Comentario de Salmos 114:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Cuando Israel salió de Egipto, la casa de Jacob de un pueblo extranjero,
(Título) Su composición es inexpresablemente bella, y con el más elevado estilo de poesía.
Cuando salió Israel de Egipto. Éxo 12:41, Éxo 12:42; Éxo 13:3; Éxo 20:2; Deu 16:1; Deu 26:8; Isa 11:16.
del pueblo extranjero, o de lengua extraña. Sal 81:5; Gén 42:23.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Los milagros realizados por Dios, cuando sacó a su pueblo de Egipto, son sólo una muestra del temor a él, Sal 114:1-8.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Celebra la liberación israelita de Egipto. Este poema tiene un espíritu animado y luminoso que equilibra la teología más fuerte y el paso más pesado de la primera canción de liberación en Éxo 15:1-27. Este poema se recita con el salmo Sal 113:1-9 en la Pascua antes que la cena esté servida. Este salmo tiene tres movimientos:
(1) una celebración de la redención de Israel de Egipto (vv. Sal 114:1, Sal 114:2);
(2) una caracterización de los enemigos de Israel (vv. Sal 114:3-6);
(3) una celebración de Jehová que redimió a Israel (vv. Sal 114:7, Sal 114:8).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Los esclavos recién liberados dejaron Egipto y nunca aceptaron el lenguaje del pueblo extranjero. Con este desaire, Israel afirmó que los valores verdaderos en la vida no se iban a encontrar en las «glorias de Egipto», sino en la presencia de Jehová.
Santuario: Este versículo anticipa el sentido que el NT. tiene del Dios vivo entre su pueblo más que en un templo (Eze 37:26, Eze 37:27; 2Co 6:16-18).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
SALMOS DE LA PASCUA. Los judíos usaban estos salmos en la celebración anual de la pascua. Los primeros dos se cantaban antes de la comida y los cuatro restantes después de la comida. Así que estas fueron probablemente las últimas canciones que Jesucristo cantara antes de su muerte. Como estos salmos comienzan en hebreo con la palabra «aleluya» (Sal 113:1), los judíos llegaron a llamarlos Hallel (Alabanza).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
Salmo 113 (Vg 112): Benignidad De Dios con los Humildes.
E n este himno de alabanza se declara la especial providencia que tiene Yahvé sobre los humildes a pesar de su excelsa majestad. Este salmo es el primero de la serie (113-118) que constituye el “gran Hallel,” por empezar con la exclamación litúrgica “aleluya” (“Alabad a Yahvé”). Estos seis salmos se cantaban en las grandes fiestas del año – Pascua, Pentecostés, Tabernáculos y Dedicación del templo – y en los novilunios, o principios de mes, excepto el primero de año.
Este salmo constituye como “el punto de unión entre el cántico de Ana l y el Magníficat de la Virgen” 2. Se divide en tres estrofas. El estilo es sencillo, pero muy fluido y elegante. No se puede determinar con fijeza la época de su composición, aunque los modernos comentaristas se inclinan por una fecha postexílica.
La Providencia divina sobre los desvalidos.
1 ¡Aleluya! Alabad, siervos de Yahvé, alabad el nombre de Yahvé. 2 Sea bendito el nombre de Yahvé desde ahora y por siempre. 3 Desde el levante del sol hasta su ocaso sea ensalzado el nombre de Yahvé. 4 Excelso sobre todas las gentes es Yahvé; su gloria es más alta que los cielos. 5 ¿Quién semejante a nuestro Dios, que tan alto se sienta 6 y se abaja para mirar en el cielo y en la tierra; 7 que levanta del polvo al desvalido y alza del estiércol al pobre 8 para hacerle sentar entre los príncipes, entre los nobles de su pueblo; 9 que hace habitar en casa a la estéril (como) madre gozosa de (numerosos) hijos? ¡Aleluya!
El salmista invita a los piadosos – sierros de Yahvé en cuanto que viven conscientes la vocación de entrega a Dios como miembros de un pueblo elegido entre todos los de la tierra para servirle de un modo especial 3 – a entonar himnos de alabanza al Dios providente y excelso. El nombre de Yahvé simboliza su esencia y sus atributos, y bajo este aspecto es digno de admiración y loas. Pero este reconocimiento laudatorio del nombre del Dios de Israel no debe limitarse a las funciones litúrgicas del templo, sino a todas las manifestaciones de la vida: ahora y siempre. Todos los pueblos – de oriente a occidente – deben asociarse a estas alabanzas que ahora resuenan en el tabernáculo de Sión4, porque, aunque Yahvé sea el Dios del pueblo israelita, es también el Señor de todos los pueblos. La fraseología está tomada de otras composiciones del Salterio 5.
