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Comentario de Salmos 45:6 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Salmos 45:6 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; cetro de justicia es el cetro de tu reino.

Tu trono. Sal 89:29, Sal 89:36, Sal 89:37; Sal 93:2; Sal 145:13; Dan 2:44; Luc 1:32, Luc 1:33; Heb 1:8.

Oh Dios. Isa 9:6, Isa 9:7; Jer 23:5, Jer 23:6; Jua 1:1; 1Ti 3:16.

cetro de justicia. Sal 72:1-20; Jer 33:15, Jer 33:16; Apo 19:11.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Las palabras Tu trono indican la orientación mesiánica del salmo. Al rey se le llama Dios, sin embargo Dios es el Dios tuyo que lo ungió. Así estos versículos describen la interacción del Padre y del Hijo, porque ambos son llamados «Dios». El autor de Hebreos usa estos versículos para afirmar la divinidad de Jesús (Heb 1:8, Heb 1:9).

te ungió Dios: La unción aparta a una persona en particular para un servicio especial para Dios. En el tiempo del AT. los ungidos para un servicio especial prefiguraban al Ungido, que es a significación de Mesías y Cristo. Como símbolos apropiados para el servicio divino, los vestidos del sacerdote o del rey debían ser limpios y lujosos. El rey estaba rodeado por mujeres ilustres; su esposa, la reina era esplendorosa con vestiduras de oro. Este es un retrato del cielo, con Dios como rey y la Iglesia como su gloriosa esposa (Apo 19:1-10).

Ofir, posiblemente localizada en la costa oriental de África (2Cr 8:17, 2Cr 8:18), era conocido en el mundo del AT. como productor de oro fino.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

TU TRONO, OH DIOS, ES ETERNO Y PARA SIEMPRE. Estos dos versículos encuentran su cumplimiento definitivo en Jesucristo. El autor de Hebreos aplica estos versículos a la exaltación, eminencia, autoridad y carácter de Cristo (Heb 1:8).

(1) El dominio de Cristo será «por los siglos de los siglos» (Apo 1:6). Al Rey mesiánico se le llama «Dios» en el v. Sal 45:6 y se distingue de «el Dios tuyo» (i.e., el Padre) en el v. Sal 45:7. Esa distinción es compatible con la enseñanza neotestamentaria de que tanto Cristo como el Padre son plenamente Dios.

(2) En este salmo, se describe la característica más significativa de Cristo en términos de amor y aborrecimiento,

(a) Él ama la justicia, porque eso caracteriza a su reino. Como halla su alegría en hacer la voluntad de su Padre (Heb 10:7), Él ama profundamente la justicia en todas sus manifestaciones (cf. Efe 5:26; Heb 13:12).

(b) Tanto como ama la justicia, aborrece la maldad. Dio a conocer eso al morir en la cruz para aplastar el mal y salvar a su pueblo de sus pecados (Mat 1:21). Mientras estuvo en la tierra, se enfrentó a toda forma de pecado: una generación perversa (Mat 12:39), las fuerzas satánicas de maldad (Mar 1:34-39) y la hipocresía entre el pueblo de Dios (Mat 23:1-39). En los postreros tiempos volverá para establecer la justicia en la tierra (Apo 19:1-21; Apo 20:1-15; Apo 21:1-27; Apo 22:1-21).

(3) Por cuanto Jesucristo amó la justicia y aborreció la maldad, Dios lo ungió sobre todos los demás. Esa unción se refiere a la gloria, bienaventuranza y autoridad que le fue dada por Dios. El «óleo de alegría» se relaciona directamente con su unción del Espíritu Santo (véanse Mat 3:16-17; Gál 5:22-23; Heb 1:9, nota).

(4) De igual manera, sólo vendrá el abundante derramamiento del Espíritu Santo sobre el pueblo de Dios cuando ellos compartan el genuino y profundo amor de Cristo por la justicia. Además, el derecho a servir de guías espirituales del pueblo de Dios se basará en un amor como el de Cristo por la justicia y una persistente resistencia al mal (1Ti 3:1-7).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Tu trono, oh Dios. Por cuanto el rey-novio era seguramente un miembro de la dinastía davídica (p. ej. 2Sa 7:1-29), había una aplicación cercana e inmediata (cp. 1Cr 28:5; 1Cr 29:23). Por medio de la revelación progresiva (vea Heb 1:8-9), sabemos de la aplicación en último término a «uno mayor que Salomón» que es Dios, el Señor Jesucristo.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

— … es eterno: O bien, “Oh Dios, tu trono es eterno”. En este caso, al invocar a Dios, el salmista estaría designando al rey.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Heb 1:1-14; Heb 2:1-18; Heb 3:1-19; Heb 4:1-16; Heb 5:1-14; Heb 6:1-20; Heb 7:1-28; Heb 8:1-13.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) O: “Tu trono es de Dios; Tu trono de Dios es”.

REFERENCIAS CRUZADAS

o 1513 Sal 89:29; Sal 89:36

p 1514 Isa 11:4; Jer 33:15; Heb 1:8

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

El rey es denominado Dios en el v. Sal 45:6 y diferenciado de Dios en el v. Sal 45:7. El v. Sal 45:6 probablemente era una hipérbole (exageración extravagante) respecto al rey en cuestión (quizás Salomón), pero la consumación apunta a Cristo (Heb 1:8-9). Si los pronombres personales se escriben con mayúscula se refieren a Cristo; si se escriben con minúscula entonces la referencia es al rey histórico que contraía matrimonio en aquel tiempo.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie