Comentario de Salmos 40:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
(Al músico principal. Salmo de David) Pacientemente esperé a Jehovah, y él se inclinó a mí y oyó mi clamor.
Año 1034 a.C. (Título) Se cree que este salmo fue compuesto por David al mismo tiempo, y en la misma ocasión, de los dos anteriores; con esta diferencia, que aquí él magnifica a Dios por haber obtenido la misericordia que buscaba. También contine una importante profecía de la encarnación y sacrificio de Jesucristo.
Pacientemente esperé a Jehová. Sal 27:13, Sal 27:14; Sal 37:7; Stg 5:7-11.
y se inclinó a mí. Sal 116:2; Sal 130:2; Dan 9:18.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El beneficio de la confianza en Dios, Sal 40:1-5.
La obediencia es el mejor sacrificio, Sal 40:6-10.
El sentir de David, Sal 40:11-17.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
es un salmo de alabanza declarativa que cambia a un salmo de lamentación. Este salmo es un notable ejemplo de como los problemas y dificultades forzaban a David a depender continuamente en el Señor. La estructura del salmo es la siguiente:
(1) un informe de liberación (vv. Sal 40:1-3);
(2) instrucción al pueblo a dedicar su vida al Señor (vv. Sal 40:4, Sal 40:5);
(3) una confesión sobre adoración (vv. Sal 40:6-8);
(4) un informe a Dios sobre el cumplimiento del voto de alabanza (vv. Sal 40:9, Sal 40:10);
(5) un renovado lamento (vv. Sal 40:13-15);
(6) alabanza continua en medio de la tribulación (vv. Sal 40:16, Sal 40:17).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
El hebreo traducido como pacientemente esperé dice literalmente esperando esperé. El énfasis de esta frase no está realmente en la paciencia, sino en el hecho que David solamente esperaba en el Señor. El verbo «esperar» expresa una total confianza o fe en el Señor (Sal 130:5). David sabe que la salvación sólo viene del Todopoderoso (Sal 3:8). Las palabras se inclinó ante mi presentan la imagen del Creador del universo, el Rey de los cielos, agachándose desde su trono para salvar al indefenso.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Salmo 40 (Vg 41): Acción de Gracias por el Auxilio Recibido.
E ste salmo es doble: a) acción de gracias individual (2-12); b) súplica de auxilio (14-18). Esta segunda parte es igual al salmo 70. El v. 13 parece ser la soldadura artificial de ambas secciones, introducida por el redactor o compilador de la composición actual. La primera parte, de acción de gracias, supone la liberación de un peligro de muerte gracias a la intervención providencial de Dios (v.2-5), y, en consecuencia, el salmista entona un himno eucarístico, invitando a los oyentes a adherirse a Yahvé, que protege a sus fieles, y recordando los favores que otorga a los suyos (v.4-6). Más que ofrecer sacrificios de acción de gracias, Yahvé prefiere que se publiquen sus bendiciones y se acate su voluntad (v.7-11).
Los críticos suelen destacar la superioridad y originalidad literaria de las expresiones de la primera parte, mientras insisten en que la segunda parte está tejida a base de frases e ideas corrientes tomadas de otros salmos. La unión de ambas secciones, caracterizadas, respectivamente, según expresión de Delitzsch, por el tono del Magníficat y De profundis, debe tener su origen en las exigencias litúrgicas. Abundan los paralelismos sintéticos y no faltan los sinónimos.
La fecha de composición no es fácilmente determinable. Como es ley en esta primera serie del Salterio, el título atribuye el salmo al propio David, y en ese supuesto se buscan las circunstancias de la vida del Profeta Rey, que pudieran dar pie a esta composición salmódica; y así se barajan los días azarosos en que era perseguido por Saúl por el desierto de Judá, y los otros no menos angustiosos de la rebelión de Absalón1. No obstante, los críticos modernos, por razones estilísticas, prefieren rebajar la composición del salmo a tiempos postexílicos 2.
