Comentario de Salmos 54:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
(Al músico principal. Con Neguinot. Masquil de David, cuando fueron los de Zif y dijeron a Saúl: “¿Acaso no está David escondido entre nosotros?”) Oh Dios, sálvame por tu nombre y defiéndeme con tu poder.
Año 1061 a.C. (Título).
Los zifeos. 1Sa 23:19, 1Sa 23:20; 1Sa 26:1; Miq 7:5, Miq 7:6; Mat 10:21.
sálvame por tu nombre. Sal 20:1; Sal 48:10; Sal 79:9; Éxo 3:14, Éxo 3:15; Éxo 23:21; Éxo 34:5, Éxo 34:6; Pro 18:10; Isa 30:27; Mat 1:21, Mat 1:23; Hch 4:12.
y con tu poder defiéndeme. Sal 26:1; Sal 43:1, Sal 43:2; Sal 99:4; Pro 23:11; Jer 50:34.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
David, se queja de los zifeos, ora por salvación, Sal 54:1-3.
Pone su confianza en Dios, Sal 54:4-7.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
es un salmo de lamentación en el cual la respuesta a la oración se manifiesta antes del fin del poema. La respuesta a la oración puede haber venido a través de un sacerdote o profeta. El salmista sabía que estaba siendo respondido e inmediatamente trató de dar a conocer la misericordia de Dios. El Sal 54:1-7 es otro de los salmos de David en el que el título indica la situación específica que dio origen al poema (Sal 51:1-19; Sal 52:1-9). El pueblo del desierto de Zif había informado dos veces a Saúl que David estaba oculto en su región (1Sa 23:19-23; 1Sa 26:1-3). La molestia de David es comprensible, hasta desde el punto de vista de los de Zif; sus actos estaban justificados. Después de todo Saúl era el rey y David era un fugitivo. La estructura del poema es la siguiente:
(1) un llamado pidiendo la ayuda de Dios en medio de la persecución de muchos enemigos (Sal 54:1-3);
(2) una declaración de que Dios es el Sostenedor de David (vv. Sal 54:4, Sal 54:5);
(3) un voto de alabanza (vv. Sal 54:6, Sal 54:7).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Oh Dios, sálvame por tu nombre: Los poetas de la Biblia conocían el significado del nombre de Dios, aún cuando no lo usaban. La gente de Zif es probablemente señalada por las palabras extranjeros y opresores. David recalca que no son gente piadosa, ya que es un siervo de Dios, espera que Dios lo sepa.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Salmo 54 (Vg 53): Oración Contra los Enemigos Insolentes.
E sta composición poética es esencialmente una lamentación individual en el sentido clásico de otras análogas del Salterio. Puede dividirse en dos partes: a) súplica de ayuda contra unos despiadados enemigos que le atacan insolentemente, poniendo en peligro su vida (1-5); b) afirmación de fe y confianza en Yahvé, que le ha de defender y vindicar sus derechos, con promesa de ofrecer sacrificios de acción de gracias (6-9). Ambas partes están separadas por la palabra Seláh, de probable significación musical.
Según el título, este salmo fue compuesto por el propio David en ocasión de la traición de los moradores de Zif, que le denunciaron a Saúl, que sañudamente le perseguía 1. Como otros títulos del Salterio, hay que atribuir estas indicaciones cronológicas a preocupaciones eruditas de algún glosista posterior que buscaba ambientar ante sus lectores la composición de los salmos. Por el contenido no podemos determinar la época de la composición, que bien puede ser anterior al exilio.
Súplica de ayuda contra los enemigos (1-5).
1 Al maestro del coro. A las cuerdas. Maskil. De David 2. 2 Cuando vinieron los de Zif a decir a Saúl: “¿Es que David no está escondido entre nosotros?”3 3 Sálvame, ¡oh Dios! por tu nombre, por tu poder hazme justicia. 4 Oye, ¡oh Dios! mi oración, da oídos a las palabras de mi boca. 5 Porque los soberbios se han levantado contra mí 4 y violentos buscan mi vida. No ponen a Dios ante ellos. Seláh.
El nombre de Dios es la garantía de salvación para los justos atribulados, porque simboliza al mismo Dios en sus atributos de justicia y fidelidad para con los suyos. Según la mentalidad israelita, el propio Dios estaba ligado con unas promesas de auxilio a los que cumplían sus mandamientos 5, y por eso la invocación de su nombre era ya un anticipo de victoria6. El nombre, pues, de Dios era como el signo externo que sintetizaba su misteriosa naturaleza. Conforme a las preocupaciones teológicas de esta colección del Salterio, el salmista evita transcribir el nombre de Yahvé, que es el que en realidad refleja las promesas de protección del Sinaí 7. El salmista, consciente de la realidad de las promesas divinas, pide que abra ponga a disposición su poder para hacer brillar su justicia, pues se siente injustamente perseguido 8.
