Comentario de Génesis 30:37 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Entonces Jacob tomó varas verdes de álamo, de avellano y de castaño, y descortezó en ellas mondaduras blancas, descubriendo la parte blanca de las varas.
Jacob. Gén 31:9-13.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
varas verdes de álamo: Colocó varas en los abrevaderos como símbolo de que Dios lo bendeciría con más ovejas manchadas y salpicadas (v. Gén 30:27; comparar con Gén 31:5, Gén 31:9, Gén 31:10). Al final, Dios bendijo a Jacob como le había prometido y sumó a su propio rebaño todos los animales manchados y salpicados.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
varas. Jacob era buen conocedor de las ovejas, cabras y el ganado, habiendo cuidado de los animales de su padre durante la mayor parte de sus noventa años, y de los de Labán durante los últimos catorce años. Sabía que cuando nacía un animal con alguna marca no común (con un gen recesivo), podría luego comenzar a criar selectivamente aquel gen para producir rebaños y manadas con animales con marcas anormales, que no eran en absoluto físicamente inferiores a los de coloración normal. Cuando comenzó este proceso de crianza selectiva, trató de estimularlo mediante algunos métodos que pueden parecer supersticiosos y sin sentido para nosotros (como las mandrágoras en el v. Gén 30:14). Pero es muy probable que se hubiese dado cuenta de que cuando pelaba las cortezas, se liberaba algún estimulante en el agua que inducía a los animales a la actividad sexual. En el v. Gén 30:38, la palabra «procreaban» es, literalmente, en heb., «estar calientes», que equivale en los animales a «estar en celo». Su plan tuvo éxito (v. Gén 30:39) y mantuvo su propio rebaño separado de los anormalmente coloreados de Labán. Su sistema funcionó para ventaja suya, no de Labán (v. Gén 30:42), que durante años se había aprovechado de él. Jacob dio crédito a Dios por el éxito de sus esfuerzos (Gén 31:7; Gén 31:9).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
NOTAS
(1) O: “ramitas”.
REFERENCIAS CRUZADAS
r 1325 Ose 4:13
s 1326 Núm 17:8; Ecl 12:5
t 1327 Eze 31:8
u 1328 Núm 21:18; Zac 11:7
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Aparentemente Jacob confió en la superstición y la reproducción selectiva (vers. 41). Su idea de que la reproducción frente a las varas afectaría el color de la cría no tenía nada que ver con el resultado. Como Jacob mismo admite en 31:9– 12, todo fue obra de Dios.
Fuente: La Biblia de las Américas
Jacob colocó ramas de ciertos árboles parcialmente descortezados en los canales de los abrevaderos del agua para estimular el instinto reproductivo de los animales. La palabra hebrea para procreaban en el v. Gén 30:38 procede de una raíz que significa «estar caliente», I.e., estar en calor. Jacob, como pastor experimentado, también practicaba el cruce selectivo de animales (vv. Gén 30:40-42). No obstante, atribuía su prosperidad a la intervención de Dios (cp. Gén 31:7; Gén 31:9).
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
Lit., tomó para sí
Lit., sobre