, el NT no cita ni hace referencia a Ester.

«Hadasa» (Est 2:7), que quiere decir «mirto», fue el nombre hebreo de Ester, el cual vino de la palabra persa «estrella» o posiblemente del nombre de la diosa babilonia del amor, Ishtar. Como la hija huérfana de su padre Abihail, Ester creció en Persia con su primo mayor, Mardoqueo, quien la crió como si hubiera sido su propia hija (Est 2:7; Est 2:15).

Autor y fecha

El autor permanece sin conocerse, aunque Mardoqueo, Esdras y Nehemías han sido sugeridos. Sea quien sea la persona que haya escrito Ester, poseyó un conocimiento detallado de las costumbres, modales e historia persa, además de estar familiarizado de manera particular con el palacio en Susa (Est 1:5-7). Esta persona también mostró un conocimiento íntimo del calendario y costumbres hebreas, mientras que además mostró un fuerte sentido de nacionalismo judío. Posiblemente un judío persa, quien más tarde se regresó a Israel, fue la persona que escribió Ester.

Ester aparece como el libro número diecisiete en la cronología literaria del AT y cierra la sección histórica del AT. Solo Esd 7:1-28; Esd 8:1-36; Esd 9:1-15; Esd 10:1-44, Nehemías y Malaquías reportan historia del AT que va más allá de Ester. El relato en Ester termina en el 473 a.C. antes de que Asuero muriera asesinado (alrededor del 465 a.C.). Est 10:2 habla como si el reinado de Asuero ya había terminado, por lo tanto la fecha de escritura más temprana posible sería después de su reinado alrededor de la mitad del quinto siglo a.C. La fecha tardía más razonable sería previa al 331 a.C. cuando Grecia conquistó a Persia.

Contexto histórico

Ester ocurrió durante el período persa de historia mundial, alrededor del 539 a.C. (Dan 5:30-31) hasta alrededor del 331 a.C. (Dan 8:1-27). Asuero gobernó desde alrededor del año 486 al 465 a.C. Ester cubre la porción de su reinado que va del 483 al 473 a.C. El nombre Asuero representa la transliteración hebrea del nombre persa «Khshayarsha», mientras que «Xerxes» representa su nombre griego.

Los acontecimientos de Ester ocurrieron durante el período de tiempo que se encuentra entre el primer regreso de los judíos después de la cautividad de setenta años en Babilonia (Dan 9:1-19) bajo Zorobabel alrededor del 538 a.C. (Esd 1:1-11; Esd 2:1-70; Esd 3:1-13; Esd 4:1-24; Esd 5:1-17; Esd 6:1-22) y el segundo regreso guiado por Esdras alrededor del 458 a.C. (Esd 7:1-28; Esd 8:1-36; Esd 9:1-15; Esd 10:1-44). El viaje de Nehemías (el tercer regreso) de Susa a Jerusalén (Neh 1:1-11; Neh 2:1-20) ocurrió más adelante (alrededor del 445 a.C.).

Tanto Ester como Éxodo narran lo vigorosamente que los poderes extranjeros trataron de eliminar a la raza judía y como Dios soberanamente preservó a su pueblo de acuerdo con su promesa de pacto hecha a Abraham alrededor del 2100-2075 a.C. (Gén 12:1-3; Gén 17:1-8). Como resultado de que Dios prevaleció, Est 9:1-32; Est 10:1-3 registra el inicio de Purim: un nuevo festival anual en el 12o. mes (febrero-marzo) para celebrar la supervivencia de la nación. Purim se convirtió en uno de dos festivales dados fuera de la legislación mosaica en ser aún celebrados en Israel (Hanukkah o el festival de las luces, es el otro, cp. Jua 10:22).

Temas históricos y teológicos

Los ciento sesenta y siete versículos de Ester final y definitivamente han sido aceptados como canónicos, aunque la ausencia del nombre de Dios en el libro ha causado duda innecesaria acerca de su autenticidad. La Septuaginta griega (LXX) añadió ciento siete versículos apócrifos que supuestamente compensaron esta carencia. Junto con Cantar de los cantares, Rut, Eclesiastés y Lamentaciones, Ester es parte de los libros del AT del Megillot o «cinco rollos». Los rabinos leen estos libros en la sinagoga en cinco ocasiones especiales durante el año, Ester es leído en Purim (cp. Est 9:20-32).

El génesis histórico del drama que se lleva a cabo entre Mardoqueo (un descendiente de la tribu de Benjamín, de Saúl, Est 2:5) y Amán (un agagueo, Est 3:1; Est 3:10; Est 8:3; Est 8:5; Est 9:24) se remonta a casi mil años cuando los judíos salieron de Egipto (alrededor del 1445 a.C.) y fueron atacados por los amalecitas (Éxo 17:8-16), cuyo linaje comenzó con Amalec, nieto de Esaú (Gén 36:12). Dios pronunció su maldición sobre los amalecitas, la cual resultó en su eliminación total como pueblo (Éxo 17:14; Deu 25:17-19). Aunque Saúl (alrededor del 1030 a.C.) recibió órdenes de matar a todos los amalecitas, incluso a su rey Agag (1Sa 15:2-3), él desobedeció (1Sa 15:7-9) e incurrió en el desagrado de Dios (1Sa 15:11; 1Sa 15:26; 1Sa 28:18). Finalmente Samuel cortó en pedazos a Agag (1Sa 15:32-33). Debido a su linaje de Agag, Amán llevaba una profunda hostilidad hacia los judíos.

El tiempo de Ester llegó quinientos cincuenta años después de la muerte de Agag, pero a pesar de tal paso de tiempo ni Amán el agageo ni Mardoqueo el benjamita se habían olvidado de la enemistad tribal que aún hervía en el alma de cada uno de ellos. Esto explica la razón por la que Mardoqueo rehusó postrarse ante Amán (Est 3:2-3) y la razón por la que Amán trató de una manera tan intensa de exterminar a la raza judía (Est 3:5-6; Est 3:13). Como era de esperarse, la profecía de Dios de extinguir a los amalecitas (Éxo 17:14; Deu 25:17-19) y la promesa de Dios de preservar a los judíos (Gén 17:1-8) prevaleció.

Debido a la fidelidad de Dios en salvar a su pueblo, el festival de Purim (nombrado de acuerdo a la palabra acadea para «suerte», Est 3:7; Est 9:26), una festividad anual de dos días de fiesta, regocijo y de enviarse alimento los unos a los otros y dar regalos a los pobres (Est 9:21-22), fue decretada para que fuese celebrada en toda generación, por toda familia, en toda provincia y ciudad (Est 9:27-28). Más adelante Ester añadió una nueva característica de ayunar con lamento (Est 9:31). Purim no se vuelve a mencionar en la Biblia, aunque ha sido celebrada a lo largo de los siglos en Israel.

Ester podría ser comparado a un juego de ajedrez. Dios y Satanás (como jugadores invisibles) movieron a reyes verdaderos, reinas verdaderas y nobles verdaderos. Cuando Satanás colocó a Amán en su lugar, fue como si hubiera anunciado «jaque». Dios entonces colocó a Ester y Mardoqueo para colocar a Satanás en una posición de «jaquemate». Desde la caída del hombre (Gén 3:1-19), Satanás ha tratado de romper la relación de Dios con su creación humana y evitar que se cumplan las promesas de pacto por parte de Dios con Israel. Por ejemplo, la línea de Cristo a través de la tribu de Judá había sido reducida a través del homicidio únicamente a Joás, quien fue rescatado y preservado (2Cr 22:10-12). Más tarde, Herodes mató a los infantes de Belén, pensando que Cristo estaba en medio de ellos (Mat 2:16). Satanás tentó a Cristo para que denunciara a Dios y lo adorara a él (Mat 4:9). Pedro, por la insistencia de Satanás, trató de bloquear el viaje de Cristo al Calvario (Mat 16:22). Finalmente, Satanás entró en Judas quien entonces traicionó a Cristo y lo entregó a los judíos y romanos (Luc 22:3-6). Aunque Dios no se menciona en Ester, Él estuvo en todos lados de manera aparente como Él que se opuso y deshizo los planes malignos de Satanás por intervención providencial.

En Ester, todas las promesas incondicionales por parte de Dios hechas a Abraham (Gén 17:1-8) y a David (2Sa 7:8-16) estuvieron en peligro. No obstante, el amor de Dios por Israel no aparece más evidente que en este dramático rescate de su pueblo de la eliminación inevitable. «He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel (Sal 121:4).

Retos de interpretación

La pregunta más obvia presentada por Ester viene del hecho de que Dios no se menciona en ningún lugar, al igual que en el Cantar de los cantares de Salomón. Tampoco el autor ni algún participante se refieren a la ley de Dios, los sacrificios levíticos, adoración u oración. El escéptico se pudiera preguntar: «¿Por qué Dios nunca se menciona cuando el rey persa recibe más de ciento setenta y cinco referencias? Debido a que la soberanía de Dios prevaleció para salvar a los judíos, ¿por qué entonces Él no recibe el reconocimiento apropiado?»

Parece satisfactorio responder que si Dios deseara ser mencionado, Él simplemente de la misma manera soberana habría impulsado al autor a que escribiera de Él conforme actuaba para salvar a Israel. Esta situación parece ser más problemática en el ámbito humano que en el ámbito divino, porque Ester es la ilustración clásica de la providencia de Dios conforme Él, el poder invisible, controla todo para su propósito. No hay milagros en Ester, pero la preservación de Israel a través del control providencial de todo acontecimiento y persona revela la omnisciencia y omnipotencia de Jehová. Sea que Él se mencione o no, ese no es el punto. Claramente Él es el personaje principal en el drama.

En segundo lugar: «¿Por qué eran Mardoqueo y Ester tan seculares en sus estilos de vida?» Ester (Est 2:6-20) no parece tener el celo de santidad que Daniel tuvo (Dan 1:8-20). Mardoqueo mantuvo en secreto su linaje judío y el de Ester, a diferencia de Daniel (Dan 6:5). La ley de Dios estaba ausente en contraste a Esdras (Esd 7:10). Nehemías tenía un profundo anhelo por Jerusalén que parecía ser totalmente diferente a los deseos de Ester y Mardoqueo (Neh 1:1-11; Neh 2:1-5).

Las siguientes observaciones ayudan a traer algo de luz en estos asuntos. En primer lugar, este corto libro no registra todo. Quizá Mardoqueo y Ester de hecho poseyeron una fe más profunda de lo que se puede ver aquí (cp. Est 4:16). En segundo lugar, aun el piadoso Nehemías no mencionó a su Dios cuando estaba hablando con el rey Artajerjes (Neh 2:1-8). En tercer lugar, los festivales judíos que proveían la estructura para la adoración habían sido perdidos mucho antes de Ester, por ej., la Pascua (2Re 23:22) y Pentecostés (Neh 8:17). En cuarto lugar, posiblemente la carta antijudía escrita por los samaritanos a Asuero varios años antes los había asustado (ca.486 a.C.; Esd 4:6). En quinto lugar, las malas intenciones de Amán no solo salieron a la superficie por primera vez cuando Mardoqueo rehusó postrarse (Est 3:1-2). Lo más probable es que eran compartidas mucho antes por otros que habrían intimidado a la población judía. En sexto lugar, Ester se identificó con su legado judío en un momento muy apropiado (Est 7:3-4). Y sin embargo, la pregunta permanece en pie, de por qué Ester y Mardoqueo no parecían tener el mismo tipo de devoción abierta a Dios como Daniel. Además, la oración de Nehemías (Neh 1:5-11; esp. v. Est 1:7) parece indicar un letargo espiritual entre los exiliados judíos en Susa. Entonces este asunto finalmente debe ser resuelto por Dios ya que solo Él conoce los corazones humanos.

Bosquejo

I) Ester reemplaza a Vasti (Est 1:1-22; Est 2:1-18)

A) La insubordinación de Vasti (Est 1:1-22)

B) La coronación de Ester (Est 2:1-18)

II) Mardoqueo vence a Amán (Est 2:19-23; Est 3:1-15; Est 4:1-17; Est 5:1-14; Est 6:1-14; Est 7:1-10)

A) La lealtad de Mardoqueo (Est 2:19-23)

B) El ascenso y decreto de Amán (Est 3:1-15)

C) La intervención de Ester (Est 4:1-17; Est 5:1-14)

D) El reconocimiento de Mardoqueo (Est 6:1-13)

E) La caída de Amán (Est 6:14; Est 7:1-10)

III) Israel sobrevive el intento de genocidio por parte de Amán (Est 8:1-17; Est 9:1-32; Est 10:1-3)

A) La abogacía de Ester y Mardoqueo (Est 8:1-12)

B) La victoria de los judíos (Est 9:1-19)

C) El inicio de Purim (Est 9:20-23)

D) La fama de Mardoqueo (Est 10:1-3)

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Asuero. Vea la Introducción: Contexto histórico. India hasta Etiopía. Se menciona Etiopía, no Asia Menor, como el límite occidental del reino, para evitar cualquier recuerdo de la anterior derrota a mano de los griegos ca. 481-479 a.C. (cp. Est 8:9). Esta descripción también evita cualquier confusión con el Asuero de Dan 9:1. ciento veintisiete provincias. El reino comprendía veinte regiones (Est 3:12; Est 8:9; Est 9:3) que estaban a su vez divididas en provincias sobre las que había gobernadores (Est 3:12).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

(478-464 a.C.)

Nota del editor; Esta sección pertenece LA ETAPA DEL RETORNO (Esdras, Ester, Nehemías, Hageo, Zacarías, Malaquías).

INTRODUCCIÓN

1. Ester es uno de los dos libros del Antiguo Testamento que lleva nombre de mujer; el otro es el de Rut.

2. El nombre Ester significa «estrella».

3. Este libro nos habla acerca de los judíos que vivían en Persia y que no volvieron a Jerusalén después del decreto de Ciro. A fin de ubicar bien el relato histórico que tenemos aquí, consideremos lo siguiente:

a. Los judíos regresaron primeramente a Jerusalén bajo la dirección de Zorobabel en el 536 a.C.

b. El templo fue completado en el 516 a.C.

c. Ester fue proclamada reina en el 478 a.C.

d. Salvó a su pueblo en el 473 a.C.

e. Esdras regresó a Jerusalén en el 455 a.C.

f. Nehemías marchó a Palestina en el 445 a.C.

De manera que Ester aparece en el escenario de la histona unos sesenta años después que fuera promulgado el decreto de Ciro y aproximadamente treinta y cinco años antes del retorno de Nehemías.

4. El nombre de Dios no aparece en el libro, como tampoco se encuentra en el Cantar de los Cantares. Por esta razón, la Iglesia se resistió al principio a aceptar este libro en el canon inspirado de las Escrituras, pero pronto quedó incluido.

5. A pesar de la omisión de todo nombre con que se designa a Dios, no hay otro libro en toda la Biblia en que sea más evidente la presencia de Dios obrando desde detrás del escenario que en este.

6. «Providencia» es la palabra clave para entender el libro de Ester, que literalmente significa «proveer con anticipación». La providencia ha sido definida por el teólogo Strong de la siguiente manera:

«La providencia es aquella acción constante de Dios mediante la cual El hace que todos los sucesos del mundo físico y moral coadyuven al cumplimiento del propósito original para el cual creó todas las cosas.»

También ha sido definida como «la mano de Dios en el guante de la historia». La providencia es el último de los tres hechos que componen la soberanía de Dios tal como la ve el hombre.

Estos son:

a. La creación, que habla de la existencia del universo (Gén 1:1).

b. La preservación, que habla de la continuidad de este universo (Hch 1:3; Col 1:16-17).

c. La providencia, que da razón de su progreso y desarrollo (Sal 135:6-10; Deu 4:35).

7. Podríamos escribir con toda propiedad las palabras de Rom 8:28 en las páginas del libro de Ester.

I. El ascenso de Ester (Est 1:1-22; Est 2:1-23).

A. El rechazo de Vasti (Est 1:2-21).

1. En el tercer año de su reinado, el rey persa Asuero (Jerjes) dio una fiesta fantástica que duró 180 días. Fueron invitados miles de los funcionarios del reino procedentes de sus 127 provincias, desde la India hasta Etiopía (Est 1:1-4).

2. Aunque no se declara específicamente, la razón probable de la fiesta era levantar la moral de sus vasallos y prepararles sicológicamente para la expedición que planeaba contra Grecia. El trasfondo de la escena es así:

a. En el año 490 a.C., Darío el Grande, padre de Jerjes, había dirigido una gran flota compuesta de 600 naves para transportar 60.000 soldados de caballería e infantería en un esfuerzo por capturar Atenas y subyugar el mundo griego. Pero fue derrotado completamente por el general griego Milciades en una pequeña llanura llamada Maratón. A pesar de la gran diferencia numérica, los griegos rodearon a sus enemigos y los vencieron.

b. La batalla de Maratón aparece como la número seis en el libro History’s 100 Greatest Events, de William A. DeWitt.

3. Durante la última semana de la fiesta, el rey mandó llamar a su esposa, la reina Vasti, para mostrar su belleza a algunos de sus más importantes amigos ya medio embriagados. La reina se negó a exhibirse de esta manera (Est 1:5-12).

4. El rey, lleno de ira, escuchó el consejo de sus amigos de que echara a Vasti para siempre de su presencia a fin de que otras mujeres en el reino no imitaran su desobediencia (Est 1:13-21).

B. La elección de Ester (Est 2:1-20).

1. Una vez pasado el enojo, el rey lamentó su precipitada decisión, pero ya era tarde, pues no se podía cambiar la estricta ley de Persia aunque fuera él quien la hubiera dado (Est 2:1).

2. Aceptó la sugerencia de sus ministros de llevar a cabo una búsqueda de las mujeres más bellas del imperio, con el propósito de celebrar un concurso y que la ganadora se convirtiera en su nueva esposa (Est 2:2-4).

3. Entre las bellezas que fueron llevadas al palacio se encontraba una joven judía llamada Hadasa, conocida también como Ester. Esta bella doncella había sido criada por un primo suyo, mayor que ella, llamado Mardoqueo, de la tribu de Benjamín (Est 2:5-8).

4. Ester se ganó muy pronto el favor de Hegai, el encargado de supervisar todo el proceso de elección. Sin embargo, por consejo de Mardoqueo, Ester no reveló su identidad judía en este momento (Est 2:9-11).

5. El concurso duró cuatro años, pero después que el rey vio a todas las finalistas, quedó prendado de Ester y la eligió para que se convirtiera en su reina (Est 2:12-17).

6. Para celebrarlo, Asuero organizó otra gran fiesta y llegó hasta rebajar los impuestos en su provincia.

Nota: La razón de todo esto era, en parte, compensar por su reciente derrota en Grecia. Debemos entender que pasaron aproximadamente cuatro años entre su divorcio de Vasti y su matrimonio con Ester. Damos a continuación un resumen de los sucesos que tuvieron lugar en este período.

a. En la primavera del 480 a.C., Jerjes cruzó el estrecho de los Dardanelos con 100.000 hombres y cientos de naves. La historia nos dice que Jerjes lloró cuando vio desfilar los regimientos de este formidable ejército con todo el brillo de sus armaduras y el colorido de sus banderas. Cuando le preguntaron por qué lloraba, contestó:

«Porque sé que toda esta gloria militar es sólo por un momento y que pronto desaparecerá para siempre. Porque en menos de cien años todos habremos muerto, incluido yo.»

b. Poco después sufrió el primer desastre, pues una severa tormenta de primavera en el mar le hizo perder 400 de sus barcos. Ciego de furor y frustración, Jerjes golpeó las aguas con su cinturón.

c. Nada más desembarcar en Grecia, su soberbio ejército fue frenado en el paso de las Termópilas durante un día completo por 300 soldados espartanos capitaneados por Leonidas, infligiéndoles grandes pérdidas y permitiendo que el pequeño ejército griego pudiera retirarse a un lugar más seguro.

d. Jerjes pudo al fin pasar, llegó a Atenas e incendió la ciudad, destruyéndola; aunque la mayoría de sus ciudadanos habían huido a la isla de Salamina. Jerjes entonces, muy seguro de la victoria, embarcó su ejército para cruzar hasta Salamina, confiado en la superioridad numérica de tres a uno que tenía. Pero las naves griegas, más pequeñas y ágiles, dominaban la lucha en el mar. El rey persa vio pronto con horror cómo se hundían sus barcos y morían sus soldados.

e. Regresó a Persia derrotado, dejando el resto del ejército en Grecia al mando del general Nardonio. Un año después, Nardonio fue derrotado y muerto en la batalla de Platea, en el 479 a.C. Este fue un golpe de muerte para el Imperio Persa. En el bien conocido libro de J.F.C. Fuller, The Decisive Battles of the Western World, aparecen las batallas de Salamina y Platea entre las más importantes de la historia conocida.

C. Mardoqueo se entera de un complot (Est 2:19-23).

1. Mardoqueo, que se había convertido en un funcionario de palacio, llega a escuchar la conversación de dos oficiales de la guardia real que tramaban un complot para asesinar a Jerjes.

2. Lo comparte con la reina Ester y ésta informa a Jerjes. Ambos oficiales son ejecutados. Esto quedó registrado en el libro de la historia del reinado de Jerjes. Nota: Jerjes fue asesinado años más tarde, en el 465 a.C., en un complot semejante.

II. Las mentiras de Amán (caps. Est 3:1-15Est 5:1-14).

A. Servidumbre infernal.

1. Poco después que Ester se convirtiera en reina, Jerjes nombró primer ministro a Amán, un político depravado. Amán era un amalecita, un descendiente del rey Agag, que reinó en los días de Saúl y de Samuel. Recordaremos que Saúl desobedeció a Dios y perdonó en guerra la vida del rey Agag (1Sa 15:1-35). Los malecitas fueron enemigos acérrimos de Israel, los atacaron cuando iban camino de la tierra prometida (Éxo 7:14; Deu 25:17-19).

2. El arrogante Amán se enteró pronto de que un judío llamado Mardoqueo no se inclinaba ante él, como había sido ordenado. Mardoqueo simplemente quería ser fiel a Dios, como lo habían también sido otros judíos cautivos en tierra extraña (véase Deu 3:1-29).

3. Amán tramó la manera de exterminar no solamente a Mardoqueo, sino a todos los judíos que vivieran en el Imperio Persa. Esta es la acción antisemita más fuerte del Antiguo Testamento. En su estrategia diabólica se presentó ante el rey con las siguientes «recomendaciones »:

a. «... hay un pueblo esparcido y distribuido entre los pueblos en todas las provincias de tu reino, y sus leyes son diferentes de las de todo pueblo, y no guardan las leyes del rey, y al rey nada le beneficia el dejarlos vivir» (Est 3:8). Esto era, por supuesto, una gran mentira.

b. Que él ingresaría gozosamente diez mil talentos de plata (330.000 kilos) en el tesoro real para contribuir a los gastos de tal purga (Est 3:9). Amán, sin duda, había contado con la confiscación de los bienes de miles de personas inocentes a quienes planeaba degollar como corderos.

c. El rey, sin preocuparse de quién era ese «pueblo» y sin verificar los cargos, acepta el plan con gran indiferencia (Est 3:10-11).

d. Varias semanas después Amán ya tenía preparadas todas las cartas que quería enviar a todos los gobernadores y funcionarios del imperio, a cada uno según su lengua o dialecto. Correos reales fueron enviados con los decretos de ejecución que ordenaban que todos los judíos fueran asesinados el 28 de febrero del año siguiente, el 473 a.C. (Est 3:12-15).

B. Fortaleza de ánimo (caps. Est 4:1-17Est 5:1-14).

1. La vemos en Mardoqueo (Est 4:1-14).

a. Nada más enterarse del decreto de ejecución, Mardoqueo se identifica inmediatamente con su pueblo y le invade un profundo dolor.

b. A Ester, ignorante de la nueva ley, le llegan las noticias de la tristeza de su primo y pregunta cuáles son las razones de su dolor.

c. Mardoqueo la informa de lo que está pasando y la aconseja de que vea al rey sin pérdida de tiempo.

d. Ester le recuerda que está prohibido, bajo pena de muerte, entrar a la presencia del rey sin haber sido invitado, y ella no lo había sido en los últimos treinta días.

e. Mardoqueo la responde con la declaración que es quizá la clave de todo el libro (Est 4:13-14).

f. Dos frases son especialmente significativas:

(1) «Porque si callas … respiro y liberación vendrá de alguna parte para los judíos.» Aunque el nombre de Dios no aparece por ninguna parte en el libro, Mardoqueo sin duda tenía su liberación en mente.

(2) «¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?» Esto fue exactamente así. Ester no solamente salvó después a los judíos que vivían en Persia sino también a los que estaban en Palestina, pues el decreto los incluía.

Además de esto, no cabe la menor duda de que la reina ejerció una gran influencia sobre su hijastro Artajerjes, quien tiempo después se mostró tan benévolo con Esdras y con Nehemías.

2. La observamos también en Ester (Est 4:15-17; Est 5:1-14).

a. Ester solicita inmediatamente tres días de ayuno entre los judíos, y decide que ella entrará «a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca» (Est 4:16). (Véase también Deu 3:17-18.)

b. Tres días más tarde Ester entró en el patio interior del palacio sin haber sido invitada, pero para su tranquilidad fue recibida calurosamente. Jerjes, dándose cuenta de que a su esposa le pasaba algo importante al arriesgarse de aquella manera, le preguntó: «¿Qué tienes, reina Ester, y cuál es tu petición? Hasta la mitad del reino se te dará» (Est 5:3). (Véanse Deu 5:16 y Mar 6:22-23. Véanse también Pro 21:1; Pro 19:12.)

c. La reina no reveló su petición en ese momento, sino simplemente solicitó que el rey y Amán participaran en un banquete que ella estaba preparando para el día siguiente, Jerjes aceptó gustosamente.

d. Al enterarse de la invitación el vanidoso Amán se llenó de orgullo, pero cuando vio a Mardoqueo a la entrada del palacio, que no se inclinaba ante él, se llenó de ira.

e. Al llegar a casa contó a Zeres, su mujer, y a sus amigos tanto su alegría como su enojo. Notemos como el pasaje bíblico de Est 5:12-14, revela con gran luz el verdadero carácter de Amán y de su esposa.

III. El galardón de la fe (caps. Est 6:1-14Est 10:1-3).

A. La ejecución de una bestia: Amán (Est 6:1-14; Est 7:1-10; Est 8:1-17).

1. Escena primera: la alcoba del rey (Est 6:1-14).

a. Jerjes tuvo insomnio una noche y ordenó que le leyeran algunos registros históricos, con la esperanza quizá de que fuera tan aburrido que le diera sueño (Est 6:1).

b. El lector empezó a leer, «por casualidad», en el lugar donde se relataba cómo Mardoqueo salvó la vida del rey denunciando el intento de asesinato. A lo que el rey preguntó: «¿Qué honra o qué distinción se hizo a Mardoqueo por eso?» (Est 6:3). La respuesta fue: «Nada se ha hecho con él.»

c. En este momento exacto Amán llegaba al palacio para conseguir la autorización del rey para colgar a Mardoqueo. Jerjes, todavía dispuesto a premiar a Mardoqueo (ni el rey ni Amán sabían lo que cada uno estaba pensando), usó a su primer ministro para pensar en voz alta y preguntó: «¿Qué se hará al hombre cuya honra desea el rey?» (Est 6:6).

d. El arrogante y egoísta Amán creyó que el rey estaba pensando en él y descaradamente recomendó:

(1) Que debía ser honrado vistiéndole con las propias ropas del rey.

(2) Que se le montara en el caballo real.

(3) Que se le permitiera llevar la corona real.

(4) Que el príncipe más noble del rey fuera el encargado de pasear a este héroe, montado en el caballo real, por las calles de la ciudad, pregonando que era honrado por el rey (Est 6:7-9).

e. Al rey le pareció bien el consejo y ordenó a su perverso primer ministro que él mismo lo hiciera a favor de Mardoqueo. El desconcertado Amán salió tambaleándose para cumplir la orden del rey y después se marchó a su casa completamente humillado.

Allí no recibió mucho consuelo, pues escuchó a su mujer decirle: «… Si de la descendencia de los judíos es ese Mardoqueo delante de quien has empezado a caer, no lo vencerás, sino que caerás por cierto delante de él» (Est 6:13).

f. Mientras hablaban, Amán recibió la invitación para el banquete de Ester (Est 6:14).

2. Escena segunda: en el salón del banquete real (Est 7:1-10).

a. La perfidia descubierta (Est 7:1-6).

(1) Ester informó al rey que había en marcha un plan para matarla a ella y a su pueblo. El rey, lleno de asombro y furia, preguntó: «¿Quién es, y dónde está, el que ha ensoberbecido su corazón para hacer esto?» (Est 7:5).

(2) Ester señaló a Amán y contestó: «El enemigo y adversario es este malvado Amán» (Est 7:6). (Véanse también 1Pe 5:8; 1Jn 2:13; 2Ts 2:8.)

b. Cambian las suertes (Est 7:7-10; Est 8:1-17).

(1) Jerjes, incapaz de hablar por la ira que le dominaba, salió por un momento al jardín de su palacio (Est 7:7).

(2) El cobarde Amán, lleno de pánico, suplicó a Ester que intercediera ante el rey por él. Turbado por el temor cayó accidentalmente sobre el diván en que estaba recostada la reina (Est 7:8).

(3) En ese preciso momento Jerjes regresó al salón del banquete e interpretó que Amán pretendía abusar de Ester. Sabiendo ya que Amán había preparado una horca para Mardoqueo, el rey ordenó que Amán fuera ahorcado en ella aquella misma noche. La orden fue cumplida inmediatamente (Est 7:9-10).

Nota: Amán había violado aquella advertencia de Dios a Abraham que decía: «Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que maldijeren maldeciré… »(Gén 12:3). Él perdió su vida a causa de esta violación. (Véanse Pro 26:27; Gál 6:7-8; Isa 54:17.) Faraón aprendió que el pueblo de Ester no podía ser ahogado (Éxo 14:1-31). Nabucodonosor aprendió que no podía ser quemado (Deu 3:1-29). Darío aprendió que no podía ser devorado (Deu 6:1-25), Amán descubrió que no podía ser colgado (Est 7:1-10).

(4) Después de su ejecución, Jerjes entregó a Ester los bienes de Amán y nombró a Mardoqueo primer ministro (Est 8:1-2).

(5) Ambos rogaron después al rey que anulara la orden de Amán. Pero la ley entre los medas y persas no se podía abrogar una vez que había sido promulgada, ni siquiera el rey podía hacerlo. Jerjes hizo entonces lo mejor que podía en una situación así: ordenó a los judíos que se defendieran. Mardoqueo envió inmediatamente copias de este nuevo decreto a todas las 127 provincias del imperio (Est 8:3-14).

B. La institución de la fiesta de Purim (Est 9:1-32; Est 10:1-3).

1. Los judíos se prepararon y fueron capaces de resistir a sus enemigos el 23 de febrero, que era la fecha de su ejecución (Est 9:1-19).