La liberación de un peligro de muerte (1-3).
1 Al maestro del coro. Salmo de David. 2 Confiadamente esperé en Yahvé, y El se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. 3 Y me sacó de una horrible hoya, de fangosa charca. Y afirmó mis pies sobre roca y afianzó mis pasos.
El salmista alude a una situación de peligro para su vida, sin determinar si se trata de una enfermedad grave o un accidente mortal. Por otra parte, no alude, como en otros salmos, a amenazas de muerte de parte de sus enemigos. Yahvé acudió a su súplica cuando se hallaba al borde del abismo. Se consideraba ya en el sepulcro u horrible hoya3, que describe como charca fangosa o cisterna en la que se echaba a los prisioneros4. La situación parecía desesperada, pero intervino la mano protectora de Yahvé, y al punto su vida se cambió, y del peligro pasó a la máxima seguridad, pues Yahvé afirmó sus pies sobre roca, afianzando sus pasos. El símil es corriente en la literatura salmódica5, y refleja bien la situación del náufrago que, después de nadar, encuentra la salvadora e inconmovible roca 6, o el perseguido por los enemigos que al fin llega a una prominencia rocosa, desde donde los domina como desde ciudadela inaccesible 7. El salmista se siente seguro, y sus pies no vacilan en el suelo fangoso, sino que sus pasos se afianzan, caminando por superficie firme como las rocas.
Himno de acción de gracias (4-6).
4 Puso en mi boca un cántico nuevo, una alabanza a nuestro Dios. Que lo vean muchos y teman y confíen en Yahvé. 5 Bienaventurado el varón que en Yahvé puso su confianza y no se vuelve a los soberbios ni mentirosos apóstatas. 6 Tú, ¡oh Yahvé! Dios mío, has multiplicado tus maravillas y tus designios en favor nuestro. Nadie hay semejante a ti. Yo quisiera anunciarlas, hablar de ellas, pero sobrepasan todo número.
La liberación súbita del peligro de muerte por obra de Yahvé hace que se vea forzado a entonar un cántico de alabanza en su honor. En su entusiasmo quiere que se asocien a su desahogo lírico los que le rodean, los cuales se han de ver sobrecogidos de temor reverencial ante el que obra tales prodigios; y también los invita a confiar en El. El salmista tiene siempre un sentido comunitario de solidaridad de los que pertenecen al pueblo de Yahvé, y anhela el reconocimiento por parte de todos de sus beneficios a favor de uno de ellos, en este caso el propio salmista 8. Por eso habla en plural: nuestro Dios. El caso suyo es uno de tantos en que se refleja la particular providencia que Yahvé tiene de los que a El se confían 9. Por eso considera bienaventurado al que tiene confianza ciega en Dios, apartándose de lo que dicen los apóstatas o ateos prácticos, que no admiten la providencia divina en la vida de los hombres y, en su soberbia, se permiten afirmar mentirosamente que sólo su poder basta para gobernarse en la vida l1.
El salmista – frente a esta actitud de autosuficiencia y de orgullo – declara que muchas veces ha sido testigo de las maravillas y prodigios que reflejan los designios salvadores y benevolentes de Yahvé hacia los suyos 11. Son tantas que no es posible anunciarlas todas 12.
Yahvé se agrada más en la obediencia que en los sacrificios (7-11).
7 No te complaces tú en el sacrificio y la ofrenda; me has dado oído abierto 13; no pides ni holocausto ni sacrificio expiatorio 14. 8 Entonces dije: “¡He aquí que vengo!” En el rollo del libro me está prescrito 15 9 hacer tu complacencia; Dios mío, (ello) me es grato, y tu Ley está en medio de mis entrañas. 10 He proclamado la justicia en la gran asamblea, he aquí que no he cerrado mis labios; Yahvé, tú lo sabes. 11 No he tenido encerrada tu justicia en mi corazón, he anunciado tu fidelidad y tu salvación; no he ocultado tu piedad y tu fidelidad a la numerosa asamblea.
