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Comentario de Salmos 93:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Salmos 93:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

¡Jehovah reina! Se ha vestido de magnificencia. Jehovah se ha vestido de poder y se ha ceñido. También afirmó el mundo, y no se moverá.

(Título) Es muy probable que este Salmo fuera escrito en la misma ocasión que el anterior, y que formaba parte del mismo, así está en doce MSS.

Jehová reina. Sal 59:13; Sal 96:10; Sal 97:1; Sal 99:1; Sal 103:19; Sal 145:13; 1Cr 29:12; Isa 52:7; Dan 4:32-34; Mat 6:13; Heb 1:8; Apo 11:15-17; Apo 19:6.

Jehová se vistió. Sal 104:1; Sal 104:2; Job 40:10; Isa 59:17; Isa 63:1.

se ciñó de poder. Sal 18:32; Sal 65:6; Isa 11:5.

afirmó también el mundo. Sal 75:3; Sal 96:10; Isa 45:12, Isa 45:18; Isa 49:8; Isa 51:16; Heb 1:2, Heb 1:3.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

La majestad, poder, y santidad del reino del Señor, Sal 93:1-5.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

es un salmo real que se centra en el reinado de Dios sobre la tierra, usando una clara perspectiva cananea. El salmista niega a Baal y clama exaltadamente en alabanza a Dios. Dios es Rey del universo. ¿Qué son los seres humanos comparados con Él? Dios es el Rey de todo. ¿Con quién se puede comparar? (Isa 40:25). Este enfoque es una de las ideas más impresionantes de la Biblia. La estructura del Sal 93:1-5 es la siguiente:

(1) el establecimiento del reinado de Dios como Rey de la creación (vv. Sal 93:1, Sal 93:2);

(2) la celebración de la estabilidad de Dios como Rey de la creación (vv. Sal 93:3, Sal 93:4);

(3) el reconocimiento de la excelsa naturaleza de Dios (v. Sal 93:5).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Jehová reina es la clave de los salmos reales (Sal 96:10Sal 97:1Sal 99:1). La expresión se ciñó de poder describe la victoria del combate cuerpo a cuerpo. Se viste a Dios con las vestiduras de la victoria. Esta es una celebración de Dios como creador.

no se moverá: No hay poder en la tierra ni en el universo que pueda arrancar a Dios el control de la tierra.

desde entonces: A diferencia de Baal, quien era un «advenedizo» reciente en los mitos de Canaán, la soberanía de Dios es desde la antigüedad. El Dios vivo es eterno.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Salmo 93 (Vg 92): Yahvé, Rey de la Creación.
E s éste un himno grandioso en el que se canta la magnificencia de Dios como Soberano del universo. A pesar de ser sumamente breve, impresiona su lenguaje, lleno de la más altísima teodicea. Los salmistas han sabido captar el mensaje divino de la creación, que es un reflejo de la grandeza de Yahvé. Por esta soberanía superior deben ser acatados sus testimonios y mandamientos. Pero, además, Yahvé tiene su morada en Israel, y ésta es fuente de santidad para los que a ella se acercan.
No convienen los autores al determinar la fecha de composición de este magnífico himno, y así, mientras unos lo adjudican a la época de Salomón l, otros lo retrasan hasta el tiempo de los Macabeos 2. Se citan supuestas dependencias de la fraseología del Deutero-Isaías 3, pero el salmo es tan>breve, que no se pueden probar estas concomitancias literarias.
“El estilo, rápido y sonoro, con su armonía imitativa y sus repeticiones jadeantes, su pasaje precipitado de la tercera a la segunda persona, sus figuras brillantes y atrevidas, hacen del minúsculo poema una deliciosa pequeña obra maestra”4.

1 Reina Yahvé, se vistió de majestad, vistióse de poder Yahvé y se ciñó; cimentó el orbe: no se conmoverá. 2 Firme tu trono desde el principio, desde la eternidad eres tú. 3 Alzan los ríos, ¡oh Yahvé! elevan los ríos su voz, alzan los ríos su estrépito. 4 Más que los bramidos de las aguas tumultuosas, más que los furores del mar 5 es magnífico Yahvé en la alturas. 5 Tus testimonios son verídicos en grado sumo; conviene a tu casa la santidad, ¡oh Yahvé! por el transcurso de los días.