2. Mardoqueo y Ester instituyeron entonces una nueva fiesta en recuerdo de la gran salvación que habían experimentado al escapar de las manos de Amán (Est 9:20-32).

3. Mardoqueo se convirtió en un notable estadista, un hombre piadoso que fue respetado tanto por los judíos como por los gentiles, porque ejerció el poder con habilidad y justicia (Est 10:1-3).

Nota: Unos 2.400 años después que sucedieran los hechos narrados en el libro de Ester, tuvo lugar una pasmosa réplica de los mismos en la Rusia del siglo xx.

El 1 de marzo de 1953, escasamente ocho años después que el holocausto nazi quitara la vida a seis millones de judíos, José Stalin reveló un plan para liquidar a los tres millones de judíos de la entonces Unión Soviética. La propuesta debía entrar en efecto a partir del 9 de marzo, pero nunca se llevó a cabo, porque al día siguiente de presentarla, Stalin murió inesperadamente de un derrame cerebral.

Esta sorprendente noticia, frecuentemente rumoreada, ha sido oficialmente confirmada por Ludmila Lufanov, una bibliotecaria rusa, no judía, que trabajó por años en los archivos secretos rusos en Moscú. Logró salir de Rusia en los últimos años y trasladarse a los Estados Unidos, donde vive ahora. No hace mucho publicó en ruso su increíble testimonio en un periódico soviético, y una copia del mismo llegó a la prensa judía en Jerusalén.

Stalin, que tenía un odio paranoico a los judíos, había liquidado a miles de ellos en la década de los treinta, incluyendo a muchos que habían sido colaboradores leales desde el principio del movimiento bolchevique. No solamente liquidó a la infame sección judía del partido, llamada Yevesektzia, que se esforzó más que nadie para eliminar el judaismo y la cultura judía, sino que exterminó a las mismas cabezas de la Yevesektzia. Después de la guerra, que había interrumpido sus planes contra los judíos, Stalin, enfurecido por la recepción que dieron en Moscú los judíos soviéticos a Golda Meir, la primera embajadora judía ante la antigua Unión Soviética, actuó con dureza.

Poetas, escritores y artistas judíos fueron liquidados (muchos de los cuales habían sido comunistas leales que nunca se quejaron cuando Stalin eliminaba a judíos religiosos y sionistas). Demandó que los países satélites hicieran lo mismo, y el mundo se asombró cuando Slansky, el jefe del partido comunista checoslovaco y leal partidario de Stalin, y otros líderes importantes judíos, fueron acusados de traición y ahorcados. Pero fue el infame «complot de los doctores » lo que iba a marcar el momento cumbre del genocidio judío.

En 1953 Stalin anunció repentinamente que se había descubierto un «complot» para asesinarle. Era un plan muy astuto, elaborado por unos médicos que eran todos judíos. La prensa del partido sacó la noticia en primera página, dando los nombres de los culpables. Empezaron a aparecer muchas denuncias de comunistas títeres de toda la Unión Soviética. Estaba claro que las palabras clave eran «judío», «cosmopolitismo» y sionismo». Stalin decidió que el colgar a los doctores serviría de pretexto para que las masas se desenfrenaran durante tres días y eliminaran dos terceras partes de los judíos soviéticos. El resto sería enviado a campos de concentración en Siberia donde también morirían.

El 1 de marzo de 1953 convocó para las 12:00 horas del día una reunión del Politburó en el Kremlin y les leyó a los líderes rusos su plan de exterminación de los judíos. Según las transcripciones secretas, dijo:

«Los asesinos de bata blanca han admitido su culpabilidad. El 9 de marzo serán ahorcados en la Plaza Roja delante de todos, pero este castigo no será suficiente para satisfacer a nuestro pueblo…. El enojo de las masas no quedará satisfecho, y habrá tres días en que nos veremos incapaces de controlar la justa ira popular que se desbordará sobre las cabezas de los judíos.»

Stalin concluyó diciendo que pasados aquellos tres días, los líderes de la comunidad judía admitirían por escrito su culpabilidad colectiva contra el pueblo ruso y suplicarían al gobierno que los salvara de la aniquilación total.

«Después de solicitar la intervención, el gobierno no podrá quedarse sin actuar, y a fin de separar a los racistas judíos del pueblo ruso, los judíos serían montados en vagones especiales de ferrocarril y enviados a la parte norte más lejana de la estepa siberiana. Sin embargo, sólo una tercera parte de los pasajeros de estos trenes especiales llegarían vivos a su destino; las otras dos terceras partes caerían víctimas de la ira del pueblo en las estaciones a lo largo del camino.»

Según la bibliotecaria, cuando Stalin terminó de leer su plan se produjo un silencio sepulcral en el salón de reuniones. El dictador se levantó furioso, maldijo a su gabinete, y salió dando un portazo.

El 2 de marzo, al día siguiente de dar a conocer su plan de exterminación de los tres millones de judíos, y una semana antes de que fuera llevado a efecto, Stalin murió de un derrame cerebral. Su cadáver embalsamado fue exhibido durante una semana y enterrado el 9 de marzo, que era justamente el día de la fiesta judía de Purim.

Fuente: Auxiliar Bíblico Portavoz

(478-464 a.C.)

Nota del editor; Esta sección pertenece LA ETAPA DEL RETORNO (Esdras, Ester, Nehemías, Hageo, Zacarías, Malaquías).

INTRODUCCIÓN

1. Ester es uno de los dos libros del Antiguo Testamento que lleva nombre de mujer; el otro es el de Rut.

2. El nombre Ester significa «estrella».

3. Este libro nos habla acerca de los judíos que vivían en Persia y que no volvieron a Jerusalén después del decreto de Ciro. A fin de ubicar bien el relato histórico que tenemos aquí, consideremos lo siguiente:

a. Los judíos regresaron primeramente a Jerusalén bajo la dirección de Zorobabel en el 536 a.C.

b. El templo fue completado en el 516 a.C.

c. Ester fue proclamada reina en el 478 a.C.

d. Salvó a su pueblo en el 473 a.C.

e. Esdras regresó a Jerusalén en el 455 a.C.

f. Nehemías marchó a Palestina en el 445 a.C.

De manera que Ester aparece en el escenario de la histona unos sesenta años después que fuera promulgado el decreto de Ciro y aproximadamente treinta y cinco años antes del retorno de Nehemías.

4. El nombre de Dios no aparece en el libro, como tampoco se encuentra en el Cantar de los Cantares. Por esta razón, la Iglesia se resistió al principio a aceptar este libro en el canon inspirado de las Escrituras, pero pronto quedó incluido.

5. A pesar de la omisión de todo nombre con que se designa a Dios, no hay otro libro en toda la Biblia en que sea más evidente la presencia de Dios obrando desde detrás del escenario que en este.

6. «Providencia» es la palabra clave para entender el libro de Ester, que literalmente significa «proveer con anticipación». La providencia ha sido definida por el teólogo Strong de la siguiente manera:

«La providencia es aquella acción constante de Dios mediante la cual El hace que todos los sucesos del mundo físico y moral coadyuven al cumplimiento del propósito original para el cual creó todas las cosas.»

También ha sido definida como «la mano de Dios en el guante de la historia». La providencia es el último de los tres hechos que componen la soberanía de Dios tal como la ve el hombre.

Estos son:

a. La creación, que habla de la existencia del universo (Gén 1:1).

b. La preservación, que habla de la continuidad de este universo (Hch 1:3; Col 1:16-17).

c. La providencia, que da razón de su progreso y desarrollo (Sal 135:6-10; Deu 4:35).

7. Podríamos escribir con toda propiedad las palabras de Rom 8:28 en las páginas del libro de Ester.

I. El ascenso de Ester (Est 1:1-22; Est 2:1-23).

A. El rechazo de Vasti (Est 1:2-21).

1. En el tercer año de su reinado, el rey persa Asuero (Jerjes) dio una fiesta fantástica que duró 180 días. Fueron invitados miles de los funcionarios del reino procedentes de sus 127 provincias, desde la India hasta Etiopía (Est 1:1-4).

2. Aunque no se declara específicamente, la razón probable de la fiesta era levantar la moral de sus vasallos y prepararles sicológicamente para la expedición que planeaba contra Grecia. El trasfondo de la escena es así:

a. En el año 490 a.C., Darío el Grande, padre de Jerjes, había dirigido una gran flota compuesta de 600 naves para transportar 60.000 soldados de caballería e infantería en un esfuerzo por capturar Atenas y subyugar el mundo griego. Pero fue derrotado completamente por el general griego Milciades en una pequeña llanura llamada Maratón. A pesar de la gran diferencia numérica, los griegos rodearon a sus enemigos y los vencieron.

b. La batalla de Maratón aparece como la número seis en el libro History’s 100 Greatest Events, de William A. DeWitt.

3. Durante la última semana de la fiesta, el rey mandó llamar a su esposa, la reina Vasti, para mostrar su belleza a algunos de sus más importantes amigos ya medio embriagados. La reina se negó a exhibirse de esta manera (Est 1:5-12).

4. El rey, lleno de ira, escuchó el consejo de sus amigos de que echara a Vasti para siempre de su presencia a fin de que otras mujeres en el reino no imitaran su desobediencia (Est 1:13-21).

B. La elección de Ester (Est 2:1-20).

1. Una vez pasado el enojo, el rey lamentó su precipitada decisión, pero ya era tarde, pues no se podía cambiar la estricta ley de Persia aunque fuera él quien la hubiera dado (Est 2:1).

2. Aceptó la sugerencia de sus ministros de llevar a cabo una búsqueda de las mujeres más bellas del imperio, con el propósito de celebrar un concurso y que la ganadora se convirtiera en su nueva esposa (Est 2:2-4).

3. Entre las bellezas que fueron llevadas al palacio se encontraba una joven judía llamada Hadasa, conocida también como Ester. Esta bella doncella había sido criada por un primo suyo, mayor que ella, llamado Mardoqueo, de la tribu de Benjamín (Est 2:5-8).

4. Ester se ganó muy pronto el favor de Hegai, el encargado de supervisar todo el proceso de elección. Sin embargo, por consejo de Mardoqueo, Ester no reveló su identidad judía en este momento (Est 2:9-11).

5. El concurso duró cuatro años, pero después que el rey vio a todas las finalistas, quedó prendado de Ester y la eligió para que se convirtiera en su reina (Est 2:12-17).

6. Para celebrarlo, Asuero organizó otra gran fiesta y llegó hasta rebajar los impuestos en su provincia.

Nota: La razón de todo esto era, en parte, compensar por su reciente derrota en Grecia. Debemos entender que pasaron aproximadamente cuatro años entre su divorcio de Vasti y su matrimonio con Ester. Damos a continuación un resumen de los sucesos que tuvieron lugar en este período.

a. En la primavera del 480 a.C., Jerjes cruzó el estrecho de los Dardanelos con 100.000 hombres y cientos de naves. La historia nos dice que Jerjes lloró cuando vio desfilar los regimientos de este formidable ejército con todo el brillo de sus armaduras y el colorido de sus banderas. Cuando le preguntaron por qué lloraba, contestó:

«Porque sé que toda esta gloria militar es sólo por un momento y que pronto desaparecerá para siempre. Porque en menos de cien años todos habremos muerto, incluido yo.»

b. Poco después sufrió el primer desastre, pues una severa tormenta de primavera en el mar le hizo perder 400 de sus barcos. Ciego de furor y frustración, Jerjes golpeó las aguas con su cinturón.

c. Nada más desembarcar en Grecia, su soberbio ejército fue frenado en el paso de las Termópilas durante un día completo por 300 soldados espartanos capitaneados por Leonidas, infligiéndoles grandes pérdidas y permitiendo que el pequeño ejército griego pudiera retirarse a un lugar más seguro.

d. Jerjes pudo al fin pasar, llegó a Atenas e incendió la ciudad, destruyéndola; aunque la mayoría de sus ciudadanos habían huido a la isla de Salamina. Jerjes entonces, muy seguro de la victoria, embarcó su ejército para cruzar hasta Salamina, confiado en la superioridad numérica de tres a uno que tenía. Pero las naves griegas, más pequeñas y ágiles, dominaban la lucha en el mar. El rey persa vio pronto con horror cómo se hundían sus barcos y morían sus soldados.

e. Regresó a Persia derrotado, dejando el resto del ejército en Grecia al mando del general Nardonio. Un año después, Nardonio fue derrotado y muerto en la batalla de Platea, en el 479 a.C. Este fue un golpe de muerte para el Imperio Persa. En el bien conocido libro de J.F.C. Fuller, The Decisive Battles of the Western World, aparecen las batallas de Salamina y Platea entre las más importantes de la historia conocida.

C. Mardoqueo se entera de un complot (Est 2:19-23).

1. Mardoqueo, que se había convertido en un funcionario de palacio, llega a escuchar la conversación de dos oficiales de la guardia real que tramaban un complot para asesinar a Jerjes.

2. Lo comparte con la reina Ester y ésta informa a Jerjes. Ambos oficiales son ejecutados. Esto quedó registrado en el libro de la historia del reinado de Jerjes. Nota: Jerjes fue asesinado años más tarde, en el 465 a.C., en un complot semejante.

II. Las mentiras de Amán (caps. Est 3:1-15Est 5:1-14).

A. Servidumbre infernal.

1. Poco después que Ester se convirtiera en reina, Jerjes nombró primer ministro a Amán, un político depravado. Amán era un amalecita, un descendiente del rey Agag, que reinó en los días de Saúl y de Samuel. Recordaremos que Saúl desobedeció a Dios y perdonó en guerra la vida del rey Agag (1Sa 15:1-35). Los malecitas fueron enemigos acérrimos de Israel, los atacaron cuando iban camino de la tierra prometida (Éxo 7:14; Deu 25:17-19).

2. El arrogante Amán se enteró pronto de que un judío llamado Mardoqueo no se inclinaba ante él, como había sido ordenado. Mardoqueo simplemente quería ser fiel a Dios, como lo habían también sido otros judíos cautivos en tierra extraña (véase Deu 3:1-29).

3. Amán tramó la manera de exterminar no solamente a Mardoqueo, sino a todos los judíos que vivieran en el Imperio Persa. Esta es la acción antisemita más fuerte del Antiguo Testamento. En su estrategia diabólica se presentó ante el rey con las siguientes «recomendaciones »:

a. «... hay un pueblo esparcido y distribuido entre los pueblos en todas las provincias de tu reino, y sus leyes son diferentes de las de todo pueblo, y no guardan las leyes del rey, y al rey nada le beneficia el dejarlos vivir» (Est 3:8). Esto era, por supuesto, una gran mentira.

b. Que él ingresaría gozosamente diez mil talentos de plata (330.000 kilos) en el tesoro real para contribuir a los gastos de tal purga (Est 3:9). Amán, sin duda, había contado con la confiscación de los bienes de miles de personas inocentes a quienes planeaba degollar como corderos.

c. El rey, sin preocuparse de quién era ese «pueblo» y sin verificar los cargos, acepta el plan con gran indiferencia (Est 3:10-11).

d. Varias semanas después Amán ya tenía preparadas todas las cartas que quería enviar a todos los gobernadores y funcionarios del imperio, a cada uno según su lengua o dialecto. Correos reales fueron enviados con los decretos de ejecución que ordenaban que todos los judíos fueran asesinados el 28 de febrero del año siguiente, el 473 a.C. (Est 3:12-15).

B. Fortaleza de ánimo (caps. Est 4:1-17Est 5:1-14).

1. La vemos en Mardoqueo (Est 4:1-14).

a. Nada más enterarse del decreto de ejecución, Mardoqueo se identifica inmediatamente con su pueblo y le invade un profundo dolor.

b. A Ester, ignorante de la nueva ley, le llegan las noticias de la tristeza de su primo y pregunta cuáles son las razones de su dolor.

c. Mardoqueo la informa de lo que está pasando y la aconseja de que vea al rey sin pérdida de tiempo.

d. Ester le recuerda que está prohibido, bajo pena de muerte, entrar a la presencia del rey sin haber sido invitado, y ella no lo había sido en los últimos treinta días.

e. Mardoqueo la responde con la declaración que es quizá la clave de todo el libro (Est 4:13-14).

f. Dos frases son especialmente significativas:

(1) «Porque si callas … respiro y liberación vendrá de alguna parte para los judíos.» Aunque el nombre de Dios no aparece por ninguna parte en el libro, Mardoqueo sin duda tenía su liberación en mente.

(2) «¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?» Esto fue exactamente así. Ester no solamente salvó después a los judíos que vivían en Persia sino también a los que estaban en Palestina, pues el decreto los incluía.

Además de esto, no cabe la menor duda de que la reina ejerció una gran influencia sobre su hijastro Artajerjes, quien tiempo después se mostró tan benévolo con Esdras y con Nehemías.

2. La observamos también en Ester (Est 4:15-17; Est 5:1-14).

a. Ester solicita inmediatamente tres días de ayuno entre los judíos, y decide que ella entrará «a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca» (Est 4:16). (Véase también Deu 3:17-18.)

b. Tres días más tarde Ester entró en el patio interior del palacio sin haber sido invitada, pero para su tranquilidad fue recibida calurosamente. Jerjes, dándose cuenta de que a su esposa le pasaba algo importante al arriesgarse de aquella manera, le preguntó: «¿Qué tienes, reina Ester, y cuál es tu petición? Hasta la mitad del reino se te dará» (Est 5:3). (Véanse Deu 5:16 y Mar 6:22-23. Véanse también Pro 21:1; Pro 19:12.)

c. La reina no reveló su petición en ese momento, sino simplemente solicitó que el rey y Amán participaran en un banquete que ella estaba preparando para el día siguiente, Jerjes aceptó gustosamente.

d. Al enterarse de la invitación el vanidoso Amán se llenó de orgullo, pero cuando vio a Mardoqueo a la entrada del palacio, que no se inclinaba ante él, se llenó de ira.

e. Al llegar a casa contó a Zeres, su mujer, y a sus amigos tanto su alegría como su enojo. Notemos como el pasaje bíblico de Est 5:12-14, revela con gran luz el verdadero carácter de Amán y de su esposa.

III. El galardón de la fe (caps. Est 6:1-14Est 10:1-3).

A. La ejecución de una bestia: Amán (Est 6:1-14; Est 7:1-10; Est 8:1-17).

1. Escena primera: la alcoba del rey (Est 6:1-14).

a. Jerjes tuvo insomnio una noche y ordenó que le leyeran algunos registros históricos, con la esperanza quizá de que fuera tan aburrido que le diera sueño (Est 6:1).

b. El lector empezó a leer, «por casualidad», en el lugar donde se relataba cómo Mardoqueo salvó la vida del rey denunciando el intento de asesinato. A lo que el rey preguntó: «¿Qué honra o qué distinción se hizo a Mardoqueo por eso?» (Est 6:3). La respuesta fue: «Nada se ha hecho con él.»

c. En este momento exacto Amán llegaba al palacio para conseguir la autorización del rey para colgar a Mardoqueo. Jerjes, todavía dispuesto a premiar a Mardoqueo (ni el rey ni Amán sabían lo que cada uno estaba pensando), usó a su primer ministro para pensar en voz alta y preguntó: «¿Qué se hará al hombre cuya honra desea el rey?» (Est 6:6).

d. El arrogante y egoísta Amán creyó que el rey estaba pensando en él y descaradamente recomendó:

(1) Que debía ser honrado vistiéndole con las propias ropas del rey.

(2) Que se le montara en el caballo real.

(3) Que se le permitiera llevar la corona real.

(4) Que el príncipe más noble del rey fuera el encargado de pasear a este héroe, montado en el caballo real, por las calles de la ciudad, pregonando que era honrado por el rey (Est 6:7-9).

e. Al rey le pareció bien el consejo y ordenó a su perverso primer ministro que él mismo lo hiciera a favor de Mardoqueo. El desconcertado Amán salió tambaleándose para cumplir la orden del rey y después se marchó a su casa completamente humillado.

Allí no recibió mucho consuelo, pues escuchó a su mujer decirle: «… Si de la descendencia de los judíos es ese Mardoqueo delante de quien has empezado a caer, no lo vencerás, sino que caerás por cierto delante de él» (Est 6:13).

f. Mientras hablaban, Amán recibió la invitación para el banquete de Ester (Est 6:14).

2. Escena segunda: en el salón del banquete real (Est 7:1-10).

a. La perfidia descubierta (Est 7:1-6).

(1) Ester informó al rey que había en marcha un plan para matarla a ella y a su pueblo. El rey, lleno de asombro y furia, preguntó: «¿Quién es, y dónde está, el que ha ensoberbecido su corazón para hacer esto?» (Est 7:5).

