Comentario de Salmos 120:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
(Canto de ascenso gradual) A Jehovah llamé estando en mi angustia, y él me respondió.
(Título).
Cántico gradual. Muchos piensan que este Salmo fue compuesto por David, cuando las calumnias de Doeg y otros lo forzaron a huir de su país. Sal 121:1; Sal 122:1; Sal 123:1; Sal 124:1; Sal 125:1; Sal 126:1; Sal 127:1; Sal 128:1; Sal 129:1; Sal 130:1; Sal 131:1; Sal 132:1; Sal 133:1; Sal 134:1.
A Jehová clamé estando en angustia. Sal 18:6; Sal 30:7, Sal 30:8; Sal 50:15; Sal 107:13; Sal 116:3, Sal 116:4; Sal 118:5; Isa 37:3, Isa 37:4, Isa 37:14-20; Isa 38:2-5; Jon 2:2; Luc 22:44; Heb 5:7.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
David ora contra el mentiroso, Sal 120:1, Sal 120:2;
reprueba su lengua, Sal 120:3, Sal 120:4;
se queja de su necesaria conversación con el malvado, Sal 120:5-7.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Este es el primero de un grupo de salmos llamados los cánticos graduales (Sal 120:1-7; Sal 121:1-8; Sal 122:1-9; Sal 123:1-4; Sal 124:1-8; Sal 125:1-5; Sal 126:1-6; Sal 127:1-5; Sal 128:1-6; Sal 129:1-8; Sal 130:1-8; Sal 131:1-3; Sal 132:1-18; Sal 133:1-3; Sal 134:1-3). Quienes peregrinaban a Jerusalén para adorar a Jehová durante las tres fiestas anuales (la Pascua, Pentecostés y la Fiesta de los tabernáculos), cantaban este grupo de himnos. Como las familias de los peregrinos también hacían el arduo viaje a la ciudad santa para la adoración festiva, cantaban estos salmos como estímulo a lo largo del camino. También es posible que una vez que llegaran a Jerusalén, cantaran de nuevo estos salmos a medida que se acercaban al Templo, volviendo a representar su viaje y asegurando las bendiciones de Dios en su camino. El salmo Sal 120:1-7, un salmo de lamento, centra su atención en las mentiras de los inicuos que afectan a los justos. La estructura del salmo es:
(1) un informe de liberación y una oración por ayuda (vv. Sal 120:1, Sal 120:2);
(2) el salmista se burla del adversario que ataca con mentiras (vv. Sal 120:3, Sal 120:4);
(3) un lamento relativo a la vida en un ambiente hostil (vv. Sal 120:5-7).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
labio mentiroso: En el contexto de estos salmos, los labios mentirosos pertenecen a quienes atacan a los creyentes por su confianza en Jehová (Sal 40:4).
Oh lengua engañosa: Como en el salmo Sal 12:1-8, el poeta está muy turbado por el poder aparente de las palabras del inicuo.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
CÁNTICOS GRADUALES. Se intitulan estos quince salmos «Cánticos graduales» o «Canciones de las subidas» (i.e, de los grados). Algunos creen que esa frase se refiere a los grados en el reloj de sol tipo escalera del rey Acaz, donde la sombra declinó diez grados como garantía de que Dios le añadiría al rey Ezequías quince años de reinado pacífico. Se compilaron luego esos salmos para celebrar esa promesa (2Re 20:6-10; Isa 38:5-8). La mayoría de las personas creen que la frase «Canciones de las subidas» se refiere a los salmos que los judíos cantaban juntos cuando «subían» a Jerusalén como peregrinos a las fiestas sagradas.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
ÉL ME RESPONDIÓ. El gran pensamiento de este salmo del caminante es que el Dios que creó el cielo y la tierra dedica tiempo para observar y cuidar a todos los que confían en Él y en su palabra. No se permitirá que ningún mal arruine la comunión de ellos con Él (véase también Rom 8:28-39).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
Salmo 120 (Vg 119): Los Enemigos de la Paz.
E ste salmo inicia la serie de los llamados “graduales” o de las “subidas,” por pertenecer a la colección de los que eran cantados por los peregrinos cuando “subían” hacia Jerusalén o por las “gradas” que daban acceso al recinto sagrado. El salmista, en esta composición deprecativa, representa a la clase piadosa, despreciada y calumniada por gentes impías que no saben valorar su vida religiosa en su debida medida. Se siente como extranjero morando entre las tribus nómadas del desierto, desprovisto de toda ayuda y hostilizado por todas partes. Su espíritu sensible y pacífico es el blanco de las afirmaciones calumniosas de gentes desaprensivas que constantemente le hostigan.
Algunos autores han propuesto entender este salmo en sentido colectivo, es decir, el salmista hablaría en nombre de Israel en el exilio, o vuelto ya a la patria, pero hostilizado por samaritanos, edo-mitas y moabitas * para impedir su reconstrucción nacional. Pero nada en el contexto avala esta interpretación colectiva, pues el sello de las quejas es personal, y refleja más bien la situación de un alma angustiada e incomprendida por los representantes de una sociedad apartada de Dios. Bajo este aspecto, el salmista es tipo de la clase piadosa, que vive su vida religiosa en una atmósfera de incomprensión y de hostilidad.
Desde el punto de vista literario se ha relacionado este salmo con el 12 de la colección llamada “Salmos de Salomón” 2 del siglo II a.C., y que no ha sido incluida en el Salterio canónico. Tiene también analogías con el fragmento del Eco 51:1-12. Los parecidos se explican por situaciones psicológicas similares, sin que impliquen dependencia literaria.
Oración de un Piadoso Calumniado.
1 Cántico gradual 3. En la angustia clamé a Yahvé, y El me respondió. 2Libra, Yahvé, mi alma del labio mendaz, de la lengua fraudulenta. 3 ¿Qué se te dará y qué se te añadirá, oh lengua dolosa? 4 Saetas agudas de un fuerte con carbones de retama. 5 ¡Ay de mí, peregrino en Mesej, que habito en las tiendas de Cedar! 6 Mucho lleva morando mi alma con los que odian la paz. 7 Yo soy todo paz, pero, así que les hablo, se disponen a la guerra.
En momentos de angustia pasados, Yahvé estuvo siempre al lado de su fiel, accediendo a sus preces llenas de ansiedad. Esto le da ánimos para en la situación actual acudir a su Dios, pidiendo le libre de los enemigos que incesantemente le atacan con calumnias y mentiras.
Jugando con las fórmulas estereotipadas de juramento (“Que Dios me haga esto y añada esto…”)4, el salmista anuncia a los calumniadores que, en efecto, recibirán lo que han proferido al lanzar sus calumnias. Dios les tomará al pie de la letra sus juramentos y les enviará un castigo inexorable, que será tan pernicioso y destructor como las saetas agudas de un fuerte o como los carbones de retama, que tardan en consumirse. Los impíos han lanzado calumnias, punzantes como flechas agudas; pero Dios, que es más fuerte, se las devolverá atravesándolos. Con sus falsas acusaciones han querido encender la contienda, pero la ira divina los consumirá como retama5. Otra interpretación posible: ¿Qué provecho sacáis los impíos con vuestras calumnias, que son como saetas encendidas o como fuego consumidor? (v.4). El estilo es conciso y vigoroso, pero oscuro, y se presta a múltiples interpretaciones.
La atmósfera en que se desarrolla la vida del salmista es tan materialista, que se siente como habitando ya entre los bárbaros de Mesej, moradores de las orillas del mar Negro 6 o entre tribus beduinas de Cedar, en TransJordania, famosas por su rapacidad. El hagiógrafo toma estos nombres de gentes exóticas, y que están al margen de la ley divina, como tipo de los que injustamente conspiran contra él. Su espíritu pacífico – yo soy todo paz – choca con el temperamento pendenciero y belicoso de sus enemigos, que con sus calumnias y fraudes procuran en todo momento sembrar la discordia (v.7). Por eso, su alma siente fastidio al tener que habitar con los que odian la paz (v.6).
1 Cf. Esd 4:1-6; Neh 2:10.19; 4:Neh 1:7s; 6:1s. a He aquí el texto: – 2 “Señor, libra mi alma de los hombres sin ley y malvados, de la lengua mala y maldiciente, que dice palabras falsas… Perezca la lengua maldiciente en el fuego ardiente… Que el Señor conserve al alma pacífica, enemiga de los malvadosá. – 3 Lit. “Cántico de las subidas” o ascensiones. La tradición judía – representada por Fl. Josefo y el Talmud – relaciona estos 15 salmos “graduales” con las 15 gradas que daban acceso al templo, siendo recitados a medida que subían en procesión los peregrinos hacia el recinto sagrado. – 4 Cf. Sam 3:17. – 5 Sobre la metáfora de las saetas para designar la calumnia véase Jer 9:3; Pro 26:18s; Jer 9:8; Sal 140:10. – 6 Cf. Gen 10:2. Es la región de los “Moschi” de Herodoto (III 94) y los “Muski” de los textos asirios. Cedar: cf. Gen 25:13; es el nombre del segundo hijo de Ismael; los componentes de esta tribu vivían en el desierto arábigo, “cuya mano está contra todo hombre” (Gen 16:12).