En la obra de la creación se manifestó el poder de Yahvé, al poner orden en el caos primitivo y al sujetar las fuerzas indómitas de los mares. Una de las maravillas de la obra divina es haber cimentado el orbe en una masa acuosa movible sin que el orbe se conmueva.-.Según las ideas cosmológicas hebraicas, la tierra descansaba en unos pilares sobre el abismo de aguas saladas. La obra de Dios es, pues, un prodigio de equilibrio, digno de su sabiduría y omnipotencia6. Como Soberano del universo, tiene Yahvé su trono firme descansando en la bóveda celeste, sobre las cimas de las montañas7. Y esta permanencia del trono divino es desde la eternidad: antes que se organizara el cosmos.
Asentado en su trono celeste, Yahvé domina las fuerzas del mar 8, cuyos oleajes y ríos no llegan hasta EL El ruido ensordecedor de sus olas, lejos de empañar su magnificencia, es un himno a su poder superior.
El v.5 parece una adición litúrgica: la perspectiva conceptual cambia, pues el poeta habla ahora de las vinculaciones de Yahvé con su pueblo a través de su santuario de Jerusalén. Sus leyes son, en realidad, testimonios verídicos de su voluntad 9; sus promesas son, por ello, indefectibles; y su presencia en la casa de santidad – el templo jerosolimitano – es una prenda de fidelidad a sus promesas de protección a su pueblo y a los que sigan sus mandatos, y esto, no momentáneamente, sino por el transcurso de los días, presentes y futuros: por siempre.

1 Opinión de Herkenne. – 2 Así Hitzig y Olshausen. – 3 Hipótesis de Briggs. – 4 J. Calés, o.c., II p.179· – 5 Lit. “los rompientes (u olas) del mar1.” – 6 Cf. Gen 1:2.9-12. – 7 Cf. Sal 11:4; Sal 14:2; Sal 18:7-10; Sal 19:5; Sal 24:21; Sal 65:7-8; Sal 74:13-14. – 8 Cf. Job 38:8-11; Sal 24:2; Sal 104:5-9; Isa 51:9-10; Sal 74:12-14; – 9 Cf. Sal 19:8; Sal 111:8.

Fuente: Biblia Comentada

Jehová reina. Una exclamación del reinado universal del Señor sobre la tierra desde el momento de la creación (v. Sal 93:2; cp. Sal 103:19; Sal 145:13) y para siempre.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

El Sal 93:1-5 y el Sal 95:1-11; Sal 96:1-13; Sal 97:1-12; Sal 98:1-9; Sal 99:1-9; Sal 100:1-5 (cp. Sal 47:1-9) celebran la soberana realeza de Dios sobre el mundo. El Sal 93:1-5 glorifica el reino eterno y universo de Dios que es providencialmente administrado mediante su Hijo (Col 1:17). Nada es más poderoso que el Señor; nada es más firme que su reino, nada es más seguro que su revelación.

I. El reino universal del Señor (Sal 93:1-4)

A. Sobre la tierra (Sal 93:1-2)

B. Sobre el mar (Sal 93:3-4)

II. La revelación autoritaria del Señor (Sal 93:5)

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Salmo 93 (92): Himno a Dios, rey del universo, que domina las fuerzas de la naturaleza y establece por siempre sus mandatos.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— el Señor es rey: Fórmula inicial propia de los salmos que celebran la realeza del Señor: Sal 47:2; Sal 95:3; Sal 96:10; Sal 97:1; Sal 99:1.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Salmo 93-100. «alabanza de Jerusalen». Los Himnos Del Gran Rey

Este grupo de Salmos recalca el tema de la realeza de Jehovah. El reina (93:1; 96:10; 97:1; 99:1); es Rey (95:3; 98:6). En este respecto los Sal. 94 y 100 parecen fuera de tono pero 94:2 (cf. 96:10-13; 98:9) usa la palabra «equivalente a rey»: Juez, y el Sal. 100 mantiene su posición en la serie no sólo por su conexión con el Sal. 99 sino por el tema que comparte con el Sal. 95 (cf. 95:6, 7; 100:1-3). Es interesante pensar que posiblemente tengamos aquí (cf. sobre Sal. 120-134) una pequeña colección de himnos para usar, digamos, en la fiesta de los Tabernáculos. Dado que esta festividad marcaba el final de la cosecha cada año (Exo. 23:16; Deut. 16:13) y también celebraba la victoria del Señor sobre Egipto y su cuidado por su pueblo en un mundo hostil (Lev. 23:39-43) es una transición fácil a la celebración de su realeza (Zac. 14:16). Es también posible (ver la Introducción) que se convirtiera en una celebración anual específicamente del Gran Rey. De cualquier manera, estos siete salmos van juntos y, en pares, comparten aspectos del tema de la realeza: 93, 94: El Rey sobre toda la tierra; 95, 96: el Rey sobre todos los dioses; 97, 98: el Rey en el corazón de su pueblo; 99, 100: el Rey y su carácter.

Salmos 93, 94. El Lugar de la Fe y el Lugar de la Oracion

La figura del Rey con su soberanía sin problemas (93:4) sobre las rugientes olas se fusiona en la obra del Juez (94:2) administrando al mundo donde los que hacen iniquidad … quebrantan («estruendo» o azote y «quebrantan» son palabras concordantes) a su pueblo (94:4, 5), donde el gobierno soberano se lleva a cabo en las acciones ordinarias de su divina providencia al establecer su orden en la vida (94:10, 12) y todavía espera su manifestación final (94:15, 23). La realidad espiritual de la majestad real divina (93:1) se enfrenta con la usurpación terrenal de los orgullosos (una palabra relacionada: 94:2) y del trono extraño (20). En la solemnidad calma y creyente, el pueblo del Señor aclama su realeza (Sal. 93) y en medio del ajetreo de la vida ve cómo gobierna el mundo (Sal. 94).

