Biblia

Comentario de Salmos 34:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Salmos 34:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

(Salmo de David, cuando cambió su conducta ante Abimelec, y éste lo echó, y él se fue) Bendeciré a Jehovah en todo tiempo; su alabanza estará siempre en mi boca.

Año 1062 a.C. (Título).

Abimelec. Este es el segundo salmo acróstico (el primero es Sal 25:1-22.); cada verso comienza consecutivamente con una letra del alfabeto hebreo. Sin embargo el verso que comienza con[vav,] [vav,] y que debiera venir entre el quinto y el sexto, no está; y el verso 22 que comienza con, [pˆ,] [pe, podeh,]”redime,” se encuentra fuera de la secuencia, y es probable que originalmente haya sido escrito [ufodeh,]”y redime” y ocupara la posición entre el verso 5 y 6. Gén 20:2; Gén 26:1; 1Sa 21:13-15; Pro 29:25.

Bendeciré a Jehová. Sal 71:8, Sal 71:14, Sal 71:15; Sal 145:1, Sal 145:2; Isa 24:15, Isa 24:16; Hch 5:41; Hch 16:25; Efe 5:20; Col 3:17; 1Ts 5:18; 2Ts 1:3; 2Ts 2:13.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

David alaba a Dios, y exhorta a otros por su experiencia, Sal 34:1-7.

Son benditos los que confían en Dios, Sal 34:8-10.

Él exhorta a temer a Dios, Sal 34:11-14.

Los privilegios del justo, Sal 34:15-22.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

es un salmo de sabiduría y de alabanza. Está escrito en forma de acróstico, con un versículo por cada letra del alfabeto hebreo. Parece que en algún punto se ha perdido un versículo; no hay versículo para la letra wau, que de otra forma vendría después del (v. Sal 34:5). El título del salmo lo adjudica a David y especifica que fue escrito para conmemorar su escape de Abimelec el rey de Gat (1Sa 21:10-15). El nombre del rey en (1Sa 21:1-15) es Aquis. Se cree que Abimelec era el nombre que adoptó al subir al trono y que Aquis era el nombre personal. La experiencia de David en la ciudad de Gat (1Sa 21:10-15) debe haber sido profundamente perturbadora. David pudo haber muerto fácilmente en esta ciudad filistea. Escapó simulando estar loco. Después, el que parecía que estaba «loco» escribió este salmo de sabiduría y alabanza en honor del Señor. La estructura del poema es la siguiente:

(1) un llamado a la congregación para unirse al salmista en alabanza (vv. Sal 34:1-3);

(2) declaración concerniente a la liberación del salmista de sus problemas (vv. Sal 34:4-7);

(3) instrucción acerca del temor del Señor (vv. Sal 34:8-14);

(4) una declaración de alabanza al Señor (vv. Sal 34:15-22).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

en todo tiempo: La determinación de David de alabar a Dios es similar a las palabras de Pablo en (1Ti 5:18).

exaltemos a una su nombre es el llamado de David para que la congregación se le una en alabanza a Dios.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

BENDECIRÉ A JEHOVÁ. El escritor de este salmo alaba al Señor por una liberación milagrosa de gran aflicción. Su testimonio anima a todos los creyentes afligidos a creer que también pueden experimentar la bondad del Señor.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Salmo 34 (Vg 33): Yahvé, Protector de los Justos.
E sta composición es similar al salmo 25, y, como éste, es acróstica, de forma que cada verso empieza con una letra del alefato. El contenido ideológico es heterogéneo, pues está formado a base de un mosaico de sentencias que podemos agrupar en dos secciones: a) acción de gracias por haber salido de un peligro (2-11); b) en forma sentenciosa didáctica se declara la protección de Yahvé sobre los justos (12-22). Como en el salmo 25, en la distribución alfabética falta el verso correspondiente a la letra wau, y se repite, en cambio, la pe. Ambos salmos tienen muchas afinidades estilísticas con el libro de los Proverbios. La parte primera (2-11) es más lírica, mientras que la segunda es sapiencial (12-23). La distribución métrica es bastante regular. Las exigencias de la alfabetización son un obstáculo a los vuelos líricos, pues el poeta está sujeto a un módulo artificial, que le impide libertad imaginativa.
En el título se atribuye esta composición al propio David, y se cita la circunstancia histórica que dio ocasión a su redacción: al huir del rey de Gat fingiéndose loco 1. Ya sabemos que estos títulos de tipo histórico tienen los visos de ser adiciones redaccionales debidas a los escribas, que han querido buscar las circunstancias históricas de la composición de determinados salmos en la vida de David, tomando las indicaciones de los libros de Samuel. Hoy los críticos están acordes en suponer que el salmo es de la época sapiencial, es decir, posterior al exilio. Las exigencias de estilo y de léxico exigen esta conclusión 2.

