Biblia

Comentario de Salmos 111:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Salmos 111:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

¡Aleluya! Daré gracias a Jehovah con todo mi corazón, en la reunión y en la congregación de los rectos.

Año 536 a.C. Como este es un salmo alfabético cada primer letra de cada versículo comienza con una de las letras del alfabeto hebreo en forma consecutiva, Aleluya, que empieza con la quinta letra, debe considerarse como un título.

Alabaré a Jehová. Sal 106:1, Sal 106:48; Sal 9:1; Sal 103:1; Sal 138:1.

en la compañía y congregación de los rectos. Sal 22:25; Sal 35:18; Sal 40:9, Sal 40:10; Sal 89:5, Sal 89:7; Sal 107:32; Sal 108:3; Sal 109:30; Sal 149:1; 1Cr 29:10-20; 2Cr 6:3, 2Cr 6:4; 2Cr 20:26-28.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

El salmista con su ejemplo anima a otros a alabar a Dios por sus obras de gloria, Sal 111:1-4,

y gracia, Sal 111:5-9.

El temor de Dios produce sabiduría, Sal 111:10.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

es un salmo de sabiduría que también sirve como salmo de alabanza. Este salmo y el siguiente están escritos como acrósticos. Las estructura del salmo Sal 111:1-10 es:

(1) una determinación de alabar a Dios en medio de la congregación (v. Sal 111:1);

(2) una descripción de la alabanza de Dios por sus maravillosas obras hacia su pueblo (vv. Sal 111:2-9);

(3) una palabra de conclusión que une la naturaleza de la sabiduría verdadera con el temor de Jehová (v. Sal 111:10).

 EN PROFUNDIDAD

Salmos de la Pascua

Una de las formas más efectivas de enseñar la verdad espiritual es mediante la canción. Asimismo, los recuerdos se transmiten mejor a través de la música. Conscientes de ello, los antiguos hebreos compusieron los Sal 113:1-9 al Sal 118:1-29 para que se cantaran alrededor de la mesa en la cena durante la Pascua.

Los dos primeros del grupo se cantaban antes de la comida y los otros cuatro después. Cada salmo conmemoraba algún aspecto del escape de los israelitas de su esclavitud al Faraón y los egipcios (Éxo 12:1-51; Éxo 13:1-22; Éxo 14:1-31; Éxo 15:1-27), y por esa razón se les llama a veces las alabanzas egipcias (del hebreo hallel que significa «alabar»; cf., con el Sal 113:1). Probablemente, Jesús y sus discípulos cantaron estos salmos en su última cena juntos en el aposento alto (Mat 26:30; Mar 14:26).

Los temas de los seis salmos pascuales son:

Sal 113:1-9

: Alabanza a Dios por liberar al oprimido.

Sal 114:1-8

: Escape de Egipto.

Sal 115:1-18

: Alabanza a Dios juntos como pueblo.

Sal 116:1-19

: Agradecimiento personal a Dios y ofrecimiento a Él.

Sal 117:1-2

: Llamamiento a los no judíos a alabar a Dios.

Sal 118:1-29

: Recuerdo del constante y perdurable amor de Dios.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Alabaré a Jehová: El salmo comienza de la forma habitual que sigue al «Aleluya» de apertura. La determinación a alabar a Jehová viene del corazón y se realiza ante la congregación.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

ALABARÉ A JEHOVÁ. Este salmo alaba al Señor por sus bendiciones físicas y espirituales y por su cuidado providencial de quienes lo aman y le temen. El salmista ha resuelto alabar a Dios no sólo en privado sino también «en la… congregación» (v. Sal 111:1). Es bíblico alabar a Dios de manera espontánea y en voz alta en la iglesia.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Salmo.
L a tradición judeo-cristiana ha admitido siempre la proyección mesiánica de esta vigorosa pieza del Salterio. Los apóstoles y el mismo Jesús apelan al sentido mesiánico del salmo 24, y los Santos Padres siguen la misma línea 25; no obstante, los autores modernos católicos no convienen en matizar el mesianismo del salmo, ya que, mientras unos lo toman en sentido directo y literal, otros, en cambio, lo entienden en sentido típico indirecto: el salmista, con motivo de la entronización de un rey, le ensalzaría, viendo en él el eslabón que lleva al Rey por excelencia de la dinastía davídica, el Mesías 26. El salmista, llevado de un sentido profético, piensa en la culminación de la dinastía y en la inauguración de los tiempos mesiánicos, y presenta al futuro Mesías dominando sobre sus enemigos después de haberlos vencido en la batalla. La perspectiva, pues, está dentro de los moldes primarios de la teología viejotesta-mentaria. La panorámica del salmista difiere mucho de la del autor de los fragmentos del “Siervo de Yahvé,” en los que se nos presentan las facetas de un Mesías doliente triunfando con la mansedumbre y la ofrenda de su propia vida 27.

1 San Agustín: PL 37:1445. – 2 Cf. Mat 22:43-45; Mar 12:353; Luc 20:415. – 3 Cf. Hec 2:34; Enchir. Bib. 344. – 4 Es la opinión de Duhm, Budde, Baethgen, Kautzsch. – 5 Hipótesis de A. F. Kirkpatrick, Causse, Kittel, Barnes, Mowinckel, Gunkel, Kónig, Selling. – 6 Lit. “el báculo de tu fortaleza.” – 7 Así según el TM, con alguna corrección (leyendo montes-haré en vez de hadaré: “atuendos”). El texto de los LXX, seguido por la Vg, es totalmente diferente: “Contigo el principado en el día de su poder, en esplendores de los santos: desde el seno antes del lucero de la aurora te engendré.” Es la versión aceptada por el NP. La Bib. de Jér.: “A ti el principado en el día de tu nacimiento, sobre los montes sagrados, desde el seno, desde la aurora de tu juventud.” Calés: “Contigo es la dignidad de príncipe en el día de tu nacimiento. En los esplendores de la santidad. Antes de la aurora, como un rocío, yo te he engendrado.” La Peshitta: “Tu pueblo es digno de elogio, en el día de la fuerza, en los esplendores de la santidad.” Ceuppens: “Tu pueblo espontáneamente (se ofrece) en el día de tu poder en ornamentos sagrados; desde el seno de la aurora (será) para ti el rocío de tu juventud.” Es más o menos la versión de Kirkaptrick, ambas basadas en el TM. Todo depende de la vocalización de las palabras. Así, los LXX leen: cimmeka nedibdh (“contigo el principado”) en lugar de cammeka neddbóht del TM (“tu pueblo espontáneamente”“) y al final los LXX leen: yelidtíkd (“te he engendrado”) en lugar de yalduthe (i) kd (“tu juventud”) del TM. La versión de los LXX encuentra su paralelo en la expresión del salmo 2: “Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy.” – 8 Cf. Num 4:3; Sam 2:30; 2Sa 23:1; Isa 1:24; Isa 56:8; Zac 12:1. – 9 Cf. Sal 15:10; 1Re 2:19. – 10 Véase L. Durr, Psal. no im Lichte der neueren altor. Forschung (1929) p.13- – 11 Véase Jos 10:24; 1Re 5:3; 1Co 15:25. – 12 Cf. Jean, Milieu Biblique II p.172. – 13 Así opinan: M. J. Lagrange: RB 14 (1905) 47-48; A. Vaccari, / libri poetici p.iSo; F. Zorell, Psalterium ex hebraeo latinum p.3; N. Peters, Das Buch der Psalmen (1930) p.283; E. Kónig, Messianische Weissagungen p.i4Q. – 14 Contra esta interpretación está la mención de la palabra hebrea rejem, que significa “útero,” que es incomprensible aplicada a Dios en la mentalidad del A.T. – 15 Según una ingeniosa reconstrucción de Charrue, seguida por Ceuppens, este extraño verso habría que traducirlo así: “Pondrá la heredad en tu mano; por eso podrá levantar la cabeza.” Véase Ceuppens, o.c., p.15. – 16 Cf. J. Coppenss, Notes philologiques sur el texte hebrea de I’Anden Testament. Le Psau-me CLX (CX): “Le Muséon,” 44 (1932) 180. – 17 Cf. Gen 14:18. – 18 Cf. Jue 7:4-6. – 19 Cf. 1Re 1:9. – 20 Cf. 1Re 1:385. – 21 Hipótesis de Dürr, Schmidt. – 22 Opinión de Charrue, Herkenne, Desnoyers, Coppens y Ceuppens. – 23 Cf. 1Re 8:51; Jer 12:8. – 24 Cf. Me 12:35-37; Mat 22:41-46; Lev 20:41-44; Hec 2:34; Rom 8:34; 1Co 15:25; Efe 1:20-22; Col 3:1; Heb 1:3; Heb 5:6; 7:17.21′, 8:1; Lev 10:12-13; 1 Pe 3.22. – 25 San Crisóstomo, In Psalmos: PG 55:276; san jerónimo, Epist. 65: PL 22:626. En los textos bíblicos del N.T. nunca se cita la frase “ex útero ante luciferum genui te”; (según los LXX y Vg) para probar la filiación divina del Mesías. Los judíos, a causa de las disputas con los cristianos, negaron el carácter mesiánico del salmo en los siglos i-in, pero después lo volvieron a reconocer. – 26 Así opinan Landersdorfer, Dürr, Peters. – 27 Sobre la interpretación del salmo véanse los trabajos siguientes: M. J. Lagrange: RB 14 (1905) 47ss; A. Vaccari, De Libris Didacticis (1929) 113-117; N. Peters, Die Entstehung des M.T. Von Psalm. 110,3: “Teol. Quartalschrift” (1898) 6155; S. Minochi, / Salmi messianici. Sal no: RB 12 (1903) 206-211; J. Theiss, Psaím CX: Dixit Dominus Domino meo: “Pastor Bonus” (1917) 1935; 2415; E. Konig, Die messianische Weissagungen (1923) 149-150; L. dürr, Psalm noim Lichte der neueren Altorientalischen Forschung (Münster 1929); H. ron-gy, Le Psaume CIX: “Rev. Eccl. de Liége,” 19 (1927) 363-365; L. dennefeld, Messianisme: DThC 10 (1929) 1423-1425; H. Herkenne, Psalm no m neuer textkritischer Beleuchtung: Bíblica 11 (1930) 450-457; J. Coppens: a) Notes d’exégése: Le Psaume CIX (CX),v.7. “Ephem. Theol. Lov.,” 7 (1930) 292-293; A. Charue, Le Sacerdoce du Christ-Roi dans le Psaume CX: Goliat. Namurc.,” 26 (1932) 229; E. Podechard, Le Psautier II (1954) 168-183 .

Fuente: Biblia Comentada

todo el corazón. Jesús podría haber tenido este pasaje en mente al afirmar que el más grande mandamiento era «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón … » (Mat 22:37).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Salmo 111 (110): Himno de alabanza a Dios cuya bondad se manifiesta en obras y acciones portentosas que provocan la admiración y el agradecimiento del salmista. El poema, de estructura alfabética (ver notas iniciales a Sal 25:1-22 y Sal 119:1-176), concluye con una breve reflexión de carácter sapiencial que exhorta a respetar y honrar a Dios para alcanzar así una sabiduría plena y verdadera (Sal 111:10).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Sal 22:22; Sal 35:18; Sal 40:9; Sal 149:1.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Salmos 111, 112. Un Abc de Parecido Familiar

Estos Salmos forman un par en estilo y tema. Cada uno es un «acróstico alfabético» (ver la Introducción). El tema del Sal. 111:1b es el Señor, revelado en hecho y palabra; el tema del Sal. 112 es el pueblo del Señor, visto en un «hombre» típico, que se asemeja al propio Señor en carácter y conducta. Una y otra vez las líneas concordantes expresan ideas relacionadas: el corazón agradecido y el espíritu reverente (111 y 112:1b respectivamente); los rectos deleitándose en la obediencia (1c); grandes … obras de Dios, su gente poderosa (2a); la majestad del Señor; la riqueza de su pueblo (3a); etc. Hay correspondencias directas en particular: tanto el Señor y su pueblo poseen justicia duradera (3b); la misma palabra describe las ordenanzas afirmadas («mantenidas», 111:7, 8) y el corazón … afianzado de su pueblo (112:9a); El Señor proveyó redención a su pueblo necesitado, ellos demuestran pródiga generosidad (a). Así como decimos «de tal palo tal astilla», bíblicamente los que nos miran a nosotros deben verlo a él. A través de los dos salmos «para siempre» y «eternal» suenan como una campana: la justicia, el pacto, los preceptos y la alabanza del Señor son eternos: y también lo es la justicia de su pueblo y su seguridad y perpetuidad. Porque es eterno en justicia, ellos son apartados de los relativismos mundanos, guardando y practicando los valores morales que ven revelados en él.