Al expresar la acción de gracias, normalmente el fiel israelita ofrecía sacrificios específicos en reconocimiento al favor recibido de Yahvé 16. El sacrificio característico de acción de gracias se componía de un sacrificio “pacífico y una oblación” 17. El salmista en este caso los considera innecesarios, pues cree que Dios exige ante todo obediencia y conformidad a su Ley 18. Bajo este aspecto no hace sino hacerse eco de la predicación de los grandes profetas: “Cuando saqué de Egipto a vuestros padres, no fue de holocaustos y de sacrificios de lo que les hablé ni lo que les mandé, sino que les ordené: oíd mi voz y seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo…”19. Es el comentario a la famosa frase de Samuel: “¿No quiere mejor Yahvé la obediencia a los mandatos que no los holocaustos y las víctimas? Mejor es la obediencia que las víctimas.” 20 Los sacrificios y ofrendas materiales poco valen si no van acompañadas de la entrega íntima del corazón del oferente a los preceptos, que sdrí la expresión de la voluntad divina. Es lo que enfáticamente declara el pirofeta Oseas: “Prefiero la misericordia al sacrificio, y el conocimiento de Dios al holocausto.” 21 El salmista acepta esta doctrina y declara que Yahvé le ha sugerido lo mejor, dándole oído abierto, es decir, docilidad a sus preceptos – expresión de su voluntad -, lo que prefiere a los holocaustos y sacrificios expiatorios, que pueden ofrecerse sin compunción de corazón y sin ánimo de seguir su Ley 22.
Conforme a esta exigencia de Yahvé, el salmista se ofrece para secundar sus indicaciones: ¡Heme aquí que vengo! (v.8). Con toda generosidad se ofrece, como en otro tiempo al pequeño Samuel 23, para seguir sus preceptos tal como está escrito en el rollo del libro de la Ley 24; está totalmente a su disposición para hacer su complacencia. San Pablo aplica estas palabras a Cristo, Sacerdote y Mediador por los seres humanos, citándolas según la versión de los LXX: “Por lo cual, entrando en este mundo, dice: No quisiste sacrificios y oblaciones, pero me has preparado un cuerpo (el TM del salmo: “me has perforado los oídos”). Los holocaustos y sacrificios por el pecado no los recibiste. Entonces yo dije: Heme aquí que vengo – en el volumen del libro está escrito de mi (TM: “me está prescrito”) – para hacer, ¡oh Dios! tu voluntad.” 25 Es uno de tantos textos acomodaticios traídos en la argumentación de la Epístola a los Hebreos según la versión de los LXX. La fuerza argumentativa es válida para los lectores que admitían la versión de los LXX como auténtica.
El salmista declara su plena adhesión a la voluntad divina al decir que lleva la Ley escrita en lo más profundo de sus entrañas. Es el cumplimiento del mandamiento deuteronómico: “Llevarás muy dentro de tu corazón todos estos mandamientos que yo hoy te doy.” 26 Jeremías habla de una nueva alianza escrita en los corazones 27. El salmista no sólo se acomoda a los preceptos divinos, sino que proclama públicamente en la asamblea solemne la justicia y fidelidad de Yahvé a sus promesas, mostrada en su milagrosa salvación del peligro de muerte. Con ello ha probado que no abandona a los suyos. En su acción de gracias tiene más importancia el reconocimiento de los favores recibidos de Yahvé que los sacrificios y ofrendas suntuosos de los que otros hacían ostentación. En su vida se ha manifestado su justicia, piedad y fidelidad, atributos todos al servicio de su providencia excepcional para con los que le son fieles28.
Súplica de salvación (12-18).
