Comentario de Salmos 71:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
En ti, oh Jehovah, me he refugiado; no sea yo avergonzado jamás.
En tí, oh Jehová, me he refugiado. Sal 22:5; Sal 25:2, Sal 25:3; Sal 31:1-3; Sal 125:1; Sal 146:5; 2Re 18:5; 1Cr 5:20; Rom 9:33; 1Pe 2:6.
No sea yo avergonzado jamás. Isa 45:17; Jer 17:18.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
David, confiado en su fe, y experiencia del favor de Dios, ora tanto por él mismo y en contra los enemigos de su alma, Sal 71:1-13.
Promete ser constante, Sal 71:14-16.
Ora por perseverancia, Sal 71:17, Sal 71:18.
Alaba a Dios, y promete hacerlo con entusiasmo, Sal 71:19-24.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
es un salmo de lamentación y el principal enfoque está en la confianza del salmista en Dios. El salmo alterna entre expresiones de desesperada necesidad y resuelta confianza en el Señor. En esta interacción el salmista presenta la forma en que los creyentes deben reaccionar ante el sufrimiento. En una situación difícil el creyente debe confiar completamente en el Señor, pero al mismo tiempo debe elevar su voz pidiéndole liberación. El poeta se describe a sí mismo como un anciano que ha confiado por mucho tiempo en Dios (vv. Sal 71:9, Sal 71:18). En su momento de gran necesidad, le pide a Dios que sea fiel a su siervo. La estructura del salmo es la siguiente:
(1) una confesión de la resuelta confianza del salmista en Dios (vv. Sal 71:1-3);
(2) peticiones a Dios para que libere al salmista de los problemas (vv. Sal 71:4-6);
(3) una determinación de alabar a Dios en medio de las dificultades (vv. Sal 71:7, Sal 71:8);
(4) peticiones de liberación (vv. Sal 71:9-11);
(5) un llamado al juicio de los enemigos del salmista (vv. Sal 71:12, Sal 71:13);
(6) un compromiso a confiar y alabar a Dios (vv. Sal 71:14-16);
(7) una renovación de las peticiones del salmista en base a su experiencia de la fidelidad de Dios (vv. Sal 71:17, Sal 71:18);
(8) una renovación de la confianza en Dios (vv. Sal 71:19-21);
(9) una determinación de alabar a Dios (vv. Sal 71:22-24).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
El tema del salmo se establece en este verso. Sobre la base de una resuelta confianza (Sal 61:4; Sal 91:3), el salmista pide no ser avergonzado jamás. Nunca es insensato confiar en Dios (Sal 4:2; Sal 119:31).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
EN TI, OH JEHOVÁ, ME HE REFUGIADO. Este salmo contiene la oración de un anciano (v. Sal 71:9) que se enfrenta a problemas y necesita que Dios lo ayude y lo libre de sus enemigos y aflicciones (vv. Sal 71:1-2, Sal 71:18). Ha andado en los caminos de Dios desde su juventud (vv. Sal 71:5-16, Sal 71:17) y ha sufrido extraordinarias aflicciones en la vida (v. Sal 71:20), pero ha mantenido su fe y confianza en Dios. Está determinado a vivir el resto de su vida con la seguridad de que Dios manifestará su poder y bondad en la vida de él.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
Salmo 71 (Vg 70): Oración de un Justo Perseguido.
E ste salmo no tiene encabezamiento alguno en el texto hebreo, aunque sí en el griego de los LXX 2. El tema es el conocido deprecatorio del justo que sufre persecución injusta de parte de los impíos. El paciente aparece ya como un hombre entrado en años que ha procurado ser fiel a Dios en todo y que espera no le abandone en los tristes días de la ancianidad. Como en las plegarias anteriores, también ésta va seguida de una promesa de acción de gracias. Hay bastantes reminiscencias de otros fragmentos salmodíeos 3.
El poema se» divide en dos partes iguales: a) plegaria ardiente del perseguido pidiendo a Dios no le abandone (1-13); b) promesa de acción de gracias y de alabanza (14-24). Ambas partes se terminan con el deseo de que sean confundidos los enemigos. El ritmo métrico no es uniforme, con abundantes paralelismos conceptuales de toda índole: sinónimos, sintéticos y antitéticos. El estilo es sencillo y sobrio.
El autor parece ser un cantor del templo, conocedor de la colección salmódica. Los críticos modernos se inclinan por una época tardía de composición.
Súplica de salvación (1-6).
1 A ti, Yahvé, me acojo; no sea jamás confundido. 2 en tu justicia líbrame y sálvame, inclina a mí tus oídos y sálvame. 3 Sé para mí roca de refugio donde pueda ampararme. Tú has resuelto mi salvación, porque eres mi baluarte y mi fortaleza. 4 Sálvame, Dios mío, de las manos del malvado, de las manos del perverso y del violento. 5 Porque tú, ¡oh Señor! eres mi esperanza, mi confianza desde mi juventud. 6 Sobre ti me apoyé desde el seno, desde las entrañas de mi madre tú fuiste mi apoyo; yo siempre te alabaré.
Los tres primeros versos están tomados de Sal 31:2-4 : el fiel perseguido apela a la justicia divina para que acuda en su ayuda. Yahvé es el refugio inexpugnable del salmista, que tiene experiencia de la protección divina. La fidelidad de Dios a sus promesas será la garantía de su salud. La experiencia de otras situaciones le ha confirmado en la esperanza que ha puesto en El desde su juventud. La solicitud divina se extiende hasta los primeros días de su existencia. Esto es una garantía de que continuará dispensándole su ayuda hasta su ancianidad, que ya ve próxima.
Los enemigos se confabulan contra el justo (7-13).
7 He sido para muchos objeto de asombro, pero tú fuiste mi poderoso asilo. 8 Llénese mi boca de tus alabanzas, de tu gloria continuamente. 9 No me rechaces en el tiempo de la vejez; cuando se debiliten mis fuerzas, no me abandones, 10 Porque hablan contra mí mis enemigos, y los que me espían se conjuran entre sí, J1 diciendo: “Dios le ha dejado; perseguidle y cegedle, que no habrá quien le libre.” 12 ¡Oh Dios! no te alejes de mí; acude presto, ¡Dios mío! en mi socorro. 13 Sean confundidos y exterminados mis enemigos; cúbranse de vergüenza y de ignominia los que buscan mi mal.
El salmista perseguido ha sido objeto de asombro por los sufrimientos a que ha sido sometido; parece como si fuera un castigado por la ira divina. Aparece ante la estimación popular como un maldito de Dios4. Con todo, el justo paciente sabe que no ha perdido la amistad divina y que en todo tiempo ha sido su asilo. Por ello quiere alabarle en todo momento. Pero ese apoyo que le ha proporcionado en tantas ocasiones, debe continuar precisamente en los días tristes de la vejez, en que se debilitan las fuerzas y el espíritu se entrega a la nostalgia y al pensamiento triste de la muerte 5. Sus enemigos conspiran contra él y le consideran como abandonado de Dios (v.11). En esta situación no le queda sino la intervención favorable de Dios para mostrar que no le ha abandonado (v.12). Será entonces la ocasión de que los enemigos sean confundidos y avergonzados en sus viles planes de hostilidad contra él.
Promesas de acción de gracias (14-19).
14 Yo siempre esperaré, y a tus alabanzas añadiré nuevas alabanzas. 15 Proclamará mi boca tu justicia, todos los días tu salvación, porque no conozco (su) número 6. 16 Entraré en las proezas del Señor; recordaré, ¡oh Yahvé! sólo tu justicia. 17 Tú, ¡oh Dios, me adoctrinaste desde mi juventud, y hasta ahora he pregonado tus prodigios. l8 No me abandones, pues, ¡oh Dios! en la vejez y en la canicie: f hasta que anuncie tu poderío 7 a esta generación y tus proezas a la venidera, 19 y tu justicia, ¡oh Dios! tan excelsa, porque tú haces grandes cosas. ¿Quién, ¡oh Dios! como tú?
El justo tiene constantemente su esperanza en Yahvé, y por eso está siempre dispuesto a alabarle sin cesar. Toda su historia está salpicada de beneficios divinos, y en la situación actual tiene la seguridad de que no le ha de abandonar. Como es de ley en los salmos deprecatorios, el poeta promete proclamar la nueva gracia salvadora, su justicia (manifestación en favor del inocente y castigo de los pecadores que le hostigan) 8, que para él tiene caracteres de verdadera salvación. Las intervenciones salvadoras de Dios en su favor son sin número, y por eso tiene que manifestar incesantemente su gratitud. Entre las proezas del Señor están, sobre todo, las manifestaciones de su justicia salvadora.
Desde su juventud tiene el salmista experiencia de las intervenciones divinas en su favor, y por eso siempre ha pregonado sus gestas admirables (v.17) 9. Pero ansia que esta conducta benevolente de Dios para con él continúe en los tiempos tristes de la vejez y de la canicie, para dar a conocer los prodigios de Yahvé a la generación presente y a la futura 10. Nadie puede medirse en fortaleza y justicia con el Dios de Israel.
La alegría de la liberación (20-24).
20 Tú me has hecho probar muchas angustias y calamidades, pero de nuevo me darás vida y de nuevo me harás subir de los abismos de la tierra. 21 Acrecienta mi magnificencia y vuelve a consolarme, 22 y yo alabaré, ¡Dios mío! al sonido del arpa, tu fidelidad; te salmodiaré a la cítara, ¡oh Santo de Israel! 23 Te cantarán mis labios entonando salmos, y mi alma,-por ti rescatada. 24 Mi lengua ensalzará tu justicia todo el día por haber confundido y avergonzado a los que buscan mi mal.
De nuevo el poeta refleja su situación de angustia presente sintiéndose cercano a la muerte – los abismos de la tierra: la región tenebrosa del Seol, que se encuentra debajo de las aguas del mar 11 -; pero tiene confianza en que Dios le hará remontar este peligro como tantos otros pasados. Se siente ya en las profundidades de la región de los muertos y desea subir a la luz de los vivientes (v.20). Con ello brillará su magnificencia al ser rehabilitado en la sociedad, pues sus enemigos le creían abandonado de su Dios. Entonces entonará himnos de reconocimiento y de alabanza al Santo de Israel, denominación frecuente en Isaías 12, que destaca, de un lado, la trascendencia de Yahvé, y de otro, su vinculación histórica por una alianza con Israel l3. El poeta se siente aquí solidario con la comunidad de justos del pueblo elegido: su suerte tiene repercusión en su vida, ya que, si es liberado, quedará probada la esperanza que ellos tienen en el Dios de la justicia.
1 Sobre el sentido de los títulos véase com. a Sal 4:1; Sal 38:1. – 2 Dice así el título de los LXX: “De David; de los hijos de Jonadab y de los primeros cautivos.” – 3 Cf. v.1-3 y 31.2-4; v.6 y 22:10-11; v.13 y 35:4.26; v.12 y 40:14. – 4 Cf. Deu 28:45-46; Isa 53:3-4- – 5 Cf. Deu 29:28; Jer 7:15. – 6 Lit. el TM: “no he sabido leer las letras.” – 7 Lit. “tu brazo.” – 8 Cf. Sal 7:17; Sal 35:0-28; Sal 40:6; Sal 59:17; Sal 59:10; Sal 59:3O. – 9 Cf, Sal 75:3; Sal 96:3; Sal 105:2.5; I45:5· – 10 Cf. Sal 22:31-32; Sal 22:102.ΤΟ . – 11 Cf. Job 38:16-17; Sal 18:5-6, – 12 Véase nuestro art. Eí Sanio de Israel en “Mélanges Bibliques A. Robert” (París 1958) p.165-173. – 13 Véase la expresión en Sal 78:40; Sal 89:17; Jer 50:29; Jer 51:5; Eze 39:7; Ose 11:9; Hab 1:12.
Fuente: Biblia Comentada
Uno de los rasgos de los salmos es que encaran las circunstancias de la vida. Este salmo a Dios expresa las preocupaciones de la ancianidad. En un tiempo en su vida cuando cree que debería estar exento de ciertas aflicciones, se ve otra vez atacado personalmente. Aunque sus enemigos concluyen que Dios lo ha abandonado, el salmista tiene la confianza de que Dios permanecerá fiel.
