Biblia

Comentario de Salmos 66:20 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Salmos 66:20 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

¡Bendito sea Dios, que no echó de sí mi oración ni de mí su misericordia!

Sal 51:11; Sal 86:12, Sal 86:13; 2Sa 7:14, 2Sa 7:15.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Las palabras finales del poema son una afirmación de la bendición del salmista al Señor (v. Sal 66:8), basadas en su descubrimiento de la continua bondad de Dios en su vida.

 EN CONTEXTO

Bendiciones para África

Con la relocalización del arca del pacto en Jerusalén, ocasión para la cual el Sal 68:1-35 puede haber sido compuesto, los israelitas pudieron sentir que finalmente eran el pueblo de Dios. Fueron establecidos en la Tierra Prometida. Eran gobernados por un rey bueno y justo. El Señor era su Dios y su presencia era segura una vez que el arca santa fue traída a Sion.

Pero en el medio de la celebración, David recordó a su pueblo que las bendiciones de Dios podrían al final extenderse más allá de Israel y de sus circunstancias inmediatas. Naciones de todo el mundo podrían aprender acerca de Señor y llegar a adorarlo (Sal 68:32). Esto podría incluir a pueblos guerreros como los de Egipto y Etiopía (Sal 68:31; 2Cr 14:12), quienes durante los días de la monarquía israelita luchaban en su contra por el poder.

La promesa del Sal 68:1-35 se cumplió parcialmente en el siglo primero d.C cuando el tesorero de Candace, reina de Etiopía, vino a Jerusalén. Después de adorar durante la fiesta de Pentecostés, en el camino de regreso a casa se encontró con un cristiano llamado Felipe, el cual le explicó el camino de la salvación a través de la fe en Cristo, y el tesoro de creer y ser bautizado como cristiano (Hch 8:26-40).

De esta forma, el mensaje de Jesús alcanzó a África. Ciertamente, muchos de los cristianos de Etiopía en la actualidad consideran la conversión del tesorero como el comienzo de su herencia espiritual. A través de él se sintieron directamente vinculados a David, quien predijo el día cuando los etíopes podrían «extender sus manos hacia Dios».

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

REFERENCIAS CRUZADAS

l 2159 2Sa 7:15; Sal 86:13

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo