Biblia

Comentario de Salmos 65:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Salmos 65:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

(Al músico principal. Salmo. Cántico de David) En Sion, oh Dios, te corresponde la alabanza; a ti serán pagados los votos.

Tuya es la alabanza. Sal 21:13; Sal 115:1, Sal 115:2.

en Sion. Sal 76:2; Sal 78:68, Sal 78:69; 1Cr 11:7; 1Cr 15:29; 1Cr 16:41, 1Cr 16:42; 1Cr 25:1-31; Apo 14:1-3.

a tí se pagarán los votos. Sal 56:12; Sal 76:11; Sal 116:17.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

David alaba a Dios por su gracia, Sal 65:1-3.

La bendición de Dios, Sal 65:4-13.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

es un salmo de sabiduría y, más especialmente, un salmo de creación (como el Sal 19:1-14). Celebra la caída de la lluvia, compartiendo así el sentir del Sal 104:1-35. Pero también es un salmo profético, aunque muchas veces no se le reconoce como tal. El elemento profético está señalado en el primer versículo, en el voto de alabanza que todavía hay que pagar; o sea, toda la creación está esperando alabar al Señor cuando finalmente aparezca en gloria (Rom 14:10, Rom 14:11; Apo 19:5). El salmo tiene cinco partes:

(1) un voto de alabanza que todavía hay que cumplir (vv. Sal 65:1-3);

(2) una bendición a los redimidos (v. Sal 65:4);

(3) una celebración del poder de Dios que se extiende por toda la tierra (vv. Sal 65:9, Sal 65:10);

(5) una celebración de las futuras bendiciones de Dios en el año de su bondad (vv. Sal 65:11-13).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Tuya es la alabanza: Todavía hay un voto de alabanza que cumplir (v. Sal 65:3). En el trasfondo de este salmo está una idea semejante a la expresada por Pablo en Rom 8:22, el gemir de la creación pidiendo su liberación de la maldición que le sobreviniera por la caída de la humanidad (Gén 3:17). El tema del salmo es doble:

(1) Toda lluvia buena y toda cosecha abundante son una bendición de Dios, que muestra su placer por su creación.

(2) Vendrá un día pleno de bondades de Dios, en el que las buenas lluvias y cosechas serán mayores que nunca.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Salmo 65 (Vg 64): Himno de Acción de Gracias a Dios por Su Munificencia.
E ste cántico eucarístico parece fue compuesto en ocasión de cesar una persistente y asoladora sequía. Al menos la segunda parte alude a los beneficios de una abundante y desbordadora cosecha. La primera, en cambio, se limita a ponderar la munificencia divina, manifestada en las diversas obras de la creación y en la elección del pueblo de Israel. La benevolencia de Yahvé se muestra en ser propicio a los que le invocan, en aceptar los sacrificios que le ofrecen, en perdonar los pecados del que arrepentido se acerca a El y en atraer a sus predilectos al templo para colmarlos de beneficios. Como Señor y regulador supremo de todos los fenómenos de la naturaleza y de los acontecimientos de la historia, se le debe especial acatamiento y veneración. Todas las riquezas de los campos son fruto de su bendición; las cosechas, los abundantes pastos, la multiplicación de los ganados, pregonan su munificencia, al par que su especial providencia sobre su pueblo necesitado. Todo esto parece suponer que el presente himno fue compuesto para ser recitado en una solemnidad en que se daba gracias a Dios por las abundantes cosechas.
Por su contenido ideológico, podemos dividir esta composición poética en tres partes: a) acción de gracias por la remisión de los pecados de los que se acercan al templo a reconocer su soberanía (2-5); b) alabanza de Dios como Soberano de la naturaleza y de la historia (6-9); c) acción de gracias por la fertilidad de los campos (10-14).
Este salmo es una mezcla de himno y de plegaria eucarística. Se distinguen bien tres estrofas, conforme a la triple división que acabamos de exponer. Las dos primeras tienen un ritmo regular y perfecto, a base de dísticos; la tercera, en cambio, es más libre, alternando dísticos y trísticos. El estilo es brillante, con marcado ritmo musical, a base de no pocas asonancias, y con un gran sentido intuitivo de las bellezas de la naturaleza. Bajo este aspecto, el himno es grandioso y lleno de resonancias poéticas de primer orden.
Según el título, también este salmo es de David; pero los autores modernos se inclinan por una fecha de composición más tardía, pues se supone la existencia del templo salomónico. No pocos críticos suponen que esta composición salmódica tiene un doble origen: la segunda parte, más antigua, habría sido yuxtapuesta, por razones litúrgicas, a un himno de alabanza a Dios, que por su sello universalista nos llevaría a los tiempos posteriores al exilio 1.

Alabanza al Dios que escucha a los suyos en el templo (1-5).
1 Al maestro del coro. Salmo de David. Cántico 2. 2 A ti, ¡oh Dios! se te debe la alabanza en Sión 3, y a ti el cumplimiento de los votos; 3 a ti, que escuchas las plegarias, a ti recurren todos los hombres. 4 Prevalecen sobre nosotros las obras de iniquidad, y nuestras transgresiones tú las perdonas. 5 ¡Bienaventurado aquel a quien eliges para estar cerca de ti, habitando en tus atrios! Nos saciaremos de los bienes de tu casa, de la santidad de tu templo.

En vez de invitar a la alabanza directamente, el poeta declara que Dios es digno de ser glorificado, y como a Señor se le debe el cumplimiento de los votos sobre la colina de Sión, donde se halla su morada habitual en medio de su pueblo elegido; en su santuario está siempre presto a escuchar las plegarias de los que confiadamente se acercan a El. Sobre todo, Yahvé espera a los suyos en su casa para remitirles sus pecados. Conscientes de su culpabilidad, los devotos se acercan al templo a cumplir votos y sacrificios expiatorios, seguros de que les ha de escuchar y perdonar 4; es la primera condición para entrar en relaciones normales con el que es la misma santidad. El salmista envidia al sacerdote o levita, que tiene el privilegio de vivir cerca de su Dios en sus atrios sagrados5. Son los predilectos de Yahvé, su “porción” selecta. No obstante, todo buen israelita que se acercaba a la casa de su Dios se sentía saciado de la presencia divina, fuente de todos los beneficios que le habría de acordar. El templo está todo penetrado de la santidad de Yahvé, de esa fuerza misteriosa que rodea a la divinidad, y que la separa de todo lo común y profano. La visita al templo era para el israelita la prueba palpable de su pertenencia al pueblo elegido de Dios, que moraba en medio de ellos, y la participación en las solemnes fiestas con sus banquetes sagrados – los bienes de tu casa – simbolizaba la comunión con la divinidad, a la que se ofrecían realmente los sacrificios6.

Yahvé, soberano de la naturaleza y de la historia (6-9).
6 Tú nos respondes fielmente con portentos, ¡oh Dios de nuestra salvación, esperanza de todos los confines de la tierra y de las islas lejanas! 7 7Con tu fuerza afirmas los montes, ceñido de tu poder; 8aplacas el furor de los mares, y el estrépito de las olas, y el tumulto de los pueblos. 9Temen tus prodigios los habitantes de los confines, y haces exultar las salidas de la mañana y de la tarde.

Yahvé, como Dios Salvador de su pueblo, responde a sus plegarias con portentos; su poder se extiende hasta los confines de la tierra. La historia de Israel es la historia del despliegue de la Providencia divina en su favor en los momentos críticos de su vida nacional. Todas las gentes oyeron sus prodigios en favor de su pueblo. La perspectiva del salmista parece se extiende a la diáspora del pueblo judío, disperso por los cuatro ángulos del orbe; todos han sentido la mano providente de su Dios, y, en este sentido, Yahvé es la esperanza de todos los confines de la tierra, es decir, de todos los que ansiosamente se confían a El, incluso en las islas lejanas del Mediterráneo (v.6).
Su poder se manifiesta en la consolidación de los montes, que en la poesía hebrea son símbolo de la estabilidad y de la permanencia 8; las mismas fuerzas caóticas del mar están sometidas a su beneplácito 9, y las naciones y pueblos le están sujetos en sus manifestaciones históricas 10. Para el salmista, que considera todas las cosas desde el ángulo religioso, no tienen importancia lo que nosotros llamamos “causas segundas,” pues Dios dirige y gobierna directamente toda la naturaleza y el corazón del hombre. Todos los acontecimientos y manifestaciones de la naturaleza y la vida de los pueblos son expresión de su voluntad – positiva o permisiva, según nuestra nomenclatura exacta teológica -, y en ese sentido declaran la omnipotencia divina.
Los prodigios de la naturaleza – tormentas y demás fenómenos atmosféricos – causan un temor reverencial en todos los habitantes del orbe hacia el que todo lo puede; y la misma aparición de cada día – con las ininterrumpidas salidas de la mañana y de la tarde – llena de gozo a los que han de disfrutar de los beneficios consecuentes a la aparición de la luz. Esta es el símbolo del orden y de la alegría, pues, al aparecer ella, desaparecen los malhechores, que se amparan en las tinieblas para sus tropelías 11.

Himno a la munificencia divina manifestada en la fertilidad de los campos (10-14).
10 Tú visitas la tierra y la colmas, en mil maneras la enriqueces. Con grandes ríos y abundantes aguas 12 preparas sus trigos. Pues así lo dispones: 11 regando sus surcos, allanando sus terrones, temperándola con la lluvia y bendiciendo sus gérmenes. 12 Coronas la añada con toda suerte de bienes, y tus sendas destilan abundancia. 13 Chorrean los pastizales del desierto, y los collados se ciñen de alegría. 14 Vístense las praderías de rebaños de ovejas, y los valles se cubren de mieses, se lanzan gritos de júbilo y se canta.

En esta segunda parte del salmo se canta la munificencia divina, que da la fecundidad a la tierra, regándola con copiosas aguas. La visita de Dios a la tierra va acompañada de toda clase de bendiciones materiales: con sus lluvias abundantes13 ha preparado la tierra para que produzca ubérrima mies. Morosamente se describe el efecto bienhechor de la lluvia: los surcos regados, que son después cuidadosamente allanados por el arado, sembrando de bendición sus gérmenes, de los que brotará la abundante cosecha. El poeta piensa, sin duda, en la lluvia otoñal, que se requiere para una buena sementera, que, al fin, es coronada con una buena cosecha debida a la abundancia de lluvias. Hasta los pastizales del desierto se vuelven ubérrimos, destilando frescor y humedad; los collados se cubren de un verde alegre y prometedor (v. 13); y, en consecuencia, los rebaños pululan por sus laderas, mientras los valles se cubren de mieses. El año agrícola ha sido completo para los cereales y los pastos; por eso los labradores y ganaderos lanzan gritos de júbilo y las canciones alegres se oyen por doquier.

1 Así opina E. Podechard, o.c., I 280. – 2 Sobre el sentido de los diversos títulos véase com. a Sal 4:1; Sal 3:1; Sal 46:1. – 3 El TM: “el silencio es para ti una alabanza.” Nuestra corrección se basa en el Targum y es comúnmente aceptada por los autores. – 4 Cf. Isa 59:1s; Joe 2:12-17. – 5 Cf. Sal 36:8-10; Sal 63:2; Sal 84:5. – 6 Cf. Sal 15:2; Sal 23:6s; Sal 27:55; 36:9; 63:6. – 7 Islas: corrección según el Targum: el TM: “mar – La Biblia comentada 4 – 8 Cf. Amo 4:13; Amo 5:8; Amo 9:5-6. – 9 Cf. ler 5:22. – 10 Cf. Sal 46:2s; Isa 17:12-14. – 11 Cf. Job 37:8; Sal 104:22. – 12 Lit. el TM: “El arroyo cíe Elohirn lle equivale a río grande. – 13 No pocos autores traducen “arroyo de Elohim” por lluvias torrenciales (cf. Gen 1:7; Sal 7:11-12; Job 38:25-27).

Fuente: Biblia Comentada

Sion. Específicamente el monte en Jerusalén donde Israel adoraba a Jehová, pero también sinónimo de la Tierra Prometida (cp. Sal 48:2; también Sal 3:4; Sal 9:12; Sal 24:3; Sal 68:5; Sal 87:1-7). se pagarán … votos. Esta es probablemente una referencia a los votos hechos por los labradores debido a una cosecha abundante (cp. Sal 56:12; Sal 61:8).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Salmo 65 (64): Himno a Dios a quien se alaba por su presencia protectora en Sión (Sal 65:1-4), por su dominio sobre la naturaleza y la historia (Sal 65:5-8) y por los cuidados que dispensa a la tierra garantizando la fecundidad de los campos (Sal 65:9-12).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— tú mereces la alabanza: Otra lectura: “para ti el silencio es una alabanza”.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Salmo 65. El año Coronado

Cada año era “coronado” con el día de Expiación y la fiesta de los Tabernáculos, incluyendo el quitar los pecados (Lev. 16) y la acción de gracias por las cosechas (Lev. 23:39; Deut. 16:13-15). Pero este Salmo refleja un año que era muy especial. Había habido una notable repuesta a la oración (2, 5); el pecado había sido una realidad abrumadora (3); Dios había realizado obras maravillosas (5), incluyendo acallar a las naciones (7) y establecer una reputación mundial (2, 5, 8), y la cosecha había sido particularmente abundante (9-13).

Tenemos documentado un año que provee una ilustración: cuando Asiria amenazó a Sion y fue derrotada por una acción de Dios (Isa. 36; 37). La rebelión contra Asiria los había colocado en una situación de impotencia (Isa. 37:3) pero la oración había sido contestada (Isa. 37:4, 14-20, 21), el Señor había acallado el tumulto de las naciones (Isa. 37:36, 37), y la provisión de la cosecha para dos años, sin actividad humana, fue ofrecida como prueba de que no fue un accidente, sino la obra de Dios (Isa. 37:30). Pero dentro de la experiencia de David, la situación documentada en 2 Sam. 21:1-14 sugiere una situación igualmente aplicable al Salmo al terminar la hambruna de tres años, no por los recursos desacertados y pecaminosos de David (2-9), sino por la oración contestada (1, 14). En tres secciones el Salmo lo cuenta todo.

1-4 Oración, expiación, reconciliación. El pueblo se acerca a Dios en alabanza y dedicación, dirigiéndose a él como el que contesta oraciones, experimentando la riqueza que significa poder acercarse a él por medio de la expiación. 1 Te corresponde la alabanza (lit. “Para ti el silencio, o quietud es alabanza”). “Quietud” quizá signifique “lo que todavía está allí”, o sea “La alabanza es siempre tuya”; la expresión puede indicar un momento de maravillado silencio ante el Dios que efectuó una liberación tal que no hay palabras que la describan. Los votos (cf. 61:8), el ofrecer votos a Dios era costumbre en tiempos de crisis. 2 Implica que la oración fue contestada en una forma que sugiere que este Dios un día será reconocido por todos los pueblos en todas partes. Deut. 4:6-8 conecta a un pueblo que ora con un mundo impresionado por la oración. 3 Prevalecen, “vencidos”, dominados por el pecado. Perdonarás, “cubrió”, “hizo expiación por”, no escondiendo para que no se vea sino pagando el precio que “cubrió” la deuda. 4 La expiación produce bendición, es dada por la decisión electiva de Dios, nos acerca y nos hace aceptos en el mismo lugar santo.

5-8 Liberación, dominio, revelación. La respuesta a la oración llegó en los hechos tremendos con los cuales Dios mostró ser nuestra salvación, digno de confianza universal. El poder del Creador se usó para acallar a las naciones turbulentas con el resultado de que en todo lugar fue temido. Es típico de Sal. generalizar de esta manera, extendiéndose de un acto específico de Dios para presentar el panorama más amplio de su soberanía y poder (cf. Sal. 67). 7, 8 Los hechos tremendos de Dios dominaron a los pueblos, al punto de que sus maravillas, “señales”, fueron contadas hasta los confines de la tierra provocando temor (cf. Jos. 2:8-11).