Fuente: Biblia Comentada
Los Sal 120:1-7; Sal 121:1-8; Sal 122:1-9; Sal 123:1-4; Sal 124:1-8; Sal 125:1-5; Sal 126:1-6; Sal 127:1-5; Sal 128:1-6; Sal 129:1-8; Sal 130:1-8; Sal 131:1-3; Sal 132:1-18; Sal 133:1-3; Sal 134:1-3; Sal 135:1-21; Sal 136:1-26 comprenden «el Gran Hallel»; cp. «el Hallel egipcio» (Sal 113:1-9; Sal 114:1-8; Sal 115:1-18; Sal 116:1-19; Sal 117:1-2; Sal 118:1-29) y «el Hallel final» (Sal 145:1-21; Sal 146:1-10; Sal 147:1-20; Sal 148:1-14; Sal 149:1-9; Sal 150:1-6). Casi todos estos salmos (15 de 17) son «Cánticos de ascenso» (Sal 120:1-7; Sal 121:1-8; Sal 122:1-9; Sal 123:1-4; Sal 124:1-8; Sal 125:1-5; Sal 126:1-6; Sal 127:1-5; Sal 128:1-6; Sal 129:1-8; Sal 130:1-8; Sal 131:1-3; Sal 132:1-18; Sal 133:1-3; Sal 134:1-3), que cantaban los peregrinos judíos en su camino de subida a Jerusalén (a alrededor de 823 m de elevación) en tres fiestas anuales prescritas. Éstas eran: 1) los panes sin levadura; 2) semanas / Pentecostés / cosecha; y 3) recolección / tabernáculos / cabañas. Cp. las notas sobre Éxo 23:14-17; Éxo 34:22-23; Deu 16:16. David fue autor de cuatro de estos cánticos (Sal 122:1-9; Sal 124:1-8; Sal 131:1-3; Sal 133:1-3), Salomón uno (Sal 127:1-5), en tanto que diez de ellos permanecen anónimos. Se desconoce cuándo se coleccionaron estos salmos de esta forma. Parece que estos cánticos comienzan muy lejos de Jerusalén (cp. Mesec y Cedar en el Sal 120:5) y van aproximándose progresivamente a Jerusalén hasta que los peregrinos han llegado finalmente al templo y han completado su adoración (cp. Sal 134:1-2). Con respecto al Sal 120:1-7, se desconocen el autor y sus circunstancias, aunque parece como si el adorador viviera a cierta distancia entre incrédulos (cp. Sal 120:5).
I. Petición (Sal 120:1-2)
II. Acusación (Sal 120:3-4)
III. Lamento (Sal 120:5-7)
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Salmo 120 (119): Salmo de súplica en que el orante, acosado por las mentiras y calumnias de los enemigos, pide la ayuda de Dios y lamenta la violencia y hostilidad de su entorno. Se inicia aquí una heterogénea colección de quince salmos (Sal 120:1-7; Sal 121:1-8; Sal 122:1-9; Sal 123:1-4; Sal 124:1-8; Sal 125:1-5; Sal 126:1-6; Sal 127:1-5; Sal 128:1-6; Sal 129:1-8; Sal 130:1-8; Sal 131:1-3; Sal 132:1-18; Sal 133:1-3; Sal 134:1-3) que bajo el título común de cantos de peregrinación (lit. cantos de subida), eran probablemente recitados por los fieles durante su ascenso a Jerusalén (Isa 2:3; Jer 31:6) con motivo de las grandes fiestas judías (ver Éxo 23:14-17). La versión griega los denomina “salmos graduales” en alusión a las distintas etapas de la peregrinación a la ciudad santa o, bien, a los peldaños o gradas que conducían hasta el recinto del Templo. Por el título que los encabeza han sido también relacionados con la vuelta del destierro descrita como una “subida” desde Babilonia. Ver Esd 7:9.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Sal 18:6; Sal 86:7; Sal 120:1; Jon 2:2.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Salmos 120-136. Alabanza Del Peregrino
Posiblemente el grupo de Salmos más hermoso de todo el salterio, los Sal. 120-134 se describen a sí mismos como “Cantos de ascenso”, aunque sin agregar ninguna explicación sobre cómo se ha de entender este título. La palabra (correcta y lit.) traducida ascenso se usa para decir “gradas” o “escalinata” (Exo. 20:26; 1 Rey. 10:19 s.; comparar 2 Rey. 20:9 s.; Amós 9:6) también, en una ocasión refiriéndose al viaje “hacia arriba” de Babilonia y a pensamientos “que surgen” (Eze. 11:5). “Gradas” llevó a la tradición judía a hacer una conexión fantástica con los coros levíticos cantando en los escalones que iban del patio de las mujeres al patio de Israel en el templo de Herodes, pero no alcanza a decir que los coros cantaban exclusiva o especialmente estos cantos. La referencia a la “escalinata” en Neh. 3:15; 12:37 ha apoyado el pensamiento más razonable de que estos cantos eran cantados en una forma procesional hasta el templo durante sus fiestas. El tema recurrente de Sion-Jerusalén-Casa del Señor apoya dicha explicación.