12 No apartes de mí, ¡oh Yahvé! tu misericordia; i tu piedad y tu fidelidad me guardarán por siempre. 13 Porque me rodean males sin número, se me echan encima mis iniquidades, y no puedo levantar la vista 29. Superan en número a los cabellos de mi cabeza, y me falla el corazón. 14 Agrádate en librarme, ¡oh Yahvé; corre, ¡oh Yahvé! en mi ayuda. 15 Sean confundidos y avergonzados a una los que buscan mi vida para perderla. Vuelvan las espaldas, llenos de vergüenza, los que en mi mal se solazan. 16 Estremézcanse de ignominia los que me gritan: ¡Ea, ea! 17 Salten de gozo y alégrense en ti todos los que te buscan, digan siempre: “¡Ensalzado sea Yahvé!” Los que aman tu salvación. 18 Cuanto a mí, pobre y menesteroso, mi Señor cuidará de mí. Tú eres mi socorro y mi libertador. ¡Dios mío, no tardes!
En esta segunda parte del salmo se refleja la ansiedad del justo en peligro; por ello, las exigencias del contexto hacen suponer que nos hallamos ante otra situación diferente a la anterior, en la que se destacaba la acción de gracias por la liberación de un peligro de muerte. El salmista ahora pide auxilio en su difícil situación, y recuerda que siempre ha estado bajo el amparo de la misericordia, piedad y fidelidad de su Dios, que nunca abandona a los que le son fieles 30. Consciente y seguro de la protección divina en los momentos críticos, apela a El ahora en que se echan sobre él muchos males, que después concreta en la hostilidad sistemática de los que buscan quitarle la vida. En la sección anterior del salmo, el peligro del que había sido rescatado era una enfermedad mortal que le puso a la vera del sepulcro. Ahora, en cambio, le hostigan sus adversarios. También reconoce ahora humildemente que esta nueva situación de peligro es merecida, pues es consecuencia de sus iniquidades, que, como pesada carga, se le echan encima y le apesadumbran (v.13)3l. Agobiado por su culpabilidad, no se atreve a levantar la vista 32. Sus transgresiones son más numerosas que los cabellos de su cabeza, y esto le agobia en tal manera que hasta le falla el corazón 33. Consciente de la justicia divina, no le queda sino encomendarse a su misericordia. Y, lleno de optimismo por la confianza que tiene en la piedad de su Dios, se atreve animoso a implorar su liberación y ayuda 34.
Su liberación milagrosa servirá para confundir y avergonzar a los que tramen contra su vida 35. Se solazan maliciosamente en la situación angustiosa en que se halla el salmista, e impudentemente le grita: ¡Ea, ea! Es una expresión burlona y sarcástica, porque le consideran abandonado de Dios, en el que confiaba 36. Al contrario, la liberación del justo angustiado será ocasión de alegría general entre los que buscan a Dios, porque en ello han visto desplegado su omnímodo poder, del que procede toda salvación. En la liberación del justo perseguido, los fieles a Yahvé ven en ello una confirmación de su providencia sobre los que siguen su Ley, y, al mismo tiempo, la manifestación de su poder contra los pecadores.
El salmista termina haciendo un acto de confianza ciega en su Señor, y está seguro de que, aunque ahora se siente pobre y menesteroso, no está fuera de la órbita de la solícita providencia divina, pues en realidad Yahvé es su Libertador. Seguro de ello, suplica que no tarde en manifestar su poder salvador en su favor.