Exhortación a Reconocer la Protección Divina (1-11).
1De David, cuando se fingió loco ante Abimelec, que le echó de sí, pudiendo así escapar. 2 Alef. Yo bendeciré a Yahvé en todo tiempo; su alabanza estará siempre en mi boca. 3 Bet. En Yahvé se gloriará mi alma; lo oirán los humildes, y se alegrarán. 4 Guímel. ¡Engrandeced conmigo a Yahvé, ensalcemos a una su nombre! 5 Ddlet. Yo he buscado a Yahvé, y El me ha respondido, librándome de todos mis terrores. 6 He. Volveos todos a El y seréis iluminados, y vuestros rostros no serán confundidos. 7 Zain. Clamó este pobre, y Yahvé escuchó y le salvó de todas sus angustias. 8Jet. Acampa el ángel de Yahvé en derredor de los que le temen y los salva. 9Tet. Gustad y ved cuan bueno es Yahvé. Bienaventurado el varón que a El se acoge. 10 Yod. Temed a Yahvé vosotros sus santos, pues nada falta a los que le temen. 11 Kaf. Empobrecen los ricos y pasan hambre 3, pero a los que buscan a Yahvé no les falta bien alguno. Seldh.

El salmista inicia un himno de alabanza a Yahvé para que los que le escuchan se asocien a El. Los humildes serán los primeros que se asociarán a su alabanza, porque serán los primeros en reconocer la mano protectora de Yahvé en sus vidas de sufrimiento4. Humildes aquí no significa tanto los que practican la virtud de la humildad cuanto los “piadosos” o seguidores incondicionales de Yahvé por sus preceptos, y, como tales, muestran espíritu de obediencia y docilidad; son los yahvistas fervorosos, que por lo general eran de las clases sociales modestas5. Estos serían los que mejor entenderían los favores otorgados al salmista. Por ello les invita a magnificar a Yahvé, reconociendo su grandeza y celebrando su soberanía sobre todo 6. Tiene una experiencia personal de su protección, que le libró de sus terrores (v.5). Dios es la fuente de la luz y de la vida; de El procede la vida espiritual y la física, y, por tanto, la felicidad; por ello, el salmista invita a que los humildes, que saben valorar las íntimas alegrías de la amistad divina, se dirijan hacia El, pues serán iluminados, en cuanto que sus rostros volverán radiantes de alegría y de optimismo ante la vida, porque saben que tienen a Dios a su lado (v.6). Nunca serán confundidos o avergonzados de haber confiado en Yahvé, pues en la hora difícil les tenderá la mano. El salmista habla por propia experiencia, pues Yahvé le salvó de todas sus angustias (v.7). En realidad, el pobre afligido, temeroso de Dios, no se halla solo y desamparado, pues en torno suyo acampa el ángel de Yahvé para protegerle y salvarle7.
Consciente de esta seguridad que proporciona la amistad divina, porque pone a disposición de los suyos sus ejércitos angélicos, el salmista invita a gustar de la bondad divina, que se manifiesta a los que le temen 8. Por ello proclama bienaventurado al que se acoge a su protección (v.6b). Los que se precian de ser santos o consagrados a Dios en su vida de entrega a la Ley, deben temer a Yahvé, ya que El retribuye con largueza, sin que nada les falte, a los que le temen. La denominación de santo se aplica en el A.T. a Israel como nación 9, y a los ciudadanos de la comunidad teocrática en los vaticinios de Daniel 10. Aquí el salmista piensa que los israelitas, por pertenecer a una nación santa – como pueblo y heredad de Dios – deben ser santos, en el sentido de incontaminados con los impuros, que viven moralmente apartados de Yahvé. En realidad, la fidelidad a los mandatos divinos es compensada por la largueza divina; al contrario, los ricos, que forman su fortuna sin preocuparse de la Ley divina, al final pasarán hambre. El salmista piensa siempre en la manifestación retributiva de la justicia divina en esta vida, pues no tiene luces sobre la vida del justo en el más allá.

Invitación a seguir el camino de la virtud (12-23).
12 Lamed. Venid, hijos, y oídme, y os enseñaré el temor de Yahvé. 13 Mem. ¿Quién es el hombre que ama la vida y desea ver días felices? 14 Nun. Preserva del mal tu lengua, tus labios de palabras mentirosas. 15 Sámec. Aléjate del mal y haz el bien, busca y persigue la paz. 16 Ayin. Los ojos de Yahvé están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus clamores. 17 Pe. La faz de Yahvé contra los que hacen el mal, para borrar de la tierra su memoria. 18 Sade. Clamaron (los justos), y Yahvé los oyó y los libró de todas sus angustias. 19 Qpf. Yahvé está próximo a los contritos de corazón y salva a los de espíritu abatido. 20 Resh. Muchas son las calamidades del justo, pero de todas ellas le libra Yahvé. 21 Shin. Toma a su cuidado todos sus huesos, y ni uno solo de ellos será roto. 22 Tau. La malicia matará al impío, y los que aborrecen al justo expiarán. 23 Yahvé redime el alma de sus siervos, y no expiarán cuantos a El se acogen.

Este fragmento tiene un carácter marcadamente sapiencial y es muy similar al del libro de los Proverbios n. Los “sabios,” o rabís, suelen utilizar el título de hijo para designar al discípulo aventajado 12; para ellos, el temor de Dios es la base de toda buena orientación en la vida y el núcleo doctrinal de la enseñanza sapiencial13. Así, el salmista-sabio invita a sus oyentes a que se plieguen a sus enseñanzas, centradas en torno al temor de Yahvé 14, que es el quicio de la vida moral, pues incluye el sometimiento a sus misteriosos designios en la vida, plasmados en los mandatos de la Ley. El que desee ver días felices y gozar de la vida en sentido verdadero, debe organizar su existencia conforme a las exigencias de la voluntad divina, ya que así se asegura la protección del Omnipotente, que puede otorgar larga y dichosa vida 15. Siempre el salmista se mueve en la perspectiva de la retribución terrena. Sobre todo para ser grato a Dios hay que evitar el mal, y en primer lugar debe abstenerse el hombre de sembrar calumnias y engaños (v.14). Es un tema muy socorrido en la literatura gnómica sapiencial16. El que sigue el camino del bien, consigue la paz consigo mismo, con el prójimo y con Dios. El salmista invita a llegar a este estado de felicidad en la vida: busca y persigue la paz 17.
La felicidad proviene realmente de la práctica del bien, porque entonces se logra vivir bajo la protección omnipotente divina, pues los ojos de Yahvé están sobre los justos 18; en cambio, su faz está contra los que obran el mal. Aquí faz es sinónimo de manifestación airada y justiciera 19. Así, en Exo 14:24 se dice: “Miró Yahvé desde la nube de fuego al ejército egipcio y lo conturbó.” La simple mirada del Señor basta para aniquilar a los malvados, borrando de la tierra su memoria, es decir, su nombre y el de sus descendientes, que pudieran recordarlo ante la sociedad 20. La justicia divina sorprende a los impíos, enviándoles una muerte prematura, mientras que a la generación de los justos la perpetúa a través de la historia, colmándola de bendiciones. Yahvé no se desentiende de la situación angustiosa de los que le son fieles; por eso, cuando los justos claman por su ayuda, les atiende, librándoles de sus aflicciones. Ellos siempre se hallan en disposición de contritos de corazón 21, arrepentidos de sus faltas y afligidos por los sufrimientos íntimos, pues aspiran a la íntima amistad con su Dios22.
Yahvé está siempre próximo a los de espíritu abatido, ya sea por la compunción o por la angustiosa necesidad. En esos momentos, Yahvé se manifiesta como único Salvador. En realidad, la vida del justo está amasada de calamidades, pues es víctima de los que sin conciencia organizan su vida en la sociedad; pero esos sufrimientos tienen un límite, pues al fin Yahvé siempre los salva. En su providencia tiene cuenta de todos los huesos del justo, para que ninguno sea roto. Aquí parece que alude a las torturas morales, simbolizadas en la rotura de huesos; pero la frase tiene también aplicación a los casos en que el justo se halla postrado en el lecho del dolor 23. En realidad, las calamidades que sufre el justo son pasajeras, pues al fin siempre lo salva Yahvé, mientras que el impío – por estar abandonado de Dios y ser blanco de su faz airada y justiciera – sufrirá el castigo de su malicia, que le matará, pues, tarde o temprano, la mano punitiva de Dios le alcanzará; con ello, los que aborrecen al justo terminarán por expiar su pésima conducta.
El y.23 está fuera de la serie alfabética; por eso puede considerarse como adición litúrgica; y, como en el caso del Sal 25:22, empieza por Pe. Los judíos no querían que los textos litúrgicos terminaran con amenazas, y por eso, el compilador litúrgico añade este pensamiento esperanzador: los justos siempre serán redimidos por la mano poderosa de Yahvé cuando se hallan en situaciones difíciles y comprometidas, y no tendrán que expiar – como los impíos – con castigos divinos.

