Comentario de Salmos 37:7 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Calla delante de Jehovah, y espera en él. No te alteres con motivo de los que prosperan en su camino, por el hombre que hace maldades.

Guarda silencio, o confía callado. Sal 62:1; Jos 10:12; Jon 1:11.

espera en él. Sal 27:14; Sal 40:1; Pro 20:22; Isa 8:17; Isa 30:15; Lam 3:25, Lam 3:26; Hab 2:3; Gál 6:9; Heb 10:36, Heb 10:37; Stg 5:7-11.

No te alteres. Sal 50:8; Sal 73:3-14; Jer 12:1.

por el hombre que hace maldades. Job 21:7-34; Ecl 5:8; Isa 10:13, Isa 10:14; Dan 11:36; Apo 13:3-10.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Guarda … espera en él: Estas órdenes vuelven a enfatizar el punto principal del salmo, «no te impacientes» (v. Sal 37:1). Este no es un llamado a quedarse inactivo, sino a depender activamente en el Dios vivo. El salmo nos da el mandamiento de dejar de preocuparnos.

 PARA VIVIRLO

Reacción ante el sufrimiento

David veía a su familia destrozada por las decisiones que él había tomado (Sal 38:11-12); mientras, en su cuerpo la enfermedad había hecho estragos, posiblemente por una aguda enfermedad de la piel (Sal 38:3, Sal 38:5, Sal 38:7). Sin importar lo serio que puedan haber sido sus problemas físicos, se veían eclipsados por el dolor de su turbado corazón (Sal 38:8, Sal 38:10). Peor aún, era incapaz de comunicar sus verdaderos pensamientos y sentimientos (Sal 38:13-14).

¿Han creado el pecado y sus consecuencias un distanciamiento entre los miembros de su familia? ¿Ha sido alguien abandonado al sufrimiento a causa del enojo o desaprobación de los demás? El Sal 38:1-22 ofrece varias oportunidades de salvar la situación.

Primero, el salmista que clama su voluntad de confesar su propio pecado e insensatez (Sal 38:3-5). Esto es crucial en los casos cuando la enfermedad o sufrimiento de alguien es el resultado del pecado. Hay que reconocer, confesar y arrepentirse de ese pecado (cf., Stg 5:13-16).

Pero el salmo ofrece esperanza en la certeza de que Dios ve y escucha, aun si los miembros de la familia no pueden o no quieren (Sal 38:15). Esta esperanza en el Señor está disponible no solo para el que sufre, sino también para las personas inocentes., como padres, esposas o hijos. Al confiar en la bondad de Dios, se pueden ver a sí mismos no ya como víctimas, sino como vencedores.

Finalmente, el Sal 38:1-22 nos incita a todos nosotros a no abandonar a ninguna persona a pecado o enfermedad que tienen que sufrir en silencio. Este salmo puede expresar la difícil situación de David, pero también nos recuerda las dificultades de todos los que alguna vez han caído por su propia insensatez. Antes de distanciarse de alguien con la actitud de «tú te los buscaste; ahora sopórtalo», nos podemos acercar con comprensión y compasión. El Sal 38:1-22 nos puede ayudar a responder el ruego de un pecador solitario: «Acuérdate de mi».

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

ESPERA EN ÉL. Este salmo revela cómo deben reaccionar los justos cuando prosperan los impíos a pesar de su maldad y de su conducta inmoral. Ellos deben perseverar constantemente en la fe mientras esperan que Dios haga justicia y los vindique (cf. v. Sal 37:1; Sal 73:1-28; Pro 3:31; Pro 23:17; Pro 24:1; Jer 12:1-17). La paciencia mientras se padece aflicción o sufrimiento es posible con la ayuda del Espíritu Santo (Gál 5:22; Rom 8:3-4; cf. Efe 4:1-2; Col 1:11; Col 3:12), quien les asegura a los creyentes que dentro de poco Dios los recompensará a ellos y castigará a los malos (cf. Rom 8:28; Heb 12:1-2, Heb 12:5-13).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Vuelve el mensaje de «¡Relájate!» «¡No reacciones!» (cp. v. Sal 37:1).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Sal 62:5.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

n 1176 Sal 62:1; Lam 3:26

ñ 1177 Sal 27:14

o 1178 Job 21:7; Sal 73:3; Jer 12:1

p 1179 Pro 19:21; Isa 10:13

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

O, Aguarda en silencio ante

Fuente: La Biblia de las Américas