1 Así opinan Kirkpatrick, o.c., 208. – 2 Cf. E. Podechard, O.C., I 182. – 3 Cf. Sal 28:1; ‘Sal 88:5.6. – 4 Cf. Lam 3:53.55; Jer 38:6. – 5 Cf. Sal 17:5; Sal 18:37; Sal 37:31. <5 Cf. Sal 69:3. – 7 Cf. Sal 27:6; Sal 17:6; Sal 27:32. – 8 Cf. Isa 41:5; Isa 45:14; Sal 22.24S. – 9 Cf. Sal 34:91Sal 52:8; Jer 17:7 – 10 Cf. Jer 17:5; Sal 146:3. – 11 Cf. Sal 06:6. – 12 Cf. Sal 104:24; Sal 106:2; Eco 18:4. – 13 Lít. “has perforado mis orejas.” – 14 Lit. “sacrificio y pecado.” – 15 Los LXX: “está escrito a propósito de mí.” – 16 Cf. Lev 27, lis; Sal 27:6. – 17 Cf. Lev 7:12s. – 18 Cf. Deu 6:6; Jer 31:33; Sal 37:32. – 19 Cf. Jer 7:21-22. – 20 Sam 15:22. – 21 Ose 6:6. – 22 El salmista distingue bien los sacrificios cruentos y las ofrendas u oblaciones de sustancias vegetales, como harina, miel y aceite (cf. Lev 2:1s). – 23 Cf. Sam 3:4; 2Sa 19:20; Num 22:38. – 24 Cf. Jer 36:2; Est 2:9; Esd 6:2; Isa 34:4. – 25 Hcb 10.5-6. – 26 Deu 6:6. – 27 Cf. Jer 31:33- – 28 Cf. Sal 36:6-10; Sal 25:6. – 29 Lit.: “no puedo mirar.” – 30 Cf. Sal 138:8; Sal 89:5; Sal 89:98. – 31 Cf. Sal 38:5; Deu 28:15; Job 8:4; Pro 5:22. – 32 Cf. Sal 38:11; Sal 38:69l4. – 33 Cf. Sal 38:11. – 34 Sal 69:5; Sal 69:22 15 – 35 Cf. Sal 35:5.27; Sal 38:13. – 36 Cf. Sal 35:22.26.'
Fuente: Biblia Comentada
Salmo 40 (39): Salmo mixto que combina un canto de acción de gracias (Sal 40:1-10) con una súplica individual ante el pesar causado por las propias culpas y el acoso de los enemigos (Sal 40:11-16). Los versos Sal 40:13-16 se repiten de modo casi idéntico en el Sal 70:1-5 como plegaria independiente.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Salmo 40. El Esperar Pasado … Y Todavia Esperando
En los Sal. 38 y 39 David esperaba orando (38:15; 39:7) en medio de una crisis de pecado (38:3; 39:8) y de malicia pública (38:16; 39:8). Ahora la espera ha terminado (1-3); su confianza ha sido reivindicada (4, 5) seguida de un compromiso personal de hacer la voluntad de Dios (6-8); promete dar su testimonio en público (9, 10), pero su insuficiencia personal y necesidad de pronta ayuda divina permanecen (11-13). También hay necesidad de algún acto público de Dios reprendiendo (14, 15) y alegrando (16). Encarando este futuro, David otra vez asume una posición de espera: a pesar de lo que el Señor ha hecho en el pasado, existe una necesidad continua, urgente, de contar con su interés y su acción libradora (17).
1-3 (A1) Espera fructífera. Simplemente esperar (en esperanza y seguridad, 1) conduce a la liberación, seguridad, renovación personal y a un impacto público eficaz (2, 3). 1 Pacientemente esperé, más bien “únicamente esperé”. 2 Cenagoso, significando incertidumbre, quizá “ruidoso”, “desolado”. 3 Nuevo, “fresco”, respondiendo a misericordias “nuevas”. Muchos. Cómo reaccionamos a la vida constituye un portentoso testimonio y nada es más poderoso que mantener una sencilla actitud de fe que espera. Es algo que se nota (verán), genera reverencia hacia el Dios que responde a la fe (temerán) y atrae a otros a la fe (confiarán).
4, 5 (B1) La acción divina del pasado registrada. La bendición es un corolario de la fe debido a la abundancia de los hechos y planes del Señor. 4 Soberbios … falsedad. Dos reacciones prohibidas: respectivamente pretender ser competente y resolver un problema mintiendo. Maravillas, cosas que llevan sobre ellas la marca de lo sobrenatural, que señalan a un agente divino. Nadie comparable a ti, ¡nada se puede comparar contigo!
6-13 (C) La disposición de primordial importancia. Tres estrofas (6-8, 9 y 10, 11-13) están conectadas por referencias a la disposición interior: el corazón obediente (8), el corazón que testifica (10), el corazón que falla (12). Dichas maravillas de Dios (5) demandan una respuesta. No hay ritual que valga (6), sólo una dedicación seria a la voluntad de Dios (7, 8). Esto no puede dejarse como asunto de una piedad interior; debe ser un testimonio público (9, 10). Pero al abocarse a este pensamiento llega, sin querer, la pregunta: “¿Puedo ayudarte?” porque la vida todavía es amenazadora, el pecado todavía acecha y lo resuelto de su espíritu se va debilitando (12). Pero el v. 12 aparece entre el paréntesis que son los vv. 11, 13: las puertas permanecen abiertas a la oración.
6 Cf. 51:16, 17. No te agradan … no has pedido. A David le fue dada la capacidad de ver que una liberación tal (1-3) puede encararse únicamente con una respuesta personal absoluta. Abierto mis oídos, cf. Isa. 50:4 (verbo diferente), la creación de; una capacidad de recibir revelación divina. 7 Rollo. Algún decreto (2:7; cf. Deut. 17:14-20) o juramento (cf. 101) estableciendo la naturaleza del reinado davídico. En una solemne reafirmación David declara su compromiso a este ideal. En última instancia, sólo el Mesías puede asumir un compromiso así y Heb. 10:5-10 ve, con razón, tanto el dejar a un lado los sacrificios rituales y la aceptación de toda la obligación de la ley como algo que fue cumplido en el Señor Jesús. 9, 10 Expresan determinación ante el futuro, después de las afirmaciones de los vv. 6-8. De allí, He anunciado … No he detenido … No he encubierto … , etc. Las bendiciones que se derivan de la confianza (1-5) miran hacia adelante a una vida santa (6-8) y a una boca que se abre para testificar (9, 10). Pero éstas requieren la oración dependiente (11, 13) porque las debilidades personales (12) pueden muy pronto dar por tierra con todas nuestras obligaciones y promesas.
14-16 (B2) Búsqueda de futura acción divina. El Señor actuó a favor de David personalmente (4, 5); ahora anhela que la acción divina ponga en su lugar a la comunidad. La oposición humana (14, 15) podría arruinar todas sus buenas intenciones y los fieles que, en igual medida, han aguantado con David, necesitan, como él, disfrutar de nuevas misericordias. 14 Avergonzados … humillados, sinónimos de desencanto y vergüenza pública. Es tan correcto orar en contra (14) como a favor de (16). David nos da un modelo, pero tal oración requiere pureza de espíritu.
17 (A2) Esperando todavía. Sabiéndose sin fuerzas (pobre, agobiado por la vida, aplastado) y sin fuerza de voluntad (necesitado, influenciado fácilmente) David sabe, por más grandes que fueron las misericordias en el pasado, mientras la vida terrenal siga estamos siempre necesitados de misericordias nuevas en el cielo (cf. Heb. 7:25) y en la tierra.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
40.1-4 Esperar la ayuda de Dios no es fácil, sin embargo David recibió cuatro beneficios por hacerlo: (1) Dios lo sacó de la desesperación, (2) colocó sus pies sobre peña, (3) enderezó sus pasos, y (4) puso un cántico nuevo de alabanza en su boca. A menudo las bendiciones no pueden recibirse a menos que pasemos por la prueba de la espera.40.6 «Sacrificio y ofrenda no te agrada». Los rituales religiosos en los días de David incluían el sacrificio de animales en el tabernáculo. David dice que estos actos carecían de significado a menos que se hicieran por las debidas razones. En la actualidad, a menudo llevamos a cabo rituales como ir a la iglesia, tomar la comunión o diezmar. Estas actividades están vacías si nuestras razones para hacerlas son egoístas. Dios no quiere esos sacrificios y ofrendas sin una actitud de entrega a El. El profeta Samuel