1 En realidad, el rey del que huyó David es Aquis de Gat, rey filisteo (cf. Sam 21,iis); el nombre de Abimelec, pues, es erróneo, y, sin duda, hay confusión con el rey de Guerar, Abimelec, de la historia patriarcal (cf. Gen 20,as). – 2 Cf. E. Pcdechard, O.C., I p.ISS. – 3 Así siguiendo a los LXX y Vg: “divites,” que leyeron kabbirim (poderosos) en vez de Rejinm (leoncillos) del TM. – 4 Cf. Sal 5:11; Sal 9:12. – 5 Véase A. Gelin, Les pauvres de Yahvé (París 1953) 133. – 6 Cf. Deu 32:3; Sal 30:1. – 7 Cf. Gen 32:2; 2Re 6:16s; Exo 23:205; Sal 35:5; Sal 91:11; Zac 9:8. – 8 Cf. Sal 27:13. – 9 Cf. Exo 19:6; Deu 7:6; Deu 14:2.21; Deu 26:19. – 10 Cf. Dan 7:22. – 11 Cf. Pro 1:7; Pro 5:7; Pro 8:32; Pro 9:10. – 12 Cf. Pro 4:1. – 13 Cf. Sal 8:13; Sal 9:10; Isa 1:2. – 14 Cf. Pro 1:5; Pro 2:5. – 15 Cf. Sal 14:27; Sal 19:23; Sal 22:4; Pro 3:2; Sal 10:27. – 16 Cf. Pro 4:24; Pro 13:3.5; Pro 21:23; Eco 28:13-15; Pro 16:17; Job 28:28. – 17 Cf. Pro 21:21; Isa 51:1; Rom 14:19; Heb 12:14. – 18 Cf. Sal 23:18. – 19 Cf. Sal 9:3; Num 6:25. – 20 Cf. Sal 33:18; Eco 15:19; Sal 9:5.6; Job 18:17. – 21 Cf. Sal 147:3; Isa 61:1; Jer 33:9; Isa 57:15; Sal 51:19. – 22 Cf. Sal-Sal 51:19. – 23 Cf. Sal 31:11; Sal 42:11; Sal 51:8; Isa 38:13; Miq 3:3; Jua 19:36.

Fuente: Biblia Comentada

Esta es una de las mayores invitaciones en los salmos a todo el pueblo a que se una en la alabanza.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

:Título La ocasión histórica a la que alude este encabezamiento se encuentra en 1Sa 21:10-15. Sin embargo, no hay nada evidente en el contexto del Sal 34:1-22 que establezca una conexión tan específica. Abimelec, como Faraón, era una designación dinástica, no un nombre propio.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Este salmo acróstico es muy parecido al Sal 25:1-22, no solo en cuanto a forma, sino también en cuanto a sus temas principales (p. ej. el énfasis en la redención que lleva a cada salmo a su fin en Sal 25:22 y Sal 34:22). Por todos ellos se encuentran aplicaciones individuales y colectivas de la liberación dada por el Señor. Este salmo se despliega con una forma de alabanza seguida por otra didáctica.