93:1-5 El Rey aclamado. La afirmación de los vv. 1 y 2 se desplaza a la figura de los vv. 3 y 4 y la solemne consecuencia para el pueblo del Señor (5); los vv. 1 y 2 se dirigen hacia abajo desde el Señor firmemente entronizado a la seguridad derivada del mundo que gobierna; los vv. 3 y 4 se dirigen hacia arriba desde la turbulencia de las “potencias” terrenales al sereno poder de su exaltación. La tierra es un lugar seguro en el cual vivir porque él reina; y aun en su mayor turbulencia, él sigue en su trono. 1 Enfatiza el ropaje del Señor: vestido … vestido … ceñido. Como tema, el “ropaje” indica carácter e intención (ver Jos. 5:13-15; Isa. 59:16-18). El Señor viste las vestimentas de la realeza porque es, y tiene la intención de actuar, como rey. No se nos dice cómo es que afirmó el mundo, pero el hecho de que esta verdad se encuentre entre el reinado del Señor (1, 2) su trono es muy significativo. Mientras él reina, la tierra permanece estable. 3, 4 Usan los inquietos mares para retratar las fuerzas destructoras y hostiles en el orden creador: ya sean las violentas tempestades mismas, o la turbulencia de las naciones (Sal. 2) o (como creían los paganos) las incesantes batallas entre las potencias espirituales del caos y el Creador. Sea cual fuere la turbulencia, el Señor en las alturas es más poderoso. 5 Es igual al v. 2 dentro de la estructura del Salmo. Allí, Dios quien es eterno por naturaleza, ocupa su trono eternal; aquí, Dios quien vive en su casa en medio de su pueblo ha hablado su palabra inmutable y hace que la santidad sea su requisito inmutable.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

93.1ss La tradición judía declara que los siguientes siete salmos (93-99) predicen alguna de las obras del Mesías. Se dice que el Salmo 93 se ha usado después del cautiverio en los servicios del templo y quizás se escribió durante la invasión de Senaquerib (2 Reyes 18.13-19.37).93.5 La clave del eterno Reino de Dios es su santidad. La gloria de Dios no solo se manifiesta en su fortaleza, sino también en su carácter moral perfecto. Dios nunca hará algo que no sea moralmente perfecto. Esto nos da la seguridad de que podemos confiar en El, a la vez que coloca una demanda en nosotros. Nuestro deseo de ser santos (dedicados a Dios y moralmente limpios) es la única respuesta apropiada que podemos dar. Nunca debemos usar medios impíos para alcanzar una meta santa, ya que Dios dice: «Santos seréis, porque santo soy yo Jehová vuestro Dios» (Lev 19:1-2).

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

NOTAS

(1) LXX tiene este encabezamiento: “Para el día antes del sábado, cuando la tierra estaba colonizada (poblada). La alabanza de una canción compuesta por David”; Vg es similar.

(2) “La tierra productiva.” Heb.: te·vél; LXX: “La tierra habitada”; lat.: ór·bem tér·rae, “El círculo de la tierra”.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 3293 Sal 96:10; Sal 97:1; Isa 52:7; Rev 11:17; Rev 19:6

b 3294 Sal 68:34; Sal 104:1; Isa 26:10

c 3295 Sal 65:6

d 3296 Sal 18:15; Sal 96:10

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Salmo 93 Este Salmo introduce una colección de himnos alabando al Dios de Israel como el poderoso y eterno Rey (Sal 93; 95-100). El estableció su trono como Rey cuando estableció el mundo de entre las aguas y el caos (vers. 1-3; Gn 1:1, 2). El manifiesta su majestad real en el presente al mantener la tierra contra la furia de las olas que se rompen en sus costas (vers. 3, 4). Su reino alcanza todo tiempo y todas las cosas, tanto el orden universal y físico como el orden social y moral. Su reino eterno y majestuoso sobre el mundo es parte de su soberanía sobre las naciones. En sus manos sostiene los reinos y gobiernos. Su santo templo, del cual su templo terrenal es una réplica (He 9:23), contiene su ley moral, pues El es firme y para siempre es su majestad y fortaleza. Como un mar rugiente, las naciones pueden lanzarse contra la roca de su santo trono y contra sus leyes, pero ambos permanecen eternamente inconmovibles (vers. 5). Todos los vers. (con la excepción del 5) se caracterizan por dobles expresiones que destacan la amenaza contra el reino de Dios (vers. 3), pero que a la vez expresan la estabilidad de su reino (vers. 1, 2, 4).

Fuente: La Biblia de las Américas

En este salmo dedicado a Dios como Rey, el salmista se goza en la soberanía de Dios quien es afirmado en Su trono por encima de las aguas y habita en Su santo templo. El salmista preve el reinado milenial del Mesías.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

O, se ha hecho rey

Fuente: La Biblia de las Américas