La morada de Yahvé está en lo más alto de los cielos, y desde allí contempla la marcha de la historia. Con bello antropomorfismo, el poeta presenta a Yahvé tan elevado en la cúspide de los cielos, que tiene que abajarse para contemplar al detalle lo que pasa por la tierra6.
Su solicitud se extiende principalmente a los necesitados y humildes. Plásticamente presenta el salmista al pobre, expulsado de la sociedad, sentado en el mazbale, o montón de inmundicias – ceniza, estiércol, residuos de todo -, que se encuentra a las afueras de las aldeas orientales, donde pululan los míseros y enfermos leprosos, que no tienen derecho a frecuentar las vías públicas 7. La expresión está tomada del cántico de Ana8, como la siguiente sobre la elevación del pobre a la más alta dignidad de los principes de la ciudad 9. También la alusión a la mujer estéril, bendecida milagrosamente con numerosa prole, está tomada del cántico de Ana 10. El salmista, pues, trabaja con la tradición literaria para expresar su gratitud hacia Yahvé, que se preocupa de redimir a los desvalidos y despreciados de la sociedad.
1 Cf. Sam 2:1-10. – 2 Perowne, citado por Kirkpatrick, o.c., 677. – 3 Cf. Sal 69:36; Isa 54:17; Isa 41:8-9; Sal 136:22. – 4 Cf. Mal 1:11; Sof 3:9. – 5 Cf. Sal 99:2; Sal 57:5.11; Sal 8:1; Exo 15:11; Deu 8:34. – 6 Cf. Sal 138:6; Isa 57:15. – 7 Cf. Job 2:8. – 8 Cf. Sam 2:8. – 9 Cf. Job 36:7; 2Sa 9:7. – 10 Cf. Sam 2:8; Isa 54:11Isa 66:8.
Fuente: Biblia Comentada
Vea la nota sobre el Sal 113:1-9. Este salmo es el que está relacionado con el éxodo de forma más explícita (Éxo 12:1-51; Éxo 13:1-22; Éxo 14:1-31). Narra la respuesta de Dios a la nación cautiva (Israel en Egipto) a fin de honrar sus promesas en el pacto abrahámico (Gén 28:13-17) dado a Jacob (cp. Sal 114:1, «la casa de Jacob» Sal 114:7, «el Dios de Jacob»).
I. Dios habita en Israel (Sal 114:1-2)
II. Dios intimida a la naturaleza (Sal 114:3-6)
III. Dios invita al estremecimiento (Sal 114:7-8)
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Salmo 114 (113a): Himno de alabanza que canta los prodigios del éxodo y la entrada en la tierra prometida destacando el dominio de Dios sobre una naturaleza personificada a la que somete y transforma en favor de su pueblo. Este salmo aparece unido al Sal 115:1-18 en las versiones griega y latina.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Éxo 12:51.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
— de un pueblo extranjero: Egipto, país que aquí se evoca utilizando una expresión alusiva a la lengua de sus habitantes, incomprensible para Israel. Ver Deu 28:49-50; Isa 28:11; Isa 33:19.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Salmos 113-118. El «hallel» Egipcio: Una Cantata de Salvacion
Cualquier cosa que se relaciona con el Señor Jesucristo es de valor y atractivo supremos para el cristiano. En consecuencia, por ser muy posible que este grupo de salmos formara parte de las celebraciones de la Pascua les da especial interés e importancia. En la última Pascua, la primera Cena, él y sus acompañantes habrán cantado los Sal. 113, 114 antes de la comida y 115-118 sería el «himno» que cantaron al final (Mat. 26:30). Es indudable que cada salmo en el grupo tuvo su propia historia literaria, pero juntos eran llamados «el Hallel egipcio, un acto de alabanza», un comentario cantado de Exo. 6:6, 7.
El Sal. 113 adjudica todo el suceso al Señor; cómo es intrínseco a su dignidad exaltada, el exaltar al pobre y al necesitado. El 114 registra majestuosamente el éxodo mostrando cómo el Creador administra su creación para beneficio de su pueblo. Los Sal. 115 y 116 se equilibran uno con el otro al ser rescatados de la muerte espiritual (115) y física (116), respectivamente, la comunidad y el individuo. El 117 amplía la verdad del éxodo a sus límites mundiales: lo que fue hecho para Israel fue hecho para todos. Por último, el 118 nos permite unirnos a la gran procesión que pasa por las puertas hasta la presencia de Dios mismo.
(b) Salmo 114. El Señor Soberano: sobre todo, en todo, en medio de todo
El mensaje del Sal. 113 no es ilusorio porque el 114 pasa a demostrar al Señor supremo sobre las naciones (1) identificándose con los parias de la tierra (2), soberano sobre la creación (3-7), proveyendo para los necesitados (8). Las realidades del éxodo subrayan las realidades de la revelación.
1, 2 Redención y morada en medio de su pueblo. Cuando el Señor redime, viene para quedarse; al separar del mundo a su pueblo, lo separa para sí. El Salmo va más allá de las realidades topográficas de que el santuario (su “lugar santo”, donde mora) era en Judá; sino más bien, Judá, el pueblo mismo se convirtió en el lugar donde él vivía (Ef. 2:19-22). Porque a quienes redime, transforma: considerándolos como Jacob, viviendo en ellos como Israel (Gén. 32:27, 28).
3, 4 Creación y terminación. Las maravillas naturales acompañaron al éxodo, en el mar Rojo (Exo. 14:21 ss.), el Jordán (Jos. 3:14 ss.) y el Sinaí (Exo. 19:16 ss.). Las dos “cruces” marcan respectivamente la salida de Egipto y la entrada a Canaán. De esta manera, lo que el Señor comienza, lo termina; y la seguridad de que así es viene de saber de su poder soberano como Creador por medio del cual las barreras humanamente infranqueables “desaparecen” ante él.
5-8 Compasión y providencia. Las preguntas nos hacen avanzar rápidamente al clímax: la simple realidad de la presencia del Señor era suficiente para lograr las maravillas de la liberación. En su misericordia, se identifica con alguien tan débil, aun despreciable como Jacob; y él, que empieza y termina su buena obra (ver notas sobre 3, 4, cf. Fil 1:6), se ocupa también de las necesidades en el peregrinaje de su pueblo (Exo. 17:1-7).
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
114.7 Cuando Dios ordenó la Ley en el Sinaí, el monte tembló en la presencia de Dios. Aun con nuestra gran tecnología, los mares, los ríos y las montañas siguen presentándonos retos formidables. Pero para Dios, quien controla la naturaleza, no son nada. Cuando observe el poder de una ola del océano o la majestad del pico de una montaña, piense en la grandeza y en la gloria de Dios que es mucho más sorprendente que las maravillas naturales que pueda ver. Temblar ante la presencia de Dios significa reconocer todo el poder y la autoridad en comparación con nuestra fragilidad.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
NOTAS
(1) Apropiadamente, parte de los seis Salmos de Hallel, Sl cap. 113 y 114 (según la Escuela de Hillel), se cantaban durante la cena de la Pascua después que se había servido la segunda copa de vino y se había explicado la importancia de la celebración. Los Sl 115-118, que constituyen la parte restante de los Salmos de Hallel, se cantaban con relación a la cuarta copa de vino. Con toda probabilidad Jesús y sus discípulos siguieron este proceder. Véase Mat 26:30.
REFERENCIAS CRUZADAS
a 4149 Éxo 12:41; Éxo 13:3
b 4150 Gén 42:23; Sal 81:5
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Salmo 114 Este Salmo es un himno histórico celebrando al Dios de Israel porque hizo retroceder los mares y temblar los montes para establecer su reino santo en Israel. Este poema construido elegantemente consiste de cuatro secciones de dos versos cada una. En vers. 3, 4 el poeta capta la atención del auditorio dramatizando las hazañas históricas del Señor en la fundación de Israel como una batalla contra la naturaleza: los poderosos mares huyen; los montes altos y sólidos saltan de miedo. En los vers. 5, 6 el salmista permite que su auditorio se deleite del momento al fingir no saber ante quién estas fuerzas gigantes de la naturaleza se encogen de miedo. Finalmente, en los vers. 7, 8, abre la cortina para que todos vean al Héroe, el Dios soberano de Jacob. Las secciones 2 y 3 se vinculan con sus referencias a mar y montes. Las secciones 1 y 4 se vinculan con sus referencias al Dios de Jacob. Los vers. 1, 2 no tratan del orden de la creación de Israel, sino de su historia. Este cántico adopta y desarrolla el cántico de Moisés (Ex 15:1-8), el cual terminó con la autorealización de Israel de que existía para ser santuario de Dios (Ex 15:17). Este Salmo refleja, con imaginación, en el éxodo y en las peregrinaciones por el desierto de Israel.
Fuente: La Biblia de las Américas
Este breve himno en conmemoración de las poderosas obras de Dios en el éxodo podría dividirse así: el recuento de los hechos (vv. Sal 114:1-4), la interrogación (impersonación) de las aguas y los montes (vv. Sal 114:5-6), y la exhortación a la tierra a temblar delante de Jehová por esas maravillas (vv. Sal 114:7-8).
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
SALMO 114 (113a)[1] El texto griego y la Vulgata latina unen los salmos 114 y 115 en uno, el 113. El salmo 114 recuerda hechos de salvación del Exodo, haciendo una fusión de lo sucedido en el mar Rojo y los sucesos del río Jordán.