I. Testimonio personal (Sal 34:1-10)

II. Enseñanza personal (Sal 34:11-22)

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Salmo 34 (33): Salmo individual de acción de gracias con motivos de alabanza que incluye una reflexión didáctico-sapiencial de contenido ético y religioso (Sal 34:11-21). Formalmente se emplea el recurso del acróstico alfabético. Ver notas introductorias a Sal 25:1-22 y Sal 119:1-176.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

1Sa 21:10-14.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Sal 16:7; Sal 145:1.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Salmo 34. Un Abc Para la Crisis

El título ubica al Salmo en 1 Sam. 21:10-15. Huyendo de Saúl, David buscó refugio con el rey filisteo de Gat, llamado por su nombre personal, Aquis, pero en este Salmo por el título de los reyes filisteos, Abimelec (Gén. 20:2; 21:22; 26:8). Pero pronto su seguridad se convirtió en detención (1 Sam. 21:13, “cuando estaba con ellos”, en sus manos) porque habían reconocido a David y sabían qué rehén tan valioso tenían. Pretendiendo demencia, David consiguió su libertad y escapó. En consecuencia, si el relato de Samuel fuera lo único que tuviéramos, diríamos que superó la crisis con su astucia. Pero, al reflexionar, David comprendió que no había sido así: el secreto de que recobrara su libertad era que busqué al Señor (4). Este pobre clamó (6). No fue su ingenio lo que le abrió las puertas, sino que él me libró (4) … lo libró (6).

El Salmo es un acróstico alfabético quebrado (ver artículo “La poesía en la Biblia”): una letra no se usa y otra es usada dos veces. Las dificultades de la vida no pueden ser completamente catalogadas, no vemos todo el patrón. Pero hasta donde se puede contar toda la historia, aquí tenemos un ABC para los momentos de crisis.
Salmo consta de dos partes: vv. 1-10, las lecciones de la experiencia, principalmente el testimonio del propio David con sus debidas conclusiones; vv. 11-22, la enseñanza de la verdad, cómo encarar la vida y enfrentar las crisis.

1, 2 Dedicación a una alabanza sin fin. En todo tiempo -aun en las garras de Abimelec- la reacción valedera es (no la astucia) ensalzar (Bendeciré) al Señor, o sea, reconocer las glorias que lo caracterizan como quien él es, dedicarnos a su alabanza, nuestra alma se gloriará: “empeñarse en la alabanza del” Señor. Este es el mensaje para los mansos (afligidos), los que están en el punto más bajo de la vida.

3-6 Testimonio compartido de la gloria de Dios. La oración fue contestada con liberación total (4); y esto no es sólo en el caso de David, porque los que a él miran encontrarán iluminación interior (5); nunca serán avergonzados, o sea, nunca se desilusionan como resultado de esperar en el Señor. Ni se debe esta experiencia al hecho de que David fuera especial, porque fue como un pobre, él mismo estando en el punto más bajo de la vida, que clamó y Dios le escuchó (6).

7-10 Lecciones aprendidas. El testimonio de una persona es valioso únicamente si descansa en las verdades inmutables acerca de Dios. ¿Entonces cómo fue que David pudo gozar de tales experiencias? Porque el ángel de Jehovah es el agente siempre presente, listo para socorrer (7). Al aparecerle a Agar, el ángel de Jehovah habló del Señor (Gén. 16:11) y a la vez era el Señor (Gén. 16:13; cf. Exo. 3:2, 4; 14:19, 24; 23:20, 21; Jue. 6:21, 22; 13:21, 22). El ángel se asocia particularmente con las ocasiones cuando Jehovah quiere mostrarse a su pueblo escogido y es una de las indicaciones del AT de la diversidad dentro de la unidad de la divinidad. De esta manera, el testimonio puede ser el testimonio de cualquiera porque el ángel acampa (vive en una casa rodante para poder desplazarse con el pueblo de Dios en su peregrinaje terrenal) con todos los que le temen. Por lo tanto, todos están invitados: Probad y ved, refugiarse en él (8) y encontrar que es suficiente (9, 10).

11-14 El secreto de una vida buena. Os enseñaré establece el tono del resto del Salmo. Aquí se encuentran las lecciones que David quiere compartir. Primera, la clave inaudita para vivir una vida buena: guarda tu lengua (13) y establece y guarda objetivos morales negativos y positivos (14). En la corte de Aquis, David había conseguido su libertad con una mentira y comprometiendo su integridad, pero una vida vivida en el temor del Señor respeta su verdad y honra sus valores.

