Comentario de Salmos 11:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
(Al músico principal. Salmo de David) En Jehovah me he refugiado. ¿Por qué, pues, decís a mi alma: “Escapa cual pájaro al monte”?
Año 1062 a.C.
En Jehová he confiado. Sal 7:1; Sal 9:10; Sal 16:1; Sal 25:2; Sal 31:14; Sal 56:11; 2Cr 14:11; 2Cr 16:8; Isa 26:3, Isa 26:4.
Cómo dices a mi alma. Sal 55:6, Sal 55:7; Pro 6:5; Luc 13:31.
Escapa al monte. 1Sa 19:11; 1Sa 20:38; 1Sa 21:10-12; 1Sa 22:3; 1Sa 23:14; 1Sa 27:1.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
David se fortalece en Dios en contra de sus enemigos, Sal 11:1-3.
La providencia y justicia de Dios, Sal 11:4-7.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
es un salmo de confianza. El título adjudica el salmo a David. En medio de los salmos de lamentación (Sal 9:1-20; Sal 10:1-18; Sal 12:1-8), este salmo expresa gran confianza en el Señor todopoderoso. El contexto de adversidad es el que hace que este salmo de confianza sea aun más admirable. Este breve poema tiene tres movimientos:
(1) una afirmación de confianza en el Señor, aun durante el ataque de los malos (vv. Sal 11:1-3);
(2) una afirmación de confianza en el Señor, quien reina en el cielo y juzgará las acciones de los malos (vv. Sal 11:4-6);
(3) una afirmación de confianza en el Señor por ser Él quien es (v. Sal 11:7).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
La frase he confiado describe la búsqueda de refugio, similar a la de un ave bajo las alas de su madre (Rut 2:12).
escape cual ave: Aquí está el despectivo desafío de los malos. Son como su padre, el demonio (Jua 8:44; 2Co 11:13-15). Ven a los justos como aves desvalidas que vuelan a su hogar en la montaña. No se dan cuenta de que su montaña está en la protección del propio Dios.
tienden el arco: Este es un cuadro de los malos a la caza de los justos (Sal 10:8-10).
fueren destruidos los fundamentos: Estos versos son la provocación del malo al justo. Son una imputación falsa: estas palabras no son verdaderas. Los fundamentos no están destruidos; hay muchas cosas que el justo puede hacer (Efe 6:10-18). Lo que es más importante, el justo puede continuar confiando en Dios, su verdadero fundamento.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
EN JEHOVÁ HE CONFIADO. Este salmo censura a los que aconsejan la evasión o la transigencia cuando están en juego los principios bíblicos (vv. Sal 11:1-3). Los creyentes fieles se refugiarán en el Señor (Sal 11:1) y seguirán consagrados a la justicia aun «si fueren destruidos los fundamentos» morales y espirituales tanto en la sociedad como en la iglesia (Sal 11:3). El resultado será que «el hombre recto mirará» el rostro del Señor (Sal 11:7; cf. Sal 16:8-11; Sal 17:15; Sal 23:6).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
Salmo 11 (Vg 10): La Confianza En Dios.
E n esta magnífica oda se canta la fe ciega en el Dios providente. El salmista, invitado a emprender la fuga por consejo de algunos amigos, que miraban la situación sólo desde el punto de vista humano, responde que tiene toda su confianza en el poder del que habita en lo alto, desde donde contempla las acciones de los seres humanos. Por eso hará justicia a los rectos de corazón, mientras que perderá a los impíos, que viven fuera de su ley santa.
Según el título, el salmo es atribuido al propio David. En este supuesto, los antiguos autores creen que las circunstancias históricas de la composición se adaptan a la vida errante de David, perseguido por el rey Saúl. El joven David se resistió primero a abandonar la tierra de Yahvé, pero al fin tuvo que confinarse a territorio filisteo, después de haber buscado refugio para su familia en tierras de Moab, la patria de su abuela Rut 1. En estas circunstancias azarosas bien pudieron sus amigos aconsejarle que abandonara el territorio sometido a Saúl, y que él primero reaccionara negándose a ello, porque no quería alejarse de la tierra bendecida de su Dios.
Desde el punto de vista literario, este salmo es un diálogo dramatizado entre los amigos del salmista, pusilánimes y alarmados ante los peligros inminentes, y el salmista, confiado en la providencia de Yahvé. La división estrófica no es clara, y por eso los críticos no coinciden en la distribución de las diversas partes de la composición. Suponiendo que el v.7 es una adición posterior para el uso litúrgico 2, podemos distinguir dos secciones: a) invitación de los amigos a huir (1-3); b) respuesta del salmista, confiado en la protección divina (4-6). La métrica es libre, pues no hay regularidad en la distribución de los acentos.
Invitación a la huida (1-3).
1 Al maestro del coro. De David. Yo confío en Yahvé. ¿Cómo, pues, decís a mi alma: “Vuela al monte (como) pájaro? 3 2Pues he aquí que entesan los impíos (su) arco, ajustan a la cuerda sus saetas, para tirar en las tinieblas sobre los de recto corazón. 3 Si los fundamentos se destruyen, ¿qué podrá hacer el justo?”
Los amigos invitan al salmista a emprender la huida hacia las regiones montañosas, como pajaro amedrentado por los cazadores. En la espesura del bosque encontrará su refugio 4. David, huyendo de Saúl, se refugió en las montañas 5; y los Macabeos también se acogieron a la geografía montañosa cuando empezó la persecución seléucida 6. Los enemigos del salmista son gentes sin remordimientos y traidores y están espiando la ocasión de caer sobre él. Como cazadores expertos entesan el arco y ajustan las saetas, para dar certeramente en el blanco en la indefensa víctima que es el justo perseguido. Buscan las ocasiones propicias en la oscuridad de la noche, para cogerle desprevenido. La vida, pues, del salmista está en gran peligro, y por eso es aconsejable la huida a lugares apartados, como los montes. Cuando se han conculcado los fundamentos de la moral y se hace caso omiso de los valores religiosos, no hay nada que esperar de la sociedad, porque siempre los más desaprensivos están al acecho para caer sobre el de recto corazón. Contra ellos parece que nada puede hacer el justo, como el salmista. La argumentación es clara desde el punto de vista puramente humano, si se prescinde de la existencia de un Juez superior que da a cada uno según sus obras. La vida es lucha entre el bien y el mal, y no es aceptable como programa huir cuando hay peligro para los buenos. Esta es la idea que va a desarrollar el salmista ante sus pusilánimes amigos, demasiado alarmados ante la situación comprometida presente.
Yahvé, Juez supremo sobre los hombres (4-7).
4 Está Yahvé en su santo palacio, tiene Yahvé en los cielos su trono; sus ojos contemplan (la tierra habitada)7, sus párpados escudriñan a los hijos de los hombres. 5 Yahvé prueba al justo y al impío, y su alma aborrece al que ama la violencia. 6 Lloverá sobre los impíos carbones encendidos, fuego y azufre, y huracanado torbellino será la parte de su cáliz. 7 Porque justo es Yahvé y ama lo justo, y los rectos contemplarán su faz 8.
Frente a todas las medidas de prudencia humana está la fe en un Ser superior, que está por encima de todos los hombres, pues tiene en los cielos su trono (v.3). Desde allí contempla la marcha de los acontecimientos entre los hombres 9. Su palacio es santo, porque se halla lejos de toda contaminación terrenal. El salmista destaca esta trascendencia y superioridad de Dios sobre los hombres para dar a entender a sus interlocutores lo pequeños que son sus enemigos al lado de EL Sus maquinaciones no se ocultan al que desde la atalaya celeste contempla a los hombres. Yahvé está allí entronizado no sólo como Rey de la creación, sino como Juez de la historia humana; por eso sus parpados escudriñan a los hijos de los hombres 10. Pero prueba al justo y al impío, para aquilatar el grado de virtud y de malicia en cada uno de ellos. Precisamente en la persecución y adversidad se mide el grado de virtud en los hombres. En el libro de Job, Dios prueba con la enfermedad y el infortunio al varón recto por excelencia; su desgracia dará la medida de su virtud n. Por eso Yahvé permite que el justo sea perseguido por los que son instrumento de este juicio discriminativo en la sociedad. Pero su providencia se mueve a impulsos de las exigencias de la justicia y la equidad, y, por tanto, no abandonará al justo que sufre ni dejará de castigar al que injustamente ataca al virtuoso. Por exigencias de su justicia odia la violencia (v.5).
Y el salmista, recordando la catástrofe de Sodoma y Gomorra 12, declara que al fin habrá un juicio discriminador, pues Dios enviará un terrible castigo sobre los impíos. En la perspectiva de los profetas y salmistas está siempre la esperanza del futuro juicio que ha de preceder a la manifestación mesiánica para poner las cosas en su punto 13. La descripción está calcada en la desaparición de las dos ciudades malditas del mar Muerto; por tanto, no ha de tomarse al pie de la letra. Los profetas hablan también del juicio de Dios en términos cósmicos escalofriantes, conforme al módulo de una literatura apocalíptica en la que la imaginación tiene gran importancia 14. A los impíos les tocará, por parte o porción de su cáliz, la destrucción. En los escritos profeticos se habla del cáliz de la ira divina, que deben beber los pueblos opresores 15. El símil está basado en la costumbre de hacer pasar el jefe de familia un cáliz para que los convidados beban todos de él16. El salmista, pues, juega con esta comparación, y dice que la parte del cáliz que les corresponde es la desaparición total, como en otro tiempo Sodoma y Gomorra, en un torbellino de fuego y azufre 17.
