Biblia

Comentario de Salmos 76:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Salmos 76:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

(Al músico principal. Con Neguinot. Salmo de Asaf. Cántico) Dios es conocido en Judá; grande es su nombre en Israel.

(Título).

Neginot. Sal 4:1; Sal 54:1; Sal 61:1; Sal 67:1 Un Salmo. Este Salmo tiene como título en la Septuaginta, que es seguido por la Vulgata y Appollinarius, Ωδη προς τον Ασσυριον, “Una oda en contra de los Asirios”; y muchos de los mejores comentaristas consideran que fue compuesto por Asaf depués de la derrota de Senaquerib.

Dios es conocido en Judá. Sal 48:1-3; Sal 147:19, Sal 147:20; Deu 4:7, Deu 4:8, Deu 4:34-36; Hch 17:23; Rom 2:17-29; Rom 3:1, Rom 3:2.

grande su nombre. Sal 98:2, Sal 98:3; Sal 148:13, Sal 148:14; 1Cr 29:10-12; 2Cr 2:5, 2Cr 2:6; Dan 3:29; Dan 4:1, Dan 4:2.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Una declaración a Dios, Sal 76:1-10.

y una exhortación a servirle reverentemente, Sal 76:11, Sal 76:12.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

es un salmo de alabanza con un fuerte enfoque en el temor de Dios. El salmo tiene cuatro movimientos:

(1) una celebración del centro del culto en Jerusalén (vv. Sal 76:1-3);

(2) una celebración de las victorias de Dios contra sus enemigos (vv. Sal 76:4-6);

(3) una descripción del temor de la tierra ante la ira de Dios (vv. Sal 76:7-10);

(4) una exhortación al justo para que adore al Señor (vv. Sal 76:11, Sal 76:12).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

La palabra traducida como tabernáculo es literalmente una «guarida», como la de un gran león.

Salem es la forma abreviada del nombre Jerusalén.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Salmo 76 (Vg 75): Canto Triunfal Después de la Victoria.
E ste poema refleja la euforia nacional y épica después de una singular victoria reportada sobre un poderoso enemigo. El contexto no da pie suficiente para la identificación de éste. En el título de los LXX se alude a los asirios; y, en ese caso, la ocasión apropiada sería la victoria sobre el ejército de Senaquerib, que en el 701 tuvo que abandonar el cerco de Jerusalén l. Sin embargo, los críticos modernos, por razones estilísticas, prefieren retrasar la época de composición a una época más reciente.
El estilo literario es el de oda triunfal. El lenguaje es vivido y pintoresco: se canta la majestad de Yahvé, que habita en Jerusalén, y su excelso poder para quebrantar a los enemigos. Se divide en cuatro estrofas: a) Yahvé se manifiesta en toda su majestad en Sión (2-4); b) manifestación de su poder venciendo a los enemigos de Judá (5-7); d) nadie puede resistir a su poder (8-10); e) reconocimiento de su poder (11-13).

Yahvé se manifiesta en Jerusalén (1-4).
1 Al maestro del coro. A las cuerdas. Salmo de Asaf. Cántico 2. 2 Dios se da a conocer en Judá, grande es su nombre en Israel. 3 Tiene en Salem su tabernáculo, su morada en Sión. 4 Allí rompe los rayos del arco, el escudo, la espada y todo aparato bélico.

Dios muestra su poder y majestad, sobre todo, en Judá, su “heredad,” poniendo al servicio de su pueblo toda su omnipotencia. Nadie, pues, puede atentar contra el baluarte de Yahvé, que es Israel, ni empañar su nombre, que sintetiza la protección que a través de las edades ha dispensado al pueblo elegido 3. El poeta considera estrechamente vinculados los reinos de Judá e Israel, como formando una misma entidad nacional y religiosa en los planes de su Dios. Separadas incidentalmente después de la muerte de Salomón4, están destinados a unirse y constituir el pueblo de Yahvé en su integridad. Estas ansias de unión se reflejan en los tiempos profetices, y el salmista se hace eco de ellas. En Salem – – abreviación de Jerusalén – tiene su morada permanente, porque allí está su tabernáculo, su templo 5. Desde su morada defiende a su pueblo contra todos los ataques. Frente a su poder nada son los rayos fulgurantes de las saetas, ni la espada, ni todo lo que sirve de instrumento bélico. Con toda facilidad los rompe y desmenuza 6.

Victoria sobre los enemigos (5-7).
5 Eras resplandeciente y majestuoso más que los montes eternos7. 6Los fuertes de corazón fueron despojados, durmieron su sueño, y no encontraron los hombres de guerra sus manos. 7 A tu amenaza, Dios de Jacob, quedaron pasmados carros y caballos.

El salmista se refiere aquí a una victoria resonante sobre los enemigos de Judá. El recuerdo de la derrota del ejército de Senaquerib quedó en la épica popular como ejemplo de la brillante intervención divina en favor de su pueblo: el ángel exterminador había matado 185.000 asirios. Estos se vieron sorprendidos, sin poder echar mano de sus armas para defenderse: durmieron y no despertaron. El poeta, utilizando este glorioso recuerdo de la historia de Israel, canta la victoria del Dios de Jacob sobre los enemigos de su pueblo. La intervención divina paralizó los carros y los caballos, y el pueblo escogido salvó una vez más su destino histórico gracias a la protección de Yahvé.

Es inútil resistir al poder divino (8-10).
8 Eres terrible, y ¿quién puede mantenerse ante ti frente a la violencia de tu cólera? 9 Desde los cielos, tú haces oír la sentencia, y la tierra se estremece y calla. 10 Cuando se levanta Dios para juzgar, para salvar a todos los oprimidos de la tierra. Seldh.

Nadie puede oponerse a la decisión divina 8. Dios es el supremo Juez, que habita en los cielos, y no hay apelación posible por encima de El. Por otra parte, su cólera desatada siembra el terror por doquier, y hasta la tierra se estremece y enmudece a su voz. El poeta juega con las manifestaciones de Dios en las tormentas, que dejan oír su voz, el trueno 9. La sentencia divina no es una decisión jurídica teórica, sino que al punto se cumple para salvar a los injustamente oprimidos. La reciente victoria contra los opresores de Israel es una simple manifestación de estas intervenciones justicieras de Dios en la historia. El Dios de justicia no puede olvidar a los oprimidos, en el sentido colectivo – nación israelita – o individual; los justos vilipendiados en la sociedad.

11 Aun el furor del hombre redunda en tu alabanza, y de los salvados de la cólera te ceñirás10. 12Haced votos a Yahvé, vuestro Dios, y cumplidlos; cuantos están en derredor traigan dones al Terrible, 13pues él abate el coraje de los príncipes 11 y es terrible a los reyes de la tierra.

La rebelión de los hombres contra Dios redunda, al final, en su gloria, pues es la ocasión de manifestar su poder soberano y de ceñir la corona gloriosa de los salvados de la cólera, los rescatados de Sión, libertados por su intervención justiciera (v.11). Estos constituirán como una guirnalda de honor para su salvador.
El salmista exhorta después a ofrecer votos al Dios terrible y poderoso a todos los israelitas y aun pueblos circunvecinos. Instintivamente – dado su esquema mesiánico de la historia – los hagiógrafos se proyectan hacia los tiempos futuros; y en su perspectiva mesiánica conciben a los príncipes de todos los pueblos afluyendo con dones a rendir homenaje al Dios de Israel (v.13) 12. Impresionados los reyes de la tierra por la derrota sufrida, se les invita a reconocer la soberanía del Omnipotente y terrible, pues es inútil querer resistir a su voluntad.

1 Cf. 2Re 18:13-19.37; Isa 36:1-37.38. – 2 Sobre los títulos cf. Sal 75:1; Sal 73:1. – 3 Cf. Sal 48:18. – 4 Cf. 1 Re i2:1s. – 5 Cf. Gen 14:18; Sal no.is. Salem es designación arcaica poética. – 6 Cf. Sal 48:7; Ose 2:18; Isa 9:4; Jer 49:35. – 7 Así según los LXX; cf. Hab 3:6. – 8 Cf. Sal 90.11; Nah 1:6; Mal 3:2. – 9 Cf. Sal 46:7. – 10 Asi según el TM. Los LXX leen “te hará fiesta.” No pocos críticos modernos creen que en este extraño texto se mencionan pueblos circunvecinos, y así, cambiando un tanto las letras, Icen: “Porque Hamat de Ararn te alabará, y el resto de Hamat temblará (Graetz). En cambio, Konig lee: “La cólera de Edom te alabará y el resto de Hamat te festejará.” Hipótesis seguida por Calés y Podechard. – 11 Lit. “reprime el soplo de los príncipes”. – 12 Cf. Sal 68:30; Isa 18:7.

Fuente: Biblia Comentada

Salmo 76 (75): Canto a Sión donde Dios mora y se manifiesta como guerrero victorioso que derrota a los enemigos (Sal 76:3-6) y juez terrible que condena al culpable y protege al inocente (Sal 76:7-11). Ver Sal 48:1-14; Sal 84:1-12; Sal 87:1-7; Sal 122:1-9.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Salmo 76. “el Leon Ha … Vencido” (Apoc 5:5)

El Sal. 76 explora las maravillas de 75:1. Ambos Salmos tienen gran afinidad con 2 Rey. 18, 19. Aunque es imposible probar que surgieron del enfrentamiento con Asiria tiene que haber sido una victoria divina como esa. El tema del “León” se esconde en la palabra enramada (2) donde la palabra, en todos sus usos específicos, se refiere a la guarida del león (10:9; Jer. 25:38). Dicho tema concuerda con el drama del Salmo y refleja su cumplimiento final en el León-Cordero de Apocalipsis 5.