Salmo 111. El Señor, sus hechos y su palabra

El v. 1 con sus notas de alabanza y consagración moral (rectos) hace pareja con el v. 10, llamando al temor, la obediencia y alabanza. Entre estos paréntesis, los vv. 2-9 empiezan afirmando la grandeza de las obras del Señor (2, 3) y siguen con un recuento de lo que ha hecho (4-9). La primera (4) y la última (9) obra es la revelación de sí mismo por nombre. 4 Lit. “Un recordatorio, o memorial que ha hecho con respecto a sus maravillas” (cf. Exo. 3:15). Su nombre expresa todo lo que quiere que su pueblo sepa de él. Se deleita en otorgar gracia inmerecida y lo mueve un afecto emocional (clemente, cf. 1 Rey. 3:26) por ellos. Los redimió (9) -redención enfoca la atención en el pago de rescate: tomó sobre sí todo el “costo” de su liberación- y formó con ellos un pacto. Porque se acordó de su pacto los alimentó (en el desierto), los hizo entrar en la tierra y les dio su ley digna de confianza de acuerdo con la cual vivir (5-7). De esta manera la gracia inmerecida y el amor apasionado que surgió primeramente en la redención, puso al pueblo del Señor dentro de los brazos de su pacto donde experimentan su cuidado providencial que suple sus necesidades cotidianas, su poder sobre todo el poder de sus enemigos y su palabra según la cual viven.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

111-118 A estos Salmos se les llama salmos de aleluyas. Aleluya significa «alabado sea el Señor» y expresa el tono de influencia edificante y optimista de estos cánticos.111.9 La redención aquí representa la libertad que Dios le dio a los israelitas de Egipto y el futuro regreso de la cautividad en Babilonia (véanse Deu 7:8; Jer 31:11). Redención significa recuperar a alguien o algo mediante el pago de un rescate. El pecado tenía cautiva a la humanidad, pero Jesús pagó el precio para librarnos: entregó su vida en sacrificio perfecto. Antes de que Jesús se ofreciera en sacrificio por el pecado, no se le permitía a la gente entrar en la presencia de Dios (el Lugar Santísimo). Ahora, todos los creyentes pueden acercarse al trono de Dios libremente mediante la oración y así tener la presencia del Espíritu Santo en sus vidas.111.10 La única forma de llegar a ser verdaderamente sabio es mediante el temor (reverencia) a Dios. Esta misma idea se expresa en Pro 1:7-9. Muy a menudo la gente quiere obviar este paso y piensa que puede alcanzar sabiduría solo por la experiencia que da la vida y el conocimiento académico. Pero si no se reconoce a Dios como la fuente de la sabiduría, no se pueden crear las bases para tomar decisiones sabias y estamos definitivamente perdidos cuando cometemos errores y tomamos decisiones necias.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

NOTAS

(1) Este salmo está en acróstico u orden alfabético heb.

(2) Véase Sal 104:35, n.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 4078 Éxo 15:2; Sal 35:18; Sal 68:4; Sal 113:1; Rev 19:1

b 4079 Sal 9:1; Sal 107:8; Sal 138:1

c 4080 Job 19:19; Sal 89:7

d 4081 1Re 8:5; Sal 1:5

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Salmo 111 Este Salmo didáctico es un cántico de alabanza que celebra el pacto entre el Señor y los que le temen. Los vers. 1, 2, describen a los participantes que ofrecen alabanza. Los vers. 3, 4 subrayan el carácter eterno de las obras majestuosas y misericordiosas de Dios. Los vers. 5, 6 especifican sus obras maravillosas de acuerdo con su pacto eterno. Los vers. 7, 8, igualando a los vers. 3, 4 y unidos por las palabras « obras» y « justicia y fidelidad» , vuelven a las obras del Señor, enfocándose ahora en su justicia eterna y conformidad a la ley mosaica. El vers. 9, como los vers. 5 y 6, también habla de sus beneficios específicos a su pueblo: de acuerdo con su pacto eterno El redimió a su pueblo. El vers. 10 emparejado con vers. 1, limita los beneficios a los que temen su nombre. El énfasis en el temor del Señor también se encuentra en otros cánticos de acción de gracias (cp. Sal 34 y 103).

Fuente: La Biblia de las Américas

Este salmo está redactado en acróstico. Cada línea comienza con una letra del alef-bet (alfabeto hebreo) e indica continuidad con el siguiente salmo.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

O, ¡Alabad al {I SEÑOR!;} heb., Alelu-YAH

Fuente: La Biblia de las Américas

Tít. Este salmo está redactado en acróstico. Es decir, cada línea comienza con una letra del alfabeto hebreo, y prob. conforma una sola unidad con el siguiente salmo.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

SALMO 111 (110)[9] Un Redentor y realizador de la salvación y de la alianza.

Fuente: Notas Torres Amat