I. Declaración de confianza en Dios (Sal 71:1-8)
II. La confianza en Dios practicada en oración (Sal 71:9-13)
III. La confianza en Dios vindicada (Sal 71:14-24)
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Salmo 71 (70): Salmo de lamentación y súplica individual. En él un anciano, abatido y acosado por el enemigo, recuerda su íntima relación con Dios a lo largo de su vida y, lleno de confianza, pide su ayuda entre alabanzas y promesas de acción de gracias.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Sal 31:1; Sal 144:2.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Salmo 71. Corro con Todas Mis Fuerzas
En 1836 Charles Simeon se jubiló después de 54 años de ministerio en la Iglesia Holy Trinity, en Cambridge. Un amigo, al descubrir que seguía levantándose a las 4 de la mañana para encender su propio fuego y dedicar tiempo a estar a solas con Dios, le amonestó diciendo: “Señor Simeon, ¿no le parece que ahora que se ha jubilado podría descansar un poco?” “¿Qué?”, contestó el anciano, “¡no he de correr con todas mis fuerzas justamente ahora que tengo a la vista el lugar de llegada!” En este Salmo tenemos a otro anciano (9, 18) corriendo con todas sus fuerzas: maduro en su experiencia con Dios (5, 6, 17), todavía enfrentando desafíos y presiones (4, 13), dependiendo profundamente de la oración (1-9, 12, 13), alzándose en alabanza (8, 14, 22-24), dejando el futuro en las manos de Dios (19-21), ávido de prolongar su testimonio (17, 18): un glorioso ejemplo para los jubilados, un retrato desafiante para todos. El Salmo cita a otros Salmos (1-3, 31:1-3; 4-6, 22:9, 10; 12, 22:11; 13, 35:26, etc.) pero temática y circunstancialmente se agrupa con los Sal. 69 y 70 y concuerda perfectamente con la descripción de David sufriendo falsas acusaciones y espantosos ataques mientras que en sus últimos días se ocupaba de las preparaciones para la casa amada que sería construida.
1-3 Oración estando en una posición segura. Se ha buscado refugio en Dios (1) pero también se renueva constantemente (3). Desde esta posición, la oración se expresa pidiendo reivindicación (1, avergonzado, expuesto como un fraude, habiendo sido deshonrado públicamente) y socorro (2, 4). 2 Justicia. La salvación, o liberación nunca puede verificarse por medio de la contemporización dentro de la naturaleza divina (Isa. 45:21; Rom. 3:21-26). 3 Fortaleza copia del 31:2. El heb. aquí dice “habitación, o morada”, “un hogar en la roca”. Continuamente, ver vv. 6, 14, respectivamente siempre protegiendo, siempre alabando, siempre esperando.
4-11 Cuidado divino para toda la vida. La oración pidiendo liberación se nutre de una experiencia de Dios que data más allá del recuerdo, disfrutada conscientemente a lo largo de su juventud (5, 6) y, ahora, en la ancianidad deseada más que nunca al ir disminuyendo las fuerzas pero no la oposición (9, 10). 5 Esperanza, aquel en quien esperé con segura expectación. Seguridad, el “lugar” en que descansaba mi fe. 6 Sustentado, “ser mantenido”. 7 Objeto de asombro. Las acusaciones en su contra (ver comentario de los Sal. 69, 70) hacen que la gente lo vea como una “ejemplo de advertencia”. Pero así como frente a sus agresores directos reacciona clamando a Dios (4, 5), cuando enfrenta la pérdida pública de su reputación reacciona encontrando nuevamente en Dios “mi refugio, ¡y qué fuerte es!” Así, lo que hubiera podido resultar en una profunda depresión se manifiesta más bien en alabanza (8). 10, 11 69:3 Revela un largo periodo de prueba en que Dios había permanecido en silencio y aun David se preguntaba si su rostro se habría apartado de él rechazándolo (69:17). Sus enemigos son rápidos en aprovechar esta circunstancia, pero …
12-16 Oración (12, 13, pidiendo la presencia divina y el fin de sus adversarios), descansando en esperanza (esperaré, 14a) abunda en alabanza (alabaré, 14b, 15) y se manifiesta en su sentido de seguridad. Los momentos cuando más necesitamos buscar a Dios (10, 11) no son siempre aquellos en que nuestra inclinación y energía hacen más fácil hacerlo. La búsqueda de Dios insistente, comprometida al verse ante un peligro es una característica principal de este Salmo (4 y 5, 7 y 8, 9-12). 12 Apresúrate (70:1, 5). 13 Avergonzados … vergüenza … confusión. Sinónimos que significan haber perdido públicamente la reputación, sentirse decepcionado de sus esperanzas, “cosechando vergüenza”. Esta audacia en la oración ante una amenaza y peligro personal es algo que necesitamos recobrar. 15, 16 Aun siendo atacado y calumniado personalmente, David nada tiene que decir públicamente acerca de sí mismo; o sea como disculpa, justificación, etc. Todo su hablar es del Señor y sólo de él: su justicia (perfecto en su carácter, digno de confianza en sus acciones, inamovible en sus propósitos), salvación (poder y disposición de librar), poderosos actos (fuerza conquistadora).
