Comentario de Salmos 28:6 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Bendito sea Jehovah, que oyó la voz de mis ruegos.
Sal 31:21, Sal 31:22; Sal 66:19, Sal 66:20; Sal 69:33, Sal 69:34; Sal 107:19-22; Sal 116:1, Sal 116:2; Sal 118:5.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Bendito sea Jehová: Véase Sal 103:1, Sal 103:2 para tener un desarrollo de este tema. Como la súplica del salmista fue escuchada, la última parte del poema es un himno de alabanza (Sal 138:1).
EN PROFUNDIDAD
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Coronar al rey
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El Sal 29:1-11 es un himno de coronación compuesto para la entronización de un rey. Tal vez se presentaba en ocasiones formales de estado, tales como el «Dios salve a la reina» o «Saludos al jefe» de hoy.
Al igual que otros salmos reales, como el Sal 2:1-12, este apunta más allá de David, el rey terrenal, al Rey celestial, el Señor. Se lo ve en su trono, desde donde ha gobernado al mundo desde antes que nadie pudiera recordar y lo hará hasta el fin de los tiempos (Sal 29:10-11).
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Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Que oyó la voz de mis ruegos. Contrastar los vv. Sal 28:1-2. Por medio de la fe, el salmista vivirá su vida como si Dios hubiera realmente intervenido.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
— mi grito de súplica: Tras la petición de ayuda frente a los enemigos (Sal 28:1-5), se entona un canto de acción de gracias por la intervención salvadora de Dios (Sal 28:6-7), una intervención que ya se ha producido o que se espera con toda certeza que se produzca.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
NOTAS
(1) Véase Ap. 1C, sec. 10.
REFERENCIAS CRUZADAS
o 834 Sal 66:20