15-18 El secreto de cómo encarar dificultades. El comienzo de cualquier dificultad debe marcar el comienzo de la oración y la oración del justo convoca al Dios de la liberación a socorrernos (17). Dado que los justos se presentan aquí en contraste con los que hacen el mal la descripción cubre tanto una relación correcta con Dios como el compromiso a una vida de rectitud, por lo tanto (a) en el contexto de rectitud, la oración es eficaz: (15, clamor) concretamente el “clamor pidiendo ayuda”; Clamaron (17), alarmados, con urgencia; pero (b) el Señor automáticamente identifica a los que se sienten vencidos por los sufrimientos de la vida (18). Cercano, una relación de “pariente cercano”, no sólo estar por allí cerca sino activamente haciendo suyas nuestras adversidades (Lev. 21:23; Rut 2:20; 3:12).

19-22 El secreto de la liberación. Estos versículos pueden considerarse como un comentario sobre la relación de “pariente cercano”. Realísticamente, se nota un reconocimiento de que ser justos (andar bien con Dios y comprometidos a una vida recta, 19) no garantiza una vida libre de dificultades (Muchos … males); pero, estando cerca de nosotros, el Señor librará (19), nos guarda (20), se pone de nuestro lado en contra de nuestros adversarios (21), paga el precio que sea para suplir nuestras necesidades (redimirá, 22a; 31:5) y se ofrece como un refugio con el cual podemos contar (22a).

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

34.1ss Dios promete grandes bendiciones a su pueblo, pero muchas de estas requieren nuestra participación activa. Nos librará del temor (34.4), nos librará de las angustias (34.6), nos defenderá (34.7), nos mostrará que es bueno (34.8), suplirá nuestras necesidades (34.9), nos escuchará cuando le hablemos (34.15) y nos redimirá (34.22), pero nosotros debemos hacer nuestra parte. Podemos apropiarnos de sus bendiciones cuando lo buscamos (34.4, 10), clamamos a El (34.6, 17), confiamos en El (34.8), le tememos (34.7, 9), cuidamos nuestra lengua y no engañamos (34.13), nos apartamos del mal, hacemos lo bueno y buscamos la paz (34.14), somos humildes (34.18) y le servimos (34.22).34.8 «Gustad y ved» no significa «revisen las credenciales de Dios», sino que es una cálida invitación: «Prueben esto, sé que les gustará». Cuando damos ese primer paso de obediencia al seguir a Dios, no podemos menos que descubrir que es bueno y bondadoso. Comenzamos la vida cristiana con una mala comprensión de Dios y de la vida recta. A medida que confiamos cada día en El, experimentamos cuán bueno es el Señor.34.9 Usted dice pertenecer al Señor pero, ¿le teme? Temer a Dios significa mostrarle un profundo respeto y honrarle. La verdadera reverencia no es el respeto fingido; es una actitud humilde acompañada de una adoración genuina. La verdadera reverencia fue la que mostró Abraham (Gen 17:2-4), Moisés (Exo 3:5-6) y los israelitas (Exo 19:16-24). Sus reacciones ante la presencia de Dios variaron, pero todas demostraron profundo respeto.34.9, 10 Al principio, quizás cuestionemos la veracidad de esta declaración de David porque carecemos de muchas cosas buenas. Esta no es una promesa general de que todos los cristianos tendrán todo lo que quieran. Por el contrario, es la alabanza de David por la bondad de Dios: todos los que clamen a Dios en su necesidad recibirán respuesta, a veces de maneras sorprendentes.Recuerde, Dios sabe lo que necesitamos. Nuestras necesidades más profundas son espirituales. Si bien muchos cristianos se enfrentan a una pobreza insoportable y a numerosas penurias, se sienten fortalecidos por su rica comunión con el Señor. David dice que al tener a Dios, tenemos todo lo que necesitamos. Con Dios es suficiente.Si usted siente que no tiene todo lo que necesita, pregúntese: (1) ¿Es esto realmente una necesidad? (2) ¿Es esto realmente bueno para mí? (3) ¿Es este el mejor momento para tener lo que deseo? Aunque responda sí a las tres preguntas, Dios puede permitir que no lo tenga para ayudarlo a crecer más en su dependencia hacia El. Quizás quiera enseñarle que lo necesita a El más que a sus deseos inmediatos.34.11-14 La Biblia a menudo relaciona el temor a Dios (amor y reverencia a El) con la obediencia. «Teme a Dios, y guarda sus mandamientos» (Ecc 12:13). «El que no me ama, no guarda mis palabras» (Joh 14:24). David dijo que la persona que teme a Dios no miente, se arrepiente de sus pecados, hace lo bueno y busca la paz. La reverencia es mucho más que sentarse y guardar silencio en la iglesia. Involucra obedecer a Dios en nuestra forma de hablar y en la manera en que tratamos a otros.34.14 De alguna manera pensamos que la paz debe llegarnos sin ningún esfuerzo. Pero David explicó que debemos buscar y seguir la paz. Pablo repitió este pensamiento en Rom 12:18. Una persona que quiere paz no puede andar en altercados ni contenciones. Ya que las relaciones pacíficas surgen de nuestros esfuerzos por hacer la paz, trabaje duro para vivir cada día en paz con los demás.34.18, 19 A menudo deseamos poder escapar de los problemas: el dolor de la angustia, pérdida, tristeza y fracaso, e incluso las pequeñas frustraciones diarias que constantemente nos abaten. Dios promete estar «cercano[…] a los quebrantados de corazón», ser nuestra fuente de poder, valor y sabiduría para ayudarnos a pasar a través de los problemas. A veces decide librarnos de los mismos. Cuando los problemas lo golpeen, no se decepcione de Dios. Por el contrario, admita que necesita la ayuda de Dios y agradézcale por permanecer a su lado.34.20 Esta es una profecía acerca de la crucifixión de Cristo. Si bien la costumbre romana era quebrar las piernas de la víctima para acelerar su muerte, no rompieron ninguno de los huesos de Jesús (Joh 19:32-37). Aparte del significado profético, David suplicaba la protección de Dios en medio de la crisis.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