Los enemigos perseguidores del justo atribulado son calificados como soberbios y violentos, sin escrúpulos religiosos, ya que no ponen a Dios ante ellos. Ateos prácticos, prescinden de la realidad de la Providencia divina, que dirige el curso de los acontecimientos y las vidas de los hombres, dando a cada uno lo merecido por sus actos virtuosos o pecaminosos 9. Los piadosos y justos en la sociedad son siempre una minoría y tienen que sufrir de la insolencia de los indiferentes e irreligiosos. El salmista simboliza en su persona esta clase de fieles a la Ley, perseguidos por los impíos.
Profesión de fe y confianza en Dios (6-9).
6 He aquí que Dios viene en mi ayuda; es el Señor el sostén de mi vida I0. 7 Vuelve el mal contra mis adversarios. ¡Por tu fidelidad, extermínalos! 8 Gustoso yo te ofreceré sacrificios; alabaré tu nombre, ¡oh Yahvé! porque es bueno. 9 Me libra de toda angustia, y mis ojos han visto a mis enemigos (humillados).
Como es ley en estos salmos deprecatorios, el poeta pasa de la súplica angustiosa y ardiente al estado de confianza en la salvación, pues Dios está siempre para ayudar a los suyos y no los abandona en los momentos críticos. El salmista declara enfáticamente que Dios es el sostén de su vida, lo que da plena seguridad de salir de la situación de opresión actual. Llevado de este sentimiento de confianza, se atreve a pedir a su Dios que despliegue su poder enviando el mal contra sus adversarios, es decir, que intervenga castigando su insolencia y presunción. Y en un arranque de su espíritu atribulado, pide el exterminio para los que le procuran el mal (v.7), apelando a la fidelidad de su Dios para moverle a este castigo devastador contra los enemigos. Yahvé había prometido exterminar a los enemigos de Israel, si le eran fieles, introduciéndolos en la tierra de Canaán 11. El salmista – simbolizando a la clase perseguida – apela a la justicia divina y a sus promesas de castigo de los impíos para que intervenga ahora contra los que le oprimen. Su frase extermínalos choca con nuestra sensibilidad evangélica, pero debe tomarse como desahogo oratorio para expresar la opresión en que se halla. Por otra parte, no hemos de perder de vista que los hagiógrafos y justos del A.T. estaban muy lejos de la panorámica de caridad del Evangelio. Las costumbres entonces eran mucho más rudas, y conforme al ambiente cultural-religioso de la época expresan sus ideas. La causa de ellos era la del propio Dios, y al pedir justicia a favor suyo, intentaban hacer brillar los atributos de la Providencia divina en la sociedad olvidada de Yahvé.
Como en otros salmos, el poeta termina prometiendo sacrificios de acción de gracias por la milagrosa liberación (v.8) 12. En la asamblea pública religiosa alabará a Yahvé, porque se ha mostrado bueno con él al librarle de toda angustia y concederle poder contemplar a sus enemigos vencidos y humillados. La vindicación de los derechos del justo atribulado es la manifestación de la justicia divina, que castiga inexorablemente al impío que persiste en su pecado. Es una prueba de la manifestación providencialista en favor de los suyos.
1 Cf. Sam 23:19. – 2 Sobre los títulos introductorios véase com. a Sal 4:1; Sal 32:1. – 3 Cf. 1 Sám 23:19; 26:1. – 4 El TM dice “extranjeros” (zarim). Pero este verso aparece en Sal 86:14, leyendo zedim (soberbios), lo que se adapta bien al contexto del Sal 54:5. Por ello, comúnmente los críticos admiten esta traducción de sobe.rbios, que tiene, además, en su aval algunos manuscritos hebreos y el Targum, aunque las versiones antiguas lean “extranjeros,” como el TM. – 5 Cf. Deu 4:1. – 6 cf. Sal 5:12; Sal 20:2.8; Sal 9:11. – 7 Véase sobre el nombre de Yahvé “Biblia comentada,” I 403-408. – 8 Cf. ι Sarn 24.15; Sal?(H; Sal 9:5; Sal 26:2; Sal 35:25; Sal 43:2. – 9 Cf. Sal 44:21; Sal 118:93. – 10 Lit. en heb. “mi alma,” – 11 Cf. Deu 6:105. – 12 Cf. Sal 22:26; Sal 35:18.
Fuente: Biblia Comentada
por tu nombre. En el mundo antiguo, el nombre de una persona era esencialmente la persona misma. Aquí, el nombre de Dios incluye su protección en conformidad al pacto. defiéndeme. David pide que Dios ejecute justicia en su favor, como en un juicio ante un tribunal cuando un acusado es declarado inocente.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Este salmo procede aparentemente del mismo período de la vida de David que el Sal 52:1-9. Aunque David había rescatado una ciudad israelita limítrofe con Filistea, seguía siendo considerado como traidor a Saúl (1Sa 23:1-29 y 1Sa 26:1-25). Todavía bajo los efectos de esta desolación emocional, David oró a Dios para que lo vindicara. Este salmo da aliento a cualquier creyente que haya sido calumniado.