1-3 La guarida del León. Con un repetido énfasis sobre el lugar (En Judá … en Israel … En Salem … en Sion) se nos informa que el Señor es conocido (1, lit. “autorrevelado”) en la victoria, a pesar de las proezas militares (3, arco … escudo … espada) de los enemigos. El Señor que mora entre su pueblo con una condescendencia increíble tiene gran poder sobre todo el poder del enemigo.

4-10 El triunfo del León. La referencia a las montañas eternas, lit. “montañas de presa (de cacería)” (ver nota de la RVA) continúa con el tema del león. Majestuoso más que lo que es posible, pero mejor: “Tú eres resplandeciente, majestuoso (regresando) de las montañas de presas.” El león salía de cacería y regresaba con paso majestuoso, cubierto de gloria, dominando todo. Hay dos aspectos en esta victoria: (i) “Victoria sobre” (5-7) (cf. 2 Rey. 19:35; Isa. 30:31; 31:4). El valor humano, la habilidad entrenada y los recursos militares ceden ante la mera voz de Dios (5, 6). El no necesita poder fuera de sí mismo y nadie puede permanecer de pie para enfrentarlo (7). (ii) “Victoria para” (8-10). El país había estado en conflicto, ocupado por fuerzas enemigas, lleno de sones de guerra, pero cuando Dios habló todo quedó en silencio (8). Esta intervención invencible fue con el propósito de librar a todos los mansos de la tierra (los oprimidos) (9). De esta manera (por su sola palabra) la ira humana se convierte en reconocimiento y lo que resta queda bajo su poder soberano (10).

11, 12 El pago justo del León. Entonces, ¿qué pagaremos al Señor que reduce a la nada (3, 5 y 6) todo el poder que se ha levantado contra nosotros? Porque el Salmo termina dirigiéndose a todos los que están alrededor: su pueblo, disfrutando de su presencia, los beneficiarios de su triunfo. Nuestra reacción es prometerle lealtad y cumplirla, trayendo tributos para dar prueba de su realidad, porque él es el Temible (11), lit. “El (verdadero) Temor” y (12) “los corazones de los reyes están bajo su dominio y gobierno”. Nuestra única seguridad en un mundo amenazador está en él.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

76.1ss Este salmo alaba a Dios por su poder que inspira temor reverente y es muy probable que se escribiera para celebrar la derrota del ejército de Senaquerib después que invadió Judá (véase 2Ki 18:13-19, 2Ki 18:37).76.10 ¿Cómo puede glorificar a Dios la ira de alguien? La hostilidad hacia Dios y su pueblo le da a Dios la oportunidad de hacer grandes cosas. Por ejemplo, el Faraón de Egipto se negó a liberar a los esclavos hebreos (Exo 5:1-2), pero esto permitió que Dios obrara poderosos milagros a favor de su pueblo (Exo 11:9). Dios da su recompensa a los malvados y se glorifica a través de la necedad de quienes tratan de negarlo o se revelan en su contra. La ira de Dios expresada en juicio produce alabanza en los que reciben liberación.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

REFERENCIAS CRUZADAS

a 2554 2Cr 35:15

b 2555 Sal 48:3

c 2556 Deu 4:7; 2Cr 2:5

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Salmo 76 Este Salmo celebra la defensa de Sion por Dios (cp. Sal 46 y 48). El Dios de Israel, el guerrero divino defiende su capital contra el enemigo tan celosamente como un león a su madriguera. El canto tiene tres estrofas: 1) Celebración, en tercera persona, de que el guerrero divino mora en Sion (vers. 1-3); 2) un himno de siete vers. alabando a este guerrero y sus portentosos hechos de justicia (vers. 4-10); 3) un llamamiento a Israel y a las naciones para honrarle con presentes y tributos (vers. 11, 12). El himno de alabanza tiene dos estrofas: Una celebración de que este guerrero derrota a sus enemigos armados al quitarles todo poder de manera milagrosa (vers. 4-6) y celebra que este guerrero temible (vers. 7, 8) salva a su pueblo mientras que destruye a sus oponentes (vers. 9, 10). La derrota milagrosa de los enemigos y la liberación del humilde, son los dos lados de la moneda del juicio de Dios. Cada sección comienza con una síntesis (vers. 1-2, 4, 8, 11) y se desarrolla en términos de las victorias del guerrero divino (vers. 3, 5, 6, 8-10, 12). La heroica fe en Dios prevalece sobre los poderes déspotas y las naciones armadas. La marcha de este guerrero divino por la historia ha dejado en el camino los restos de ejércitos y tronos, y El sin embargo, permanece invisible al ojo humano aunque su poder queda claramente demostrado.

Fuente: La Biblia de las Américas