NOTAS

(1) Enc. En M este salmo está en orden alfabético, o acróstico, heb.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 1027 1Sa 21:13

b 1028 Hch 16:25; Efe 5:20

c 1029 Sal 44:8; Sal 71:8

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Salmo 34 En este himno de acción de gracias, David usa la alabanza para enseñar al pueblo acerca de la relación de la nación con el Dios del pacto. El Salmo incluye un canto de gratitud (vers. 1-10) e instrucción (vers. 11-22). El canto consiste de una invitación a los humildes a unirse en alabanza (vers. 1-3), un reporte de liberación (vers. 4-7) y una exhortación a los santos a temer al Señor (vers. 8-10). El reporte y la exhortación están conectados por la expresión « busqué/buscan al Señor» (vers. 4, 10). La instrucción acerca de temer al Señor comienza con la expectación divina para sus santos (vers. 11-14), seguida por una estrofa que declara las bendiciones del pacto que se derraman sobre el pueblo fiel (vers. 15-22). La intención didáctica del Salmo se enfatiza tanto en su contenido como en su estructura. El canto (vers. 1-10) e instrucción (vers. 11-22) son estrofas conectadas por las palabras oirán (vers. 2) y escuchadme (vers. 11), las cuales proceden de la misma raíz hebrea y por la admonición de temer al Señor en los vers. 9 y 11. Hay repeticiones verbales tales como la palabra bueno en los vers. 8, 10 y 12, las promesas de que Dios escucha al justo (vers. 6, 17) y lo libra (vers. 4, 17, 19). En Jn 19:33 y 36 se aplica el vers. 20 de este Salmo a la crucifixión de Jesús.

Fuente: La Biblia de las Américas

En este salmo de acción de gracias (un acróstico igual que el Sal 25:1-22), David hace un llamado a la congregación a alabar a Jehová por librarlo y por Su bondad hacia Su pueblo (vv. Sal 34:1-10) y luego instruye al pueblo tocante al camino de justicia que conduce a una larga vida (vv. Sal 34:11-22). David mudó su semblante (en la inscripción) delante de Aquis (1Sa 21:10-15), a quien se le identifica aquí por su título dinástico de Abimelec (véase nota en Gén 26:1).

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

* O, cambió su comportamiento

** Posiblemente, un título del rey Aquis de Gat. Véase 1Sa 21:10-15

Fuente: La Biblia de las Américas

SALMO 34 (33)[1] 1 Sam 21.

Fuente: Notas Torres Amat