I. La oración pidiendo liberación (Sal 54:1-3)
II. La anticipación de la liberación (Sal 54:4-5)
III. La acción de gracias por la liberación (Sal 54:6-7)
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Salmo 54 (53): Salmo de súplica individual ante una situación de peligro grave con expresiones de confianza en la ayuda divina y promesa de acción de gracias.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
1Sa 23:19.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Salmo 54. El Nombre Que Salva
Zif estaba situado en el extremo sur de Judá y seguramente a David le dolía ver que su propio pueblo se ponía en su contra, por más que su lealtad a Saúl fuera correcta. Como por lo general sucede con los salmos que tienen encabezamientos históricos, el tema que sugiere el encabezamiento es generalizado. David no menciona aquí a los sifitas, como tampoco mencionara a Doeg en el Sal. 52 pero, en ambos Salmos, aprovecha la oportunidad para asentar cómo tales situaciones han de ser encaradas: (i) en oración (1, 2). Por tu nombre, actuando de acuerdo con tu naturaleza revelada. Sálvame … defiéndeme, respectivamente un peligro inmediato y la cuestión fundamental: que a David lo estaban juzgando mal y que lo trataban como un traidor. (ii) Recordando la verdad (3-5). Primero, el carácter de sus adversarios (3), segundo, el carácter de Dios (4) y, por último, la oración pidiendo acción retributiva. Los extraños eran en realidad los compatriotas judíos de David pero que actuaban como extraños violentos, porque no toman en cuenta a Dios, cuando no se toma en cuenta a Dios no se puede contar con fidelidad o humanidad. Señor, “El Soberano”. Volver … destrúyelos, lo primero se refiere al aspecto “bumerán” del pecado, una retribución inherente a la naturaleza de las cosas, lo segundo a la providencia moral directamente divina. (iii) Comprometiéndose al futuro (6, 7). Esto no se ha de entender como un regateo con Dios (Si tú haces esto por mí prometo que … ) sino como una respuesta espiritual a la bondad divina. Así como él es fiel a su nombre (1), así hemos nosotros de dar gracias a su nombre (6) porque me has librado o “lo”, el nombre de Dios en acción. Han visto, sin regocijarse con lo que ven, sino observando que ha sido preservado en vida para ver a sus adversarios dispersados.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
54.3, 4 Muchos de los salmos de David siguen el patrón que aparece en estos dos versículos: transición de la oración a la alabanza. No temía ir a Dios y expresar sus verdaderos sentimientos y necesidades. De este modo, su espíritu se elevó y no pudo más que alabar a Dios, su ayudador, protector y amigo.54.5 David dijo que Dios hacía que las malas acciones de sus enemigos se volvieran en contra de ellos mismos. Pro 26:27 advierte que los que causan problemas cosecharán problemas. Lo que hagamos a otros puede explotar en nuestra propia cara. A la larga, es más seguro, simple y fácil ser sincero y franco ante Dios y ante los demás.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
NOTAS
(1) Enc. Véase Sal 32:1 Enc, n.
REFERENCIAS CRUZADAS
a 1789 1Sa 23:19; 1Sa 26:1
b 1790 Sal 20:1; Sal 79:9; Pro 18:10
c 1791 Sal 43:1; Sal 99:4; Pro 23:11; Jer 50:34
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Salmo 54 Este es un Salmo de lamento. En su angustia el salmista se dirige a Dios (vers. 1) solicitando su favor y salvación por medio de su poderoso nombre (vers. 6). En su lamento (vers. 3) describe a sus enemigos que están fuera de la comunidad del pacto; se oponen al salmista y no reconocen a Dios. En el centro del Salmo, él afirma su confianza en Dios como el que personalmente lo librará (vers. 4). El vuelve a la petición, esta vez solicitando retribución contra sus enemigos. Su alabanza final (vers. 6-7) se relaciona con la introducción; ambos mencionan el nombre de Dios y una descripción de cómo el autor fue librado.
Fuente: La Biblia de las Américas
Al reflexionar sobre la traición de los zifitas, quienes revelaron a Saúl que David estaba escondido entre ellos (1Sa 23:1-29), David pide a Dios liberación de sus enemigos (vv. Sal 54:1-3) y alaba a Dios por su respuesta (vv. Sal 54:4-7).
Masquil. Véase nota en el Sal 32:1-11.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
* Posiblemente, Salmo didáctico, o contemplativo
** Véase 1Sa 23:19; 1Sa 26:1
Lit., júzgame
Fuente: La Biblia de las Américas
SALMO 54 (53)[2] 1 Sam 23, 19; 26, 1.