(2) Ester señaló a Amán y contestó: «El enemigo y adversario es este malvado Amán» (Est 7:6). (Véanse también 1Pe 5:8; 1Jn 2:13; 2Ts 2:8.)

b. Cambian las suertes (Est 7:7-10; Est 8:1-17).

(1) Jerjes, incapaz de hablar por la ira que le dominaba, salió por un momento al jardín de su palacio (Est 7:7).

(2) El cobarde Amán, lleno de pánico, suplicó a Ester que intercediera ante el rey por él. Turbado por el temor cayó accidentalmente sobre el diván en que estaba recostada la reina (Est 7:8).

(3) En ese preciso momento Jerjes regresó al salón del banquete e interpretó que Amán pretendía abusar de Ester. Sabiendo ya que Amán había preparado una horca para Mardoqueo, el rey ordenó que Amán fuera ahorcado en ella aquella misma noche. La orden fue cumplida inmediatamente (Est 7:9-10).

Nota: Amán había violado aquella advertencia de Dios a Abraham que decía: «Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que maldijeren maldeciré… »(Gén 12:3). Él perdió su vida a causa de esta violación. (Véanse Pro 26:27; Gál 6:7-8; Isa 54:17.) Faraón aprendió que el pueblo de Ester no podía ser ahogado (Éxo 14:1-31). Nabucodonosor aprendió que no podía ser quemado (Deu 3:1-29). Darío aprendió que no podía ser devorado (Deu 6:1-25), Amán descubrió que no podía ser colgado (Est 7:1-10).

(4) Después de su ejecución, Jerjes entregó a Ester los bienes de Amán y nombró a Mardoqueo primer ministro (Est 8:1-2).

(5) Ambos rogaron después al rey que anulara la orden de Amán. Pero la ley entre los medas y persas no se podía abrogar una vez que había sido promulgada, ni siquiera el rey podía hacerlo. Jerjes hizo entonces lo mejor que podía en una situación así: ordenó a los judíos que se defendieran. Mardoqueo envió inmediatamente copias de este nuevo decreto a todas las 127 provincias del imperio (Est 8:3-14).

B. La institución de la fiesta de Purim (Est 9:1-32; Est 10:1-3).

1. Los judíos se prepararon y fueron capaces de resistir a sus enemigos el 23 de febrero, que era la fecha de su ejecución (Est 9:1-19).

2. Mardoqueo y Ester instituyeron entonces una nueva fiesta en recuerdo de la gran salvación que habían experimentado al escapar de las manos de Amán (Est 9:20-32).

3. Mardoqueo se convirtió en un notable estadista, un hombre piadoso que fue respetado tanto por los judíos como por los gentiles, porque ejerció el poder con habilidad y justicia (Est 10:1-3).

Nota: Unos 2.400 años después que sucedieran los hechos narrados en el libro de Ester, tuvo lugar una pasmosa réplica de los mismos en la Rusia del siglo xx.

El 1 de marzo de 1953, escasamente ocho años después que el holocausto nazi quitara la vida a seis millones de judíos, José Stalin reveló un plan para liquidar a los tres millones de judíos de la entonces Unión Soviética. La propuesta debía entrar en efecto a partir del 9 de marzo, pero nunca se llevó a cabo, porque al día siguiente de presentarla, Stalin murió inesperadamente de un derrame cerebral.

Esta sorprendente noticia, frecuentemente rumoreada, ha sido oficialmente confirmada por Ludmila Lufanov, una bibliotecaria rusa, no judía, que trabajó por años en los archivos secretos rusos en Moscú. Logró salir de Rusia en los últimos años y trasladarse a los Estados Unidos, donde vive ahora. No hace mucho publicó en ruso su increíble testimonio en un periódico soviético, y una copia del mismo llegó a la prensa judía en Jerusalén.

Stalin, que tenía un odio paranoico a los judíos, había liquidado a miles de ellos en la década de los treinta, incluyendo a muchos que habían sido colaboradores leales desde el principio del movimiento bolchevique. No solamente liquidó a la infame sección judía del partido, llamada Yevesektzia, que se esforzó más que nadie para eliminar el judaismo y la cultura judía, sino que exterminó a las mismas cabezas de la Yevesektzia. Después de la guerra, que había interrumpido sus planes contra los judíos, Stalin, enfurecido por la recepción que dieron en Moscú los judíos soviéticos a Golda Meir, la primera embajadora judía ante la antigua Unión Soviética, actuó con dureza.

Poetas, escritores y artistas judíos fueron liquidados (muchos de los cuales habían sido comunistas leales que nunca se quejaron cuando Stalin eliminaba a judíos religiosos y sionistas). Demandó que los países satélites hicieran lo mismo, y el mundo se asombró cuando Slansky, el jefe del partido comunista checoslovaco y leal partidario de Stalin, y otros líderes importantes judíos, fueron acusados de traición y ahorcados. Pero fue el infame «complot de los doctores » lo que iba a marcar el momento cumbre del genocidio judío.

En 1953 Stalin anunció repentinamente que se había descubierto un «complot» para asesinarle. Era un plan muy astuto, elaborado por unos médicos que eran todos judíos. La prensa del partido sacó la noticia en primera página, dando los nombres de los culpables. Empezaron a aparecer muchas denuncias de comunistas títeres de toda la Unión Soviética. Estaba claro que las palabras clave eran «judío», «cosmopolitismo» y sionismo». Stalin decidió que el colgar a los doctores serviría de pretexto para que las masas se desenfrenaran durante tres días y eliminaran dos terceras partes de los judíos soviéticos. El resto sería enviado a campos de concentración en Siberia donde también morirían.

El 1 de marzo de 1953 convocó para las 12:00 horas del día una reunión del Politburó en el Kremlin y les leyó a los líderes rusos su plan de exterminación de los judíos. Según las transcripciones secretas, dijo:

«Los asesinos de bata blanca han admitido su culpabilidad. El 9 de marzo serán ahorcados en la Plaza Roja delante de todos, pero este castigo no será suficiente para satisfacer a nuestro pueblo…. El enojo de las masas no quedará satisfecho, y habrá tres días en que nos veremos incapaces de controlar la justa ira popular que se desbordará sobre las cabezas de los judíos.»

Stalin concluyó diciendo que pasados aquellos tres días, los líderes de la comunidad judía admitirían por escrito su culpabilidad colectiva contra el pueblo ruso y suplicarían al gobierno que los salvara de la aniquilación total.

«Después de solicitar la intervención, el gobierno no podrá quedarse sin actuar, y a fin de separar a los racistas judíos del pueblo ruso, los judíos serían montados en vagones especiales de ferrocarril y enviados a la parte norte más lejana de la estepa siberiana. Sin embargo, sólo una tercera parte de los pasajeros de estos trenes especiales llegarían vivos a su destino; las otras dos terceras partes caerían víctimas de la ira del pueblo en las estaciones a lo largo del camino.»

Según la bibliotecaria, cuando Stalin terminó de leer su plan se produjo un silencio sepulcral en el salón de reuniones. El dictador se levantó furioso, maldijo a su gabinete, y salió dando un portazo.

El 2 de marzo, al día siguiente de dar a conocer su plan de exterminación de los tres millones de judíos, y una semana antes de que fuera llevado a efecto, Stalin murió de un derrame cerebral. Su cadáver embalsamado fue exhibido durante una semana y enterrado el 9 de marzo, que era justamente el día de la fiesta judía de Purim.

Fuente: Auxiliar Bíblico Portavoz

INTRODUCCIÓN

Ester, según los rabinos judíos, sería el libro más reciente del Antiguo Testamento. Narra las vicisitudes de una bella muchacha judía llamada Hadasá (que significa “mirto”) o Ester (que significa “estrella”) en el marco de uno de los momentos más florecientes del imperio persa. Asuero (nombre que corresponde al rey Jerjes I — 485-465 a. C. — ) reina en Susa donde se desarrollan las usuales conspiraciones palaciegas, intentos de monopolizar poder y favores, emisiones de decretos y contradecretos.

El texto, marcado por un notable dramatismo histórico, destaca por su aparente falta de vinculación con los cánones usuales de religiosidad veterotestamentaria: no se menciona el nombre de Yahvé ni se hacen referencias explícitas a Dios; tampoco se indica que Israel sea una entidad de carácter espiritual ni profético. Esta peculiaridad hizo que se cuestionara su inclusión en el canon. Su estrecha asociación con la fiesta de Purim (el libro de Ester es el último de los cinco “rollos” — meguillot — que se leían en las grandes fiestas judías) y su tinte racial terminaron por imponer su peso en la consideración de la obra como libro inspirado y pasó a formar parte de los libros canónicos del AT.

La versión griega de los LXX amplía el texto hebreo que poseemos (TM) en ciento siete versículos. Estos versículos se intercalan entre los diferentes capítulos del original hebreo con la intención de buscar, seguramente, una vinculación más estrecha con los escritos canónicos.

Los rabinos opinaban que fueron los miembros de la Gran Sinagoga los que compusieron el libro. Otros autores se inclinan por Mardoqueo o Esdras. Detalles del palacio real y de los cargos secundarios de la organización del imperio persa, nos hacen pensar que el autor pudo incluso ser coetáneo a los acontecimientos (siglo IV a. C.).

El libro nos presenta el siguiente esquema:

I. — INTRODUCCIÓN HISTÓRICA (Est 1:1-22Est 2:1-23)

II. — PROYECTO DE AMÁN PARA EXTERMINAR A LOS JUDÍOS (Est 3:1-15Est 5:1-14)

III. — LA LIBERACIÓN (Est 6:1Est 9:19)

IV. — INSTITUCIÓN DE LA FIESTA DE PURIM (Est 9:20Est 10:3)

El relato está concebido y elaborado literariamente de un modo exquisito. Por ello se ha planteado la cuestión de si el libro de Ester es un relato, parcialmente al menos, histórico o una simple novela de ficción. Sea como fuere manifiesta situaciones de un alto interés dramático y de una gran fortaleza de espíritu en los protagonistas. El comportamiento del pueblo judío, que de perseguido se convierte en perseguidor, plantea, sin embargo, serias cuestiones teológicas.

La historia es sustrato indispensable para justificar la fiesta de Purim. Un plan de exterminio cuya ejecución concreta se echa a suertes (en hebreo “pur”, “purim”) termina cambiando de destinatarios, y la tristeza se convierte en desbordante alegría. Esa algazara constituye el pretendido trasfondo histórico de la fiesta de Purim (suertes), una fiesta que llegó a ocupar un lugar importante en el calendario nacional judío.

El libro de Ester nos hace reflexionar sobre el devenir de los tiempos y de los fenómenos sociales y de cómo los protagonistas de la historia (hombres y mujeres representados en este caso por Mardoqueo y Ester) pueden, apoyados por el poder divino, superar, o cuando menos mejorar, las situaciones adversas.

ESTER CON LOS TEXTOS DEUTEROCANÓNICOS.

INTRODUCCIÓN

1. Datos generales

El libro de Ester ha llegado hasta nosotros, por una parte, en el texto hebreo masorético (TM) y, por otra, en dos traducciones griegas: la versión de los LXX y el texto de Luciano. A la hora de contrastar estas versiones griegas, se puede comprobar que la traducción es bastante libre, sobre todo en la versión de los LXX que, con relación al texto hebreo, está ampliada en 107 versos divididos en seis secciones, incorporadas en distintos puntos de la narración. Estos añadidos, que no fueron reconocidos como Escritura Sagrada por el judaísmo ortodoxo palestinense ni más tarde por las iglesias protestantes, suponen una cierta reelaboración del original.

Jerónimo, en su traducción latina, decide sacar estas adiciones de su contexto y situarlas al final de su traducción de Ester. Estas adiciones, reconocidas como Escritura sagrada por la tradición católica, son las que recogemos aquí. Pero, para que al lector le sea fácil conocer dónde deben insertarse estas adiciones dentro de la trama del libro hebreo de Ester, las hemos querido acompañar de dicho texto. Lo hacemos poniendo en letra cursiva lo que corresponde al texto griego, y entre corchetes — [] — lo que forma parte del texto hebreo.

2. Intención

Las adiciones griegas no proporcionan datos nuevos al núcleo de la narración. Su aportación es de otra índole. En el texto hebreo llama poderosamente la atención la ausencia casi total de referencias religiosas: no se nombra ni una sola vez a Dios, ni hay alusión alguna a prácticas religiosas. Quizá una de las razones que tuvo el autor para introducir estas adiciones está precisamente en la voluntad de dar al relato hebreo un talante religioso más explícito; en concreto se menciona expresamente muchas veces a Dios o al Señor.

Por otra parte, el medio socio-cultural helenístico en que se desenvuelve la vida de los judíos, especialmente los de la diáspora, pedía adaptar un tanto el contenido con el fin de humanizar la obra y suavizar algunos de sus rasgos más duros. También puede notarse un esfuerzo de adaptación estilística acomodándose al estilo judío de narrar tal como aparece en los libros de Esdras, Nehemías y Daniel.

3. Autor, lugar y fecha de composición

No es fácil determinar quién es el autor de estas adiciones al libro hebreo de Ester. Casi lo único que podemos decir es que no todas proceden del mismo autor, y que no son traducciones; su lengua original es el griego.

Respecto a la fecha de composición tenemos el dato que nos aporta el propio libro en el capítulo Est 10:3 k, lo que nos situaría en la época de Ptolomeo VIII, es decir en torno al año 114 a. C. El gran intercambio cultural que existe en esta época entre las comunidades judías de Palestina y de Egipto (sobre todo de Alejandría) apoyarían esta hipótesis.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— Asuero: Este nombre se aplica en los textos hebreos (ver también Esd 4:6) al rey persa conocido como Jerjes I (486-465 a. C.). La versión de los LXX lo traduce por Artajerjes. El imperio persa fue uno de los grandes imperios de la antigüedad y se extendía desde la India hasta Etiopía. Ver ÍNDICE DE MAPAS.

Est 1:1 a: — Artajerjes: El texto hebreo utiliza el nombre de Asuero, que se corresponde al griego Jerjes. Aunque conocemos a tres Artajerjes que reinaron en Persia, parece que el autor quiere referirse a Jerjes I (485-465 a. C.) sucesor de Darío I.— día primero del mes de Nisán: Mes del calendario babilónico que se corresponde con nuestros meses de marzo-abril. Es el primer mes del calendario judío por lo que la fecha se refiere al día de año nuevo.— Mardoqueo: Nombre teóforo del dios babilónico Marduk. Encontramos este nombre entre los que regresan de Babilonia (Esd 2:2; Neh 7:7).

Est 1:1 b: — Susa: Antigua capital del reino de Elam. Situada al sureste de Babilonia, en las estribaciones de los montes Zagros, los reyes persas la hicieron ciudad de residencia estacional.

Est 1:1 c: — Jeconías: La ambientación histórica que hace el v. Est 1:1 a nos situaría ciento doce años después; esto significa que la exactitud histórica de los datos no es primordial para el autor.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

el Rey Jerjes Destrona a la Reina

1-3 El narrador primero introduce al rey Jerjes, su imperio y su capital. Khshayarsha, su difícil nombre persa, fue transcrito Ahasuerus en heb. (Asuero [RVA]; ver nota de la RVA del gr. Jerjes, mejor co nocido en la historia secular). Su imperio, que se extendía del río Indo en Paquistán al Alto Nilo en el norte del Sudán, estaba constituido por unas 127 provincias impresionantes. Susa, la antigua capital de Elam, había sido reconstruida por Darío, padre de Jerjes, como una de sus ciudades capitales. La ciudadela era el centro de la acrópolis, el punto alto de la ciudad, y fortificada para proteger al rey. El tercer año de su reinado (483 a. de. J.C.) marcó el final de la oposición al nuevo reino, y fue el momento apropiado para consolidar el imperio y juntar a sus personajes principales en la capital.

4-8 El rey exhibió sus tesoros reales por seis meses. Aunque su inmensa riqueza se debía a las conquistas, los impuestos y tributos, no hubo quien cuestionara la justicia de la codicia del rey. Ya que la riqueza se traduce en poderío militar, causaba admiración, pero el autor de Est. implícitamente pronunció jui cio sobre el autoengrandecimiento del rey describiendo sus extravagancias con lujo de detalles. El banquete fue la culminación de las festividades, y tenía la intención de impresionar a todos los líderes encargados de los asuntos civiles y militares, cuya lealtad era esencial para el bien del imperio. La opulenta hospitalidad del rey se extendía a todo el pueblo, su séquito, oficiales y dignatarios que le vi sitaban. El pabellón en los colores reales de blanco y púrpura, junto con el oro y plata sobre el trasfondo de columnas de mármol y pisos de mosaico, muestran un opulento y fabuloso escenario. Algunos de los vasos de oro de ese período todavía sobreviven, y se consideran obras de arte, individualmente diseñados. Se da énfasis a la abundancia de vino y a la libertad dada a los invitados para beber cuanto quisieran.

9-12 No se da una explicación de por qué las mujeres festejaban por separado, ni se da una razón de por qué la reina Vasti no quiso obedecer la orden del rey. Cualquier excusa hubiera sido considerada fuera de lugar, ya que ella no tenía derechos. Se les permitió a los siete eunucos, cuyos nombres apoyan un origen persa, el acceso al harén real (ver Hech. 8:27). El rechazo desafiante de la reina de comparecer en la fiesta del rey lo puso en ridículo, por eso su ira.

13-20 Algo tenía que hacerse, y los siete consejeros tenían la responsabilidad de concebir un castigo. (Nótese la importancia del número siete; 10, 14, ver Esd. 7:14.) Memucán habló por los siete príncipes en respuesta a la pregunta del rey. Fue astuto en generalizar el problema, dando a entender que ya que la reina Vasti había tenido influencia sobre las otras mujeres de la nobleza, cada hombre presente arriesgaba perder el control sobre su esposa. Los llamó a la solidaridad y aconsejó al rey que dictara un decreto para hacer desaparecer a Vasti (su título se omite de aquí en adelante). El decreto publicado restablecería la autoridad del rey y aseguraría que todo esposo disfrutaría del respeto debido de su esposa. Mientras tanto, alguien mejor que Vasti sería nombrada en su lugar. Cómo pudo la nueva reina salirse con la suya ante el rey es un tema que será explorado en el resto del relato.

21, 22 En vista de que hubo un acuerdo unánime de que Memucán había dado un buen consejo, el decreto fue formulado inmediatamente y traducido a los muchos idiomas representados por los presentes en la fiesta. Hay ironía entre el Jerjes que reinaba sobre 127 provincias (1), y la trivialidad de su proclamación de que todo hombre debía gobernar sobre su propia casa. A pesar del gran alarde de riqueza y poder, el rey Jerjes tenía limitaciones explícitas en su propia casa. También se nota la ironía en la referencia a las leyes de Persia y Media, que no podían ser revocadas y, sin embargo, podían ser dictadas por capricho por un monarca embriagado por el vino.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