17-21 Testimonio humano de toda la vida y el anhelo de que se prolongue. Emparejando los vv. 4-11 con el tema de “juventud … ancianidad”, la bondad de Dios a lo largo de la vida que allí se ve encuentra aquí su paralelo en compartir durante toda la vida, primero lo que tú me has enseñado (17), la verdad revelada de Dios, luego sus maravillas, sus actos salvíficos en el pasado (17), luego tu brazo (18), su poder personal interviniendo en la vida de su pueblo. 19-21 Ofrecen un resumen de lo que anhela compartir en el futuro acerca de Dios: su carácter, sus hechos del pasado, su ser incomparable (19; Exo. 15:11; Miq. 7:18-20); sus extrañas providencias, sus propósitos dignos de confianza (20) y sus seguras recompensas (21).
22-24 Respuesta de alabanza. El Salmo empezó con una oración (1-3); en 12-16 la oración se plasma en una alabanza. Ahora queda sólo la alabanza: por la fidelidad, santidad, redención, los actos de justicia de Dios y las oraciones contestadas (22-24, cf. 13). A este ejercicio de alabanza David aporta sus dedos para tocar música, sus labios para cantar y se lengua para contar. 22 El Santo de Israel, usado raramente fuera de Isaías (donde aparece unas 40 veces), este título contiene y junta dos conceptos: la santidad de Dios y su identificación con su pueblo. Llega a nosotros en toda la realidad de su naturaleza divina, se digna llamarnos suyos y permitirnos que a él lo llamemos nuestro.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
71.1ss El salmista había envejecido y veía su vida como un testimonio de todo lo que Dios había hecho por él (71.7, 18). Recordar las bendiciones de Dios a través de nuestra vida nos ayudará a ver la firmeza de su gracia en todos esos años, confiar en El para el futuro y decirle a otros los beneficios de seguir a Dios.71.14 Cuando nos enfrentamos al ocaso de la vida, reconocemos que Dios ha sido una ayuda constante en el pasado. Cuando se debilitan nuestras capacidades físicas, necesitamos aún más de Dios y nos damos cuenta de que sigue siendo nuestra ayuda constante. Nunca debemos desesperarnos, sino seguir esperando su ayuda sin importar cuán severas sean nuestras limitaciones. Depositar nuestra esperanza en El nos ayuda a continuar, a seguir sirviéndolo.71.18 Una persona nunca es demasiado anciana para servir a Dios, ni para orar. Aun cuando la edad nos impida realizar ciertas actividades físicas, no necesita apagar nuestro deseo de contar a otros (sobre todo a los niños) acerca de todo lo que hemos visto que Dios ha hecho en los muchos años vividos.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
REFERENCIAS CRUZADAS
a 2345 Sal 25:2; Sal 31:1
b 2346 Isa 45:17; Jer 17:18
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Salmo 71 El Salmo es una petición de un anciano porque enemigos impíos e implacables conspiran contra él diciendo que Dios lo había desamparado (vers. 9-11). Dos veces pide a Dios que no lo abandone (vers. 9, 18). Su relación con Dios trasciende toda edad, se basa en la confianza en Dios. Dios es su roca, refugio, esperanza, confianza y el Señor DIOS (vers. 1-5). El salmista afirma su relación de hijo a padre quien le dio apoyo desde su nacimiento, le aceptó (vers. 6) y le enseñó el camino de la fe mientras crecía (vers. 17). El ha probado la justicia de Dios desde su juventud y la « justicia» es la palabra clave del Salmo (vers. 2, 15, 16, 19, 24). El autor ha pasado por grandes pruebas (vers. 20), pero basándose en su gran experiencia, el autor confía en que Dios lo levantará de nuevo de las profundidades de la tierra (vers. 20). Una nueva crisis provee una nueva oportunidad para entrar en el templo (vers. 16) y dar testimonio de la incomparable justicia divina (vers. 14-19, 22-24).
Fuente: La Biblia de las Américas
El autor anónimo y anciano de este salmo clama pidiendo ayuda (vv. Sal 71:1-3), ora por su liberación porque tiene una confianza basada en el cuidado que Dios ha tenido de él desde su juventud (vv. Sal 71:4-13), y determina seguir alabando a Dios (vv. Sal 71:14-24).