Biblia

Comentario de Job 37:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Job 37:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

También por esto tiembla mi corazón y salta fuera de su lugar.

Job 4:14; Job 21:6; Job 38:1; Éxo 19:16; Sal 89:7; Sal 119:120; Jer 5:22; Dan 10:7, Dan 10:8; Hab 3:16; Mat 28:2-4; Hch 16:26, Hch 16:29.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Dios debe ser temido por sus grandes obras, Job 37:1-14.

En ellas, su sabiduría es inescrutable, Job 37:15-24.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

El verbo hebreo en plural oíd atentamente indica que Eliú apela a Job y a sus amigos y quizás a cualquier espectador que escuche.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

37. Prosigue el Cuarto Discurso de Elihu.
C ontinuando la descripción de las manifestaciones sobrecoge-doras de Dios en la tempestad, Elihú aprovecha esto para invitar a Job a reconocer el poder divino y someterse humildemente al que todo lo puede.

Descripción de la tempestad (1-13).
1 Esto hace palpitar mi corazón y le hace saltar fuera de su sitio. 2 Oíd, oíd el estrépito de su voz, el estampido que sale de su boca. 3 Se extiende por todos los ámbitos del cielo y llega su fulgor hasta los confines de la tierra. 4 Y después de él resuena el trueno; brama con voz majestuosa, y nada puede retener el rayo cuando se oye su voz. 5 Truena Dios portentosamente con su voz; hace cosas grandes, que no comprendemos. 6 Pues dice a la nieve: “¡Cae a tierra!”; y a las lluvias copiosas: “Abundad”2. 7 Sobre todo hombre pone un sello para que todos reconozcan que es obra de El. 8 Las fieras se meten en su cubil y se quedan en sus guaridas. 9 Del austro viene el huracán, viene del septentrión el frío. 10 Al soplo de Dios se forma el hielo y se solidifica la extensión de las aguas. 11 El carga de rayos las nubes, y difunde la nube su fulgor, 12 que va todo en torno según sus designios para hacer cuanto El les ordena sobre la superficie del orbe terráqueo, 13 ya para castigar los pueblos de la tierra 3, ya para mostrar piedad le hace alcanzar su fin.

No sólo los animales se espantan ante el fragor de la tormenta, sino el mismo hombre se conturba ante una manifestación de tal poder (v.1): el trueno y los rayos siembran la consternación bajo los cielos hasta los confines de la tierra. Para los antiguos – que no sabían que el trueno era una descarga eléctrica -, la tormenta era la manifestación airada del Todopoderoso; el trueno es la voz de Dios (v.5). La nieve y la lluvia son un don de Dios y caen sólo cuando se lo ordena. Y mientras tienen lugar los aguaceros y las tempestades, el hombre debe permanecer en su casa, como sellada por Dios, para que descanse de su actividad y reconozca la obra de Dios 4.
Los animales también se ven obligados a recogerse en sus guaridas (v.8) ante las inclemencias atmosféricas. El poder de Dios se muestra en los vientos huracanados del sur, que traen la sequía; en los fríos del norte, que forman el hielo (v.9), y en los rayos y relámpagos, que evolucionan conforme a sus designios, ya sea para sembrar la consternación y la ruina, ya sea para mostrar su piedad.

Invitación a Job a reconocer el poder divino (14-24).
14 ¡Presta oídos a esto, Job, y detente a considerar las maravillas de Dios! 15 ¿Sabes tú los designios de Dios sobre ellas? ¿Sabes por qué hace brillar el relámpago en sus nubes? 16 ¿Conoces los balanceos de las nubes, los prodigios del que todo lo sabe? 17 Tú, cuyos vestidos están cálidos cuando el viento solano abochorna la tierra, 18 ¿extenderás tú con El las nubes sólidas como espejo de metal fundido? 19 Enséñanos lo que hemos de decirle, pues nosotros no dispondremos de más argumentos a causa de las tinieblas. 20 ¿Quién irá a darle cuenta si hablare yo? Cuando un hombre habla, ¿acaso está informado? 21 Ahora no puede verse la luz, que está oscurecida por las nubes; de pronto pasa el viento y las barre; 22 viene del septentrión áureo resplandor, y se reviste Dios de terrible majestad. 23 Al Omnipotente no le alcanzamos; grande es su poder y su juicio; es mucha su justicia; no oprime a nadie. 24 Por eso han de temerle los hombres, y no mira El al que se cree sabio.

Irónicamente, Elihú invita a Job a meditar sobre las maravillas de la naturaleza para hacerle ver lo ridículo de su pretensión de querer juzgar los actos divinos. Todo depende de Dios y todo está maravillosamente ordenado: el relámpago y las nubes, balanceándose en equilibrio desconcertante, responden a los designios del que todo lo sabe (v.16). El ser humano no puede hacer que, cuando se siente ahogado de calor por el bochorno del viento solano, se extiendan las nubes como un maravilloso quitasol que le preserve de los rayos ardientes del mediodía (v.18).
Elihú se declara ignorante para explicar tales portentos divinos e invita a Job para que declare su pensamiento (v.19). El ser humano carece de información suficiente para poder juzgar de las acciones divinas; por otra parte, Dios está demasiado alto para que llegue a su trono lo que hablare el hombre (v.20).
érente a la impotencia del ser humano está el poder de Dios, que en un momento hace venir las nubes para oscurecer el sol; pero al punto las disipa con el viento. Todo ello constituye como un escenario magnífico para destacar la terrible majestad de Dios (v.22). Pero no sólo es poderoso, sino que obra siempre en justicia, sin oprimir a nadie (v.23). Por ello, los hombres deben temerle, pues la sabiduría humana y la autosuficiencia no es la mejor credencial para ser objeto de su benevolencia (v.24).

1 Rayo: adición exigida por el contexto y propuesta por Budde. – 2 Lit. el TM: “Sed fuertes.” – 3 Verso oscuro. La versión es de la Bib. de Jér., supuesta una vocalización del texto distinta de la del TM. – 4 Cf. Homero, Iliad. XVII 5493.

Fuente: Biblia Comentada

Eliú da una imagen del poder de Dios en la tempestad.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Toda esta sección es poesía, un dramático poema de discursos que intentan comprender el sufrimiento de Job.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Esta sección cubre los ciclos de discursos entre Job y sus bienintencionados amigos, incluyendo Eliú (caps. Job 32:1-22; Job 33:1-33; Job 34:1-37; Job 35:1-16; Job 36:1-33; Job 37:1-24).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Un nuevo participante que había estado allí con los otros tres (vv. Job 32:3-5) entró en el debate sobre la condición de Job, el joven Eliú, que adoptó un nuevo enfoque en la cuestión del sufrimiento de Job. Encolerizado con los otros tres, tenía algunos nuevos pensamientos, aunque estuvo muy duro con Job. Eliú estaba airado, lleno de su propia importancia y expresivo, pero su enfoque era un alivio después de oír las repeticiones de los otros, aunque no verdaderamente útil para Job. ¿Por qué fue necesario registrar y leer estos cuatro enérgicos discursos de este hombre? Porque tuvieron lugar como parte de la historia, mientras Job seguía esperando que Dios se le revelara (caps. Job 38:1-41; Job 39:1-30; Job 40:1-24; Job 41:1-34).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Eliú había demostrado su acuerdo con sus tres compañeros consejeros en que Job había pecado, si no de otra manera, por la forma en la que cuestionaba a Dios (Job 33:12), al contemplar su sufrimiento como indicación de que Dios es injusto (Job 34:34-37) y por pensar que la justicia no comporta galardón (cap. Job 35:1-16). En esta respuesta final a Job, se centra más en Dios que en el sufriente (v. Job 36:2).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

En lugar de quejarse y de poner a Dios en tela de juicio, como había estado haciendo Job, lo cual era pecado (como Job confesará más adelante en Job 42:6), necesitaba ver a Dios en su sufrimiento, y adorarlo (Job 33:24).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

trueno también no es sólo un fenómeno natural sino la voz de Dios, misteriosa, imprevisible y aterradora.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

37.2 Nada se puede comparar con Dios. Su poder y su presencia son imponentes, y cuando El habla, debemos escuchar. Muy a menudo presumimos hablar por Dios (como lo hicieron los amigos de Job), ponemos palabras en su boca, lo tomamos a la ligera o interpretamos que su silencio significa que está ausente, o desinteresado. Pero a Dios sí le interesa. El tiene el control y hablará. Esté listo para escuchar su mensaje: en la Biblia, en su vida a través del Espíritu Santo, y en las circunstancias y relaciones.37.21-24 Eliú concluye su discurso con la tremenda verdad que la fe en Dios es mucho más importante que el deseo de Job de una explicación por su sufrimiento. El estuvo muy cerca de ayudar a Job pero luego continuó por el camino equivocado. Significativamente, es aquí que Dios mismo interrumpe la discusión para dar las conclusiones correctas a esta importante verdad (38.1ss).37.23 Eliú subrayó la soberanía de Dios sobre toda la naturaleza como un recordatorio de su soberanía sobre nuestra vida. Dios está en control. El dirige, preserva, y mantiene su orden creado. A pesar de que no podamos verlo, también Dios está gobernando divinamente los asuntos morales y políticos de la gente. Dedicar un tiempo para observar la majestuosidad y las partes intrincadas de la creación de Dios, nos ayuda a recordar su poder en cada uno de los aspectos de nuestra vida.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

REFERENCIAS CRUZADAS

a 1007 1Sa 28:5

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

[9] Sal 78 (77), 26; Jer 4, 11; Zac 9, 14.

Fuente: Notas Torres Amat