le dijo al rey Saúl: «El obedecer es mejor que los sacrificios» (1Sa 15:22). Asegúrese de obedecer y servir siempre a Dios que es lo que El desea.40.7, 8 «El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado». Jesús manifestó esta actitud de obediencia y servicio a Dios (Joh 4:34). En realidad vino como los profetas predijeron, proclamando las buenas nuevas de la justicia de Dios y su perdón por los pecados. Los versículos 6-8 también se citan en Heb 10:5-10 aplicándolos a Jesús.40.9, 10 David dijo que hablaría acerca de la fidelidad y salvación de Dios a quienes le rodeaban. Cuando sentimos el impacto de la justicia de Dios en nuestra vida, no podemos mantenerlo oculto, sino que queremos contarles a otros lo que Dios ha hecho por nosotros. Si la fidelidad de Dios ha cambiado su vida, no sea tímido. Es natural contarle a otros las buenas ofertas que encontramos en un negocio o recomendar un buen doctor, asimismo debemos actuar con naturalidad al proclamar lo que Dios ha hecho por nosotros.40.10 Cuando pensamos acerca de la fidelidad, nos viene a la mente un amigo o un cónyuge. Las personas que nos son fieles, nos aceptan y aman, aun cuando somos antipáticos. Las personas fieles cumplen sus promesas, sean estas de apoyo o promesas hechas en nuestros votos matrimoniales. La fidelidad de Dios es como la fidelidad humana, pero perfecta. Su amor es absoluto y sus promesas irrevocables. El nos ama a pesar de nuestra constante inclinación hacia el pecado. Cumple las promesas que nos hizo aun cuando rompamos las promesas que le hicimos a El.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
REFERENCIAS CRUZADAS
a 1325 Sal 27:14; Sal 37:7
b 1326 Sal 34:15; Sal 116:2
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Salmo 40 Es un Salmo de petición de liberación de sus enemigos. Su estructura recuerda los Salmos 9, 10, 27 y 89, en que la petición (vers. 11-17) sigue a un canto de acción de gracias (vers. 1-8). Los vers. 9-10 describen la gratitud pública de David al Señor en respuesta a una ocasión anterior de liberación (quizá en cumplimiento de algún voto) y forma una transición entre la petición y el cántico de gratitud. La frase he proclamado buenas nuevas (vers. 9) se refiere al cántico de gratitud (vers. 1-8). Este himno de gratitud incluye una afirmación de liberación (vers. 1, 2) y un canto de alabanza (vers. 3). El himno consiste en palabras de alabanza (vers. 4, 5) y del sacrificio que le acompaña (vers. 6-8). De manera inesperada, en lugar de ofrecer sacrificios de animales él se ofrece a sí mismo, y al hacerlo, tipifica el sacrificio de Cristo. La frase sacrificio y ofrenda (vers. 6) llega a ser profética del sacrificio de Cristo poniendo fin a todo el sistema ceremonial de sacrificios (cp. Heb 10:5-7). Al reconocer la ayuda de Dios en el pasado, el rey encuentra confianza en Dios en la crisis presente y su gratitud pública en el pasado sugiere que en el futuro él alabará a Dios por la bondad de su pacto con el elegido. Las palabras fidelidad y misericordia unen la transición (vers. 10) con el lamento (vers. 11). La petición (vers. 11-17) contiene petición de favor (vers. 11), un lamento por una situación que no puede resolver (vers. 12), ruego para ser librado (vers. 13), castigo de sus enemigos (vers. 14-15), expresión de alabanza (vers. 16) con una petición y lamento final (vers. 17), volviendo la petición otra vez al vers. 13.
Fuente: La Biblia de las Américas
esperé… Lit. Esperando esperé. Indica énfasis.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Lit. Esperando esperé. Indica énfasis.
Fuente: La Biblia Textual III Edición
SALMO 40 (39)[1] Sal 70 (69).[7] Se puede traducircuerpo en vez de oídos. Se aplica al Mesías como una oración del Hijo al Padre. Hebr 10, 5.[8] También al principio de la ley. Gen 3, 15.