9-13 Cuidado, lujo, providencia. Al final de un año cuando por la ocupación asiria de la tierra había sido imposible cultivarla, seguía la abundancia (cf. Isa. 37:30). Este era el cuidado de Dios (9), su lujosa fertilización (10) por la cual la abundancia coronó el año (11-13). 9 El río de Dios. Sus ríos celestiales, conteniendo agua para la tierra. La figura es extravagante pero la realidad es que el crecimiento sobre la tierra es siempre el producto de poderes celestiales, no del ingenio humano sino de la productividad de Dios. 11 El año con, o “el año de tu bondad”. Terminar el año con una cosecha abundante era sólo la corona de toda la bondad que la había precedido.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

65.1, 2 En los tiempos del Antiguo Testamento, los votos se tomaban muy en serio y se cumplían en su totalidad. Nadie tenía que hacer un voto, pero una vez hecho, era obligatorio (Deu 23:21-23). El voto que se cumple aquí era una alabanza a Dios por haber respondido sus oraciones.65.3 Aun cuando nos sintamos abrumados por la multitud de nuestros pecados, Dios los perdonará si se lo pedimos con sinceridad. ¿Se siente como si Dios nunca pudiera perdonarlo, que sus pecados son demasiados o que algunos son muy grandes? Las buenas nuevas son que Dios puede y perdonará todos ellos. Nadie está lejos de la redención y nadie está tan lleno de pecados como para no poder ser limpio.65.4 El acceso a Dios y el gozo de vivir en los atrios de su tabernáculo eran un gran honor. Dios escogió a un grupo especial de israelitas de la tribu de Leví para servir como sacerdotes en el tabernáculo (Num 3:5-51). Eran los únicos que podían entrar a los lugares santos en donde moraba la presencia de Dios. Debido a la muerte de Jesús en la cruz, en la actualidad todos los creyentes tienen acceso personal a la presencia de Dios en cualquier parte y en cualquier momento.65.6-13 Este salmo, que hace referencia a la cosecha, glorifica a Dios el Creador como reflejo de la belleza de la naturaleza. La naturaleza nos ayuda a comprender algo del carácter de Dios. Los judíos creían que el cuidado de Dios de la naturaleza era un ejemplo de su amor y provisión hacia ellos. La naturaleza muestra la generosidad de Dios, dándonos más de lo que necesitamos o merecemos. La reflexión sobre tan abundante generosidad debe producirnos un corazón agradecido a Dios y generoso hacia los demás.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

REFERENCIAS CRUZADAS

a 2090 Sal 76:2

b 2091 Sal 56:12; Sal 76:11; Sal 116:18; Ecl 5:4

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Salmo 65 Este himno de alabanza se cantaba probablemente durante la Pascua, el festival de la primavera, ya que el rey ( mí en el vers. 3), todo Israel ( nuestras, nos en vers. 3, 5) y las naciones ( todo hombre, términos de la tierra en vers. 2, 5) vienen al templo (donde Israel se reunía tres veces al año, cp. Lv 23). Se sugiere la primavera por las referencias a los verdes pastos en el desierto, lo que excluiría la fiesta de la Cosecha a final de la primavera y la fiesta de los Tabernáculos al principio del otoño. El himno consiste de tres estrofas casi iguales: 1) En la primera (vers. 1-4), los peregrinos alaban a Dios por su gracia, que les da la bienvenida a su templo (vers. 4; un requisito para la fraternidad con un Dios santo era el perdón de sus pecados, vers. 3); 2) en la segunda (vers. 5-8), ellos le alaban por su grandeza y gracia que El manifiesta en la creación y en la historia; estableció la tierra, que es fuente de toda bendición material mientras calma el rugido de los mares (vers. 7) y en la historia ofreció a Israel la salvación mientras calmaba el tumulto de los pueblos (vers. 7); 3) en la tercera (9-13), ellos le adoran por cuidar con su providencia a la tierra al enviar desde los cielos las lluvias, que para la gente significan vida. Esta constante y providencial visitación de Dios indicaba su continuo cuidado por Israel.

Fuente: La Biblia de las Américas

Sion. Jerusalén.

votos. Véanse Lev 22:21 y la nota en Lev 7:12-17.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

Lit., a

O, se pagarán los votos

Fuente: La Biblia de las Américas

SALMO 65 (64)[6] Universalismo que anuncia la vocación de los gentiles.[11] Se puede traducir Empapa en agua los surcos de sus campos.

Fuente: Notas Torres Amat