Después de esta declaración de tipo escatológico-apocalíptico cambia el tono del salmo. El verso tiene todas las apariencias de ser una adición de tipo sapiencial, incrustada en el uso litúrgico para contraponer a la suerte trágica del impío la plácida del que vive conforme a la ley de Dios: Dios ama lo justo, y por eso, algún día, los rectos contemplarán su faz. En la literatura bíblica viejotestamentaria, la frase ver la faz de Dios equivale a servirle 18, a asistir a su culto en el santuario 19 o a participar de su benevolencia y protección 20. Este parece ser el sentido del contexto, sin que la expresión del salmo aluda a una retribución en ultratumba, es decir, a una visión facial de Dios, como se enseña en la revelación neotestamentaria 21.
1 Cf. Sam 22:3, – 2 E. G. Briggs , The Book of Psalms I (ICC) (Edimburgo 1927) 89. Así según los LXX, Aquiía y San Jerónimo. – 3 Cf. Lam 3:52; Sal 55:7; Sal 124:7. – 4 Cf. Sam 14:22; 23:14; 26:1. – 6 1Ma 2:28. – 7 Así según Teodoreto, la versión siro-hexaplar y el papiro de Londres, seguida por la Dib. de Jér. La Vg, siguiendo a los LXX, traduce “in pauperem.” El TM dice sólo: “sus ojos contemplan…” – 8 Lit. el TM: “su faz contemplará el corazón recto.” – 9 Cf. Miq 1:2; Hab 2:20; Sal 18:7; Sal 9:8; Sal 102:13; Sal 34:16-17. – 10 Sal 33:13- – 11 Job 1:11. – 12 Cf. Gen 19:24. – 13 Cf. Joe 3:2. – 14 Cf. Isa 34:15. – 15 Cf. Isa 51:17; Jer 49:12; Eze 23:23; Sal 23:5; Sal 60:5. – 16 Mat 20:22; Mat 26:39; áp 14:10; 16:19. – 17 Cf. Gen 19:24. – 18 Cf. Sal 17:15- – 19 Cf. Exo 23:15; Exo 34:23; Deu 16:16; Deu 31:11; Sam 1:22; Isa 1:12. – 20 Sal 16:11; Sal 36:10. – 21 Cf. Mat 5:8; 1Jn 3:2; Rev 22:4 .
Fuente: Biblia Comentada
En Jehová he confiado. Lit. «Busco refugio en Jehová». Dios es el refugio exclusivo para sus perseguidos hijos (cp. Sal 16:1; Sal 36:7).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
El pánico que ha dado origen a este salmo no es de David, sino de sus aparentemente bienintencionados consejeros. La actitud de ellos es de pánico, pero David está en paz. A la vista de la actitud de David, este salmo puede incluirse entre los salmos de confianza (Sal 4:1-8; Sal 16:1-11; Sal 23:1-6; Sal 27:1-14; Sal 62:1-12; Sal 125:1-5; Sal 131:1-3). También, la solidaridad del rey teocrático y del pueblo teocrático es evidente, como se indica con los cambios constantes entre las formas sing. y pl. Los versículos y líneas que van desarrollando este salmo revelan que, aunque había dos «voces» diferentes que estaban dirigiéndose a David en todavía otro contexto de crisis personal y nacional, él había ya afirmado su decisión de confiar solo en el Señor.
I. Afirmación introductoria (Sal 11:1 a)
II. Las dos voces
A. La voz que apremia a la huida (Sal 11:1 b – Sal 11:3)
B. La voz que apremia a la fe (Sal 11:4-7)
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Salmo 11 (10): Salmo individual de confianza en la justicia de Dios que defiende al inocente y rechaza y condena a quienes lo amenazan.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
— vuela a los montes como un pájaro: Otras lecturas: “huye hacia las montañas como un pájaro”; “huyan hacia sus montañas, pájaros”.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Sal 7:1; Sal 141:8.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Salmo 11. Fe y Verdad
Un antecedente tal como 1 Sam. 18:8-19:7 arroja luz sobre este Salmo. La vida de David estaba diariamente en peligro. El Salmo consta de tres partes.