Ampliando el panorama, algunos comentaristas han conectado a estos Salmos con el viaje de retorno de los exiliados en Babilonia. El único uso relevante de la palabra “gradas” en Esd. no provee una buena base sobre la cual hacer de ella un vocablo técnico referente al regreso de Babilonia, pero la teoría tiene sus posibilidades en relación con el movimiento amplio al igual que algunos detalles de los Salmos.
embargo, los Salmos probablemente fueron coleccionados para proveer un himnario: “Alabanza del Peregrino”, para los grupos que viajaban rumbo a Sion para las festividades anuales peregrinas (Exo. 23:17; cf. 1 Sam. 1:3; Luc. 2:41). Indudablemente son apropiados para dichas ocasiones. Cada salmo, por supuesto, tuvo su propio origen y uso antes de ser editado para ocupar su posición actual en los “Cantos de ascenso”. En la mayoría de los casos no se les puede seguir el rastro y, aunque se pudiera, poco o nada se ganaría. La “Alabanza del Peregrino” ha sido editada con gran habilidad y es el significado del salmo dentro de su contexto actual lo que es de mayor importancia.
Los “Cantos de ascenso” constituyen cinco grupos de tres, más los Sal. 135 y 136. Los primeros cuatro de estos grupos (Sal. 120-131) tienen en común las siguientes características: el primer salmo de cada grupo expone una situación de aflicción; el segundo enfatiza el poder del Señor para guardar, librar, edificar y dar esperanza; y el tercero tiene el tema de la seguridad: en Sion (122, 125, 128); en el Señor (131). El “movimiento” hacia Sion concuerda y apoya la idea de la “Alabanza del Peregrino”. Toda la colección mantiene la atención del viajero en su meta. Los Sal. 132-134 son salmos de llegada: el Arca en Sion, comunión en Sion, bendición en Sion. El peregrino que comienza su viaje desde muy lejos en un mundo áspero (120), en la “oscuridad” de este mundo (Quedar, 120:5 significa “negro”) termina en noches muy distintas (134:1), seguros en la casa del Señor y bajo su bendición.
Salmos 120-122. La Primera Triada. Cuando Llegan Las Dificultades
Personas que no congenian (120) y circunstancias hostiles (121) amenazan por igual al peregrino pero hay paz dentro de los muros de Jerusalén (122).
Salmo 120. Oración en medio de gente hostil
El orden de las palabras en el v. 1 es: “Al Señor en mi aflicción llamo y él me contesta.” Esta es la impresión que el Salmo nos deja: orando en medio de las dificultades, guarnecidos dentro del cuidado divino. No hay razón para creer que los vv. 3, 4 fueron dichos realmente al enemigo. Como Prov. 20:22 y Rom. 12:19 mandan, la dificultad es llevada al Señor y dejada allí pero en la seguridad de lo que sucederá: las flechas (4) dirigidas con la habilidad de un guerrero deben dar en su blanco: el castigo caerá donde es merecido; pero detrás de él están las brasas de fuego, la justicia retributiva de un Dios que odia el pecado. Pero, dejando toda acción así al Señor, el salmista entretanto vive en un mundo que no puede dar paz (5-7). Mesec, en el extremo norte (Gén. 10:2) y Quedar (Jer. 2:10) en el desierto siroárabe están demasiado distanciados para referirse al lugar donde vive el salmista. Metafóricamente sugieren estar lejos del hogar, en los desiertos lejanos de este mundo. Aun aquí viviría en paz (esa es su naturaleza: 7, lit. “soy paz”; cf. 109:4) y comparte la paz que conoce, pero el mundo es un lugar venenoso.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
120-134 A los Salmos 120-134 se les llama «salmos de los peregrinos» o «cánticos graduales» (literalmente ascensos). Los cantaban los que viajaban y, por lo tanto, subían al templo para las festividades anuales. Cada salmo es un «paso» a través del viaje. El Salmo 120 comienza con la marcha desde una tierra distante en un medio hostil. El Salmo 122 describe a los peregrinos que llegan a Jerusalén, y el resto de los salmos se refieren al templo y mencionan varias características de Dios.120.5, 6 Mesec era una nación ubicada al norte, lejos de Israel, y Cedar era una nación hacia el sudeste. Ambas se conocían como guerreras y bárbaras. Debido a que el salmista no podía estar en ambos lugares a la vez, quizás se refería a esas naciones como para decir que se sentía lejos de casa y rodeado de paganos.120.7 Hacer la paz no es siempre popular. Algunos prefieren pelear por lo que creen. La gloria de la batalla es la esperanza de ganar, pero alguien debe perder. La gloria de hacer la paz es que puede producir realmente dos ganadores. Hacer la paz es el camino de Dios, así que debemos intentar, con esmero y oración, ser pacificadores.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
NOTAS
(1) Enc. O: “Canción de los Escalones”. Esta es la primera de 15 Canciones de las Subidas, los Sl 120-134 inclusive. Compárese con 2Re 20:9-11.