1.1 La historia de Ester comienza en el 483 a.C., 103 años después de que Nabucodonosor se llevara cautivos a los judíos (2 Reyes 25), 54 años después de que Zorobabel guiara al primer grupo de cautivos de regreso a Jerusalén (Esdras 1, 2) y 25 años antes que Esdras guiara al segundo grupo a Jerusalén (Esdras 7). Ester vivía en el reino de Persia, el reino que dominaba el Medio Oriente después de la caída de Babilonia en el 539 a.C. Los padres de Ester debieron estar entre aquellos cautivos que decidieron no regresar a Jerusalén, aun cuando Ciro, el rey en ese tiempo, había emitido un decreto permitiéndolo. Los cautivos judíos tenían gran libertad en Persia, y muchos permanecieron ahí debido a que ya se habían establecido o tenían miedo de hacer el peligroso viaje de regreso a su tierra natal.1.1 Asuero, también llamado Jerjes el Grande, fue el quinto rey de Persia (486-465 a.C.). Era soberbio e impulsivo, como lo podemos deducir de la narración del capítulo 1. Su palacio de invierno estaba en Susa, donde llevó a cabo el banquete descrito en 1.3-7. A menudo, antes de ir a la guerra, los reyes persas celebraban grandes banquetes. En el 481, Asuero lanzó un ataque contra Grecia. Después de que su armada ganó una gran victoria en Termópilas, fue derrotado en Salamina en el 480 y tuvo que regresar a Persia. Ester comenzó su reinado en el 479 a.C.1.4 La celebración duró ciento ochenta días (casi seis meses) debido a que su propósito real era el de planear una estrategia de batalla para invadir Grecia y demostrar que el rey tenía suficiente riqueza para llevarla a cabo. La razón de librar una guerra no era solamente cuestión de sobrevivencia, sino una manera de adquirir más riqueza, territorio y poder.1.5-7 Persia era una potencia mundial, y el rey, como centro de ese poder, era una de las personas más ricas del mundo. A los reyes persas les encantaba hacer alarde de su riqueza, incluso hasta el punto de llevar piedras preciosas en sus barbas. Las joyas eran un símbolo de jerarquía entre los hombres persas. Hasta los soldados llevaban grandes cantidades de joyas de oro mientras participaban en batalla.EL MUNDO EN LOS DIAS DE ESTER : Ester vivía en la capital del vasto Imperio Medo-Persa, que había incorporado las provincias de Media, Persia, así como los imperios anteriores de Asiria y Babilonia. Ester, una judía, fue elegida por el rey Asuero para ser su reina. La historia de la forma en que salvó a su pueblo se desarrolla en el palacio de Susa.1.8 «Que nadie fuese obligado a beber» significa que los invitados podían beber mucho o poco, como ellos quisieran. (Por lo general, el rey controlaba cuánto podían beber sus invitados).1.9 Los antiguos documentos griegos llaman Amestris a la esposa de Asuero, probablemente una forma griega para Vasti. Vasti fue depuesta en 484/483 a.C., pero se la menciona otra vez en los registros antiguos como la reina madre durante el reinado de su hijo Artajerjes, que sucedió a Asuero. Hacia el final del reinado de Asuero, no se sabe si la reina Ester murió o si Vasti pudo, por medio de su hijo, recuperar la influencia que había perdido.1.10 Algunos consejeros y funcionarios del gabinete eran castrados para evitar que tuvieran hijos y que se rebelaran y trataran de establecer una dinastía propia. Un funcionario oficial castrado era llamado eunuco.1.10, 11 Asuero, medio ebrio, tomó una decisión imprudente, basada exclusivamente en los sentimientos. Su moderación y su sabiduría práctica se debilitaron por el exceso de vino. Las decisiones inadecuadas se toman cuando no se tiene claro el entendimiento. Base sus decisiones en un razonamiento cuidadoso y no en las decisiones del momento. Las decisiones impulsivas conducen a severas complicaciones.1.12 La reina Vasti se negó a exhibirse ante el grupo de varones del rey, posiblemente porque iba en contra de las costumbres persas el que una mujer se presentara delante de una reunión pública de hombres. Este conflicto entre la costumbre persa y la orden del rey la colocó en una situación difícil, y decidió rechazar la orden de su esposo ya que estaba medio ebrio, esperando que más tarde volviera a sus cabales. Se ha sugerido que Vasti pudo haber estado embarazada de Artajerjes, quien nació en el 483 a.C. y que no quiso ser vista en público en ese estado.Cualquiera que haya sido la razón, su acción fue una violación del protocolo, lo que también colocaba al rey Asuero en una situación difícil. Una vez dada una orden, un rey persa no podía retractarse (véase la nota a 1.19). Mientras se preparaba para invadir Grecia, Asuero había invitado a funcionarios oficiales de todo su reino a ver su poder, su riqueza y su autoridad. Si se hubiera percibido que no tenía autoridad sobre su esposa, se hubiera visto en peligro su credibilidad militar, el más importante criterio de éxito para cualquier rey de la antigüedad. Además, el rey Asuero estaba acostumbrado a obtener lo que quería.1.13-15 Asuero, como la mayoría de los gobernantes del pasado y de la actualidad, tenía un puñado de consejeros a los que consultaba en la mayoría de sus asuntos. A menudo, el éxito de un rey se incrementaba o disminuía debido a la sabiduría de estos hombres. Daniel era uno de estos consejeros bajo el gobierno del rey Darío y del rey Ciro (Dan 6:28) y quizá también bajo el gobierno de los tres reyes persas siguientes.1.15 A menudo, los reyes del Medio Oriente no tenían relaciones personales cercanas con sus esposas. Asuero demostró esto debido a que (1) tenía un harem (2.3), (2) no mostró ningún respeto por la persona de Vasti (1.10-12), y (3) Ester, cuando llegó a ser reina, no lo vio durante largos períodos (4.11).1.16-21 Quizá la mente de los hombres haya estado afectada por la bebida. Obviamente esta ley no haría que las mujeres de la ciudad respetaran a sus maridos. El respeto entre un hombre y una mujer surge del aprecio entre sí como criaturas hechas a la imagen de Dios, no por pronunciamientos legales ni órdenes. La obediencia forzada es un sustituto deficiente del amor y del respeto que los cónyuges deben tener entre sí.1.19 Para muchas personas de su pueblo, un rey persa era considerado un dios. Por lo tanto, una vez que emitía una ley u orden, permanecía para siempre (véanse las notas a 8.8 y Dan 6:8). La ley nunca podía ser cancelada, aun cuando hubiera sido imprudente. Pero si era necesario, se podía emitir una nueva ley para neutralizar los efectos de la anterior.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

NOTAS

(1) Título “Ester.” Heb.: ’Es·tér; gr.: Es·thér; lat.: Hés·ter. Este libro deriva su nombre de la reina Ester.

(2) Véase Gén 14:1, n: “Días de”.

(3) “Artajerjes”, LXX. Se cree que es Jerjes I, hijo de Darío el Grande (Darío Histaspes).

(4) “Desde la India.” Heb.: me·Hód·du; gr.: In·di·kés, “[país] indio”; sir.: Hudh; lat.: Ín·di·a.

(5) “Etiopía”, Vg; MSy: “Cus”.

(6) “Provincias”, Vg; lat.: pro·vín·ci·as.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 0 Dan 11:2

b 1 Est 8:9; Dan 6:1

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Asuero. Nombre persa que significa « héroe real.» Generalmente Asuero es identificado con el rey persa, Jerjes I, hijo de Darío, que reinó del 486– 465 a.C.

ciento veintisiete provincias. Las provincias formaban los más grandes distritos, sobre los cuales los sátrapas eran responsables (cp. 8:9; 9:3; Dn 6:1).

Fuente: La Biblia de las Américas

INTRODUCCIÓN AL LIBRO DE ESTER

AUTOR: Desconocido

Fecha: ca. 465 a.C.

Paternidad literaria Si bien se desconoce la identidad del autor del libro de Ester, las evidencias apoyan la creencia de que fue un judío (el nacionalismo es muy manifiesto en el libro) que estaba personalmente compenetrado de los detalles del reino de Asuero y del palacio en Susa. Evidentemente el libro fue escrito poco después de la conclusión del reinado de Asuero ya que dicha administración se menciona como pasada (Est 10:2-3).

Trasfondo histórico Los sucesos registrado en este libro abarcan un período de 10 años (483-473) durante el reinado de Jerjes I (486-465). Su nombre hebreo era Asuero, equivalente al persa Khshayarsha y al griego Jerjes. Los hechos acaecidos en este libro cronológicamente recaen entre los capítulos seis y siete del libro de Esdras (Véase la INTRODUCCIÓN a Esdras para detalles adicionales).

Tema Aunque no se menciona el nombre de Dios en este libro, la soberanía y providencia divina están presentes en todo el documento. El rechazo de Vasti, la exaltación de Ester, la deuda de Jerjes con Mardoqueo descubierta durante una noche de insomnio y la liberación milagrosa de los judíos eran evidencias palpables del control y cuidado de Dios por Su pueblo (Sal 121:4). Este libro también explica el origen de la fiesta de Purim (2Ma 15:36) los días trece y catorce del mes de Adar (feb.-mar.), cuando los judíos celebran la liberación de manos de Amán.

Veracidad histórica Se han esgrimido varias objeciones en contra de la historicidad del libro de Ester, tales como:

(1) La historia secular omite a Vasti y a Ester como reinas durante el reinado de Jerjes. Sin embargo, Herodoto, que con frecuencia omite la mención de personas importantes (como Belsasar, Dan 5:1-31), informa que Jerjes buscó consolación en su harén después de su derrota en Salamis, el mismo año cuando Ester fue hecha reina (Est 2:16; Herodoto 7:7).

(2) Se alega (de Est 2:5-6) que Jerjes fue un sucesor cercano de Nabucodonosor, ya que este pasaje, al parecer, dice que Mardoqueo fue deportado por Nabucodonosor en el año 597, pero todavía vivía en tiempos del reinado de Jerjes. Sin embargo, el antecedente de «el cual» en Est 2:6 no es Mardoqueo sino Cis, su bisabuelo.

(3) Otra objeción es la que concierne al relato de la muerte de los 75.000 enemigos de los judíos en un sólo día, al parecer sin interferencia de los persas (Est 9:16-17). Aun que extraño, ese no fue un hecho en ningún sentido imposible si se toma en cuenta la indiferencia de los persas hacia la vida humana y el hecho de que los judíos se habían armado previamente (Est 8:13).

Contenido Indudablemente, Est 4:14 es el pasaje mejor conocido del libro. Enfatiza el tema del control de Dios sobre todos los sucesos de la historia.

BOSQUEJO DE ESTER

I) El peligro del pueblo de Dios, Est 1:1Est 3:15

A) El divorcio de Vasti, Est 1:1-22

B) El descubrimiento de Esther, Est 2:1-20

C) La devoción de Mardoqueo, Est 2:21-23

D) El decreto de Amán, Est 3:1-15

II) La decisión del siervo de Dios, Est 4:1Est 5:14

A) La petición de Mardoqueo a Esther, Est 4:1-14

B) La respuesta de Ester a Mardoqueo, Est 4:15-17

C) La audiencia de Ester con Asuero, Est 5:1-8

D) La arrogancia de Amán hacia Mardoqueo, Est 5:9-14

III) La liberación del pueblo de Dios, Est 6:1Est 10:3

A) La derrota de Amán, Est 6:1Est 7:10

1. Amán es humillado, Est 6:1-14

2. Amán es ahorcado, Est 7:1-10

B) El decreto de Asuero y Mardoqueo, Est 8:1-17

C) La derrota de los enemigos de Israel, Est 9:1-19

D) Los días de Purim, Est 9:20-32

E) La descripción de la fama de Mardoqueo, Est 10:1-3

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

India. La región que riega el río Indo en el moderno Pakistán.

Etiopía. O Cus, hoy el norte de Sudán.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

Asuero… Nombre gr. del monarca persa Jerjes; el mismo… Sir. añade él era hijo de.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

O, Jerjes; heb., Ajashverosh

Heb., Cush

Fuente: La Biblia de las Américas

Esto es, Jerjes (nombre gr. del mismo monarca persa).

1.1 Sir. añade él era hijo de.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

[19] Había entre los persas edictos o leyes hechas con tales formalidades que se tenían por irrevocables aun por el mismo rey. Dan 6, 8-15.

Fuente: Notas Torres Amat