1-3 La protección del Señor. El consejo de huir es por una buena razón: Por el peligro real (2) y porque la propia inestabilidad de la sociedad hace imposible tomar una dirección segura. David, sin embargo, afirma el camino de la confianza en oposición al de la retirada; los fundamentos (3), “las reglas básicas” sobre las cuales la sociedad funciona. En una situación como la demencia de Saúl las reglas cambian de un minuto a otro y le sería imposible a David saber cómo evitar ofender. Pero el caso a favor de la confianza también tiene su buen argumento: las palabras En Jehovah (1) son enfáticas. Como es digno de confianza, confiar en él es la manera lógica de vivir.
4-6 La providencia de Dios: Desde su trono observa y examina (4). Confiar en él no garantiza una vida fácil. Más bien da pruebas al justo, los que “andan bien con Dios” (5a), pero el impío experimenta su oposición (5b, 6).
7 El favor del Señor. Contemplar su rostro es sentir que el Señor está “levantando su rostro”, o sea, aceptando favorablemente a alguien en su presencia. De esta manera la fe tiene tres facetas: La fe que vuela buscando seguridad (1); la fe que acepta las pruebas de la vida como propósito del Señor (5a) y la fe que espera el bendito resultado. Para los justos, las pruebas de Dios son el camino hacia adelante a su presencia inmediata (7).
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
11.1-4 David se vio forzado a huir para salvar su vida en varias ocasiones. Ser el rey ungido de Dios no lo hizo inmune a la injusticia y al odio de otros. Este salmo pudo haber sido escrito cuando David estaba siendo perseguido por el rey Saúl (1 Samuel 18-31), o durante los días de la rebelión de Absalón (2 Samuel 15-18). En ambas ocasiones, David huyó, pero no porque todo se hubiera perdido sino porque sabía que Dios tenía las riendas. Si bien evitó los problemas con sabiduría, no huyó de ellos por temor.11.1-4 David parece estar hablando a aquellos que le aconsejan huir de sus enemigos. La fe de David contrastaba dramáticamente con el temor de sus consejeros. La fe en Dios nos impide perder la esperanza y nos ayuda a resistir el miedo. Los consejeros de David tenían miedo debido a que veían sólo circunstancias aterradoras y fundamentos que se desmoronaban. David estaba seguro y optimista porque sabía que Dios era más grande que cualquier cosa que sus enemigos pudieran llevar en su contra (7.10; 16.1; 31.2, 3).11.4 Cuando se sacuden los fundamentos y usted desea esconderse, recuerde que Dios sigue llevando las riendas. Su poder no ha disminuido por el curso que hayan tomado los acontecimientos. Nada sucede sin su conocimiento ni su permiso. Cuando tenga ganas de salir huyendo, huya hacia Dios. El restaurará la justicia y la bondad en la tierra en su tiempo.11.5 Dios no evita que los creyentes tengan circunstancias difíciles, sino que pone a prueba tanto al justo como al malvado. Para algunos, las pruebas de Dios se vuelven como fuego que refina, mientras que para otros, se vuelven un incinerador para destrucción. No haga caso omiso de las pruebas y los retos que surjan en su paso por la vida. Uselos como oportunidades de crecer.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
NOTAS
(1) LXXVg combinan los dos salmos precedentes, y hacen de este el Sl cap. 10, cambiando así la numeración de los salmos subsiguientes.
REFERENCIAS CRUZADAS
a 282 2Cr 14:11; Sal 7:1; Sal 56:11
b 283 Pro 27:8
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Salmo 11 Este Salmo es un canto de confianza. El Salmo tiene dos estrofas: 1) El salmista rechaza a los que le dicen que se aparte del Señor y de su templo (vers. 1-3); 2) La seguridad del salmista de que el justo y santo juez destruirá al malvado y protegerá al justo (vers. 4-7). En los vers. 2, 3 describe la amenaza que el malvado presenta para un gobierno justo; en los vers. 4-5 el justo dominio celestial es afirmado; y en los vers. 5-6 el salmista describe la justicia de Dios alcanzada en los asuntos humanos.
Fuente: La Biblia de las Américas
¿Cómo decís a mi alma…? Evidentemente el consejo de amigos bien intencionados era que el salmista se protegiera y huyera.
fundamentos. De la sociedad.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
En este himno de confianza, David, ante la tentación de huir (vv. Sal 11:1-3), expresa su fe en el Señor, quien destruirá al malo y librará al justo (vv. Sal 11:4-7). El contorno podría ser el intento de Saúl de matar a David (1Sa 18:11 y 1Sa 19:10).
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
Lit., vuestro