REFERENCIAS CRUZADAS
a 4666 Sal 18:6; Sal 116:4
b 4667 Sal 50:15; Sal 107:13; Jon 2:2
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Salmo 120 Este Salmo es una petición por liberación de calumniadores. Después de declarar que clamó a Dios en su angustia (vers. 1), el salmista pide que Dios le libre y anuncia el castigo de sus enemigos calumniadores (vers. 2-4). Describe su lamentable estado en vers. 5 y declara su inocencia en vers. 6, 7.
120 Título: Cántico de ascenso gradual. Este título une a los Salmos 120-134, que se distinguen del Sal 119 con su énfasis en la ley y del Sal 135 y 136, Salmos litúrgicos. Los « cánticos de ascenso» se caracterizan por su brevedad (excepto 132), por sus conclusiones formales y frases en común. Muchos creen que el término « ascenso» se refiere al subir a Jerusalén para las fiestas anuales que se celebraban allí (Dt 16:16). Tal subir se menciona en Sal 122:4 (cp. 1 R 12:28; Is 2:3; Mi 4:2; Mt 20:17; Lc 2:42). Los Salmos de ascenso se refieren frecuentemente a Sion (125,126,128,129,132,133,134) y a Israel (121,122, 124,125,128,129,130,131). Por tanto, han sido descritos como un manual para peregrinos que van camino a Jerusalén. La colección de Salmos empieza con el deseo de salir del territorio del enemigo (Sal 120), preocupación en cuanto al viaje (Sal 121); termina con bendiciones de despedida desde Sion (Sal 133,134). Salmo 122:2 describe a los peregrinos de pie en Jerusalén y Sal 122-132 incluyen detalles que se enfocan en la adoración en Sion.
Fuente: La Biblia de las Américas
En este lamento, el salmista clama por liberación (vv. Sal 120:1-2), por retribución (vv. Sal 120:3-4) y por paz (vv. Sal 120:5-7).
Cántico gradual. Sal 120:1-7; Sal 121:1-8; Sal 122:1-9; Sal 123:1-4; Sal 124:1-8; Sal 125:1-5; Sal 126:1-6; Sal 127:1-5; Sal 128:1-6; Sal 129:1-8; Sal 130:1-8; Sal 131:1-3; Sal 132:1-18; Sal 133:1-3; Sal 134:1-3 formaban un himnario usado por los peregrinos que subían a Jerusalén para las fiestas anuales de la Pascua, Pentecostés y Tabernáculos.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
Cántico gradual… Heb. shir ha-maaloth= cántico de las subidas → Se da este nombre a un grupo de 15 salmos (120-134), también llamados cánticos graduales (del latín gradus= paso). Prob., el vocablo aplicado significa que los israelitas tenían en sus labios las palabras de estos salmos mientras ascendían al monte Sión en su peregrinaje a Jerusalén, durante las tres grandes solemnidades del año.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Fuente: La Biblia de las Américas
Tit. Heb. shir ha-maaloth = cántico de las subidas g Se da este nombre a un grupo de 15 salmos (120-134), también llamados cánticos graduales (del latín gradus = paso). Es prob. que el vocablo aplicado signifique que los israelitas tenían en sus labios las palabras de estos Salmos mientras ascendían al monte Sión en su peregrinaje a Jerusalem, durante las tres grandes solemnidades del año.